Cuidados necesarios para tu animal exótico en verano

Los animales exóticos son especies que, aunque no son nativas de nuestro entorno, algunos se han adaptado a vivir en nuestros hogares como mascotas. Estos animales pueden provenir de diferentes partes del mundo y presentan características únicas que atraen a muchas personas.

 Algunos ejemplos de animales exóticos domesticados son los reptiles, como las iguanas, serpientes y tortugas; los mamíferos, como los hurones, conejos y chinchillas; y las aves, como los loros y periquitos.

 Estas especies presentan una gran diversidad de tamaños, colores y comportamientos, lo que hace que sean fascinantes para muchas personas, aunque la parte más negativa es que es muy habitual que aumenten los abandonos de mascotas exóticas en verano.

 Es importante destacar que tener un animal exótico como mascota requiere de un mayor compromiso y responsabilidad que tener un perro o un gato, ya que su cuidado y alimentación puede ser más complejo. Además, en algunos países o regiones, es necesaria una autorización o permiso especial para poseer ciertos animales exóticos.

 ¿Qué cuidados necesita un animal exótico en verano?

 El verano es una época en la que debemos prestar especial atención a nuestros animales exóticos. Las altas temperaturas y el cambio en las condiciones climáticas pueden afectar su salud y bienestar.

 Por eso, a continuación, te presentamos algunos cuidados necesarios para tu mascota exótica durante esta temporada?

1. Controlar la temperatura

 Es importante asegurarse de que la temperatura en el hábitat de tu animal exótico sea adecuada para su especie. Algunas mascotas exóticas requieren de un entorno más fresco, mientras que otras pueden necesitar un ambiente más cálido.

 Asegúrate de proporcionarles el ambiente adecuado ajustando la temperatura del espacio en el que se encuentran.

2. Proporcionar sombra

 Si tu animal exótico vive en un espacio al aire libre, es fundamental asegurarse de que haya suficiente sombra para protegerlo del sol directo durante las horas más calurosas del día. Puedes usar sombrillas, toldos o incluso plantas para crear áreas de sombra adecuadas.

3. Controlar la hidratación

 Es esencial garantizar que tu mascota exótica tenga acceso a suficiente agua fresca en todo momento.

 Algunas especies necesitan hidratarse más frecuentemente que otras, así que debes asegurarte de conocer las necesidades específicas de tu animal y proporcionarle la cantidad adecuada de agua.

4. Regular la alimentación


Es posible que, durante los meses más calurosos del verano, tu mascota exótica no tenga tanto apetito como de costumbre. Puedes ajustar su alimentación para adaptarla a sus necesidades cambiantes.

 Por ejemplo, puedes ofrecerle comidas más ligeras y frescas para mantenerlo nutrido sin sobrecargar su sistema digestivo.

5. Proteger de los insectos

 Durante el verano, los insectos como mosquitos, garrapatas y pulgas son más activos. Estos insectos pueden transmitir enfermedades a tu mascota exótica, por lo que es importante protegerla con productos repelentes adecuados.

 Consulta a tu veterinario sobre los mejores productos para utilizar en tu animal exótico.

6. Evitar la sobreexposición al sol

Algunas mascotas exóticas, como los reptiles, pueden necesitar tomar baños de sol para procesos metabólicos como la síntesis de vitamina D.

 Sin embargo, es importante no exponerlas al sol directo durante mucho tiempo, ya que esto puede causar quemaduras en su piel. 

Consulta con un especialista en cuidado de animales exóticos para obtener recomendaciones específicas.

7. Reducir el estrés

 Los cambios en las condiciones ambientales pueden generar estrés en tu mascota exótica.

 Asegúrate de proporcionarle un entorno seguro y tranquilo durante el verano. Evita los cambios bruscos en su hábitat y proporciona lugares de refugio donde pueda esconderse y sentirse seguro.

 Cuidar a tu mascota exótica durante el verano requiere de atención y cuidados especiales.

 Asegúrate de proporcionarle un ambiente adecuado, controlar su temperatura y humedad, protegerla de los insectos y garantizar su hidratación y alimentación adecuadas.

 Si tienes alguna duda, siempre es recomendable consultar con un veterinario especializado en animales exóticos para obtener orientación específica sobre las necesidades de tu mascota.

Cómo evitar que nuestro perro sufra un golpe de calor

Las altas temperaturas pueden provocar graves consecuencias sobre los perros. Por este motivo, desde Animalados te ofrecemos cuatro consejos básicos para evitar que nuestro perro sufra un golpe de calor y te explicamos cómo reaccionar en caso de deshidratación.

Los perros, y la mayoría de animales de compañía, no sudan. A priori puede parecer una buena noticia -a nadie le gusta sudar- pero en realidad es un problema que puede tener graves consecuencias. Los humanos, cuando pasamos mucha calor, tenemos la capacidad de sudar y, cuando éste sudor se evapora, vuelve a bajar la temperatura de la piel. Los perros no pueden hacer este ejercicio, tan molesto como fabuloso, de modo que con las altas temperaturas hay que extremar la atención porque algunos animales corren un riesgo elevadísimo. Un golpe de calor puede ser mortal.

En los lugares donde hay mucha humedad, el riesgo comienza cuando las temperaturas de los termómetros superan los 30 grados. Toda la información que se ofrece a continuación se ha redactado después de hablar con la veterinaria Marta Legido, miembro del Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB).

CONSEJOS PARA EVITAR EL GOLPE DE CALOR

-Evitar sacar el perro a pasear entre las 12.00 y las 16.00, que es cuando hace más calor. El momento ideal para hacer el paseo durante los días de calor es a primera hora de la mañana o lo más tarde posible, cuando la temperatura ya no es tan alta. Si no se puede escoger la hora del paseo, hay que hacer una vuelta breve (el tiempo justo para que haga sus necesidades) y caminar por la sombra. Cuando el suelo coge una alta temperatura, además del riesgo de deshidratación, los animales se pueden quemar las plantas de los pies.

-No se puede dejar nunca el perro dentro del coche en verano, ni en el sol, ni en la sombra. Los vehículos parados pueden llegar a una temperatura de 40 grados en pocos minutos y un perro encerrado con este calor podría morir en menos de 20 minutos.

-El perro siempre debe tener agua limpia y abundante.

-Dejaremos que busque un lugar fresco en casa o por donde corra el aire.

QUÉ RAZAS Y QUÉ TIPO DE PERRO TIENEN MÁS RIESGO

-Los perros viejos o los más jóvenes (hasta seis meses), son los que tienen más riesgo de deshidratación. Pero también los perros enfermos pueden tener problemas.

-Las razas con más problemas son, como es habitual, los branquicefálicos, es decir, los que tienen el morro chato, como los bulldogs, los boxers o los carlinhos, entre otros.

-En contra de lo que se pueda pensar, las razas nórdicas no sufren el calor más que las otras razas. Su naturaleza está mucho más preparada para el frío que por el calor, pero la generosa cabeza de pelo que tienen también los aísla del calor.

CÓMO DETECTAR QUE ESTÁ DESHIDRATADO Y QUÉ HACER

-La deshidratación es fácil de detectar: ​​si vemos que las encías se ponen moradas, hay que fijarse si está aumentando el ritmo de la respiración y si su temperatura es muy alta.

-Como siempre decimos desde animalados.com, cuando tratamos temas de salud animal, a la menor duda hay que ir al veterinario. Sin embargo, hay un par de consejos que nos pueden ayudar a rebajar la temperatura de nuestro perro y evitar daños irreversibles. Si detectamos que está sufriendo un golpe de calor, hay que envolverse el cuerpo y el cuello con una toalla mojada con agua tibia. No hace falta que sea fría, porque podríamos pasar rápidamente de la deshidratación a la hipotermia. Las patas es mejor no mojarlas. También procuraremos que beba agua hasta que vuelva a su temperatura habitual, que es entre los 38 y los 39 grados.

Y AL RESTO DE ANIMALES DE COMPAÑÍA, ¿COMO LES AFECTA EL CALOR?

-Los gatos sufren el calor más o menos como los perros, pero como no salen a pasear, es más difícil que sufran un golpe de calor. Como los perros, son especialistas en encontrar el lugar más fresco de la casa.

-Las aves sufren mucho calor, es importante que tengan siempre agua limpia al alcance.

-Los roedores también necesitan mucha agua y es posible que detectemos que en las horas de más calor, están completamente inmóviles.

-Los reptiles son los que sufren menos cuando llega el calor pero hay que tener cuidado de mantener el terrario muy limpio. Sobre todo, hay que retirar los restos de comida.

¿Por qué es importante implantar un microchip de identificación en los animales de compañía?

Con la implantación del microchip podemos recuperar a nuestro animal de compañía si se pierde o escapa.

Los chips para animales, también conocidos como microchips de identificación, son dispositivos pequeños que tienen el tamaño de un grano de arroz y que se implantan bajo la piel de los animales, generalmente por la zona del cuello, para identificarlos.

Estos chips contienen un número de identificación único que se puede leer a través de un escáner especial y que brindan una forma permanente de identificación para los animales de compañía. A diferencia de las placas de identificación que pueden perderse o quitarse, los chips están implantados en el cuerpo del animales y no se pueden eliminar fácilmente.

El microchip tiene el tamaño de un grano de arroz/AMIC

La implantación del microchip de identificación es un procedimiento rápido y relativamente indoloro. La acción es similar a una vacuna o la consecución de una muestra de sangre del animal. Esta identificación es una práctica importante y beneficiosa por distintas razones. Algunos de los motivos más relevantes son los siguientes:

  1. Recuperación y reunificación de animales perdidos: si un animal de compañía se pierde o se escapa, el chip puede ayudar a que el propietario legítimo pueda recuperarlo. Los refugios de animales y los veterinarios suelen escanear los animales rescatados en la busca de microchips, hecho que facilita la identificación y reunificación con sus amos.
  2. Prevención de robos y tráfico con animales. Los animales identificados con microchip son menos propensos a ser robados y vendidos de manera ilegal, ya que su identificación facilita la comprobación de su propiedad. Además, el chip proporciona una manera de verificar la legalidad de la procedencia de un animal, lo que, por otro lado, también ayuda a combatir el tráfico de animales y la cría irresponsable.
  3. Los microchips también pueden almacenar información médica relevante sobre un animal, como sus alergias, estado médico o necesidades especiales. Esta información es especialmente útil en caso de emergencia o cuando un animal necesita recibir un atención médica rápida. Los veterinarios y equipos de rescate pueden acceder a esta información vital para proporcionar el tratamiento adecuado.
  4. Cumplimiento de regulaciones y requisitos legales. En algunos lugares, la identificación de animales con microchip es obligatoria por ley. Esto es comúnmente requerido para animales de compañía como perros y gatos, y garantiza que los animales estén correctamente registrados y cumplan con las normas, como las vacunas obligatorias.
  5. Investigación y estadísticas. La identificación de animales mediante microchip también puede contribuir a la recopilación de datos estadísticos sobre la población animal, como la cantidad de animales perdidos, encontrados o adoptados. Estos datos pueden ser utilizados para mejorar las políticas y los programas de bienestar animal, así como para comprende mejor las tendencias y los problemas relacionados con animales.

¿Es obligatorio el uso del microchip en España?

La obligatoriedad de identificar con microchip a los animales depende de la normativa específica de cada comunidad autónoma. En Catalunya, Comunidad de Madrid, Galicia, Cantabria y Andalucía es obligatorio por ley identificar con microchip a perros, gatos, hurones, conejos y equinos.

Eva Remolina/AMIC

Perros y petardos

Llega el verano y con él las fiestas populares y las verbenas. Para los animales de companía y también para los que viven en la calle y en los parques, estas fechas de fiestas y fuegos artificiales se convierten en momentos de estrés y angustia. Desde Animalados hemos querido recoger los consejos de Rosa Sagués sobre perros y los de Clara Busquets para los gatos. Empezamos hoy por los canes.

¿Cuáles son los preparativos previos al día de San Juan?

La reacción a ruidos desconocidos es un comportamiento normal (sobre todo como más intensos e imprevisibles son) y lo más probable es que busque un lugar donde esconderse. Normalmente preferirá un lugar pequeño y oscuro, como una madriguera. Algunos perros por ejemplo se esconden debajo de la cama. Otros prefieren la bañera, ya que este material aísla del ruido, los baños además suelen tener ventanas pequeñas y rara vez dan directamente a la calle.

Durante los días previos a la verbena podemos crear en casa un lugar seguro donde pueda refugiarse. Hay que buscar un lugar tranquilo de la casa. Serán mejores las habitaciones interiores de la casa y sin ventanas. Podemos poner su camita y darle cosas para roer o hacerle buscar premios para que se encuentre a gusto en este lugar, siempre de forma muy tranquila.

Si está habituado al transportín podemos utilizar este como refugio, tapándolo con alguna manta o edredón para aislarlo más del ruido y la vibración del aire. Es importante retirar la puerta para que pueda entrar y salir cuando quiera y dejar abierta también la puerta de la habitación por si decide cambiar de lugar.

Si somos unos manitas podemos hacerle expresamente una cabina acústica. En las tiendas de bricolaje encontraremos materiales no demasiado caros que aíslan del ruido. Otra cosa que podemos hacer es habituarlos a los chalecos anti-estrés, o las vendas de Tellington Touch. Tanto en el caso de la zona segura como con los chalecos hay que tener en cuenta que se deben introducir siempre de forma muy progresiva y agradable. Es algo que en ningún caso se puede forzar ya que esto tendría un efecto contraproducente. Si no sabemos cómo realizar la habituación es mejor pedir ayuda a un educador canino.

Ayudaremos también a nuestro perro si hacemos que durante estos días todo sea lo más tranquilo posible y bajamos con él nuestro nivel de exigencia. Debemos procurar que los paseos sean tranquilos y sin tensión de la correa, y tratar de salir a la calle a horas que no haya mucho revuelo. El exceso de control o abuso de actividades que a menudo hacemos con la intención de » cansar » al perro, pueden tener el efecto contrario. Ejercicios de obediencia, salir a correr, el juego brusco con nosotros u otros perros u otros tipos de juego que potencian las pautas predatorias como jugar a la pelota, en especial si no hemos facilitado los períodos de descanso convenientes en medio, aumentan los niveles de estrés del perro y en consecuencia disminuye su capacidad de gestión ante situaciones imprevistas.

A estas alturas muchos perros habrán escuchado ya petardos cerca de casa, y es posible que salgan a la calle más alerta de lo habitual. Si el perro ya no quiere ni salir de casa no debemos forzar, saldremos sólo para sus necesidades y basta. Si el perro ya está muy sensibilizado hay que evitar la exposición a los petardos lo máximo posible, y si es necesario, y si tenemos la opción, una buena opción es irse unos días lejos de estas fiestas. Los miedos se generalizan con facilidad, son como una bola de nieve que puede hacerse más y más grande. Superarlas es un proceso que requiere tiempo y paciencia, y es algo que ahora mismo no podemos improvisar.

¿Los podemos aclimatar ya desde cachorros?

Sí, pero tenemos que saber cómo hacerlo. Cada etapa evolutiva del perro tiene su función, y dependiendo de su estado de maduración habrá cosas que quizás, aunque siempre han estado en un determinado lugar, de repente pueden tener una relevancia especial. Esto hace que haya varios periodos en que es más fácil que adquieran miedos.

Cuando tenemos un cachorro la mejor manera de que se convierta en un adulto seguro de sí mismo es promover su interés natural por el entorno y conseguiremos que así sea si le hacemos conocer las cosas de la forma más amable y progresiva posible, evitando el exceso de control y los métodos educativos basados ​​en el castigo que minarán su confianza en nosotros.

Si somos previsibles y sabemos atender a sus necesidades reales siempre seremos su primera opción, en la que podrán recurrir ante situaciones de peligro. Es posible también que perros de edad avanzada empiecen a manifestar miedo a los petardos. Esto puede ser debido a diferentes factores. Dolor, inestabilidad o deterioro cognitivo son diferentes elementos que pueden causar estrés a nivel físico o psíquico. ya que reducen su grado de autoconfianza y los hacen más sensibles a determinadas situaciones.

También hay que tener en cuenta que determinados perros son más sensibles al entorno por naturaleza, pero también juega un papel fundamental el estado emocional de base en que se encuentren. Por ejemplo perros recién adoptados que todavía no se han habituado al nuevo hogar pueden ser más susceptibles a desarrollar miedo a los petardos.

¿Cómo podemos vehicular su miedo cuando estamos en la calle?

Nuestro primer objetivo debe ser »quitar hierro» a la situación. Si el perro ve que nosotros estamos tranquilos, le estamos ayudando a normalizar este estímulo y cuanta menos importancia le damos menos le dará él.

Si vamos por la calle y nos tiran un petardo cerca lo más normal es que el perro quiera huir. Normalmente querrá volver a casa y es lo que tenemos que hacer: sacarlo de la situación de la forma más calmada posible y acompañarlo hasta su lugar seguro. Por cuestiones de seguridad es importante durante estos días intentar no llevarlo desatado. Podemos utilizar una correa larga para que tenga la mayor libertad posible.

Y cuando estamos en casa… ¿cuál debe ser nuestro comportamiento? ¿Es bueno protegerlos o es mejor dejar que se escondan donde crean seguro?

Lo más importante es respetar su reacción natural, no forzar nada y, sobre todo, evitar ser invasivos. Si el perro quiere esconderse, si ladra o se mueve de un lugar a otro le tenemos que dejar. No debemos intentar corregir o castigar ninguno de los comportamientos que pueda mostrar ante el miedo.

Si busca nuestro contacto o se siente más seguro subiéndose a nuestro regazo debemos responder a su demanda, pero sólo si él lo pide. Es muy importante que él sepa que estamos aquí para ofrecerle nuestro apoyo, siempre de forma muy tranquila y más bien sin dar muestras de afecto exageradas.

Sobre todo tenemos que ser muy conscientes de que nuestro estado emocional incide directamente en el del perro. Nuestra preocupación, aunque sea con la mejor intención, puede ser un factor que puede alimentar la preocupación del perro Si estamos preocupados estamos reafirmando al perro que realmente nos encontramos en un estado de emergencia.

Podemos quedarnos con él un rato en su lugar seguro hasta que se tranquilice. Podemos bajar las persianas y poner música para enmascarar el ruido. Hay músicas específicas que se pueden encontrar a nivel comercial.

¿Son realmente necesarias las pastillas para relajar?

En casos graves los ansiolíticos pueden ayudar a modular la reacción emocional del perro. Reaccionará igualmente, pero se verá afectado con menos intensidad. Antes de utilizar cualquier fármaco hay que valorar siempre si es realmente necesario con nuestro veterinario y nunca administrarlo sin su supervisión para asegurar que la dosificación sea la adecuada a su peso y tamaño, y que el estado de salud del perro lo permita.

Antiguamente se habían utilizado sedantes o relajantes musculares que paralizaban al animal mientras seguía plenamente consciente. Estos además pueden aumentar la sensibilidad auditiva, con lo cual la experiencia puede ser aún más traumática. Hay que evitar este tipo de fármacos.

¿Hay alguna alternativa natural?

Nutracéuticos como el triptófano, normalmente combinado con vitamina B y/o teanina, (Zeus, Kalm-Aid, Adaptyl) o el alfa-casozepina, derivada de la proteína de la leche (Zilkene) pueden ser efectivos pero tenemos que empezar varias semanas antes y ahora mismo ya sería un poco justo. Como siempre, hay que consultar previamente al veterinario.

Podemos ayudar a nuestro perro también con remedios de fitorapia (valeriana, hierba de gato), homeopatía o flores de Bach. Hay que consultar un veterinario de medicina natural para que nos indique las dosificaciones o nos prepare compuestos más adecuados para nuestro perro. Aceites esenciales como la lavanda, pueden ayudar también a crear un ambiente más relajado. Y las feromonas, en difusor o collar pueden ser muy efectivas. Si las utilizamos, el difusor podemos ponerlo también en su sitio seguro unos días antes.

Silvia Esteve

Conoce aquí los mejores consejos para el bienestar de los gatos en la verbena de San Juan.

¿Cómo evitar que mi perro ladre de manera molesta y excesiva?

El ladrido es la forma de comunicación más sonora de los perros. Sin embargo, estos animales pueden transmitir información a través de otras acciones como la postura corporal, los giros, el movimiento de la cola, etc. Cuando un perro ladra puede comunicar emociones de todo tipo, puede que estén ansiosos, estresados, asustados, felices… Eso sí, si hay algo que preocupa de manera especial a los responsables de los peludos es cuando los ladridos llegan a ser molestos y excesivos. Por este motivo, hoy desde Animalados te ofrecemos una serie de pautas para controlar esta conducta canina.

¿Por qué ladran los perros?

Los perros pueden ladrar por muchos motivos. Para Jean Donaldson, autora de diversos libros de adiestramiento y comportamiento caninos como “El Choque de Culturas”, estas son las razones más frecuentes:

El ladrido del perro guardián. Esta situación se produce cuando el animal tiene el objetivo de avisar a personas o al resto de la manada de la presencia de un intruso o de un cambio en el entorno.  A través del sonido el can pone de manifiesto que el intruso ha sido descubierto.

-El ladrido como demanda de atención. Tiene lugar cuando el perro quiere comunicarle alguna cosa concreta a su compañero de vida humano. Ante esta situación, “el amo refuerza el ladrido al atender la petición y de ese modo se establece un hábito”.

-El ladrido como expresión del temor. Este acto de comunicación aparece cuando el can tiene miedo o se siente incómodo por alguna circunstancia del entorno. Probablemente se trate de la situación más difícil de gestionar, ya que probablemente “el animal nos esté informando de que le falta socialización”.

-El ladrido como expresión de aburrimiento. Aparece cuando no se cubren las necesidades diarias de ejercicio y estimulación mental y física del can. Este comportamiento se produce cuando el animal pasa muchas horas solo.

¿Cómo conseguir de manera efectiva que mi perro no ladre?

En primer lugar, tal y como comenta Jean Donaldson en su libro “El Choque de Culturas”, para solucionar correctamente el problema del ladrido molesto y excesivo es importante “abordar los problemas subyacentes de la falta de socialización, de escaso ejercicio físico y de estimulación”.

Una vez solucionados estos problemas, uno de los ejercicios de adiestramiento canino para controlar los ladridos con mejores resultados consiste en enseñar al perro el significado de “ladra” y “calla”. Según un estudio del investigador Stanley Coren para la universidad canadiense de British Columbia, los perros tienen la capacidad de distinguir y retener unas 160 palabras diferentes.

Para conseguir que el perro comprenda el significado de “ladra” y “calla” es importante que el amo condicione al animal con alguna recompensa, como podría ser un trozo de comida o chuche. Se trata de un ejercicio de adiestramiento efectivo que, sin embargo, parece inútil durante las primeras veces que se intenta. Por este motivo, es muy importante perseverar y no dejar de practicarlo hasta que el can no ha interiorizado el significado de estas dos palabras.

La experta en conducta animal Jean Donaldson propone en su libro la siguiente secuencia para practicar este ejercicio de adiestramiento:

  1. Da la orden de “ladra”.
  2. Haz algo que sepas que hará ladrar al perro. Por ejemplo, el sonido del timbre de tu casa.
  3. Ladrido del perro.
  4. Refuerza la conducta del perro con elogios: “muy bien”, “bravo”, etc.
  5. Da la orden de “calla”.
  6. Muestra al perro la recompensa (trozo de comida, chuche…).
  7. El perro se interesa por esta recompensa y deja de ladrar.
  8. Cuando esté 3-5 segundos en silencia premias su conducta con elogios: “muy bien”, “bravo”, etc.
  9. Da la recompensa después de haber estado estos 3-5 segundos callado.
  10. Repite de nuevo todos los pasos aumentando poco a poco y progresivamente el tiempo de “calla” hasta los dos minutos.

Es muy importante repetir este ejercicio una y otra vez hasta asegurarse de que el animal ha aprendido el juego. Para garantizar el éxito de esta actividad de adiestramiento, el amo deberá dar la orden de “ladra” sin el sonido del timbre de casa, logrando que el perro ladre al escuchar la orden. De la misma manera, el can deberá obedecer a la orden de “calla” sin necesidad de ver el trocito de comida por adelantado. Con estas dos pruebas tendremos claro que el proceso de aprendizaje se ha completado.

Otras pautas que pueden ayudarte a minimizar los ladridos

-No provoques que el ladrido dé resultado con los humanos. El perro ejecuta muchas veces el ladrido como demanda de algo. Si no te gustan los ladridos excesivos deja de prestarle atención y de conceder todas las demandas de sus ladridos. Lo único que consigues accediendo a todas sus peticiones es reforzar el ladrido.

-Nunca castigues o grites al perro cuando ladra. Esta acción puede resultar contraproducente. Intenta trabajar esta conducta desde el refuerzo positivo.

-Satisface las exigencias físicas, sociales y de estimulación del perro. Para el bienestar del animal es imprescindible que practique la actividad física y que desarrolle confianza e interacción con otros perros.

-Normaliza el ladrido en algunas situaciones. Como hemos comentado, el ladrido es un medio de comunicación del perro, por tanto, en muchas situaciones es importante normalizar esta acción sin necesidad de buscar una solución. Puede que el can tenga hambre, sed o simplemente que esté jugando.

-Si ninguna de estas medidas resulta efectiva contra los ladridos excesivos y molestos de tu perro, acude a un adiestrador canino o consulta qué hacer con tu veterinario de confianza. Estas personas especializadas seguro que pueden ayudarte a encontrar una mejor solución.