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El uso de animales salvajes en circos de toda Europa tiene los días contados

Este jueves 16 de diciembre, el Parlamento Europeo debatirá la necesidad de prohibir el uso de animales salvajes en circos en toda Europa.

El uso de animales salvajes en circos tiene los días contados y cada día son más los países y regiones que se unen a vetar este tipo de actividades, ancladas en el pasado y que esconden sufrimiento animal y un grave peligro para la seguridad ciudadana. Lituania (septiembre 2021) y Francia (noviembre 2021) han sido los últimos países en adoptar esta prohibición y se encuentran ahora en el proceso de implementación de la legislación aprobada.

Actualmente, 25 de los 27 Estado Miembro de la Unión Europea han adoptado restricciones nacionales en el uso de animales salvajes en circos, que van desde la prohibición del uso de animales exóticos, hasta el uso de todo tipo de animales. Aun así, todavía quedan dos países miembros que no han adoptado esta prohibición a nivel nacional y España, junto a Alemania, es uno de ellos.

España y Alemania son los únicos países miembros de la Unión Europea que no han adoptado restricciones nacionales en el uso de animales salvajes en circos.

Es por ello por lo que en el Pleno de este jueves 16 de diciembre se abrirá el debate en el Parlamento Europeo sobre la prohibición en la UE del uso de animales salvajes en circos a través de la Pregunta Oral 64/2021. Desde Infocircos se está alentando a los eurodiputados españoles a que den su apoyo a una Propuesta de Resolución vinculada al debate de la pregunta oral.

“Necesitamos que salga adelante la Propuesta de Resolución, ya que representa una posición oficial del Parlamento Europeo sobre esta cuestión. Un mero debate solo reflejaría las opiniones de los oradores y pronto se olvidaría”, aclara Marta Merchán, Coordinadora de InfoCircos al explicar la importante de dicha propuesta. “En España los circos con animales salvajes ya están prohibidos en la mayoría de las Comunidades Autónomas y muchos ayuntamientos por lo que los eurodiputados españoles deberían apoyar esta iniciativa”, añade.

Desde la coalición InfoCircos recalcan lo urgente que es acabar con el uso de animales salvajes en los circos a nivel europeo por varias razones irrefutables desde el bienestar animal y la educación hacia una sociedad más ética y respetuosa con los animales, hasta el riesgo para la seguridad ciudadana y la salud pública, por el riesgo potencial que suponen los animales salvajes a la hora de transmitir enfermedades.

El pasado 13 de octubre, InfoCircos, junto con las otras 85 organizaciones miembro de Eurogroup for Animals, entregó a la Comisión Europea más de un millón de firmas recogidas a través de la plataforma Change.org en la campaña “La Unión Europea debe prohibir los animales salvajes en los circos”. La campaña, lanzada en España hace tres años, alcanzó carácter internacional siendo traducida a cinco idiomas y consiguiendo la forma de 986.381 personas internacionalmente. Todo un hito en la lucha de los derechos de los animales.

986.381 personas firmaron la petición: “La Unión Europea debe prohibir los animales salvajes en los circos”/InfoCircos

“La prohibición de la utilización de animales salvajes en circos y la reconversión de los circos en espectáculos sin animales es un tema muy asumido, tanto a nivel social como político, y teniendo en cuenta que en la UE son ya 24 los Estados Miembro que han adoptado prohibiciones totales o parciales con respecto a estas prácticas, parece coherente que en aras de dar una homogeneización a la situación actual y atendiendo a la demanda ciudadana, se tomen las medidas necesarias para la adopción de una prohibición en toda la UE de este tipo de espectáculos con animales salvajes”.

En España InfoCircos siempre ha ofrecido colaboración en la recolocación de los animales cuando las pocas empresas circenses que todavía cuentan con animales salvajes den el paso a la reconversión. En el centro de rescate para animales salvajes de AAP Primadomus (miembro de InfoCircos) situado en Villena (Alicante) el 80% de los grandes felinos acogidos proceden de circos o de criadores vinculados a circos.

Las asociaciones alertan de la creciente demanda de animales exóticos comprados como “mascotas”

Los centros de rescate de animales exóticos están saturados. En el último mes el centro de rescate de mamíferos exóticos APP Primadomus ha recibido 13 kinkajúes, 5 servales y un mono tití, todos ellos incautados por las autoridades.

Se acerca la Navidad y uno de los regalos por excelencia son los animales de compañía. Además de perros y gatos, tristemente la demanda de animales exóticos ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Estos animales son adquiridos compulsivamente sin estudiar los riesgos que conllevan para la biodiversidad, la salud pública o el peligro para la ciudadanía y la fauna autóctona. Por ello, distintas asociaciones y centros de recuperación de animales exóticos quieren concienciar a los ciudadanos para que antes comprar piensen dos veces todo lo que conlleva y esconde el comercio de animales exóticos.

El comercio de animales exóticos es un mercado que cada vez mueve más millones y no es de extrañar que los principales vendedores se empeñen en crear modas nuevas constantemente para aumentar la demanda. Estas modas son aceleradas por las redes sociales que viralizan videos e historias humanizando a estos animales y dando una imagen errónea de “mascotas ideales y fáciles de mantener”.

La compra por internet de estos animales también se ha multiplicado. Un mensaje por WhatsApp y una transferencia es lo poco que se necesita para hacerse con uno de estos ejemplares, incluso en un momento en el que el mundo sufre las consecuencias de una pandemia originada por una enfermedad zoonótica, transmitida entre animales y humanos.

En un porcentaje muy alto de los casos, estos animales acaban muriendo prematuramente en el transporte, por la omisión de sus cuidados básicos en la tenencia privada o sacrificados masivamente por las autoridades cuando se convierten en un problema, como es el caso de las cotorras en Madrid, los mapaches en muchas localidades españolas o las tortugas de florida en la Comunidad Valenciana.

Los centros de rescate y rehabilitación de animales exóticos están saturados. Sin ir más lejos, en el último mes, el centro de rescate de mamíferos exóticos AAP Primadomus, situado en Villena (Alicante), ha recibido 13 kinkajúes, 5 servales y un mono tití incautados por las autoridades.

“Los centros de rescate estamos desbordados y nos enfrentamos diariamente a los problemas provocados por este comercio».

Marta Merchán, Coordinadora de la Coalición para el Listado Positivo explica que “los centros de rescate estamos desbordados y nos enfrentamos diariamente a los problemas provocados por este comercio. Las autoridades han intentado regular la tenencia y comercio de animales de compañía exóticos de diversas formas, en general a través de la creación de listados negativos que prohíben el comercio de ciertas especies a posteriori, por regla general cuando estos animales ya se han convertido en un problema. Sin embargo, ninguno de estos intentos ha conseguido controlar los problemas asociados de bienestar animal, seguridad, sanidad, protección del medio ambiente y biodiversidad, ya que las especies con las que se comercia son innumerables y cada vez se introducen modas nuevas”.

Desde la Coalición para el Listado Positivo recuerdan que la entrada en vigor de Listados Positivos en países como Bélgica, Holanda o Luxemburgo ha demostrado que la creación de un listado de las especies cuya tenencia y comercio están permitidos, quedando prohibidas todas las demás, es el método más efectivo, fácilmente ejecutable, de menor costa y el único, a día de hoy, que ha resultado eficaz desde el punto de vista preventivo, a la hora de reducir el sufrimiento de estos animales, y los riesgos que su tenencia y comercio conllevan.

La sociedad española muestra su rechazo absoluto hacia el Toro de Jubilo a través de las redes sociales

Más de 14.000 tweets llevaron los hashtags #MedinaceliVergüenzaNacional #NoMásToroJubilo a situarse entre las dos primeras tendencias en Twitter. Todo un éxito de una sociedad que muestra una vez más su rechazo absoluto hacia los espectáculos taurinos.

La plataforma de encuentro de activismo antitaurino, la Marea Antitaurina, en la que participan numerosas organizaciones nacionales e internacionales contra el maltrato animal, solicitó a sus seguidores que apoyasen la campaña llevada a cabo en Twitter solicitando al alcalde de Medinaceli el fin de la crueldad y el sufrimiento en dicho municipio. La respuesta de la sociedad española fue espectacular y contundente, con más de 14.000 tweets mostrando su rechazo hacia el Toro de Jubilo.

Madrid 14 de noviembre de 2021/ ANDA

De nuevo, el sábado 13 de noviembre volvieron a celebrar el Toro de Jubilo de Medinaceli (Soria), un espectáculo que también fue retransmitido por el canal 9 de la televisión de Soria. Torturan a un pobre toro embadurnando de barro al animal y colocándole en la cornamenta unas sobreastas de hierro “gamella” que terminan en dos bolas preparadas con azufre, estopa y aguarrás a las que se prende fuego. Además, dentro del recinto colocan cuatro hogueras, dedicadas a los Santos Mártires de la localidad y el toro está sufriendo y quemándose vivo.

La Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA), en una nota de prensa, ha mostrado su rechazo hacia estas personas a las que les resulta muy divertida la celebración del Toro de Jubilo y se sienten muy orgullosas de su tradición. Para ANDA, estas personas deberían recapacitar y tener en cuenta la opinión de los ciudadanos, ya que una gran mayoría de la sociedad rechaza estos espectáculos cruentos. Lo defienden desde el pueblo como si de algo especial se tratara, aludiendo a hechos medievales que ya a nadie importan, excepto a aquellos que no han evolucionado y cuya cultura y educación están todavía ancladas en tiempos remotos.

En dicha nota de prensa, la asociación animalista expresa que si ya resultaban patéticos los vecinos de Medinaceli intentando justificar esta barbarie, más lastimoso es ver al pobre animal arrastrado con una soga, atado a un poste a la fuerza, y, finalmente, portando enloquecido las antorchas encendidas. Sin embargo, deberían recapacitar y tener en cuenta la opinión de los ciudadanos, ya que una gran mayoría de la sociedad rechaza estos espectáculos cruentos. Estamos en el siglo XXI y tenemos que avanzar, el maltrato de seres vivos nunca puede ser diversión ni puede estar subvencionado con dinero público.

«El maltrato de seres vivos nunca puede ser diversión ni puede estar subvencionado con dinero público».

Tal y como ha detallado ANDA, las consecuencias de esta práctica son terribles para los toros. En primer lugar, lógicamente, el toro se quema. El barro se seca y se desprende, con lo cual las chispas que caen, queman al toro en la cara, en el lomo y en los ojos. Los cuernos también son un área sensible, que al calentarse provocan un terrible dolor. Los animales sufren, especialmente, daños psicológicos. La fiesta fue declarada Bien de Interés Turístico y Patrimonio Cultural Inmaterial de Medinaceli en 2002 por la Junta de Castilla y León.

El artículo 19 del Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Castilla y León estipula que “en todos los espectáculos taurinos populares y tradicionales queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses”, pero contempla una excepción para los casos en los que estas acciones “sean inherentes a un espectáculo taurino tradicional de los previstos en el Capítulo II” del Reglamento. Es precisamente a esta consideración a la que se agarra la Junta de Castilla y León, pese a que sí emprendió acciones para prohibir el Toro de la Vega en 2016.

“Los toros de fuego son la máxima crueldad que tenemos todavía en España, y encima subvencionado con dinero público. Estamos en el siglo XXI y afortunadamente la sociedad va evolucionando y rechaza esos espectáculos cruentos. Somos mayoría y nuestros políticos tienen que escuchar a sus ciudadanos y demostrar más empatía hacia los animales. Estas tradiciones tienen que acabar”, señala Encarna Carretero, Departamento de Comunicación de ANDA.

“Si no fuera por el dinero público, el sector de la tauromaquia estaría hundido”

La pandemia del coronavirus permitió que muchos animales descansaran en paz durante dos años, lejos de la tortura y el maltrato que sufren durante los espectáculos taurinos. Lamentablemente, con la mejoría en la evolución del virus, el sector de la tauromaquia parece haber despertado, siempre gracias a las ayudas públicas que reciben desde los distintos gobiernos.

Con el fin de realizar una radiografía de la situación actual de la tauromaquia en España, Animalados ha entrevistado a Encarna Carretero, encargada del departamento de comunicación de ANDA (Asociación Nacional para la Defensa de los Animales), una asociación que lleva desde el 1989 trabajando por una mejor protección de todos los animales, entre ellos, todos aquellos que sufren la violencia gratuita y desgarradora de los espectáculos taurinos.

¿Cómo está siendo el regreso de la tauromaquia en España tras la pandemia? ¿Se han reducido el número de espectáculos o, por lo contrario, ha regresado con más fuerza?

El parón de los espectáculos taurinos a causa de la pandemia supuso una gran alegría para nosotros, aunque éramos realistas y sabíamos que más tarde o tempranero, por desgracia, iban a volver. Los animales han tenido dos años de tranquilidad, sin ser maltratados en las plazas de las torturas.

La caída de la actividad taurina es una realidad indiscutible. Lo que ocurre es que, con el parón de la pandemia, cuando ha vuelto a celebrarse algún festejo taurino después de tanto tiempo, como pasó el 2 de mayo en Las Ventas, consiguieron llenar la plaza, eso sí, con el aforo permitido por las limitaciones del covid.

Que se hayan llenado algunas plazas no quiere decir que el regreso de la tauromaquia esté siendo un éxito total, lo que sucede es que cuando hay un parón largo provocado por cualquier motivo, todo se coge con más ganas. Esto mismo está sucediendo con conciertos, eventos deportivos, etc. Los taurinos, que están deseando ver sangre a todas horas, cogieron con más interés el regreso de estos espectáculos porque han estado dos años sin poder celebrar ninguna fiesta taurina y sin poder acudir a ninguna plaza.

La tauromaquia está en decadencia, esto es un hecho indiscutible. Los espectáculos taurinos han caído en un 73,4% desde el año 2007. Por este motivo, cuando los taurinos hablan de un gran regreso y una gran acogida de estos espectáculos tras la pandemia, de alguna manera, lo dicen porque necesitan vender este mensaje.

«Los espectáculos taurinos han caído en un 73,4% desde el año 2007»

Es importante destacar que el 77,5% de los festejos taurinos, según datos del 2019 de AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal), se concentran en tan solo cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Castilla y León, Castilla y la Mancha y la Comunidad de Madrid. Por tanto, los datos indican que la tauromaquia se encuentra en decadencia total.

Durante el pasado mes de octubre las redes sociales ardieron pidiendo al gobierno el fin de las becerradas. ¿Las becerradas son el máximo exponente de crueldad de la tauromaquia?

Las becerradas, sin duda, es una de las formas de lidia más crueles que existen, especialmente por dos razones fundamentales. La primera es que en esta modalidad se maltratan animales menores de dos años, para los que el sufrimiento físico y psíquico de las corridas se ve incrementado por su mayor fragilidad, reducida capacidad de reacción y desesperada necesidad de sentirse protegidos por su madre y su manada.

Si bien el toro adulto apenas muge cuando es atacado con el fin de mostrar fortaleza, los becerros sí que mugen de manera desesperada durante la lidia, intentando atraer la atención de los suyos. Una escena que desgarran el corazón de cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad.

La segunda razón es que en las becerradas, normalmente, lidian personas inexpertas, ya sean estudiantes de escuelas de tauromaquia o incluso en muchas ocasiones aficionados que clavan los instrumentos de tortura en lugares indebidos, extrayéndolos y clavándolos una y otra vez tras intentos infructuosos, causando un tormento terrible a estos pequeños animales.

Los becerros, víctimas de las becerradas, una de las modalidades más crueles de la tauromaquia

¿Existen datos oficiales del porcentaje de población española que está a favor y en contra de estos espectáculos violentos?

En las encuestas de población general siempre salen ganando los antitaurinos. Por tanto, lo que gana es la empatía de una población que, afortunadamente, cada vez se muestra más en contra de estos espectáculos. El 78% de los españoles está en contra de las subvenciones a la tauromaquia (YouGov, 2018). Mientras que el 84% de los jóvenes no se sienten orgullosos de vivir en un país en el que las corridas de toros son una tradición (Ipsos Mori, 2015).

En datos de votantes, el 81,4% de los españoles no están a favor de la tauromaquia, pero solo el 46,7% la prohibiría. El 52,4% de votantes menores de 35 años, sí que prohibirían la tauromaquia, por tanto, una vez más estamos ante un tema generacional. Por otro lado, entre lo que son hábitos culturales, solo el 5,9% de la población acudió a una corrida de toros, novilladas o rejones. Si consideramos todos los festejos taurinos, incluidos los que se celebran en la calle, el 7,9% de la población ha presenciado alguna vez esta clase de espectáculos.

El bajo porcentaje de personas que han acudido a estos espectáculos contrasta con el porcentaje de población que ha consumido otras expresiones culturales. Por ejemplo, 87,2% música, un 57,8% cine, un 50% museos, un 46,7% galerías y exposiciones y un 26,8% de bibliotecas. Hablamos de datos que tienen como fuente al Ministerio de Cultura y que confirman que solo el 5,9% de la población consume la tauromaquia, una clara minoría.

Teniendo en cuenta el porcentaje predominante de rechazo social hacia la tauromaquia, ¿por qué todavía existen estos espectáculos en España?

Estos espectáculos tan aberrantes siguen vivos porque los políticos que tenemos se empeñan en que hay que seguir dando dinero y manteniendo a este sector. A pesar de que el empleo del sector taurino es precario y endogámico se siguen manteniendo a costa de las subvenciones públicas. Nosotros desde ANDA siempre decimos que si no fuera por el dinero público, el sector de la tauromaquia estaría hundido, y ellos lo saben.

Las fiestas o espectáculos taurinos no solo incluyen las corridas de toros, sino un numeroso conjunto de tradiciones y festejos populares vinculados al mundo del toro que es lo que se conoce como tauromaquia. El 12 de noviembre de 2013 sacaron la Ley 18/2013 para la Regulación de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural en la que la tauromaquia pasó a ser catalogada como patrimonio cultural y a depender del Ministerio de Cultura que, a través de esta ley, está obligado a darle dinero.

“El carácter cultural de la tauromaquia es indiscutible y merece ser preservado como un tesoro propio de nuestro país, rico en culturas distintas”. Este es el mensaje de la Ley 18/2013, una ley que hizo el PP en 2013 y que protege a la tauromaquia. Los políticos de nuestro país tienen muy poca empatía hacia los animales, especialmente, hacia los pobres toros, becerros y novillos que tienen que aguantar estas tradiciones y torturas porque un porcentaje reducido de la población disfruta con la sangre.

Los caballos, otros animales que también sufren el maltrato propio de los espectáculos taurinos

¿Por qué las personas menores de edad puedes acudir a estos festejos de violencia, maltrato y tortura?

Para ANDA, uno de los aspectos más dañinos de la tauromaquia para la sociedad es la frecuente presencia de menores. El tema de las edades en las plazas depende de cada comunidad autónoma, pero en España en general no hay ninguna normativa que prohíba la entrada de menores a estos recintos.

No podemos ignorar las recomendaciones que se hicieron el 12 de febrero del año 2018 por parte de la máxima instancia en derechos de la infancia de la ONU, en su sección violencia hacia la infancia, donde señaló que “con el fin de prevenir los efectos perjudiciales de la tauromaquia en los niños, el comité recomienda que el Estado español prohíba la participación de menores de 18 años como toreros o como espectadores de eventos taurinos”, unas recomendaciones que el gobierno español ha ignorado por completo.

Para nosotros, esta recomendación por parte de la ONU fue una noticia estupenda y muy celebrada, porque se trata de un organismo muy importante que ha mostrado su rechazo hacia la presencia de menores en este tipo de espectáculos tan crueles, que lo único que provocan es la desensibilización de los niños hacia los animales y que causan que en un futuro puedan desarrollar actitudes violentas.

¿Cómo se financia la tauromaquia en España?

La tauromaquia sobrevive gracias a las subvenciones públicas. En España este sector recibe fondos de la Política Agraria Común (PAR), del Ministerio de Cultura, del Ministerio de Agricultura, de las Comunidades Autónomas, de las Diputaciones y de los Ayuntamientos.

Mientras sectores imprescindibles como la sanidad o la educación necesitan ayuda urgente, especialmente tras la pandemia, millones de euros del dinero público son destinados a mantener con vida la tauromaquia.

«Estamos siendo partícipes, queramos o no, de la existencia de la tauromaquia»

Estamos siendo partícipes de alguna manera, queramos o no, de la existencia de la tauromaquia. Gran parte del dinero de nuestros impuestos está dirigido a mantener lo que es un maltrato animal.

¿Estamos cerca del fin de la tauromaquia en España o queda mucho camino por recorrer?

La tauromaquia está en decadencia y nosotros no nos vamos a rendir. Estamos concentrados en campañas en redes sociales, especialmente en Twitter, que es una red social en la que podemos etiquetar a alcaldes y políticos, de manera que les llega el mensaje de rechazo por parte la sociedad. Los políticos deberían escuchar y hacer caso a lo que reclama la mayor parte del país.

¿Estamos cerca del fin de la tauromaquia? Yo sinceramente pienso que sí. Poco a poco ya está sucediendo y los taurinos lo saben y se están dando cuenta porque no se llenan las plazas. Muchas veces tienen que regalar las entradas para intentar llenarlas. Estamos cansados de ver festejos o corridas en Las Ventas o en cualquier otra plaza y están vacías. Además, este negocio no es sostenible, pero siguen recibiendo dinero y más dinero por parte de los políticos.

Como hemos dicho, las subvenciones principalmente vienen de la Política Agraria Común (PAC), del Ministerio de Cultura, del Ministerio de Agricultura, de las Comunidades Autónomas y también de las diputaciones, alcanzando los 500 millones de euros. Cuando se corten estás ayudas públicas el sector taurino dejará de funcionar. Se trata de una actividad que no tiene ningún futuro y está destinada a la desaparición. Invertir en tauromaquia hoy en día es como invertir en máquinas de escribir.

«La mejor ayuda que pueden recibir las pocas familias que viven de la tauromaquia es un plan de reconversión, con actividades no crueles y con futuro»

La mejor ayuda que pueden recibir las pocas familias que viven de la tauromaquia es un plan de reconversión, con actividades no crueles y con futuro. Estas personas tienen que pensar que ya no estamos en la Edad Media. Antes se quemaban a personas en la hoguera, o se fusilaban a personas en medio de una plaza, pero estas escenas horribles forman parte de nuestra historia. De lo que se trata es de avanzar y no quedarse anclado. Estamos en el siglo XXI, no podemos seguir teniendo festejos taurinos para que unos pocos se lo pasen bien a costa de la tortura animal.

¿En qué iniciativas en contra de la tauromaquia trabaja la asociación ANDA actualmente?

La plataforma La Tortura No Es Cultura, a la que pertenecemos desde hace diez años, se creó entre varias asociaciones con el objetivo de luchar contra la tauromaquia, y esto es lo que estamos haciendo. Hemos impulsado muchas campañas en redes sociales, como hace poco, una en la que pedíamos el fin de las becerradas, logrando más de 13.000 tweets que llevaron el hashtag #BecerradasNuncaMás y alcanzando el Top 3 de tendencias en Twitter. Todo un éxito.

Además, subimos contenidos y noticias a través de nuestra página web para que las personas puedan conocer la realidad de maltrato y tortura que sufren los animales en los espectáculos taurinos. Los toros no son los únicos animales torturados en estos festejos, desgraciadamente hay más víctimas, como los caballos. Intentamos hacer mucho hincapié en que no debemos olvidar a estos otros animales que sufren mucho dolor físico y psíquico.

También luchamos en contra de la declaración de la tauromaquia como bien de interés cultural. Hemos organizados manifestaciones antitaurinas y campañas con el fin de trasladar el deseo de la mayor parte de la población, que no es otro que poner fin a un espectáculo retrogrado. Los espectáculos taurinos no tienen cabida en nuestra sociedad. Si alguien sufre, ya no es una fiesta.

InfoZOOS pide el cese de las interacciones directas entre animales salvajes y visitantes en los zoos españoles

La Coalición ha pedido a la Ministra de Transición Ecológica que recomiende a las Comunidades Autónomas que impidan el contacto directo entre animales salvajes y público en cualquier contexto dentro de los zoos.

La Coalición InfoZOOS (ANDA y FAADA) se ha dirigido a la Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD) para solicitar que en su función de coordinación de la aplicación de la Ley de Zoos 31/2003 pida a las Comunidades Autónomas que en las inspecciones para autorizar, renovar o comprobar el buen funcionamiento de las instalaciones zoológicas, se exija que los zoos no ofrezcan actividades que impliquen el contacto directo y la interacción entre animales salvajes y público visitante.

Según ha informado esta coalición, en este tipo de actividades, principalmente dirigidas a los niños, incluyen sesiones fotográficas o de “Toca-Toca” en las que los animales salvajes van pasando de mano en mano. Además, en ocasiones se saca a los animales salvajes de sus instalaciones para trasladarlos a las zonas comunes y en otras es el público el que se introduce en el recinto de los animales para interactuar con ellos.

InfoZOOS explica en un comunicado que estas acciones suponen tergiversar e incumplir con la misma Ley de Zoos (Ley 31/2003) ya que en ésta se pide que los zoos contengan una carga pedagógica dirigida hacia la educación en valores de conservación de especies. Las actividades de interacción y contacto directo con los animales actúan justo en sentido contrario al ofrecer una imagen distorsionada y errónea de que los animales salvajes quieren ser acariciados y abrazados por las personas. Esta creencia lleva al deseo del público de adquirir un ejemplar de esa especie o similar para tener de “mascota” en casa, concepto que va en contra del objetivo conservacionista.

Por otra parte, tal y como comentan ANDA y FAADA, la promoción de un contacto directo entre animales y visitantes en un zoo aumenta exponencialmente los riesgos de seguridad para los visitantes, especialmente cuando se hace uso de determinadas especies que por sus características físicas pueden considerarse potencialmente peligrosos. También incrementa el riesgo sanitario tanto de los animales como de los seres humanos. La reciente pandemia nos ha demostrado que los contactos directos entre animales salvajes y público, en vez de incentivarse, deben mantenerse en los mínimos posibles.

De hecho, la Guía de Aplicación de la Ley 31/2003 publicada en el año 2006 por el entonces Ministerio de Medio Ambiente, indica expresamente que los zoos no deberían organizar sesiones fotográficas ni otro tipo de actividades que, como las aquí expuestas, se alejen del único y auténtico papel que tiene el zoo en nuestra sociedad: la conservación de las especies y la educación en valores conservacionistas.

Según Albert Díez, portavoz de InfoZOOS: “Los zoos pueden, y deben, ser una herramienta para la conservación de especies y de difusión de valores conservacionistas. Todo lo que no actúe en este sentido debe quedar al margen de cualquier zoo. Las sesiones fotográficas o la oferta de “tocar” a los animales salvajes pertenecen más a un concepto obsoleto de “casa de fieras” que a un zoo que se precie como tal”.