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«Contemplar arte en el que aparecen animales nos puede llevar al bienestar»

Entrevista a Isabel Serrano Córdoba el alma de “las cosas de la niña” artista que plasma de manera muy particular a los animales que amamos.

– ¿Qué es Las Cosas de la Niña?

Las Cosas de la Niña es un proyecto personal en el que comencé algo más de dos años e incluye mi trabajo como artista y artesana.

– Si el arte puede ser terapéutico y el contacto con los animales también. ¿El arte que refleja animales sana?

Desde mi punto de vista, efectivamente, y está más que demostrado, el arte es terapéutico, de ahí el Arteterapia, una forma de psicoterapia que utiliza las artes plásticas como medio de recuperar o mejorar la salud mental, el bienestar emocional y social. De igual manera el contacto con los animales y la naturaleza nos hace sentir bien mental y emocionalmente, por lo tanto,  contemplar arte en el que aparecen animales, en cualquiera de sus formas de representación, nos puede llevar a ese estado de bienestar. Pero también dependiendo de lo que se esté representando claro, una imagen en la que aparecen animales maltratados solo te puede llevar a malos sentimientos, a no ser que estés mal de la cabeza.

– ¿Por qué motivo la gente quiere retratos de animales?

Yo pienso que es una manera de conservar su recuerdo, de inmortalizar de alguna manera a su animal. Porque le gusta verlo formando parte de la decoración de la casa, es como cuando ponemos fotografías de miembros de la familia, le da un toque más hogareño. Cuando tienes un animal de compañía pasa a formar parte de la familia.

– ¿Haciendo retratos de «los otros animales» has descubierto qué nos une? ¿Y qué nos diferencia? 

Lo que nos une a todos los que amamos a los animales no es mas que el respeto y el cariño. Diferencias encuentro pocas por no decir ninguna.

– ¿Cuántos de tus encargos son regalos y cuántos peticiones directas? 

Pues realmente están a la par, porque incluso quien se pone en contacto conmigo para hacer un regalo, al ver los resultados termina encargándome alguno para si mismo, o pasa al contrario, que quieren uno de su mascota pero ven que es un regalo original y perfecto para hacer a alguien.

– ¿Cómo es el cliente tipo si eso existe? 

Pues mi cliente tipo está en mujeres de entre 18 y 50 años aproximadamente. Tengo muy pocos encargos de chicos o de personas mayores.

– El retrato hecho por un artista va más allá de una buena foto. ¿Cómo lo justificarías?

Realmente no creo que vaya más allá “la mano del artista” está ahí,  le da su toque único y personal, y como fotógrafa tengo que decir que la fotografía también entra dentro de las disciplinas artísticas y que no podría desvalorar una buena fotografía sino igualarla a cualquier otro tipo de representación artística.

– ¿Cuándo empezaste a retratar animales? ¿Cuál fue el motivo?

Recuerdo un retrato que hice de pequeña de un león, un dibujo hecho a lápiz. Después hice unas láminas de los que por un tiempo fuero mis gatos. Estas láminas las llevaba conmigo a los mercados de arte y artesanía y tenían mucha salida entre los amantes gatunos y fue ahí, gracias a una clienta, una chica que si no recuerdo mal era de Canarias, la que me dio la idea de retratar animales  porque me preguntó si le podía hacer lo mismo pero con sus gatos y pensé ¡por qué no! Y ahí empezó todo.

– ¿Y cuándo empezaste a hacer arte? 

Pues más bien diría que nunca lo he dejado. Todos, desde pequeños dibujamos, pintamos, esculpimos, somos creativos y lo plasmamos y nos expresamos a través de las artes, ya sean artes plásticas o de otras disciplinas, como la música, el teatro, la poesía, etc. Es la educación y la sociedad la que nos hace alejarnos de poder expresar lo que tenemos dentro.

El ser humano necesita expresarse, sacar y dar forma a sus pensamientos y sentimientos y eso lo hacemos desde pequeños. Por lo tanto no tengo una fecha de inicio sino que no lo he abandonado, nunca. Curse mis estudios siempre en relación con el Arte. Bachillerato Artístico, Fotografía Artística, Bellas Artes, porque es donde me sentía bien, sin pensar mucho en un futuro profesional. Cuántas veces me habrán dicho ¿Bellas Artes? ¿Y eso que futuro tiene? Bueno, es importante dedicarse a lo que uno le motiva y le gusta, sino la cosa no funciona, y lo digo por propia experiencia porque también he estado al otro lado y si, puedes hacer otros trabajos, por dinero y nada más.

– ¿Qué materiales pictóricos te gustan y por qué?

Utilizo la fotografía porque es lo que más se asemeja a la realidad y la acuarela porque es completamente imprevisible, y porque me encanta la pureza de su color y la transparencia que ofrece. Una de cal y otra de arena.

– ¿Qué tipo de encargos disfrutas más? 

He de confesar que mi corazoncito es gatuno. Pero los disfruto todos por igual.

– ¿Cuál ha sido el encargo más raro que te han hecho?

Por ahora no he tenido ningún encargo raro. Ha sido todo dentro de la normalidad, perros, gatos, pajaritos y ya está.

– ¿Y el más emotivo? 

Siempre son muy emotivos los encargos de las mascotas que ya no están, cuando te cuentan su historia o a quién pertenecieron, por ejemplo animales que acompañaron a personas con discapacidad y que ya no lo hacen.

– Colaboras con asociaciones protectoras. ¿De qué manera y con cuáles?

Sí, he colaborado con asociaciones protectoras. En sorteos para recaudar fondos para salvar algún animal. El/la ganador/a del sorteo se lleva un retrato realizado por mi de su mascota. He colaborado con Pandora y con otras dos que no recuerdo su nombre, una de ellas de Cádiz.

La agricultura intensiva acaba con la vida de miles de animales en el Mar Menor

La situación que vive el Mar Menor preocupa y mucho. Más de tres toneladas de peces fueron encontrados muertos en el agua, asfixiados por la falta de oxígeno. Entre los animales fallecidos se encuentran especies únicas cuya desaparición supone la extinción de las mismas. Una catástrofe medioambiental sin precedentes que se veía venir y que nadie ha hecho nada para remediarlo.

El pasado 12 de octubre el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) tomó muestras de miles de animales hallados muertos en las playas de San Pedro de Pinatar, en el Mar Menor. Numerosos peces y crustáceos sin vida en las orillas de Villananitos, La Mota y la Puntica. Una tragedia causada por el afloramiento de una capa de agua profunda sin oxígeno y tóxica formada principalmente por el regadío intensivo de la zona.

El regadío intensivo utilizado en la Región de Murcia trabaja con una cantidad exagerada de fertilizantes que han conformado unas aguas tóxicas y sin oxígeno que han causado la muerte de miles de ejemplares de anguilas cangrejos y crustáceos. Pedro Luengo, portavoz de Ecologistas en Acción, analizaba así la situación: “En las últimas décadas el sector se ha industrializado cada vez más, intensificando la producción, transformando drásticamente el paisaje, eliminando lindes con vegetación natural y aportando ingentes cantidades de fertilizantes y fitosanitarios”.

El Mar Menor es una gran albufera de agua salada del Mar Mediterráneo ubicado en la Región de Murcia. Se trata de un espacio de 21 km de longitud y con unos 135m2 de superficie dotado de un valor medioambiental incalculable y de un destino turístico de mucha importancia. En definitiva, una joya de la naturaleza que se está muriendo poco a poco a causa de la degradación de su ecosistema y de la contaminación.

Durante muchos años, asociaciones medioambientales han reclamado a las administraciones actuaciones contundentes para solucionar los problemas que estaban causando la destrucción de la laguna del Mar Menor, pero la realidad es que el Gobierno de Murcia y de España nunca ha tomado cartas en el asunto. Por este motivo, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y su Comarca (Facvac) ha organizado una gran manifestación para el próximo 30 de octubre. Una marcha en protesta por la contaminación de la laguna murciana que puede tener una afluencia sin precedentes.

La caminata se iniciará a las seis de la tarde bajo el lema “S.O.S Mar Menor. Por un Mar Menor con futuro”. El lugar de salida será en la Alameda de San Antón y el final del trayecto será en la puerta de la Asamblea Regional, donde tendrá lugar la lectura de un manifiesto.

También se han producido muchos movimientos a través de Internet, donde se han recogido firmas en la plataforma Change.org para pedir al Gobierno de Murcia y al Ministerio de Transición Ecológica que garanticen urgentemente medidas eficaces para proteger el Mar Menor.

https://www.change.org/p/gobierno-de-espa%C3%B1a-sos-mar-menor

Animales en los videojuegos: mil maneras de matar

Es importante apelar a la responsabilidad de las desarrolladoras de videojuegos para que incluyan planteamientos que tengan en cuenta la ética animal. En muchos casos se glorifica la violencia y la carne como premio y se representa a los animales no humanos bajo la premisa de que están a nuestra entera disposición.

Los videojuegos están en la picota. Mientras en Canarias los introducen en las aulas para aprender a jugar de forma responsable, aunque los videojuegos escogidos no sean los más educativos (Donald Trump los responsabiliza de los recientes tiroteos en Texas y Ohio). La industria se le echa encima: si en lo que va de año Estados Unidos lleva más de 250 tiroteos masivos y en la Unión Europea la cifra tiende a cero, la culpa la tienen las armas y su fácil acceso, no los videojuegos.

El videojuego, entendido como una expresión cultural comparable a la literatura, la música o el cine, ha sido sistemáticamente ignorado por los medios de comunicación generalistas. Un ejemplo sencillo: es fácil encontrar en los periódicos secciones llamadas Cartelera o Televisión, donde se puede consultar qué programas echan en la tele o que películas se estrenan. Todavía no hay ni rastro sobre videojuegos y, sin embargo, crece año tras año la difusión masiva de estos y sus cifras de negocio -138.000 millones de dólares en 2018, el doble que las industria del cine y la música juntas.

Así, si 16,8 millones de españoles juegan habitualmente según el Anuario de 2018 de la Asociación Española de Videojuegos, resulta interesante analizar cómo se representan los animales no humanos en los videojuegos, especialmente en aquellos que tienen mayor difusión. En videojuegos como Terraria -más de 27 millones de copias vendidas-, The Legend of Zelda Breath of the Wild -16 millones-, Super Mario Odyssey -15 millones-, Horizon Zero Dawn -10 millones-, Don’t Starve Together -7,5 millones-, Battlefield 1 -4 millones-, todos ellos top ventas de Nintendo Switch, PlayStation 4, Xbox One y PC, aparecen en total más de 250 animales no humanos. Pero, ¿Cuál es su rol?, ¿Qué interacción podemos tener con ellos?, ¿Qué obtenemos a cambio de esa interacción?

En primer lugar, conviene subrayar que prácticamente la totalidad de estos animales se representan supeditados a la especie humana, en una concepción genesíaca -para nuestro uso y disfrute- que sigue punto por punto la pirámide de la consideración moral especista. Así, los perros y gatos son más importantes para nosotros que los mal llamados animales de granja, la mayoría mamíferos, y a su vez, éstos son más importantes que las aves, los peces, los anfibios, los reptiles, los artrópodos, los moluscos y los cnidarios.

Además, las diferencias sobre nuestra consideración moral entre los animales domesticados y en libertad es considerable e igualmente arbitraria. De este modo, las desarrolladoras de videojuegos blindan contra ciertos abusos a los animales que se encuentran en la parte alta de la pirámide -dado su estatus de utilidad para los humanos- mientras que los demás son, mayoritariamente, meras máquinas expendedoras de carne, piel, plumas, cuernos, escamas, huevos, etc., la violencia contra los cuales no es que necesite ningún tipo de justificación, sino que se premia.

Pirámide especista de Lluís Freixes Carbonell

Pirámide especista de Lluís Freixes Carbonell

En este sentido, las desarrolladoras de videojuegos diseñan abusos de todo tipo. De los más de 250 animales no humanos que aparecen en los videojuegos citados, cerca de 150 se pueden matar. Es más, se les puede cortar y golpear con armas como espadas, hachas, garrotes, hoces y horcas; se les puede atravesar con lanzas, flechas y cerbatanas; se les puede electrocutar, envenenar, quemar, congelar, petrificar y bombardear; se les puede lanzar todo tipo de objetos pesados de materiales muy diversos; se pueden aplastar saltándoles encima y se les puede disparar con todo tipo de pistolas, metralletas y misiles. En síntesis, los videojuegos permiten herir prácticamente de cualquier manera imaginable a los animales no humanos hasta causarles la muerte.

Éstos también son víctimas de sintagmas procedurales especistas: «atrapar/coleccionar/vender» o «atrapar/cocinar/consumir». Es decir, la finalidad de muchos de los animales no humanos que aparecen en los videojuegos no es otra que la de ser cocinados o vendidos. Las recompensas que recibimos al matar a los otros animales es, casi siempre, su carne o partes del animal: cuernos, pieles, plumas, etc. Mientras los primeros «premios» se cocinan o se comen crudos para recuperar puntos de vida, los segundos generalmente se usan para confeccionar armas, armaduras y todo tipo de objetos.

Estos videojuegos de plataformas, acción y aventuras transmiten una serie de valores como la superación, la paciencia y la valentía, todos ellos ingredientes fundamentales para una experiencia de juego satisfactoria. No se cuestiona en ningún caso la jugabilidad de estos -que es, a todas luces, excelente- sino que los valores intrínsecos a la experiencia de juego vienen cargados de una serie de mensajes especistas que conviene analizar por separado para dar respuesta a la pregunta clave: ¿Cómo contribuye esta representación a perpetuar el discurso especista?

La respuesta parece evidente: a través de la normalización de prácticas aberrantes para el interés de los animales no humanos, como la caza, la pesca, la doma y montura o la cocina omnívora.

En primer lugar, las decenas de maneras cazar y pescar, previamente autorizadas por los programadores y algunas incluso creativamente retorcidas, normalizan la sensación de dominación absoluta hacia los demás animales. Se glorifica la violencia y la carne como premio y se los representa bajo la premisa de que están a nuestra entera disposición para comérnoslos y hacerles lo que creamos oportuno, perpetuando así, a través del juego, uno de los fundamentos más arraigados del especismo.

En segundo lugar, vía la normalización y perpetuación de la doma. Si bien la domesticación de los caballos y las otras monturas no conlleva necesariamente su muerte, es una práctica terrible desde el punto de vista del sufrimiento animal y la supeditación especista a nuestros intereses de los animales que hacen de montura.

En tercer lugar, explotando una concepción profundamente egoísta de los animales no humanos como compañeros. Cabe decir, sin embargo, que en muchos videojuegos el mascotismo se distorsiona hasta tal extremo que la supeditación es tan brutal que a los animales no humanos, más que compañeros, se les puede considerar soldados aliados. Y, aunque mueren muy a menudo (porque los exponemos a luchas constantemente), el protagonista se muestra impasible y no transmite ninguna señal de empatía o tristeza.

Así pues, analizando la representación especista de los animales no humanos en los videojuegos (puede cambiarse aquí «especista» por «machista», «racista», «homófoba», etc.), uno se pregunta qué podrían hacer las desarrolladoras de videojuegos para dotarlos de una perspectiva más justa, más inclusiva, menos violenta.

En el plano antiespecista, hay algunos tímidos avances, incluso en videojuegos de difusión masiva. Por ejemplo, en Uncharted 4: A Thief’s End –más de 15 millones de ventas–, cuando apuntamos con la mirilla del arma a un animal no humano el gatillo no responde y este no se puede matar. En Don’t Starve Together -un videojuego indie con más de 7,5 millones de ventas-, al matar a ciertos animales el videojuego nos otorga unos «puntos de malicia» y, al llegar a determinado tope, aparece un personaje que nos roba.

En el primer caso optaron por la censura, pero en el segundo apostaron por un sistema de castigo que se integra en la jugabilidad del videojuego. Y es que darle una vuelta de tuerca a los planteamientos violentos embellece la creatividad y la experiencia de juego. Por ejemplo, en el videojuego de ajedrez Three-player chess una tercera persona tiene el control exclusivo de los peones de los dos jugadores «clásicos». Su función es evitar, moviendo los peones, que uno de estos jugadores (que controlan los alfiles, caballos, torres y monarcas) consiga matar una ficha del otro. La alegoría marcial del ajedrez se convierte en una versión pacifista del juego porque, si pasan veinte turnos y no ha muerto ninguna ficha, se declara «victoria de la paz» -el tercer jugador- y termina la partida.

Otra opción que se plantea a las desarrolladoras es la posibilidad de que dejen escoger al jugador o jugadora si quieren o no quieren ser especistas. Esto da lugar a los ‘vegan-runs’ del aclamado videojuego indie Undertale -completar la historia con el reto añadido de no matar ningún animal-. En cualquier caso, en lo que refiere a incorporar una perspectiva que tenga en cuenta la ética animal en los videojuegos, todavía hay muchas vías lúdicas, creativas y antiespecistas por explorar.

Por lo tanto, sería conveniente invitar y animar a las desarrolladoras de estos productos comerciales, obras de arte, objetos de estudio y pasatiempos a incorporar elementos y valores animalistas en los videojuegos. Es importante apelar a la responsabilidad de estas personas dada la difusión masiva de los videojuegos, especialmente entre los más jóvenes.

Lluís Freixes Carbonell

Publicado en el Caballo de Nietzsche de eldiario.es

La ola de calor acaba con la vida de muchas golondrinas en Cataluña

Las altas temperaturas están acabando con la vida de muchos animales en Cataluña. Uno de los colectivos más afectados está siendo el de las golondrinas, cuyo índice de mortalidad ha aumentado considerablemente durante el mes de junio. Las crías son los pájaros que más están falleciendo a causa del calor.

La ola de calor que está atizando a Cataluña en las últimas semanas está causando estragos muy fuertes sobre el bienestar de los animales. El caso concreto de las golondrinas preocupa de manera especial ya que en las últimas semanas el índice de mortalidad de estas aves está aumentando de manera considerable.

El calor provoca que muchas golondrinas se desmayen y caigan de los nidos. Ante la falta de recursos para recuperarse y sobrevivir tras la caída del nido, estos animales acaban muriendo en el suelo a causa de la deshidratación.

Abel Julien, profesor del Institut Català d’Ornitologia, ha hablado para RAC1 sobre la situación de las golondrinas en Cataluña: “Cada año mueren animales a causa de las altas temperaturas, pero este año las cifras están subiendo. La mayoría de ejemplares de aves que están muriendo son del vencejo común, una especie muy parecida a las golondrinas”.

El ornitólogo, en sus declaraciones al medio catalán, también ha especificado que: “Las crías mueren antes que los adultos. Con el calor, los nidos se calientan mucho y esto provoca que las aves mueran dentro. Estos animales también fallecen en el intento de huir de la calor del nido, en la lucha desesperada por sobrevivir acaban cayendo al suelo”.

Pocas soluciones para prevenir los golpes de calor

Las redes sociales se han hecho eco en las últimas semanas de la difícil situación que atraviesan las golondrinas en Cataluña. Para intentar evitar la muerte de estas aves, muchos usuarios han pedido la adaptación de recipientes de agua en diferentes puntos de los bosques y explanadas para intentar mejorar la hidratación de los animales.

No obstante, Abel Julien en sus declaraciones a RAC1 avisa de que: “esta medida no sirve para mucho, ya que las golondrinas adultas soportan mucho mejor el calor. El problema son las crías, a las que nadie les puede traer agua a los nidos”.

Ante la falta de soluciones para acabar con la alta mortalidad de las golondrinas, tan sólo queda una esperanza: que los nidos estén construidos en un lugar donde predomine la sombra. Por otro lado, cabe destacar la iniciativa de muchos ciudadanos catalanes comprometidos con la causa que están incitando a las personas a llevar a las golondrinas que encuentren en el suelo deshidratadas al centro veterinario más cercano.

“Para los urbanistas los animales no existen”

Jaume Montmany es el alma de la Feria Vegana de Molins de Rei dentro del marco de la Feria de la Candelera de esta población. La Fira de la Candelera de Molins probablemente es la mayor feria de Cataluña vinculada originalmente al mundo agrícola y ganadero. Este año ha tenido un espacio donde compartir el modo de vida vegano: oferta de alimentación vegana, productos cosméticos, protectora de animales y carpa de conferencias.

¿De dónde surge la defensa de los animales? ¿De la compasión?

Evidentemente. Todas las personas que defendemos los derechos de los animales o simplemente los ayudamos e intentamos procurar su bienestar en la medida de lo posible, lo hacemos debido al surgimiento de la compasión en nuestros corazones. La palabra compasión a veces está mal interpretada como una ñoñería o una palabra con connotaciones religiosas, pero según mi manera de entender e interpretar el sentido de esta palabra, sería la esencia de la motivación con que actuamos cuando lo hacemos en beneficio de otros seres que sufren. Muchas personas prefieren utilizar la palabra justicia, y me parece también muy correcta, ya que, en el fondo, las víctimas de las injusticias, son dignas de compasión y por supuesto necesitan que se restablezcan unas acciones y condiciones justas, que transformen su situación de sufrimiento, opresión, explotación, abuso, etc. en una situación digna y positiva.

Eres el alma de la feria vegana de Molins de Rei dentro de la Fira de la Candelera. ¿Cómo se te ocurrió?

Anteriormente había intentado organizar algunas actividades para difundir el veganismo y los derechos de los animales programando charlas y pases de documentales en salas muy bien acondicionadas propiedad de la administración, pero observé que a las personas les costaba acercarse y por tanto el volumen de personas que podían beneficiarse de acceder a este tipo de información era desafortunadamente muy bajo.

Tengamos en cuenta que al igual que a un animal no le gusta en absoluto que lo lleven al matadero, a los humanos, que tenemos la piel muy fina, no nos gusta tampoco que nos lleven al “matadero de nuestros apegos, engaños e ignorancia” y un lugar donde se está impartiendo información destinada a derrumbar nuestro sistema de creencias y a tocar nuestros corazones, no deja de ser un lugar que evitaremos si nuestra intención es seguir consumiendo animales sin sentir remordimientos por ello. Así que expresándolo en términos especistas decidí llevar el “matadero” de las costumbres no reflexionadas de la sociedad en forma de información sobre veganismo, antiespecismo, derechos de los animales, a una plaza pública ubicada en medio de una feria multitudinaria como la Fira de la Candelera de Molins de Rei, visitada según los últimos datos por aproximadamente 500.000 personas en tres días.

Hasta catorce ponentes en conferencias durante dos días. ¿Cómo los elegiste?

Por suerte he conocido gente maravillosa dentro del movimiento que me ayudó, tanto ofreciéndose voluntariamente para participar, como sugiriéndome a otras personas que consideraban que podían ser interesante de que fueran invitadas, y realmente estoy muy satisfecho y creo que todo el público asistente también, con la bondad cualitativa y humana de todos los ponentes que nos ofrecieron sus experiencias, consejos, guía, sugerencias y punto de vista, de forma tan generosa.

 

¿Crees que las charlas han sido reiterativas o complementarias?

Una vez escuché a un Lama budista que contaba la anécdota de que muchas personas y discípulos que asistían sus enseñanzas se quejaban de que siempre repetía lo mismo, hablando una y otra vez sobre el amor y la compasión, a lo que él les respondió que era algo muy básico, pero que aunque lo repitiera mil veces a las personas les costaba integrar esa enseñanza.

El mensaje del veganismo es reiterativo porque apunta en una clara y única dirección que es informar sobre la liberación animal y nuestra responsabilidad en ello a través de adquirir conciencia, cambiar nuestros hábitos y colaborar activamente en que ese hecho se produzca.

La infinidad de situaciones en que se ven inmersos la infinidad de seres que sufren la discriminación por pertenecer a otra especie que no es la humana hace que la cantidad y diversidad de métodos, caminos y trabajos a realizar para liberarlos sea también infinita. Por ello cada ponencia enfocaba el tema de la liberación animal de manera complementaria.

¿Qué conceptos deben quedar grabados a fuego?

En primer lugar,  los animales son seres con una existencia propia que debe ser respetada al igual que nos gustaría que nuestros derechos, nuestra libertad y nuestra vida fueran igualmente respetados, de modo que no tenemos el derecho a usarlos, explotarlos, encerrarlos, asesinarlos, arrancarles la piel, usarlos como entretenimiento, etc.

Seguidamente, debemos reconocer que de todos modos los usamos, los explotamos, los torturamos, los privamos de libertad, comerciamos con sus cuerpos y con sus vidas, y que, en este sentido, actuamos movidos por el egoísmo, la falta de conciencia, las costumbres adquiridas, la ignorancia, el apego, etc.

En definitiva, debemos reconocer nuestra falta de conciencia en algún momento, sus consecuencias en relación al sufrimiento y la felicidad de los demás seres y empezar a actuar acorde a la mejor actividad para ser del máximo beneficio y del mínimo perjuicio para todos ellos.

Todo el mundo quedó muy contento. ¿Ya podemos anunciar la segunda edición?

Sería ideal no tener que hacer una segunda edición ya que eso significaría que el mundo o por lo menos los habitantes de Molins de Rei ya serian veganos, pero me temo que habrá que hacer aun como mínimo 5000 ediciones más para que las mentes y los corazones de la mayoría de los habitantes del planeta cambien en este sentido…

¿Estamos ante el reciclaje sin maltrato de la fiesta tradicional con carruaje que en Cataluña se llama Tres Tombs?

Espero, al igual que millones de personas también lo hacen, tanto en Cataluña como en el mundo entero que esta tradición en que se usan animales, equinos concretamente, transformándolos en un espectáculo, obligándolos a desfilar cargados solo para el disfrute de algunos, que parecen encontrar algún tipo de excitación en someter a los animales indefensos y reducirlos meramente a máquinas alegando que en la antigüedad también se hacía así, y que “los caballos tienen que trabajar”, deje de existir, por lo menos tal como existe en la actualidad, y que si realmente les quieren hacer un homenaje a los caballos, se lo hagan dejándolos en paz, pastando en los campos, que los alimenten , les cuiden y dejen de utilizarlos. Ese es el mejor homenaje que pueden hacerles. Y si quieren por un día que les saquen a pasear por la población llevándolos como amigos andando a su lado.

La clase política es por supuesto también culpable de que el maltrato animal se perpetúe por su pasividad y miedo a tocar las tradiciones para no perder los votos de la masa, que prefiere continuar con este tipo de entretenimientos, costumbres y tradiciones, que son causa de sufrimiento para millones de seres en todo el planeta.

 

¿Existe un animalismo rural y otro de capital?

Quizás en el campo, entre la gente de campo, los animales han sido considerados siempre un bien, una cabeza de ganado, un número, una máquina, un instrumento, ya que su modus vivendi depende de su explotación. Para los urbanistas los animales no existen. Son los que salen en los dibujos animales como el pato Donald o los tres cerditos… ni siquiera los relacionan con la comida que tienen en el plato o con la piel o las plumas con que visten. Estos urbanitas visitan zoos y circos con animales que permanecerán encerrados allí de por vida, con los niños, para pasar el domingo y luego regresan a sus casas para continuar con sus vidas de ocio y obligaciones. Luego está el siguiente escalón que es el de las personas que sintonizan con los perros y los gatos, pero se comen a los cerdos, pollos, vacas, etc. A partir de este punto la conciencia empieza a ampliarse y se llega al veganismo, muchas veces a través del vegetarianismo.

Una vez en el veganismo, de todos modos, no se ha llegado a ningún lugar concreto, ya que siempre hay que aprender, ser humilde y escuchar, intentar hacer lo mejor y aceptar que seguiremos equivocándonos, hasta la muerte.

¿Qué deberíamos pedir a los políticos en materia de protección animal?

Primero que hagan cumplir las leyes que ya están dictadas y disponibles. Solo con eso ya tendríamos un gran paso dado.

El siguiente es por supuesto ampliar el alcance y la profundidad de lo que significan los derechos y la protección animal, mas allá de lo que ahora nos parece obvio y aceptable.

Hasta que se respeten los derechos de TODOS los animales y no se explote, encierre ni asesine a NINGÚN animal en granjas, mataderos, circos, zoos, laboratorios, fiestas populares, etc.

¿Qué podemos esperar?

Que los políticos y la humanidad (los políticos también son humanos, aunque a veces no lo parezca) hagamos nuestra evolución y que la hagamos cuanto antes. Hay políticos muy comprometidos con los derechos de los animales., pero la mayor parte de ellos, no miran ni siquiera por los derechos de la mayoría de los humanos, así que con una falta tan grande de ética generalizada en todos los estratos de la sociedad, políticos, gente del pueblo, hombres y mujeres de negocios, etc., poco podemos esperar. En lugar de esperar debemos empezar a exigirnos a nosotros mismos la máxima consecuencia e implicación en ser el cambio que queremos ver , además de exigir a los responsables (aparentes) del funcionamiento de esta sociedad que de una vez por todas accionen los mecanismos pertinentes para que las injusticias dejen de ser algo “normal” y aceptable.

Si tuvieras un súper poder… ¿Qué deseo quisieras cumplir?

Que todos los seres, mientras exista alguno de ellos, disfruten de la más perfecta felicidad y puedan vivir libres del sufrimiento y de sus causas.