Tarragona, la ciudad que verdaderamente podría ser amiga de los gatos de la calle

Tarragona se ha declarado  ‘Ciudad Amiga de los Gatos’ por primera vez en su historia, tras la aprobación de la moción presentada por la asociación GAIA Tarragona en el Pleno Municipal del mes de abril. Se trata sin duda de una buena noticia. Todos los partidos que actualmente tienen representación plenaria apoyaron la propuesta y destacaron el trabajo que se está realizando en materia de protección y gestión de las colonias. El motivo de llevar al pleno esta moción viene derivado de las inquietudes y problemáticas que hemos tenido que afrontar durante los casi cuatro años de gestión del Proyecto Gatos Urbanos de Tarragona. En 2014, pusimos en marcha la primera prueba de gestión de las colonias de gatos urbanos de la ciudad en colaboración con la Asociación Tarraco Gatos, bajo la aplicación del método internacional C-E-S (Captura- Esterilización-Suelta). Después de tan solo tres años, los datos muestran que las colonias gestionadas hasta el momento han mejorado notablemente. Se ha esterilizado hasta 2016 un total de 299 gatos y en lo que llevamos de 2017, más de cincuenta. Unas cifras que distan aún de lo que nos gustaría alcanzar.

El camino ha sido tan duro como intenso en este poco tiempo. En Tarragona no había ningún tipo de política dirigida a la gestión de los gatos ‘callejeros’. Se realizaban capturas de manera indiscriminada y los gatos acababan en las instalaciones municipales dónde desconocemos lo que sucedía con ellos pero nos lo podemos imaginar. Impulsar este proyecto y ponerlo en marcha ha supuesto un gran esfuerzo pedagógico, explicando una y otra vez por qué la gestión debía realizarse con el método CES y por qué las colonias merecían ser respetadas y gestionadas de manera ética. También ha supuesto un gran esfuerzo organizativo y económico para una asociación sostenida únicamente por el apoyo de socios y pequeñas donaciones particulares. El primer y segundo año solo contamos con una subvención pública de 2.500 euros, evidentemente insuficiente para una ciudad como Tarragona,  y el tercer año con una ayuda de 5.000 euros, todavía muy reducida para afrontar la gestión de más de 150 colonias. Para el presente año, esperamos recibir el mismo presupuesto.  La carencia económica no es la única limitación para el desarrollo del proyecto. A día de hoy, seguimos sin refugio, espacio ni instalaciones de ningún tipo. Algunos agentes clave para el desarrollo con éxito de esta nueva gestión de colonias siguen sin conocer las bases del proyecto y el papel que juegan por falta de formación directa. De ahí la importancia de la moción aprobada en el Pleno del Ayuntamiento el pasado27 de abril que, junto con la nueva ordenanza de Protección Animal de Tarragona a la que GAIA también presentó alegaciones para otorgar una mayor protección a las colonias de gatos urbanos, deben dibujar un nuevo marco de protección y amparo para los gatos sin hogar que vagan por las calles de nuestra ciudad.

Los miembros del proyecto de gestión de colonias de gatos urbanos reciben información sobre la manera adecuada de alimentar y gestionar estas colonias, en base a la experiencia y formación con la que cuentas sus responsables. Conocemos los modelos de éxito que se aplican en otros territorios y cómo debemos aplicarlos en nuestro municipio.  Nuestro objetivo es poder gestionar con la mejor de las garantías y de una manera profesional y ética las colonias de gatos urbanas. Desde GAIA Tarragona y junto la asociación Tarraco Gats consideramos que los gatos que viven en las calles tienen derecho a ser tratados igual que cualquier gato casero. Por ello solo trabajamos con profesionales veterinarios que entienden y asumen esta premisa básica para nosotros.

El día a día nos ha hecho vivir situaciones exasperantes que mostraban el desconocimiento de la Guarda Urbana o la Brigada en esta materia como por ejemplo que un urbano obligara a retirar el pienso y el agua a una de nuestras voluntarias o que la brigada tirara a la basura constantemente nuestros puntos de alimentación. No tachamos aquí estos cuerpos de falta de voluntad de colaboración sino de desconocimiento y formación al respecto. Con esta moción, buscamos una implicación mayor y real de la administración que pasa por varios aspectos.

En primer lugar, es imprescindible una formación con una base teórica sobre este modelo de gestión CES para Técnicos de Salud Pública, Guardia Urbana, Brigada y otros departamentos, la normativa relativa a la protección animal y en concreto de la ordenanza de protección animal de Tarragona así como una formación en lo referente a competencias de cada cuerpo, coordinación y problemas prácticos, del día a día, derivados de nuestra experiencia

En segundo lugar, es necesario dotar a este modelo de gestión de recursos económicos. Este nuevo modelo no puede sostenerse solo en buenas intenciones y declaraciones públicas de colaboración, las cuáles si bien se agradecen, son solo el primer paso. Hay que trasladarlo al presupuesto anual municipal como se traslada el mantenimiento de la ciudad o los recursos para otras apuestas del consistorio. Esa partida tiene que ser real y contemplar de verdad las necesidades actuales para que se pueda desarrollar el proyecto de manera profesional y no como una prueba piloto. Los resultados no serán notables si no es de esta manera. En la actualidad, el proyecto se desarrolla de manera discontinua, parando cada dos por tres por una continua falta de recursos públicos reales, entorpeciendo lamentablemente la gestión y un desarrollo eficaz.

En tercer lugar, la gestión de las colonias requiere también curar y recuperar a los individuos heridos, enfermos y sacar de la calle aquellos gatos que son fruto del abandono. Nos resistimos a creer que la gestión pueda basarse únicamente en la esterilización sin más. Los gatos de colonias gestionadas deben tener asegurado un bienestar. Es imprescindible que el ayuntamiento ponga a disposición de las asociaciones que gestionan el proyecto un espacio habilitado para poder realizar esta labor. Los voluntarios no pueden seguir utilizando sus casas particulares para ello. Son personas que trabajan de manera voluntaria y realizan un trabajo valiosísimo dedicando tiempo y esfuerzo. No se les puede pedir también que actúen como hospital de campaña.

En cuarto lugar, hay que dar apoyo a las propuestas de las asociaciones en materia de rentabilizar este esfuerzo de manera que repercuta en la imagen pública de la ciudad. Nuestra propuesta es la vinculación del proyecto al ámbito turístico como hacen ciudades como Roma o Estambul donde el gato en el patrimonio Romano o en el núcleo histórico se ha convertido en un elemento incluso de merchandising, atractivo para turistas y visitantes.

El proyecto y el método CES benefician a los gatos pero también a toda la ciudad que ve una solución al descontrol de las colonias de gatos y mejora la imagen y la convivencia intervecinal. Sin embargo, la Administración debería creérselo y apostar de manera real por esta gestión. Tienen una oportunidad única de beneficiarse de la experiencia, conocimiento y voluntad  de las asociaciones sin ánimo de lucro que están desarrollando el Proyecto en Tarragona ciudad y algunos barrios. Nuestra ciudad tiene una oportunidad única para situarse como referencia en el ámbito de la protección animal y la gestión de colonias de gatos. Todo ello solo depende de los partidos políticos municipales que han estado de acuerdo en declarar Tarragona ciudad amiga de los gatos trasladen esa voluntad a acciones concretas que doten de recursos y apoyo esta nueva manera de ver y tratar al gato de la calle.

Cristina García, GAIA Tarragona

Reiki: la curación física, mental y espiritual

Reiki es un sistema de sanación energético que utiliza la Energía Vital Universal. Actúa armonizando todos los aspectos del Ser: el nivel físico, el nivel mental y el nivel espiritual. Al aplicar Reiki se aceleran los procesos internos de autocuración y armonizando las disfunciones que podamos tener.

Rei significa universal y se refiere a la parte espiritual, lo ilimitado, a la esencia energética cósmica, que interpenetra todas las cosas y circunda todos los lugares.
Ki es la energía, la fuerza vital individual que rodea los cuerpos, manteniéndolos vivos y fluyendo en todos los organismos. Ki está presente en todas las cosas vivientes y no vivientes. Cuando por motivos, internos o externos, se impide que el Ki fluya correctamente aparecen bloqueos y trastornos que hacen que la enfermedad y las disfunciones aparezcan; así cualquier enfermedad es un bloqueo del flujo correcto del Ki.

Según la opinión de Charles Darwin, el cerebro que rige el enojo, el miedo, el deseo (el sistema límbico) relativamente simple en los peces y reptiles es, en cambio, muy parecido al nuestro en los pájaros y los mamíferos, lo que nos permite suponer que numerosas especies pueden sentir emociones parecidas a las que nosotros experimentamos.

El perro, depende de su dueño tanto para lo bueno como para lo malo.  Según la opinión veterinaria, los animales domésticos se han convertido en  el apoyo de nuestras carencias afectivas y nuestros caprichos. El resultado se mide en sufrimiento psíquico, neurosis y enfermedades psicosomáticas que no aparecen en sus congéneres salvajes en el medio natural.

Los perros son especialmente sensibles al comportamiento de sus dueños, son capaces de conectar con nosotros a un nivel impensable, demostrando una gran empatía y adaptándose a sus estados de ánimo, unas veces alegre, otras triste, colérico o apático.

También crean un gran vínculo con los otros animales que conviven con ellos, llegando a sentir una desolada aflicción cuando pierden a un compañero animal muy querido. Yo misma pude comprobar como mi perro Terry, tras perder a su compañera Lisa, estuvo más de 3 meses negándose a comer.

Reiki es muy útil para ayudar a nuestros compañeros en todos estos casos, hemos de hacernos conscientes que ellos transmutan nuestras emociones.

Al enviar Reiki a un animal, en el caso de un animal domestico, hay que considerar el estado anímico, emocional de su propietario, las personas que conviven con él e incluso otros animales. Esto nos puede ayudar a entender porqué un animal tiene determinados síntomas o determinados comportamientos.

Responden al Reiki, al igual que a otras terapias holísticas, más rápidamente que los seres humanos, ya que en ellos no existe filtro racional.

Reiki puede ayudar inmensamente a nuestros compañeros, aunque si en casa no cambia nada, o si su cuidador, no toma consciencia de sus propios bloqueos, es muy posible que ciertos problemas o comportamientos, vuelvan a aparecer. Por lo que la mayoría de las veces habrá que tratar a las dos partes.

No obstante, Reiki siempre ayudará a rebajar los niveles de estrés, aumentará el sistema inmunitario para ayudar a sanar de ciertas enfermedades e incluso evitará que ciertos problemas vayan a más.

Sin dejar de ir al veterinario

En los casos agudos, la terapia es muy breve, y en ocasiones puede ser suficiente una sola sesión de Reiki.

Reiki nunca sustituirá un tratamiento veterinario, aunque ayudará a una más rápida restitución. Se hará una evaluación minuciosa de la vida familiar: sean muertes, cambios de domicilio, bodas, divorcios, enfermedades de sus dueños….

Por último centrarse en la sintomatología que manifiesta el animal. Animales tratados en un estado sintomático agudo, recuperan la salud con sorprendente rapidez. Como ya he dicho antes, puede ser que con una sola sesión sea suficiente, aunque no es lo más común.

En el caso de animales que en estado crónico es muy posible que necesiten varias sesiones y también que admitan sesiones más largas.

Se puede utilizar Reiki también en situaciones de shock, cuando hay lesiones, cirugías, accidentes, partos, etc. Nunca aplicar sobre quemaduras, debido al calor que irradian nuestras manos.

Si hay varios animales en la casa y aceptan el Reiki, se les puede dar a todos. En algunos casos es incluso conveniente. Si alguno no lo quiere o no lo necesita, te lo hará saber.

…El tratamiento con Reiki no presenta jamás ningún riesgo, es absolutamente compatible con cualquier medicación o tratamiento alopático u holístico, constituye un eficacísimo aliado del veterinario ya que apoya y potencia a la acción terapéutica de este, tranquiliza al animal y a sus cuidadores.

Si les gusta recibir Reiki  se acercarán y te pedirán que se lo des. Personalmente me he encontrado de todo en mi casa, mi gato Hugo al principio no lo quería, ya que los gatos son grandes Reikistas, con el tiempo cuando enfermó me lo pedía, otros, como Terry y Noah lo aceptan cuando ellos lo necesitan y en cambio, Nube, lo pide constantemente, y si tiene algún problema puede estar horas recibiéndolo.

Cuando se les ofrece Reiki, pueden aceptarlo o levantarse e irse. Hay que respetarlo. Podemos esperar unos minutos porque a veces les sorprende tanto que se van, pero al cabo de un rato vuelven.

También puede ser que acepten el Reiki y que sean ellos los que te digan por dónde tienes que empezar y qué zonas tienes que tratar. Déjate llevar, ellos saben lo que necesitan.

Cuando un animal necesita Reiki pero por las circunstancias no nos podemos acercar, por ejemplo en protectoras, en animales salvajes o simplemente porque tienen miedo, se les puede dar a distancia con los mismos resultados.

  • ¿En que casos podemos ayudar?
  • Lesiones
  • Trastornos de comportamiento
  • Stress
  • Bienestar emocional
  • Apoyo en procesos Oncológicos
  • Cirugía y Rehabilitación
  • Adopciones
  • Socialización
  • Cuidados paliativos

    Eutanasia

Sea como sea, con esta técnica podemos ayudar en muchos casos y es una herramienta que siempre llevamos encima. Ojalá, cada vez más, se introduzca en tratamientos veterinarios igual que se está ofreciendo en hospitales.

Lourdes Serranowww.salaliberat.com

La Fundación Affinity alerta que perros y gatos #NoSonUnJuguete

#NoSonUnJuguete. Con este contundente hashtag, la Fundación Affinity impulsa una campanya para concienciar sobre la tenencia responsable y luchar contra el abandono de los animales. Y es que la mitad de los niños reconoce haber pedido un perro o un gato a los Reyes Magos y casi un 40% de los animales de compañía llegan a los hogares españoles en forma de regalo por estas fechas. Muchas familias piensan que un cachorro es el mejor regalo que pueden ofrecer a sus hijos, pero lo que hoy parece el obsequio ideal puede convertirse en un problema tanto para el animal como para la persona que lo recibe. Este es el punto de partida de la campaña de Navidad de la Fundación Affinity, que   remarca que un ser vivo no debería ser regalado como si fuera un objeto cualquiera y que advierte sobre las nefastas consecuencias que puede tener regalar animales con el objetivo de evitar futuros abandonos.

Para trasladar este mensaje, Fundación Affinity ha creado un video que ilustra con un tono amable y cercano las luces y sombras de lo que significa convivir con un perro. Según señala Isabel Buil, directora de Fundación Affinity, “queríamos contar una historia que conectara con la gente, que tuviera emoción y que al mismo tiempo llevara a la reflexión a aquellas personas que quizás estén pensando en un cachorro como regalo de Navidad. Convivir con un perro o un gato es una decisión tan importante que nadie más la puede tomar por uno mismo”. El impulso juega un papel importante en la elección del animal. De hecho, un 34% de los propietarios españoles confiesa que se dejó llevar por razonamientos emocionales y/o visuales a la hora de decidirse por su perro o gato. En el caso de los niños, aunque el 98% de los niños asegura tener claro que los animales no son juguetes, un 50% de ellos reconoce haber pedido a Papá Noel o a los Reyes Magos un perro o un gato en algún momento de su vida.

Según Buil, “que nuestros hijos pidan un perro o gato como regalo de Navidad es perfectamente normal pero no quiere decir que tengamos que comprar o adoptar uno automáticamente, sino que tenemos que meditar bien la decisión antes de dar el paso. Probablemente, desvincular esta decisión de una época de regalos y sorpresas como es la Navidad, sea una buena forma de dejar el impulso a un lado”. Según el II Análisis Científico de la Fundación Affinity, que analiza el vínculo entre personas y animales de compañía, para uno de cada dos niños el animal representa, después de sus padres, la principal fuente de apoyo emocional en situaciones de miedo o tristeza. Además, un 60% de los niños asocian a los perros y gatos como compañeros de actividades, es por esto que el 80% de los niños prefiere jugar con ellos antes que con videojuegos.

Fundación Affinity recomienda hacer una reflexión antes de decidirse a compartir la vida con un perro o gato, que sea una decisión meditada. Para asegurarnos que la relación con los animales será estable y duradera y que éstos no terminarán  abandonados ni en centros de acogida se recomienda, en primer lugar, compromiso. La convivencia con un animal de compañía es a largo plazo y nuestro compromiso con él tiene que ser durante toda la vida del animal, esto es entre 12 años y 15 años de media. Después es vital valorar qué supondrá para nosotros incorporar un animal en nuestras vidas y no dejarnos llevar por un mero impulso inicial sino que la decisión debe ser meditada y consensuada entre todos los miembros de la familia. La información previa es también fundamental. Antes de empezar a vivir con un animal tenemos que conocer y asumir las obligaciones y responsabilidades que ello supone. Del mismo modo, debemos saber qué cuidados necesitará y cuáles serán sus rutinas.

El mejor amigo del niño

Tener un perro  o un gato en casa es muy beneficioso para los niños en todos los aspectos. También en relación con la salud. Convivir con animales desde pequeños fortalece su sistema inmunológico. Los datos hablan por sí solos.  Los niños que conviven desde que nacen con perros o gatos presentan un 30% menos de probabilidades de desarrollar alergias como el asma o la rinitis que aquellos que no tienen animal en su casa.  Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado recientemente por un equipo de investigadores finlandeses entre 400 menores de un año y publicado en la prestigiosa revista científica estadounidense  ‘Pediatrics`.  No es la única. Este mismo estudio añade que los niños que disfrutan de la compañía de perros y gatos padecen menos infecciones de oídos (un 44% menos) y necesitan tomar una tercera parte menos de antibióticos. Unos resultados que avalan la llamada hipótesis de la higiene, que sostiene que al reducir drásticamente el número de desafíos que el ambiente ofrece al ser humano el sistema inmunitario se ha debilitado haciendo más vulnerable nuestro organismo.

Más allá que su sistema inmunológico se acostumbra a trabajar contra diferentes agentes patógenos  que le ayuda a afrontar futuras enfermedades,  tener cerca un perro o un gato favorece el desarrollo cognitivo, socioemocional y físico de los niños. Los animales son una escuela de valores que muy a menudo los mayores olvidan de transmitir. La empatía, el amor incondicional, el respeto, la responsabilidad, la compasión o la fidelidad son valores que los niños aprenden gracias a sus compañeros de cuatro patas. A su lado, los niños sufren menos estrés y se sienten más felices porque los animales nunca critican, ni dan órdenes, ni se enfadan, siempre son cariñosos, siempre están allí cuando se les necesita, son, en definitiva, seres incondicionales que nunca les rechazarán. Ello conlleva que su autoestima mejore, así como su seguridad.   Para la mayoría de los niños, un animal es su principal fuente de apoyo emocional después de los padres y acuden a ellos cuando tienen miedo, están tristes o se les presenta un problema para encontrar alivio con un abrazo o con una carantoña.

Por este motivo, los niños que se unen emocionalmente a sus animales son más capaces de establecer buenas relaciones con otras personas porque saben crear vínculos afectivos. Son, pues, también una herramienta clave en la socialización que van a tener que ir afrontando durante toda su vida.  Todas estas recompensas requieren de un compromiso. Tener un animal implica unas obligaciones que no se pueden omitir. Unas tareas que, dicho sea de paso, son un estímulo para el cerebro porque tiene que pensar cómo llevar a cabo todas estar tareas favoreciendo su desarrollo cognitivo. Según un estudio de la Fundación Affinity sobre el vínculo animal, el primer concepto que asocia la mayoría de los niños en su relación con su perro o gato es el de «cuidar», por delante  de «jugar» y «alimentar». De esta manera, el estudio demuestra el sentido de la responsabilidad que los animales de compañía transmiten a los pequeños. Los niños no tienen que dar respuesta a todas las necesidades o atenciones que exige un animal, sino que deben adaptarse en función de su edad. Primero pueden ser los encargados de darles comida o agua, después de cepillarlos, lavarlos o sacarlos a pasear y al final de llevarlos ellos mismos al veterinario.  En una época donde los niños cada vez asumen menos responsabilidades por la permisividad de los padres, los animales se erigen en una oportunidad única para que los niños no solo se preocupen por ellos mismos y dejen a un lado su lógico egocentrismo.  

La empatía es otro de los valores que aprenden conviviendo con ellos.  Entienden que no deben molestarlo mientras come o duerme, a limpiar la caja o el plato de la comida, a tratarlo con delicadeza o a no asustarlo con ruido. Todo ello mediante la comunicación no verbal, un registro inhabitual para el niño. Que un niño vea cómo su mejor amigo se preocupa por él cuando está triste puede ayudarle, a su vez, a fijarse en qué actitudes y comportamientos reflejan un cambio en el estado anímico de su fiel compañero.

El desprecio por los galgos de un concursante de GH7 le puede costar la expulsión del programa

«A ti te preocupa el puto perro? Tú llorarías por un galgo? Si yo atropello a un galgo bajaría del coche para ver si me ha hecho algo. Que le den por culo al animal! Que se muera! «. Este es el comentario que hizo Álvaro, un concursante de Gran Hermano 7, el popular programa de Mediaset, cuando una compañera le planteó el hipotético caso de encontrar uno o dos galgos atropellados en la carretera. Otra concursante le reprochó defendiendo la postura más humanitaria de poner en valor a los perros por encima de los bienes materiales y de su propia seguridad, pero el joven sevillano continuó con la misma actitud.

El comentario, como era de esperar, ha indignado a miles de personas, entre ellas a Mon García Duran, que ha iniciado una campaña desde Change.org para pedir «la irremediable expulsión de este señor por apología al abandono y omisión de auxilio a un animal moribundo». La campaña comenzó hace una semana y ya ha recogido cerca de 150.000 adhesiones.


Como no se cansan de denunciar las entidades proteccionistas como Galgos 112 o Sos Galgos, no tenemos constancia de la ingente cantidad de galgos que se abandonan anualmente al finalizar la temporada de caza. El fin de muchos de los galgos que no son rescatados, que son la mayoría, ha dejado de ser que los cuelguen de un árbol, como ocurría anteriormente, y cada vez se detectan más casos de perros tirados en pozos o encerrados en recintos donde mueren deshidratados y desnutridos. Muchos de ellos nunca son localizados. El abandono a campo abierto en zonas que desconocen también es común, por eso los atropellos donde automovilistas y los mismos galgos mueren o son heridos de gravedad son algo común en Extremadura, Andalucía y Castilla la Mancha, principalmente.

Aunque ayer durante la emisión de uno de los programas satélite de Gran Hermano, Jordi González hizo referencia a las escalofriantes declaraciones, no se sabe con certeza porque a pesar del clamor popular, Mediaset-Endemol no ha procedido aún a la expulsión de Álvaro. También grupos feministas retraen los comentarios que el andaluz ha hecho sobre las mujeres.

Este jueves, la gala la conducirá Jorge Javier Vázquez. Este es un veterano y valiente defensor de los animales y especialmente de los galgos. Además de haber adoptado tres, realiza acogidas de los más necesitados y apoya de muy diversas maneras a las entidades progalgos. Se prevé un discurso implacable del mordaz presentador que puede culminar no sólo con la sanción del concursante, sino también con la canalización del revuelo hacia medidas efectivas de diagnóstico, combate y solución de la tragedia cotidiana de los galgos.