¿Es necesario cepillar los dientes de los perros?

La salud bucal en los perros es fundamental, no sólo para una buena calidad de vida, sino también para que ésta sea prolongada.

Todos los perros requieren cuidados dentales, al igual que nosotros, ya que las piezas se estropean con los elementos corrosivos de los alimentos y acumulan sarro y placa bacteriana. Además, la ausencia de un cuidado dental adecuado provoca halitosis en los peludos, es decir, mal aliento causado por los restos de comida y bacterias.

Además, los problemas dentales causados ​​por una mala salud bucal pueden derivar en gingivitis, que es una inflamación de las encías, y posteriormente en periodontitis, cuando la inflamación ya está avanzada y hace que el hueso se vuelva más débil. Las dos fases de la enfermedad periodontal pueden provocar que los perros pierdan piezas dentales, un proceso que provoca mucho dolor.

Si esta enfermedad no es abordada a tiempo, el problema puede derivar en enfermedades de riñón, hígado e incluso problemas cardíacos. Y al contrario: si se atiende adecuadamente desde los primeros meses de vida del perro, podemos sortear muchas enfermedades.

Teniendo en cuenta que los perros tienen las encías más sensibles que nosotros, no conviene utilizar un cepillo de los nuestros, y si lo hacemos, utilizaremos uno con cerdas muy suaves. Lo ideal es comprar unos cepillos de goma en forma de dedal, adaptados a ellos y que nos permiten llegar a todos los rincones de su boca y poder cepillarse incluso las piezas más ocultas. En cuanto a la manera de hacerlo, lo haremos igual que nosotros: de arriba a abajo partiendo de la base del diente.

La limpieza con cepillo es la forma más adecuada para una correcta salud bocal del peludo. Sin embargo, también hay algunas alternativas y algunos complementos como son los snacks y los juguetes dentales.

Fuente: AMIGO / Eldiario.es

Qué hacer si te encuentras un gato en la calle

Lo que debes hacer si te encuentras un gato en la calle va a depender de muchos factores. Si estás en una ciudad donde es raro ver gatos por la calle y te encuentras con uno que llama tu atención, lo primero que debes hacer es mantener la calma y observar. Si no tienes a mano una persona experta en gatos plantéate al menos tres preguntas clave antes de actuar.

¿Es seguro acercarte al gato sin que él ni tú corráis peligro?

Has de valorar si el lugar donde está el minino es peligroso dado el caso de que éste huya cuando te acerques. La seguridad ante todo, ya que los gatos son imprevisibles y ágiles. Estos felinos pueden correr velozmente en dirección contraria cuando se asustan. Si, por ejemplo, pasan coches cuando te aproximas puedes provocar un terrible atropello involuntario. De ahí que garantices que tanto tú como el gato estáis en condiciones suficientemente seguras para interactuar. Reconocer las necesidades de un gato puede llevar tiempo: si quieres ayudar a un gato no vayas con prisas.

¿Estás seguro de que éste gato no es un gato que vive feliz en la calle?

Una cosa importante que debes observar son las orejas del gato, basta con valorar su perfil. Si en una de sus orejas ves una marca en forma de uve, o una asimetría artificial en sus pabellones, probablemente se trate de un gato de la calle esterilizado que vive en una comunidad estable llamada colonia. Ya hay humanos que cuidan de él y de toda su familia. Se trata de un gato feral o callejero. Para ellos es imposible ser felices encerrados. Un gato feral se estresa y muere si es recluido, ya sea en una casa o en una gatera pública o una privada.

Existe la creencia que los gatos de casa pueden sobrevivir en la calle y que los gatos de la calle preferirían vivir en una casa. Tanto una cosa como la otra son falsas.

Los gatos, aunque sean todos domésticos y de una única especie, la felis catus, según su socialización y su lugar de nacimiento tienen distintas necesidades. Los gatos nacidos en un hogar, con una interacción estrecha y temprana con humanos, son gatos caseros. Durante las seis primeras semanas suelen relacionarse solo con la madre, con los hermanos de camada y con las personas del hogar. A partir de las doce semanas ya pueden integrarse en nuevas familias, pero nunca jamás deberían acabar en la calle deliberada ni accidentalmente. Las asociaciones protectoras de gatos advierten del deber de los propietarios de extremar la precaución con ventanas, balcones y puertas de salida además de la obligación de tener a los gatos esterilizados e identificados con un microchip. No te pierdas el post de los diez consejos para evitar que tu gato se pierda.

La vida y la salud de los gatos ferales mejora exponencialmente si se benefician del CER. El CER es la captura, la esterilización y el retorno al área de origen de los gatos no caseros. Es el método más ético, económico y efectivo para estabilizar y reducir las poblaciones de gatos. Mediante jaulas-trampa se captura a los gatos, luego son llevados al veterinario, son desparasitados, vacunados y finalmente sometidos a una mínima intervención para esterilizarlos. A las pocas horas de observación y recuperación son retornados a su territorio natal.

Tal vez se trata de un gato sin marca en la oreja que reclama insistentemente tu atención con vocalizaciones y gestos. Eso puede significar dos cosas: que en el municipio donde estáis no se hace el CER y estás frente a un gato de la calle que no goza de los beneficios del cuidado oficial de la colonia y tiene hambre. O, siendo un municipio con CER, has topado con un gato casero abandonado o extraviado. Si es un gato muy socializado tal vez te reclama mimos y amparo, además de alimento.

¿Estás seguro de que es un gato casero en apuros?

Incluso a los expertos les resulta complicado distinguir cuando un gato es feral o no, hay caseros muy tímidos y callejeros muy zalameros pero incapaces de soportar la retención entre cuatro paredes. Si estamos ante un gato de familia extraviado o abandonado éste debería llevar un chip – normalmente en el lado izquierdo del cuello-. Eso lo puede comprobar la Policía Local, el SEPRONA o un veterinario cercano. El traslado de un lugar a otro de un gato dócil es mejor hacerlo dentro de un transportín tapado con una toalla. Si el gato es mimoso y a nadie le consta dónde y con quién vive, debe llamarse a los servicios municipales de recogida, a un refugio local de animales o se puede acoger en el propio domicilio hasta la aparición del propietario o una adopción definitiva. Cuando se localiza un animal de compañía en la vía pública, los particulares que lo han encontrado deben publicitar su hallazgo mediante carteles con una foto, haciendo referencia al género, el día y modo de contacto. También es obligatorio notificar el descubrimiento y la tutela a las autoridades. Cuando ya se tienen gatos en casa, un veterinario deberá realizar distintos procedimientos con el nuevo antes de nada. Por razones de salud y de comportamiento no deben mezclarse gatos desconocidos en un mismo espacio sin tomar las adecuadas precauciones.

Una respuesta extra

Los gatos amparados por el CER suelen tener buen aspecto, tienen un peso adecuado y su pelaje luce sano. Para cumplir la ley y garantizar la tenencia responsable todo ayuntamiento avanzado en materia de protección animal acuerda y financia con asociaciones animalistas el programa CER para los gatos de sus calles. En casi todas las poblaciones españolas hay personas, mujeres en su mayoría, que cuidan de sus vecinos felinos. Las gateras o gestoras de colonias los alimentan, les ponen agua, mantienen la zona limpia, en invierno les montan cobijos camuflados y, de ser necesario, los llevan al veterinario. En los países anglosajones se habla de gatos comunitarios a los que viven en colonias controladas mediante el CER y al CER se le llama TNR.

Si la experiencia de acercarte a los gatos callejeros te fascina puedes mirar de contactar con asociaciones locales o con la concejalía de medio ambiente de tu municipio e informarte de lo qué hay y cómo colaborar. Las gateras suelen descubrir su vocación al enamorarse de un primer gato del que supieron que aun siendo feliz en la calle necesitaba cuidados regulares.

Autor: FdCats

Diez consejos para evitar que tu gato se pierda

Si algo caracteriza a los gatos es su peculiar y curioso carácter. Los felinos son unos animales ciertamente independientes que en muchos momentos del día buscan la soledad. Esta soledad se acentúa en los adultos, quienes muestran un mayor nivel de autonomía ya que no necesitan apoyarse en otros para sentir seguridad. Además, la curiosidad y el instinto cazador son la parte fundamental de su manera de ser, hecho que provoca que en muchas ocasiones sean difíciles de domesticar.

Es evidente que el ser humano, aunque se esfuerce inútilmente en ello, es incapaz de cambiar el carácter de estos animales, pero lo que sí que puede hacer es adoptar ciertas medidas protectoras para evitar que los gatos se escapen de casa o se pierdan. Desde Animalados te ofrecemos diez consejos para evitar que esto suceda:

1. Esterilizar: Aunque algunos dueños quieran evitar esta técnica por miedo o por incentivar la reproducción, este proceso debe realizarse sobre los felinos domésticos. El instinto de los gatos en épocas de celo es el de buscar a otros gatos para lidiar con sus necesidades, provocando situaciones complicadas en las que el animal intenta huir de casa. Así pues, recomendamos esterilizar a tu gatito antes de que alcance su madurez sexual y sea capaz de tener cachorros. Esto normalmente ocurre entre los cuatro y seis meses de edad.

2. Proteger las ventanas, balcones y  terrazas:  La curiosidad de los gatos provoca que en muchas ocasiones quieran observar todo aquello que está en el exterior. Por este motivo es importante tener una buena protección en todas las salidas. Existen distintos tipos de redes y mallas específicas para los distintos tamaños de gatos. Tener bien protegidas estas salidas puede evitar que el gato se escape. Asimismo, la confianza que genera tener esta protección permite tener una buena ventilación del hogar, hecho que resulta muy positivo para el bienestar del animal.

3. Implantar un chip: Este sistema electrónico de identificación permite almacenar información sobre el animal a través de la base de datos del Censo Canino que tiene cada Comunidad Autónoma. En él se guarda información como el nombre del dueño, su dirección y uno o dos teléfonos de contacto. El microchip se coloca una sola vez en la vida y permanece en el cuerpo del animal para siempre. El proceso de implantación lo tiene que llevar a cabo un veterinario. Gracias a esta medida, si una persona encuentra a un animal perdido debe dirigirse a un veterinario, quien procederá a la identificación del animal y la localización de su dueño.

4. Buscar un compañero de juego felino: Una manera de evitar la constante curiosidad externa del gato es proporcionándole un compañero de juego. Ahora bien, antes de tomar esta decisión debes reflexionar sobre la responsabilidad que conlleva tener a un nuevo animal de compañía en casa. Adoptar un perro o un gato nunca debe ser una decisión tomada a la ligera. La introducción de un nuevo gato en casa puede provocar que el animal que ya tenías en tu hogar cambie de humor y comportamiento. Cada uno debe tener su propio plato, bebedero, arena, juguetes… Estos animales son muy territoriales pero poco a poco irán entrando en contacto hasta que puedan acabar siendo amigos.

5. Hacer que el hogar sea más interesante y acogedor que el exterior: Los felinos tienen una necesidad de exploración constante. Su curiosidad provoca que siempre traten de conocer qué se encuentra presente en cada rincón del lugar concreto en el que se encuentran. Es muy probable que el gato se ausente de la vista de las personas a lo largo del día, hecho que favorece la posibilidad de que pueda perderse. Para intentar paliar un poco esta característica debes equipar al animal de todo tipo de objetos y juguetes. Rascadores, bolas de lana, caña de pescar con plumas, árboles para gatos, fuentes de agua… son algunos de los elementos que atraerán la atención del gato y evitarán que busquen el ocio y la curiosidad en el exterior.

6. En la medida de lo posible, educar: Los gatos son unos animales muy inteligentes capaces de asimilar las normas que le pongas. Una manera válida para educar a estos animales es reconociéndoles su buen hacer. Premiar al animal cada vez que tiene una conducta positiva ayuda a que el felino sepa asociar el regalo con la buena acción. Son animales independientes que necesitan intimidad para curiosear por lo que no pruebes de educarlo mediante gritos, sólo conseguirás confundirlo.

7. Tener especial precaución en la protección de la puerta de entrada: Los gatos tienen siempre localizada la zona de entrada y salida del lugar en el que se encuentran. De manera instintiva, siempre que la puerta del hogar o del lugar en el que están se abrá, la atravesarán para conocer qué se encuentra en el otro lado. Por este motivo es importante tener especial atención al momento de entrar y salir de casa.

8. Colocar un cascabel no es una opción: El sonido constante de estos collarines puede provocar dolores fuertes en el oído del animal, dejándole incluso sordo si el cascabel es muy grande. Además, este objeto provoca un gran estado de estrés sobre el felino por el hecho de cargar todo el día con un peso innecesario. Por este motivo, no es nada complicado encontrarse con animales que intentan quitárselo.

9. Proporcionar un compañero de juego canino: El compañero de juego también puede ser un perro. La mala relación entre los canes y los gatos es un tópico irreal. El proceso debe ser muy parecido al acompañante felino. Hay que dejar que cada uno tenga su territorio propio y que poco a poco vayan conociéndose hasta que acaben haciéndose amigos inseparables.

10. Proporcionar juguetes que finjan ser presas: Su instinto cazador les lleva muchas veces a querer salir al exterior y escapar. Si les ofrecemos juguetes parecidos a los ratones, por ejemplo, pueden fingir una caza que les resulte suficiente para tenerlos distraídos de los peligros exteriores.

Aprovecha el teletrabajo para hacer ejercicios con el perro en casa

Practicar según qué juegos con los perros ayuda a que descarguen su «energía depredadora»

El teletrabajo y el confinamiento han provocado que pasemos muchas más horas en casa que antes. Y entre los grandes beneficiados de esta «nueva normalidad» están nuestros animales que pueden disfrutar mucho más de nuestra compañía. Con este artículo, os proponemos que aproveches estas horas y que hagas pequeñas sesiones de juegos que permitan, en el caso de los perros, utilizar su instinto para poder descargar su «energía depredadora», según el término utilizado por Jean Donaldson en El Coque de Culturas (KNS Ediciones), uno de nuestros libros de cabecera. Todos estos juegos, son «una excelente manera de desarrollar válvulas de escape de nuestro perro» y conseguir que esté después más tranquilo. De hecho, según Donaldson, «aplicar este tipo de estimulación regularmente es la primera línea de prevención y defensa contra los problemas de comportamiento».

El escondite.

Este ejercicio permite que el perro desarrolle su instinto de rastreo y es muy fácil conseguir resultados sorprendentes en muy poco tiempo. Consiste en esconder algún juguete del perro en algún rincón de una habitación y pedirle que lo encuentre. Para hacerlo, primero hay que jugar un rato con el perro y el juguete. Puede ser un lazo de tela, una pelota o lo que sea. Cuando ya hemos conseguido llamar su atención con ese objeto, vamos hacia una habitación y hacemos que el perro se siente en la puerta. Entramos dentro y, con la puerta cerrada sin que nos vea, escondemos el juguete en algún rincón. Las primeras veces es mejor ponérselo fácil y dejarlo un poco a la vista. Una vez escondido, abrimos la puerta y le pedimos que lo busque. «Busca, busca», le decimos. La mayoría de los perros ya están programados para comenzar a buscar el juguete. Si no funciona, le podemos dejar que huela la mano con la que hemos estado jugando antes con el juguete y automáticamente comenzará a buscar. Lo entenderá. Cuando lo encuentre, tenemos que felicitarle con energía (incluso exagerando un poco) y premiar con alguna galleta que le guste. Después lo hacemos salir de la habitación y volvemos a repetir el ejercicio. A las pocas series, sólo abrir la puerta, el perro ya comenzará a buscar el juguete de una manera sorprendente.

Tira y afloja

Son muchas las personas que desaconsejan totalmente jugar con el perro al tira y afloja, ya que consideran que puede fomentar la dominancia del perro. Pero Jean Donaldson tiene otro punto de vista: Jugar a estirar una cuerda o un lazo de ropa mientras el perro lo tiene entre los dientes no convierte al animal en un depredador porque ya lo es. Al contrario, todos los juegos que permitan que nuestro perro saque el depredador que lleva dentro son en realidad una válvula de escape para él. Además, cuando el animal tira fuerte con los dientes no está compitiendo con nosotros, está «cooperando contigo para matar la presa». Esta escena la hemos visto en mil reportajes, cuando los lobos tras cazar un animal lo estiran por las diferentes parte del cuerpo para podérselo comer. «Algunos miembros de la manada están sujetando el animal al mismo tiempo (…) y todos tiran como locos», dice Donaldson. Se trata pues de convertirnos en otro miembro de la manada y estirar el lazo con fuerza e irlo moviendo, tal como hacen los depredadores cuando tienen la presa entre los dientes. Evidentemente, es un ejercicio que tiene riesgo. Nos podemos llevar un mordisco sin querer. Hay que hacerlo con guantes y con mucha atención. Y los niños no lo pueden practicar. El juego termina cuando dices «deja» y el perro debe dejar caer el lazo. Esta parte hay que practicarla previamente, a base de dejar que coja objetos (no es necesario que sean las que más le gustan) y ordenarle que los deje. Cuando entregue lo que tenga en la boca hay que recompensarle con algún premio.

«Me atrevería a decir que esta cooperación para matar es una experiencia que fortalece los lazos entre los miembros de la manada, es una experiencia intensa y placentera que el perro asociará estrechamente contigo», concluye la autora.

 

La caña de pescar

De todos los juegos posibles, este es uno de los que más gusta a los perros. Se trata de atar una cuerda a uno de los extremos de un palo, que puede ser la rama de un árbol o el palo de una escoba, aunque si es flexible es más fácil. En el otro extremo de la cuerda atamos algún juguete, como si fuera una caña de pescar. En este ejercicio no es necesario preparar el perro ni confiar en que entienda el juego. El instinto del animal se encarga de que las instrucciones queden claras. Cada vez que muevas el palo y la cuerda haga oscilar el juguete, el animal verá una presa en movimiento. Enseguida intentará cazar juguete. Se puede mover el juguete a cierta altura, para provocar que el animal salte o se puede arrastrar por el suelo, como si fuera un conejo. El perro irá como un loco a cazarlo. Cuando la coja, costará que lo suelte, pero debe entender que hasta que no lo haga no se repetirá el ejercicio, por lo que, si tenemos paciencia, lo acabará entendiendo. Así que le diremos «deja, deja» y no vamos a jugar hasta que lo haya soltado.

El truco para evitar daños a los gatos cuando arrancas el vehículo en invierno

Evita con varios golpes antes de arrancar el coche que algún animal, especialmente gatos, sufra daños.

Los animales callejeros, especialmente los gatos, suelen refugiarse del frío en el interior de los vehículos, aprovechando así la calidez que desprenden estos tras haber sido utilizados. Una solución tan eficaz como peligrosa para el bienestar de los felinos. Si el vehículo vuelve a ponerse en marcha con la presencia del animal en su interior, puede causarle lesiones, quemaduras o incluso la muerte por asfixia.

Para evitar que se produzca cualquier lesión sobre los animales, la Policía Nacional ha lanzado un consejo a través de su cuenta de Twitter en el que pide a los ciudadanos que den unos golpes en el capó antes de arrancar el vehículo para asegurarse la ausencia de animales en el interior del coche.

La Policía Nacional informa que normalmente los gatos suelen elegir vehículos que estén recién estacionados en los que el motor está todavía caliente. Una vez que se ha pasado el efecto de la calidez, los animales buscarán un nuevo vehículo. Por este motivo, es importante estar atentos a la presencia de un gato en el interior del coche si volvemos a coger el vehículo pocos minutos después de haberlo dejado.

La Policía también informa de que hay que tener especial atención en el caso de los gatos recién nacidos. Algunos animales dejan a sus hijos en el interior de un vehículo mientras buscan la comida. Esta situación es especialmente delicada porque las crías no apreciarán los golpes ni podrán valerse por sí mismo para huir de la situación.

Ahora ya lo sabemos, en los días más fríos tenemos que golpear el capó de nuestro coche varias veces para evitar así el daño a cualquier animal, seguro que ellos nos agradecerán este aviso.