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Denuncian a una persona en el Montsià por instalar 22 trampas prohibidas para capturar pájaros

Los Agentes Rurales encontraron en una propiedad privada del Montsià 6 pájaros muertos, 5 de ellos de especies protegidas.

Durante la inspección de una quema de restos vegetales no apagada en una finca particular de la comarca del Montsià, los Agentes Rurales han localizado un pájaro curruca capirotada que fue capturado por una trampa tipo cepa que se encontraba camuflada. Esta trampa a nivel local se conoce como “ratonera”.

Este hecho llevó a los Agentes Rurales a inspeccionar toda la finca privada del Montsià, localizando finalmente 22 cepas instaladas y un total de 6 pájaros muertos (1 curruca capirotada, 3 verderones, 1 zorzal común y 1 petirrojo).

Todas las aves encontradas, a excepción del zorzal, pertenecen a especies de fauna salvaje autóctona protegidas en Cataluña. Además, tanto el petirrojo como la curruca capirotada están incluidas en el Listado estatal de especies silvestres en régimen de protección especial, como especies merecedoras de una atención y protección particular por su valor científico, ecológico y cultural.

El zorzal, en cambio, es una especie cinegética y su caza se encontraba dentro de período habilitado. Ahora bien, es ilegal el método para su captura dado que la cepa es un sistema totalmente prohibido. El zorzal únicamente puede ser abatido con arma de fuego bajo las normas específicas de la ley y el reglamento de caza en vigor.

Las trampas tipo cepa son trampas ilegales para matar aves que los furtivos utilizan en períodos de frío, cuando escasea la comida al alcance. La trampa se coloca parcialmente enterrada, generalmente en campos de olivos, con algún tipo de cebo. En el momento en que se acercan los pájaros al cebo, se activa el mecanismo que cierra la trampa y produce la muerte.

Las ratoneras son un sistema no selectivo que captura cualquier especie de pájaro, incluidas las protegidas, sin que tengan ninguna posibilidad de escapatoria. Por este motivo, son trampas expresamente prohibidas tanto por la legislación autonómica como por la estatal. Su uso está recogido como delito en el artículo 336 del Código Penal, independientemente de la especie abatida.

Recordemos que el Código Penal recoge como delito la caza de especies protegidas de fauna silvestre (art. 334). Además, determina pena de prisión de 6 meses a 2 años, o multa de 8 a 24 meses y, en todo caso, inhabilitación por cazar de 2 a 4 años.

El Código Penal también reconoce como delito el uso para la caza de instrumentos o artes de eficacia destructiva o no selectiva por la fauna (art. 336). En este caso la pena de prisión será de 4 meses a 2 años, o multa de 8 a 24 meses y, en todo caso, inhabilitación por cazar de 1 a 3 años.

Confirman la presencia de un lobo en el Paraje Natural de la Albera

Actualmente en Cataluña tan sólo hay cuatro lobos detectados e identificados, todos ellos machos.

El pasado miércoles 21 de septiembre, un trabajador del Paraje Natural de la Albera, situado en el Alt Empordà, detectó una cabra muerta en un lugar bastante lejos del rebaño con signos de haber sido depredada. Se informó al Cuerpo de Agentes Rurales y a la propietaria del rebaño, quien activó el protocolo de comprobación de daños en la ganadería causados por fauna salvaje.

La dirección del Paraje Natural de la Albera, del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, y el cuerpo de Agents Rurals decidieron instalar una trampa fotográfica en la zona para poder captar imágenes de la fauna presente en el sector. Al día siguiente de la instalación se revisó la cámara y se pudo constatar la presencia de un lobo en la zona.

Imagen que confirma la presencia del lobo/ Generalitat de Catalunya

En Cataluña no existe una población establecida de lobos, aunque hay presencia de individuos aislados, que son animales que provienen de la dispersión natural de la población de lobos presente en Francia, por tanto todos ellos de origen italoalpino. Actualmente existen cuatro ejemplares de lobo diferentes identificados genéticamente en Cataluña, todos ellos machos; no se ha detectado ninguna hembra y, por tanto, ninguna evidencia de reproducción.

Por la zona geográfica donde se ha detectado este lobo, es muy posible que se trate de un nuevo individuo; habrá que confirmar esta hipótesis, en primer lugar, si persiste su presencia en el sector y, en segundo lugar, a partir del momento en que se pueda recoger y analizar positivamente alguna muestra biológica suya y, de este modo, pase a estar identificado individualmente.

Un seguimiento a través de cámaras fotográficas

Durante los próximos días, el Cuerpo de Agentes Rurales iniciará un seguimiento específico en la zona donde se halló el lobo. Este seguimiento se realizará a través de cámaras fotográficas y mediante la realización de itinerarios para la búsqueda de indicios y el hallazgo de posibles muestras biológicas del animal (pelos, heces, orina, etc.), que permitan su análisis genético y, consecuentemente, la identificación.

El objetivo de este seguimiento es confirmar si la presencia de este lobo en la zona es ocasional, sólo de paso, o si el animal está más asentado o fijado. y en este último caso, definir con la mayor exactitud posible el área geográfica que ocupa.

Recordemos que la gestión del lobo en el territorio, la ejecuta la Dirección General de Políticas Ambientales y Medio Natural del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, mientras que el Cuerpo de Agentes Rurales, del Departamento de Interior, lleva a cabo y coordina las acciones de seguimiento sobre el terreno.

Matan a tiros a 34 gamos desde un vehículo en el Pallars Sobirà

Treinta y cuatro gamos perdieron su vida entre la madrugada del 25 y del 26 de febrero entre los municipios de Esterri d’Àneu y Llavorsí, en la comarca del Pallars Sobirà.

Según han informado los agentes rurales, los animales fueron víctimas de un tiroteo que se produjo desde un coche a un lado y al otro de la carretera. Antes de los disparos, los responsables de los hechos podrían haber deslumbrado a los gamos con un foco desde el interior del vehículo.

Xavier Farré, mayor de Fauna de los agentes rurales, en declaraciones para TV3 ha explicado que se trata de un «episodio macabro» donde «no se han respetado las normas de caza, ni las zonas de seguridad. Se ha disparado desde vías de comunicación, se ha disparado desde la proximidad de núcleos urbanos y casas aisladas. Esto conlleva un peligro muy grave de cara a cualquier persona».

Tras las primeras investigaciones, todo hace indicar que la muerte de los gamos corresponde a un acto vandálico. Los Agentes Rurales han explicado que, si se tratara de un episodio de caza, los responsables de los hechos se hubieran llevado la carne del animal, o alguna parte del cuerpo como trofeo. Por lo tanto, todo apunta a que se trata de una gamberrada de ocio nocturno.

El caso ha sido llevado a los juzgados de Tremp, donde ya se han abierto diligencias para encontrar el culpable o los culpables de los hechos, los cuales podrían enfrentarse a duras sanciones económicas e incluso a penas de prisión.

Los agentes rurales piden la colaboración ciudadana para encontrar a las personas que mataron a los treinta y cuatro gamos de manera completamente salvaje e indiscriminada. Para cualquier información o incidencia el número de contacto es el 112.

Los guardianes de la naturaleza

 

«¿Qué sabemos, de la vida en la tierra? ¿Cuántas especies conocemos, una décima parte, quizás una centésima? ¿Qué sabemos, de los vínculos que las unen? La Tierra es un milagro. La vida sigue siendo un misterio.» Yann Arthus Bertrand (cita extraída del libro de Jordi Pigem Inteligencia Vital)

 

Artículo de Sílvia Esteve

En su décimo aniversario, hoy queremos reivindicar este precioso manga de Jiro Taniguchi, La Montaña Mágica (2007). El autor de El almanaque de mi padre, Los guardianes del Louvre y Barrio Lejano, entreo otros, es, sin duda alguna, uno de los grandes artistas de nuestro tiempo. Sus obras intimistas nos situan normalmente en los escenarios del pasado del autor. Reflexionan sobre el paso del tiempo, los lazos familiares, el hogar, la infancia… Pivotan sobre la nostalgia, una palabra que justamente no existe en japonés en su acepción de recuerdo triste, de hecho ellos utilizan el término inglés nostalgic. La nostalgia puramente japonesa es una nostalgia feliz («natsukashii»), como la que encontraremos en La Montaña Mágica.

Un sencillo argumento sostendrá una intensa historia de amor y lucha, un viaje iniciático de dos hermanos, el viaje de la infancia a la adolescencia, guiados por la naturaleza y los espíritus de la montaña. Kenichi y Sakiko son nuestros protagonistas: huérfanos de padre que ven cómo ahora cae enferma también su madre. Su aventura empezará cuando al finalizar las clases en verano, Kenichi, en una de sus excursiones al museo del pueblo descubra una salamandra gigante cautiva en un acuario. La salamandra le pedirá a Kenichi que la libere, pues los humanos la capturaron hace muchos años y si no regresa con su madre, la diosa de la montaña, muchas desgracias ocurrirán. Estupefacto ante la comunicación con el anfibio, Kenichi aceptará la proposición: en muestra de agradecimiento, la salamandra le promete que ayudará a sanar a su madre si la lleva hasta su hogar.

Kenichi y su hermana llevarán a la gran salamandra a la cueva secreta de la montaña y la devolverán a su hogar. La gran diosa de la montaña, hokora-sama, devolverá la salud a la madre de los niños y permitirá el reencuentro con el espíritu de su padre. La montaña recobrará toda su fuerza y vigor, perdidos durante la ausencia de la pequeña salamandra, así como lo harán los niños con la vuelta de su madre.

Historia sencilla, mensaje inmenso. Este pequeño cuento nos transmite un mensaje muy potente: no somos los dueños de la tierra y no conocemos todos sus misterios. Somos un habitante más. No podemos saquear la naturaleza, capturar sus animales, talar sus árboles, envenenar sus ríos. No nos pertenece. Nosotros pertenecemos a ella. Sólo si encontramos el equilibrio, si sabemos el lugar que nos corresponde lograremos vivir en comunión con ella.

Conectados, lo vivo y lo muerto, el espíritu y la materia. Interconectadas las especies. Fluyendo eternamente como el río interno de la montaña. Unidos por el gran sentimiento del amor. Kenichi y Sakiko superarán sus miedos y prejuicios, confiarán en la voz de la salamandra. Poseedores todavía de la magia de la infancia podrán comunicarse con los animales, sentir las vibraciones de la montaña y ser uno con ella.

Taniguchi retrocede en el tiempo para reencontrarse no sólo con los recuerdos de su infancia, sino con las posibilidades que esta le brindaba. Nostálgico de esa relación de tú a tú, con ella, la montaña. Con su cómplice, la naturaleza.

Vuelve de adulto, a su tierra, a su pueblo. Y si bien ahora ya no puede comunicarse como lo hacía antes, sí sabe cuál es el lugar que le pertoca al hombre. El de guardián y garante de la protección de su montaña, de su entorno, de su planeta. Aquella naturaleza madre, que salvó a la suya.

Con el artículo de hoy pretendo rendir homenaje a todos los que la protegen y luchan por ella. Incluso dando su vida. Hombres y mujeres valientes, que se enfrentan con poquísimos medios a pirómanos, cazadores, maltratadores… que educan y conciencian. Personas que conocen nuestras montañas y sus secretos, su frío y su calor, sus ríos y sus árboles, sus animales. A todos ellos gracias por seguir hablando con la naturaleza y protegiéndola de «los malos».