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“Organizar excursiones a un delfinario es una experiencia profundamente antieducativa”

Un maestro valenciano se ha rebelado y ha lanzado un vídeo con el que pretende poner fin a las excursiones escolares a delfinarios.

Tristemente, zoológicos, acuarios y otros centros donde se explota comercialmente a animales siguen siendo destinos estrella de los colegios a la hora de organizar excursiones. A pesar de que la ley establece que el sistema educativo debe orientarse a la adquisición de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos y los derechos de los animales, los centros que explotan animales en espectáculos siguen acogiendo cada año a miles de escolares.

Movido por sus deseos de luchar contra este status quo injusto, el maestro valenciano Jaime Mora, apoyado por las ONGs World Animal Protection, Océanos de Vida Libre, FAADA, y acompañado también por la activista e influencer Jenny Rodríguez, ha lanzado un vídeo con el que pretende poner fin a las excursiones escolares a delfinarios.

“Organizar excursiones a un delfinario es una experiencia profundamente antieducativa”

“En el desempeño de mi profesión me he encontrado muchas veces con el desconocimiento por parte de la comunidad educativa de la realidad que hay detrás de un espectáculo de delfines. Lo que se pretende con este vídeo, con la ayuda de expertos y científicos, es poder demostrar que organizar excursiones a un delfinario es una experiencia profundamente antieducativa”, explica Jaime Mora.

“Creo firmemente que las excursiones son una oportunidad única para que los niños conquisten aprendizajes imposibles de alcanzar con un libro o un ordenador. En este sentido, frente a los espectáculos de animales, las excusiones al entorno natural constituyen el método educativo más adecuado que una escuela puede ofrecer”, añade.

“Un delfinario es una cárcel de por vida para los delfines”

“Desde un punto de vista científico, en la actualidad, los delfinarios no se pueden justificar. Los cetáceos en cautividad sufren”, explican los expertos en el vídeo. “Los delfines necesitan de grandes espacios para desempeñar sus necesidades básicas, un delfinario es una cárcel de por vida”. “Son animales muy sociables e inteligentes, cuyas necesidades los hacen inadaptables al cautiverio”, añaden.

“Los delfinarios ofrecen una actividad de ocio arcaica que contribuye a perpetuar la idea de que los animales están para nuestro uso y entretenimiento, que su bienestar es secundario y que lo que importa es que están ahí para nosotros, para que los utilicemos”, comenta Jenny Rodríguez, activista pro bienestar animal e influencer conocida como @soyvegana_Jenny en redes sociales.

“Los delfines sufren encerrados en pequeñas piscinas, obligados a actuar en espectáculos diarios”

Por ejemplo, en 2023, 128 000 escolares visitaron el Oceanogràfic de Valencia, lo que supone cerca de un 7% del total de visitas que recibió el acuario, según datos publicados por el acuario.

“Los delfinarios utilizan argumentos engañosos al presentar los espectáculos como una actividad educativa. Pero la realidad es que los delfines sufren encerrados en pequeñas piscinas, obligados a actuar en espectáculos diarios. Es imposible enseñar a amar y a respetar a los animales al mismo tiempo que se les explota”, añade Oreto Briz, responsable de comunicación de World Animal Protection.

Aquí puedes ver el vídeo STOP Excursiones escolares a delfinarios:

¿Cuáles son los animales más inteligentes del mundo?

Memoria de elefante o inteligencia del mono son algunas de las expresiones más habituales a la hora de hablar de los animales y de su cerebro o mente. Son sólo algunos ejemplos porque la lista es bastante larga. De hecho, todos los animales, en cierto modo, pueden definirse como inteligentes, puesto que tienen una gran capacidad cognitiva. Pero… ¿cuáles son los más inteligentes? Hacemos un listado y repaso por los principales.

El perro es uno de los animales que figura en primera posición por su inteligencia adaptativa. Este animal de compañía tiene una gran capacidad de adaptación a diferentes situaciones y escenarios, aprendiendo experiencias previas. Además destaca por su capacidad comunicativa bidireccional con el ser humano, tanto para comprender lo que se le dice, como para hacerse entender por parte de las personas.

Dentro de lo que son animales usuales en casa, está otro animal que tiene una gran inteligencia: el gato. Estos felinos se diferencian del resto por su gran capacidad de observación, imitación y aprendizaje, además de por su gran memoria.

Los elefantes no pueden faltar en ese ranking. Estos animales presentan la característica de tener el cerebro más grande del mundo animal, desarrollando instintos similares a la empatía y el compañerismo. Los elefantes son capaces de aprender de sí mismos para mejorar, por ejemplo su propia salud, puesto que conocen y recuerdan el efecto de comer determinadas hierbas y sus efectos o no beneficiosos sobre el organismo.

Otro de los animales son los delfines. En este caso, destaca su sistema comunicativo que además es bastante complejo porque se produce por la modulación de sonidos. Además tienen muy desarrollada la parte de relaciones interfamiliares. Unas capacidades que previsiblemente se han visto favorecidas por el tamaño de su cerebro.

Y, por último, estaría la hormiga. Este animal llama la atención por su gran capacidad de organización y de establecer jerarquías, además del sacrificio que siempre hacen en pro del bien común. Un animal sorprendente para un tamaño tan pequeño que, gracias a estas habilidades, ha aumentado su capacidad de supervivencia. No hay que olvidar que viven en el suelo y están al alcance de cualquier otra especie animal.

Fuente: AMIC/animalmascota.com

«Los delfines seguirán dentro de unas piscinas y esto nunca es una buena noticia»

Se cumple una semana desde que los tres últimos delfines del Zoo de Barcelona fueron trasladados al delfinario Attica Zoological Park de Atenas. Esta noticia, que se anunció como una victoria en bienestar animal desde el Ayuntamiento y que confirmaba a Barcelona como una ciudad libre de cetáceos en cautiverio, recibió muchas críticas en las redes sociales, ya que al parecer los animales serán utilizados para hacer espectáculos en su nuevo destino.

Desde Animalados hemos hablado sobre este tema y sobre el estado actual de los animales marinos en Cataluña con Laura Almarcha, miembro de la Asociación Cetacea. Laura es experta en cetáceos y hace muchos años que lucha para que los delfinarios sean una lacra del pasado. Es una amante de todos los animales, pero su obsesión es la protección del medio natural de los cetáceos.

¿Qué valoración hacéis desde la Asociación Cetacea del traslado de los tres últimos delfines del Zoo de Barcelona a un nuevo delfinario en Atenas?

En primer lugar, hay que recordar que Barcelona aún es propietaria, aunque suene horrible, de dos delfines que fueron trasladados hace unos años en el Oceanográfico de Valencia, y que allí se permite la reproducción de estos animales y también los espectáculos.

Respecto a los tres últimos delfines del Zoo de Barcelona, ​​es una buena noticia el hecho de que haya en el mundo un delfinario menos. España es el país de Europa con más delfinarios, y esto está muy lejos de ser un buen dato para este país.

Por otra parte, el hecho de que se haya cambiado de prisión, no es una buena noticia. Seguramente estarán en una ubicación mejor de la que estaban hasta ahora, pero los delfines seguirán dentro de unas piscinas y esto nunca es una buena noticia. Aunque desconocemos las instalaciones del delfinario de Atenas, sabemos que el Attica Zoological Park ha estado años operando sin licencia, y que hacen espectáculos, aunque están prohibidos en el país.

¿Cuál habría sido el destino ideal para los tres delfines del Zoo de Barcelona? ¿Existen refugios para delfines procedentes de delfinarios?

El destino ideal no existe, lo ideal es que no se hubieran capturado nunca delfines mulares en el Caribe, que estos delfines que quedan vivos no hubieran nacido en cautiverio, y que se detuviera la reproducción de animales en cautividad sin un objetivo de poder liberarlos en su hábitat. Pero ya que el mal está hecho, lo ideal sería intentar darles una mejor vida en un refugio.

Actualmente no existen refugios para delfines, pero en Islandia sí hay un refugio para belugas, y allí han ido a parar dos belugas cautivas procedentes de China. Se están construyendo dos refugios para delfines cautivos, uno en Baltimore y otro en Lipsi.

Las belugas ya disponen de un refugio en Islandia

¿Existe la posibilidad de devolver al mar a un delfín nacido o criado en un delfinario? ¿Pueden los delfines adaptarse a un cambio tan radical en sus vidas?

Los delfines son mamíferos con una memoria a largo plazo, demostrada con estudios, de al menos 20 años. Si los delfines hubieran nacido en libertad y se hubieran capturado, todavía podrían tener alguna posibilidad de sobrevivir en mar abierto. Pero los que han nacido en cautividad no han aprendido a elaborar estrategias de caza ni a capturar las presas. Incluso se ha intentado dar pescado vivo y, lamentablemente, no lo reconocen como comida, al menos al inicio de las pruebas. Tampoco han aprendido a defenderse de posibles depredadores y tienen una dependencia de los humanos que hace que sea inviable dejarlos completamente libres.

Barcelona ya es libre de cetáceos en cautiverio. ¿Cuál es el próximo reto de Cataluña para mejorar el bienestar de los cetáceos? ¿En qué estado se encuentran los animales marinos del litoral catalán?

Indiscutiblemente, el próximo reto para Cataluña es que el Parlamento prohíba los delfinarios en toda Cataluña. Aún quedan dos lamentables delfinarios, el de Palafolls (Marineland Cataluña), que también tiene leones marinos y focas; y en Vilaseca (Aquopolis) que ya fue denunciado por las inadecuadas instalaciones donde tenían los delfines. Ambos hacen espectáculos con delfines, y, como cualquier delfinario, no cumplen los objetivos que se exige por ley de conservar, educar e investigar.

La conservación no es real cuando asumimos que estos delfines, aunque se reproduzcan muchas veces gracias a inseminaciones, no podrán ser liberados en su hábitat para repoblar la especie. Por otra parte, educar no creemos que sea enseñar a los niños que está bien tener animales salvajes encerrados en piscinas, sin poder desarrollarse física y emocionalmente de manera correcta. Por último, los estudios que se pueden hacer en un delfinario en muchos casos no pueden extrapolarse a la especie in situ, ya que no partimos de los mismos parámetros que con un delfín que vive en libertad.

Los animales marinos, en el Mediterráneo, se encuentran en muchos casos en situación de preocupación o en un estado vulnerable. Hay muchas causas antropogénicas que hacen que cetáceos, aves, corales, peces y tortugas, además de las plantas, estén en una situación preocupante. Las diferentes artes de pesca como redes a la deriva, pesca de arrastre, palangres y también la sobrepesca está dejando sin comer a los diferentes habitantes del mar. La contaminación acústica, química, los desechos que encontramos en el mar … todos estos elementos son la causa de muchas muertes, miles de mamíferos marinos y millones de aves cada año.

La protección del medio natural del cetáceos, un gran reto

¿En qué proyectos está trabajando actualmente la Asociación Cetacea?

Nosotros somos una entidad formada por voluntarios, y nadie recibe retribución económica. Realmente lo que hacemos son proyectos de investigación.

Nuestro principal proyecto y el que lleva más años, concretamente desde 2014, es el Proyecto de Foto-identificación de delfines y ballenas en el litoral catalán. El objetivo es elaborar un censo en la zona del Garraf, entre Castelldefels y Segur de Calafell, para estudiar la distribución de cada especie y el comportamiento de cada grupo.

También tenemos el Proyecto Amigos del Mar, que es de ciencia ciudadana y lo llevamos a cabo en todo el litoral catalán. Va ligado, de hecho, con el primer proyecto, el de Foto-ID. Otro proyecto, Ojos en el Mar, intenta hacer avistamientos desde tierra. Y el último proyecto es de aves, lo que hacemos es que en las salidas para llevar a cabo el proyecto de Foto-ID, vamos anotando las aves que encontramos durante el día: la hora, la ubicación y el número de animales .

Aparte, hacemos charlas informativas de nuestros proyectos, informamos de los cetáceos que podemos encontrar en nuestras costas, tratamos la normativa que regula el acercamiento con embarcaciones en cetáceos y también llevamos a cabo alguna actividad para escuelas o grupos con el objetivo de inculcar el amor por los animales marinos y para explicar los problemas antropogénicos que creamos a los diferentes hábitats marinos. Porque si los conocemos, llegamos a amarlos, y si los queremos, queremos protegerlos.

Los tres últimos delfines de Barcelona se han trasladado a Atenas

El traslado de los tres delfines cumple un mandato del plenario del Ayuntamiento de Barcelona que ratificó en 2018 que la ciudad quedara libre de cetáceos en cautiverio.

Los tres delfines que quedaban en el Zoo de Barcelona, ​​el Nuik, el Tumay y el Blau se han trasladado al Attica Zoological Park de Atenas, el que será su nuevo hogar. El traslado se ha realizado en un avión de carga especial preparado y acondicionado para la ocasión, siguiendo las máximas garantías de seguridad y bienestar animal. De esta manera, se cumple el mandato del plenario del Ayuntamiento de Barcelona que garantiza a los delfines unas mejores instalaciones donde podrán mantener sus condiciones y su bienestar.

El vuelo ha tenido lugar el 19 de julio, después de un aplazamiento causado por coronavirus. Durante el traslado, los delfines han sido acompañados en todo momento por el equipo de cuidadores y cuidadoras del Zoo de Barcelona. Una vez llegados al destino, los animales han sido alojados en unas piscinas de aclimatación donde descansarán hasta la unión con el resto de delfines. En los próximos días, los especialistas del Attica Zoological Park, conjuntamente con los del Zoo, trabajarán juntos para adaptar a los animales a su nuevo hogar y determinar cómo será la unión con sus futuros compañeros de grupo.

La decisión del traslado tuvo lugar en 2016, cuando ante las conclusiones de un grupo de expertos sobre el futuro del Zoo se tomó el acuerdo político según el cual no se ampliaría ni se construiría un nuevo delfinario del Zoo de Barcelona , y se buscaría un nuevo destino para los delfines que vivían. Ese mismo año, dos de los delfines, Leia y  Kuni, fueron trasladados al Oceanográfico de Valencia, donde se han adaptado perfectamente y están integrados con el grupo.

El 27 de abril de 2018, del Ayuntamiento de Barcelona ratificó, definitivamente, que la ciudad quedara libre de cetáceos en cautiverio. Ante esta decisión, el Zoo de Barcelona contactó con la EAZA (Asociación Europea de Zoos y Acuarios), para buscar un destino que garantizara unas buenas instalaciones para el manejo del grupo y, sobre todo, el máximo bienestar de los animales. Ha sido una tarea difícil y ha sido necesario descartar algunas opciones que no cumplían todas las garantías, hasta que finalmente se han podido trasladar a Atenas.

El Nuik, el Tumay y el Blau son los tres últimos delfines que han vivido en Barcelona. El Blau, de 21 años, era el macho más grande y el dominante del grupo, con un carácter conciliador y paciente. El Tumay, con 17 años, es su hermano, y tiene un carácter más inquieto, mostrando curiosidad ante las nuevas situaciones. Por último, el Nuik era el benjamín del grupo, con 7 años, hijo del Blau y el Anak, que era la matriarca del grupo.

Las instalaciones del Zoo de Barcelona donde vivían los delfines, el Aquarama, en un futuro alojará una reserva de manejo, un espacio de estancia provisional para el cuidado de diferentes animales del Zoo. En cuanto al Delfinario se conservará la parte inferior, el vaso enterrado, que servirá de depósito para agua freática para el uso de riego y limpieza. En la parte superior se construirá un equipamiento que acogerá actividades divulgadoras y educativas.

Foto de Nuik Tumay y Blau

Fallece Anak, la delfina más longeva del Zoo de Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado en la mañana del jueves la muerte Anak, el ejemplar de delfín más viejo de la ciudad. Los veterinarios del parque temático detectaron la semana pasada una enfermedad de posible origen vírico en los cuatro delfines que habitaban hasta el momento en el complejo. Los tres animales restantes evolucionan favorablemente al tratamiento recibido. Anak, la única hembra del grupo, falleció el miércoles por la noche tras no superar las dolencias del virus.

Según informa el Ayuntamiento de Barcelona, la delfina fallecida, que tenía 34 años, recibía tratamiento y contaba con la continua vigilancia de los servicios sanitarios del acuario del parque. Existieron varios intentos de reanimación por parte de los expertos del zoo y también por parte de médicos especializados en enfermedades cetáceas, pero finalmente la delfina no pudo mantenerse con vida.

Anak llegó a Barcelona a finales del año 1990, cuando el animal tan sólo tenía 5 años de edad. A lo largo de sus 34 años de vida, la delfina ha dado a luz a cuatros crías, dos machos y dos hembras. El menor de sus hijos, llamado Nuik, se mantiene en la misma piscina que vivía hasta ahora su madre, los otros tres, fueron trasladados a otros lugares.

Cabe recordar que en diciembre de 2016, Janet Sanz, teniente de alcalde de Ecología, anunció el cierre definitivo del delfinario del Zoo de Barcelona y la prohibición de los espectáculos con delfines. La alcaldesa Ada Colau paralizó así la  reconstrucción que se había pactado en el gobierno anterior de Xavier Trias.

Tras el cierre del delfinario del Zoo de Barcelona, el siguiente paso a dar era la búsqueda de un nuevo destino para los animales. Anak, y los machos Blau, Nuik y Tuma seguirían sus vidas en un santuario, un lugar en el que permanecer de manera segura y semilibre. La realidad es que han pasado tres años y los mamíferos han permanecido en un delfinario cuyas instalaciones y mantenimiento han ido deteriorándose con el paso del tiempo.

La muerte de Anak ha provocado muchas reacciones. Jordi Coronas y Jordi Martí, portavoces de ERC y JxCAT en Barcelona, han pedido a la alcaldesa de Barcelona que “acelere los trámites para trasladar a los otros tres delfines que restan en las instalaciones del delfinario”. Jordi Martí, ha sido más contundente en sus declaraciones y ha recordado que “el traslado de los animales a un santuario era una tarea pendiente del anterior mandato municipal”.

El comité de empresa del parque temático también se ha manifestado tras la muerte de la delfina más longeva del Zoo de Barcelona. La organización, a través de su cuenta de Twitter, ha criticado la gestión del Ayuntamiento tras “no haber podido garantizar un final digno para uno de los animales más queridos de la ciudad”.