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Ferias animalistas

 

Como las flores, en primavera brotan las ferias animalistas. En los últimos años, de manera vertiginosa, se han ido produciendo cambios muy positivos que hacen coherente el mensaje con las actuaciones de las entidades de defensa de los animales. Si antes se presentaban muchos perros (y a veces gatos) y se les exponía a los escenarios, los aplausos y los gritos indiscriminadamente ahora esto se cuida mucho más. Para un perro, como para cualquier ser humano poco acostumbrado, ser pasto de las miradas multitudinarias y ajenas resulta intimidatorio.

También el contacto físico no deseado repetido y sin medida resulta estresante y agotador. Para un gato el impacto emocional de una experiencia así puede ser devastador. De este modo en menos de un lustro hemos pasado de la sobreexposición a la prudencia y del impulso a la reflexión. A las ferias ya no vamos a buscar animales, ahora podemos hacer compras solidarias, participar en talleres, aprender cosas, conocer la labor de muchas organizaciones nuevas y los proyectos de las veteranas. En definitiva podemos pasarlo bien con y sin compañía dándole a ese tiempo el plus de convertirnos en mejor personas.

En las ferias especulativas se muestran perros de trabajo o cacería encadenados o en jaulas  al acecho un destino compatible con la supervivencia. En contraposición en las ferias proteccionistas cada vez hay menos animales in situ. Que no haya muchos canes sin dueño a la caza y captura de un adoptante al que disparar una mirada tierna o un lametazo es una buena noticia. Las ferias animalistas se pueblan de protectoras cuyo objetivo es conquistar a familias nuevas por medio de actos benéfico-festivos, incorporar entre los adoptantes  al público alérgico al drama, al indeciso y al compulsivo. Rescatar esa porción de gente que teme a las perreras y los refugios por lo que tienen de triste, de avasallador, de lejano y a veces de hostil.

El precio por hacerse accesible es alto para todos, especialmente para los animales en espera, no siempre lo pasan bien. Hay mucho contraste entre la vida aislada, rutinaria, aburrida y gris de una perrera y la sobreexcitación de una fiesta urbana que además exige unas doce horas de alerta desde la llegada hasta el cierre. Hace ya años que en los puestecillos de los mercados animalistas ya no hay gatos aterrorizados en los transportines. No sabemos el nombre de la persona que con buen criterio vetó la presencia de felinos en las ferias animalistas barcelonesas pero la felicitamos. La voluntad de encontrar un buen hogar se daba de bruces con la capacidad de los gatos de soportar el trasiego de individuos, olores, luces, ruidos y demás que los humanos llamamos fiesta.

Los norteamericanos, que saben mucho de ventas, han concluido que la adopción de un nuevo miembro de la familia ha de ser parecida a la experiencia de adquisición de un producto de lujo. Ha de ser confortable, ha de envolver los sentidos, ha de ser agradable y debes poder hablar de ella en términos positivos. Atrás quedó el chantaje emocional de la reja, la pena, la tara y el abandono. Son muy pocas las entidades que se hacen eco de este aspecto triste sin que deje de ser una realidad. En las perreras y en muchos refugios hay barrotes, muros y malla metálica que separan  decenas, a veces centenares de perros entre sí. En muchas perreras y muchos refugios hay redes, jaulas y gateras que separan decenas de gatos entre sí. Pero actualmente es mucho más habitual recibir la flecha del Cupido animalista a partir de las redes sociales, los soportes digitales y los catálogos.

Pocas adopciones y sobretodo pocas adopciones adecuadas provienen de la inmediatez de ver, firmar y llevar un compañero a casa. Como no nos cansaremos de reivindicar en Animalados, un familiar de cuatro patas debe completar nuestro hogar cuando tenemos el consenso de todos, el conocimiento, el tiempo, el dinero y las alternativas suficientes para garantizar su felicidad.

Por si os animáis a visitar algunas de estas ferias, las imprescindibles en Barcelona son Nou Barris, Gracia, la Mercè y Cat market. Aspirantes aventajadas son las de Sant boi, Santa coloma, Sants y Badalona.

 

Artículo de Emma Infante

 

Barcelona, destinación dog friendly

Si quieres que tu perro te acompañe allá donde vayas, Barcelona es una ciudad ideal para viajar con tu fiel amigo. Comer una deliciosa paella frente al mar, dormir en un hotel con encanto en compañía de un perro es posible en Barcelona, que en los últimos años ha ido ampliando la oferta. Desplazarse tampoco es un problema.

Transporte

Llegues en avión, barco o tren podrás coger después el metro con tu perro puesto que desde el otoño de 2014 el ayuntamiento de la ciudad lo permite siempre y cuando no sea en hora punta, viaje con bozal y con una correa no extensible. Del 11 de septiembre al 24 de junio los perros no pueden acceder al metro entre las siete de la mañana y las nueve y media, ni entre las cinco y las siete, mientras que los fines de semana, festivos y en verano -del 24 de junio al 11 de septiembre- no existe limitación horaria. Si prefieres ir en taxi, diferentes empresas como Taxis de Barcelona ofrecen el transporte de animales a precios más que asequibles con una dilatada experiencia.

Dormir

Alojarse en Barcelona con un perro no es complicado. La capital catalana cuenta con numerosos hoteles “dogfriendly” que admiten animales, aunque algunos imponen ciertas condiciones. Uno de los más permisivos es el Hotel Colón, frente a la céntrica catedral del barrio Gótico. Este hotel admite perros sea cual sea su peso y sin cargo adicional. Sus propietarios sólo exigen que el perro no se quede solo nunca en la habitación ni entre en las zonas comunes que y si provoca algún daño el dueño pague los desperfectos.  Estos mismos requisitos piden otros alojamientos como el  Hotel Catalonia Barcelona Golf o el Hotel Suizo. Otros hoteles como los de la cadena Petit Palace o el Hotel Villa Emilia no añaden coste adicional por perro, pero sólo aceptan animales que pesen 15 kilos como máximo. Algunos establecimientos más lujosos fijan tasas adicionales por animal y noche, cargos por limpieza y la firma de documentos de responsabilidad. Es el caso de prestigiosos hoteles como el Hotel W de Barcelona o el Hotel Le Meridien Barcelona. Si prefieres ir a un piso, muchos de los apartamentos turísticos de Airbnb no prohiben la presencia de perros.  

Pasear

Muy cerca de tu alojamiento encontrarás un pipican donde llevar a tu perro. Barcelona dispone de más de un centenar de áreas para perros, aunque algunas de ellas son reducidas y los perros tienen poco margen para correr y jugar. Son espacios vallados con fuente que ha habilitado el Ayuntamiento para los vecinos teniendo en cuenta que uno de cada cinco habitantes de la ciudad tienen perro. El más céntrico es el del Parque de Ciutadella, uno de los más grandes, aunque es recomendable ir por las mañanas porque hacia el mediodía y por las tardes se llena. El Parque de la Barceloneta, frente a la playa, o los Jardines de Sant Pau del Camp, en el Raval, son las otras áreas de perros en el corazón de la ciudad. En el Eixample destacan el Parque Joan Miró por sus dimensiones –equivalente a cuatro manzanas del barrio- , proximidad a la plaza España y por la conocida escultura “Dona i Ocell”, obra del genial artista catalán. En el lado opuesto del Eixample se encuentra el Parque de la Estació del Nord, espacioso y soleado que es una pieza notable de land art que se organiza alrededor de una gran escultura. Cerca de la avenida del Paral·lel, se halla otro de los parques de referencia para los amantes de los perros. Hablamos del Parque de la Espanya Industrial, donde un dragón de hierro, que es un tobogán, un estanque custodiado por Neptuno donde se refleja Venus y prados soleados nos aguardan.

Recientemente, el distrito de Nou Barris estrenó la primera gran área de recreo para perros de Barcelona, una extensión de 700 metros cuadrados específico para el recreo de perros que se ubica dentro del área verde comprendida entre la avenida Meridiana, la Via Favència y la calle de la Cooperació. Más allà de estas áreas de perros, el Parque del Guinardó, es un magnífico lugar para escaparte con tu perro y gozar de una atractiva excursión por sus jardines y fuentes. Es uno de los espacios naturales menos concurridos de la capital catalana y la recompensa que nos espera arriba son las magníficas vistas de la ciudad que tenemos desde este privilegiado mirador.

Playa

Si vienes en verano recuerda que Barcelona ha habilitado una playa para perros. Se trata de la playa del Llevant, la que está ubicada más al norte de la ciudad, donde se destina un espacio que ocupa 1.200 metros cuadrados. Barcelona se suma a la lista de municipios catalanes que destinan una de sus playas para los perros. El aforo de esta playa es limitado y sólo pueden acceder aquellos perros provistos de identificación con microchip. Es la única de la ciudad en la que pueden bañarse los perros en verano. En las otras está prohibido.

Restaurantes que admiten perros

Comer en la capital de Catalunya acompañado de tu perro no es misión imposible. Ni mucho menos. La lista de restaurantes que admiten animales es extensa. En el frente marítimo, puedes gozar de un irresistible arroz en el histórico restaurante de la Barceloneta Can Solé, Un establecimento que empezó en 1903 dando de comer a los pescadores del puerto hasta convertirse en un restaurante emblemático en la ciudad famoso por sus pescados, mariscos y arroces. Otro clásico de la Barceloneta que no tiene vetada la entrada a los perros es el restaurante Salamanca, unos de los que tiene más solera de la ciudad. Tiene el mejor pescado y marisco del Mediterráneo y del Cantábrico y además la carta goza de embutidos y carnes de primera calidad.

En el barrio gótico, en pleno centro, encontramos en la calle Canuda el ATN. Situado en la planta baja del Ateneu Barcelonès, es un acogedor restaurante de ambiente moderno, tranquilo e íntimo cuyas paredes rebosan historia y arte. La cocina combina la tradición gastronómica con la creación de autor en una carta de inspiración catalana y mediterránea elaborada con el mejor producto. Un cuenco de agua fresca aguarda siempre a los perros en la entrada del restaurante Sol i Lluna del barrio de Gracia, que ofrece cocina francesa con platos tan exquisitos como la lasaña de ratatouille o joyas de la cocina vegetariana como las albóndigas de lentejas francesas de Puy.

De tapeo también podrás salir con tu perro. Y no a cualquier sitio. La Tasqueta de Blai del Poble-Sec, uno de los templos de las tapas en la ciudad, ofrece pinchos y cañas a un euro. Un irresistible precio que sumado a la calidad y gran variedad de pinchos (más de 60!) explican porque cada día esté lleno a rebosar. Para beber una cerveza o hacer el vermut, no hay major opción que el Bar Calders, en el barrio Gótico. Sus propietarios atenderán vuestras peticiones y las de vuestros compañeros a los que no les faltará agua y hasta quizás podrán gozar de una golosina. El bar dispone de terraza si tu perro es más de espacios abiertos puesto que el local es pequeño. Justo delante, El Dinàmic de BCN es otro bar ideal para ir acompañado de tu can.

Disfruta de una de las cervezas icónicas de Barcelona en la barra más larga de la ciudad mientras degustas una exhuberante carta de tapas de todo el mundo en la Fábrica Moritz, donde los perros siempre son bienvenidos. La cafetería Ideal del Poblenou, conocida por sus deliciosos pasteles caseros, hace honor a su nombre y es un lugar estupendo para desayunar o merendar en compañía de tu perro. También totalmente satisfactorio, como el nombre del establecimento indica, es el trato que recibirá vuestro perro en el Copasetic, un restaurante y cafeteria del Eixample con cafés i tés ecológicos donde los perros ven saciada su sed con agua fresca y un servicio inmejorable.

Artículo de Xavi Tedó

Los voluntarios de la perrera de Barcelona denuncian que los animales tienen que hacer frente a temperaturas muy bajas por deficiencias en la calefacción

Temperaturas de nueve grados al mediodía y casi bajo cero por la noche. Estas son las extremas condiciones en las que vive el centenar y medio de perros del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona (CAACB). Las instalaciones de la perrera municipal, que está situada en la carretera de Sant Cugat, tienen más de cuarenta años y no están acondicionadas para soportar las bajas temperaturas del Parque Natural de Collserola, donde el frío es intenso en invierno. Las jaulas donde duermen los perros disfrutan de calefacción, pero las deficiencias en la instalación y en su mantenimiento hacen que no caliente y que los perros sufran las inclemencias meteorológicas de esta época del año. Así lo denuncian los voluntarios, que se encargan del paseo de los perros y de la atención lúdica de los gatos de este centro que gestiona el Ayuntamiento de Barcelona, ​​la Diputación y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y que cuida de los animales de compañía perdidos o abandonados en Barcelona hasta que pueden ser adoptados.

Uno de los voluntarios, que prefiere mantener el anonimato, asegura que «los perros conviven con temperaturas de 2 a 4 grados durante la madrugada y estos días que ha hecho tanto frío en las jaulas bordeaban los cero grados». El problema, como explica este voluntario que lleva más de diez años colaborando en el centro, es que «la calefacción va bajo tierra, pero las jaulas son abiertas y el calor se va, es como si ponemos la calefacción y abrimos las ventanas, por mucho que el suelo esté medianamente caliente, el calor se escapa «. Prueba de ello es que los días que hace más frío del agua de los bebederos se congela: «Recuerdo días de subir a las diez de la mañana, que es cuando abren, y tener que romper con una pala el hielo porque el agua estaba helada «. Las reformas que se realizaron hace seis años han resultado, en su opinión, del todo insuficientes: «Se puso más cemento en las jaulas para que el agua de la lluvia no entrara, pero esto ha provocado que los tubos que dan calor queden más hundidos y calienten menos, más allá de las paredes prefabricadas que han instalado que no ayudan a aislar las jaulas». Además, alerta de que «cuando hace tanto frío la mayoría de perros adelgazan porque queman grasa para soportar mejor el frío y los que tienen más años ven agravados sus problemas de artrosis o reuma y el resto se resfrían como los humanos».

Los 150 perros que viven en el centro disponen de mantas, pero no todos tienen abrigos para los días que hace más frío según critican los activistas: «Se compraron la mitad y algunos se han roto y no se han sustituido» afirma el voluntario, que no entiende la «falta de previsión de los responsables de este espacio, que pasan de todo, de hecho, el coordinador, Joan Vallbona, dice que no le gustan los animales». Otra voluntaria, Montse Monjo, anota que «más allá del frío, el principal problema es la humedad porque limpian las jaulas con mangueras y luego no las secan y a los perros que residen en las que no da el sol se les irritan las patas «. Monjo también comparte que la última reforma ha empeorado el tema de la calefacción: «Ahora las jaulas ya no se inundan cuando llueve, pero hay menos calor porque hay más cemento». La animalista también lamenta la falta de abrigos: «Los que son más grandes no tienen porque los iban estrechos y no podían caminar».

Por todo ello, Monjo no esconde estar «desmoralizada». «Hace años que es necesaria una perrera nueva y nos hemos movilizado varias veces, pero pides jaulas grandes y te ponen treinta de pequeñas, con los trabajadores que hay podrían tener el centro en mejores condiciones, nunca había habido tantos operarios como ahora, pero antes con menos, los perros estaban mejor cuidados «señala Monjo, que a modo de ejemplo critica que» cuidan de las perras que han tenido cachorros porque insistimos nosotros». Este equipamiento tiene los días contados porque se prevé que en mayo del 2019 ya esté en funcionamiento la nueva perrera. El proyecto, que ya está en concurso, estipula que el nuevo centro se ubicará en el término municipal de Montcada y Reixac, junto a la carretera municipal y el cementerio de Collserola y se podrá acceder en autobús desde la plaza Eivissa del barrio de Horta. Una perrera que será mancomunada entre estas dos localidades. Las entidades animalistas denuncian que la nueva perrera ha sido el futuro abstracto que ha tapado un aquí y ahora dramático, que esconde la crudeza del día a día que sufren los animales desde 2006, cuando aún estaba permitido el sacrificio, aunque tres años antes ya se dejó de hacer.

Desde el ayuntamiento se niega que no quieran gastar dinero en un equipamiento que se va a cerrar y aseguran que las reformas son constantes. «Cuando viene el frío se vierten todos los esfuerzos tanto en la perrera como el zoo para que los animales estén bien» señalan fuentes municipales. En este sentido, dejan claro que con el frío se adoptan medidas ordinarias como el funcionamiento continuado durante todo el día de la caldera de pellet que alimenta el suelo radiante en la zona de dormitorio de los alojamientos de perros . También que todos disponen de caseta y tapa, salvo aquellos que por prescripción veterinaria no pueden tenerla por que se la comen y podría suponer un problema grave de salud (máximo 10). Asimismo, las mismas fuentes apuntan que la manta se cambia entre 1 a 3 veces por día a cada perro, que se ha realizado un pedido extraordinaria de 200 mantas adicionales al stock ordinario y que se ha activado el servicio de limpieza de lavandería externa para poder mantener suficientes mantas en stock. También desmienten los problemas de humedad subrayando que se aplica un protocolo especial de secado después de la limpieza profunda diaria de la mañana en los alojamientos donde hay perros con problemas de dermatitis plantar y que se ha puesto en marcha un nuevo espacio cubierto por alojar los perros que lo requieran por prescripción veterinaria. Los gatos también disponen de aparatos radiadores y de iglús, casetas y mantas.

Ante las olas de frío, desde el Ayuntamiento se asegura que se adoptan medidas extraordinarias como que todos los animales vayan equipados con abrigo salvo aquellos que no lo toleran y que los más frágiles son trasladados al edificio para pasar la noche, adaptando todos los espacios posibles como el vestíbulo de entrada, las oficinas, los vestuarios de los trabajadores, el despacho de dirección, la sala polivalente y el office. De hecho, las mismas fuentes revelan que los animales más vulnerables, tanto cachorros como los más mayores, pasan la noche en casa de algunos trabajadores los días de frío severo. En cuanto a la controvertida limpieza de las jaulas, se modifican los protocolos de limpieza implementando uno de secado del suelo: retirada de agua con utensilio labio, mopa y máquina secadora. A partir de las doce del mediodía sólo se usa la manguera en casos de extrema necesidad, el resto del día se trabajado en seco y con elementos de secado. Para hacerlo posible, las mismas fuentes afirman que se ha tenido que incrementar el servicio de cuidadores con otras dos personas.

Espai Gos critica la resolución de la Síndica de Greuges de Barcelona de limitar el horario de las zonas de recreo para perros

La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, anunciava este miércoles que propondrá al Ayuntamiento establecer una limitación horaria de las zonas de recreo de perros. El motivo, garantizar el descanso vecinal porque hay ciudadanos que hacen uso de estas instal·laciones bien entrada la noche, cuando la mayoría del vecindario ya duerme o està a punto de hacerlo. Aunque la síndica reconoce que es responsabilidad de la persona propietaria del animal evitar comportamientos incívicos que puedan molestar el resto de la ciudadanía, cree que con el fin de garantizar la convivencia, el consistorio debe regular mejor el régimen de uso de estos espacios. Vilà ha incluido esta recomendación en una resolución después de supervisar una queja vecinal que hace referencia a la zona de recreo situada en la confluencia de la calle Nàpols con la Gran Via de les Corts Catalanes.

En la queja se expone, y así lo ha verificado el equipo técnico de la Sindicatura, que en esta zona a menudo hay perros ladrando entre las seis de la mañana y las dos de la madrugada, y que es habitual que un grupo de jóvenes se reúna allí con los animales a partir de las once de la noche, ocasionando un gran ruido que impide descansar adecuadamente a los habitantes de los edificios colindantes. En la resolución, la síndica da la razón al vecindario y dice que es responsabilidad de las personas poseedoras de un animal mantenerlo de acuerdo con las normas de la buena convivencia, evitando comportamientos incívicos que puedan molestar el resto de la ciudadanía. Sin embargo, Vilà apuesta porque el Ayuntamiento regule mediante un decreto de alcaldia el régimen de uso de estos espacios estableciendo una limitación horaria.

En estos momentos, la síndica tiene abierto otro expediente por el mismo motivo en la avenida Mistral, a la altura del número 61. El vecindario se queja de inoperancia municipal  ante la masiva presencia de perros desde las once de la noche hasta la madrugada. Las asociaciones aninalistas consideran que es tratan de hechos aislados que no pueden comportar restricciones globales. En este sentido, Àngela Coll, portavoz de la Plataforma Espai Gos Barcelona, que valora “muy negativamente” la resolución, afirma que “no se puede limitar el derecho de todos por unos cuantos, hacer una ley general por quince denuncias es rídículo, es como si un bar hiciera ruido y se castigara a todos los bares”.  Y es que a lo largo de 2016, la Síndica ha recibido solo una quincena de quejas, pero muchas de ellas están relacionadas con otro tipo de infracciones como llevar perros potencialmente peligrosos libres y sin bozal , especialmente en la plaza Joan Coromines.

Coll recuerda que “hay gente que por horarios laborales solo puede llevarlos de madrugada y tienen que disponer de un espacio donde llevar sus animales”. La activista anota que “lo que molesta es el ruido, no la presencia de perros por sí misma, no es justo que el incivismo de unos pocos acabe repercutiendo en todos los propietarios de perros”.  Más allà de las actitudes incívicas que puedan tener una minoría, Coll opina que el problema de las zonas de recreo es a menudo su ubicación: “Los pipicanes no pueden estar al lado de bloques de pisos como pasa con el de Nàpols con Gran Via, no es el espacio adecuado, pero el problema es que muchos de la ciudad se encuentran  en medio de grandes edificios”.  La Plataforma Espai Gos presentarà una queja formal a la Síndica y reclamará al Ayuntamiento que no acepte la solución propuesta porque penaliza a todos los propietarios de perros.  

 

El Ayuntamiento de Barcelona aprueba cerrar el delfinario de Barcelona

Adiós al delfinario de Barcelona. Según ha podido saber Animalados, el Ayuntamiento cerrará de manera definitiva el delfinario del zoo de la ciudad. El pacto ha sido suscrito por el gobierno municipal que configuran Barcelona En Comú y el PSC y cuenta con el respaldo de ERC y la CUP. Estas dos últimas formaciones de izquierdas han tenido un papel más que relevante en la decisión adoptada. El gobierno municipal tenía tres opciones: construir piscinas nuevas que se adecuaran a la normativa, ceder los delfines a algún delfinario europeo o transferirlos a un santuario para cetáceos y todo indica que se ha decantado por esta última opción sin hacerlo explícito claramente pues está en vías de análisis y decisión. Después de ganar las elecciones, la alcaldesa Ada Colau ordenó suspender la ampliación de las instalaciones que había previsto el anterior ejecutivo, que hubiera costado 15 millones de euros, y creó una comisión de trabajo para un Nuevo Modelo de Zoo para estudiar el futuro del delfinario y del Zoo situado en la Ciudadela. Parece claro que la clausura del delfinario era la opción más razonable y ha apostado desde un primer momento por buscar un lugar con todas las garantías donde puedan los cetáceos terminar sus vidas lejos de las precarias piscinas de hormigón.

Los cuatro delfines adultos que hay actualmente en el zoo, Anak, Azul, Tumay y Nuik serán trasladados a un Santuario. Lipsi, en Grecia, aparece como el más destacado de los posibles emplazamientos. Asimismo, los dos ejemplares jóvenes, Kuni y Leia, que se trasladaron hace unos meses al Oceanográfico de Valencia tras cerrar un acuerdo con esta institución volverán a Barcelona para ser trasladados posteriormente al Santuario elegido. Los estudios científicos han puesto de manifiesto que los simios y los cetáceos son los animales más inteligentes y sensibles después del hombre y estas características los convierten en los animales que más sufren en cautividad. «Los delfines necesitan nadar grandes distancias, relacionarse con el entorno, socializarse con su grupo original… y aquí sólo tienen agua y cemento», lamenta Míriam Martínez, veterinaria y miembro de la Fundación FAADA. La normativa europea ha acelerado el cierre del delfinario. Y es que la Asociación Europea de Mamíferos Marinos (EAMM) fija las condiciones mínimas que deben cumplir los delfinarios para obtener su reconocimiento y el de Barcelona no las supera por sus reducidas dimensiones. El plazo para conseguir el beneplácito de dicha asociación termina en septiembre de 2020, pero el Ayuntamiento ha decidido no ampliar las instalaciones que tenían un elevado coste por el impacto ambiental y cerrar el delfinario por el estrés que provocaba a los delfines y a otros animales del zoo. En contraposición a los diez millones de euros necesarios para reconstruir el delfinario, el traslado de los delfines a un santuario tendría un coste considerablemente inferior, de aproximadamente dos millones de euros, según los expertos.

La clausura del delfinario forma parte de la nueva orientación que quiere dar el ejecutivo al parque zoológico y que consiste en renunciar a la exhibición de algunas especies y potenciar el ámbito pedagógico, de conservación de especies locales y foráneas amenazadas. Las entidades animalistas como la veterana DEPANA con Marta Gumà al frente han presionado desde hace años a la administración para que cerrara el delfinario. La Fundación FAADA, por ejemplo, ha recogido firmas en internet para pedir el cierre del delfinario de Barcelona. También se ha movido la sociedad civil. Prueba de ello es la constitución de la plataforma estudiantil Freedolph, que en tan solo unas semanas consiguió miles de firmas para reclamar la clausura del delfinario por las graves secuelas físicas y psicológicas que padecen estos cetáceos al estar en cautiverio.