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24 entidades animalistas piden que los animales de Castelló d’Empúries no vayan a la protectora de Figueres

A raíz de la marcha de la asociación Progat i Gos, el Ayuntamiento de Castelló d’Empúries se plantea detener la construcción de un refugio municipal propio para llevar los animales a la perrera de Figueres, un espacio muy saturado actualmente.

24 entidades animalistas han compartido un manifiesto donde han mostrado «Su profunda decepción y absoluto rechazo hacia el consistorio de Castelló d’Empúries, que ha hecho cerrar las puertas del único refugio de animales con cara y ojos de nuestra comarca: Progat i Gos Ampuria, un referente en toda Cataluña».

Además, las entidades de defensa animal han querido valorar «Más de veinte años de trabajo impoluto, serio y compasivo por parte de Progat i Gos Ampuria, aportando un enorme valor añadido, no sólo al municipio sino también un ejemplo a seguir para al resto de entidades y municipios».

Las entidades han explicado en su comunicado que «A raíz del cierre de Progat i Gos Ampuria, el Ayuntamiento ha anunciado la inminente firma de un convenio con la perrera de Figueres para que sea este el destino de los animales recogidos en el término municipal de Castellón de Empúries». Una decisión que ha sorprendido a todo el mundo, ya que existe un proyecto aprobado por el pleno municipal para construir un refugio municipal propio en Castelló d’Empúries.

Las 24 entidades, ante esta situación, piden al Ayuntamiento de Castelló d’Empúries «Que sea valiente, retome su proyecto de construcción de un refugio municipal, que se haga cargo de los animales del municipio y no delegue su responsabilidad derivándolos a la perrera de Figueres».

Los motivos de la marcha de la Asociación Progat i Gos

La Asociación Progat i Gos ha publicado un comunicado donde ha explicado los verdaderos motivos de su marcha «Después de muchas negociaciones con el Ayuntamiento para poder asegurar la localización de Progat, el consistorio durante los últimos cinco años ha negado su legalización, declarando a los representantes de la asociación, que la zona donde en su día el Ayuntamiento cedió los terrenos, ahora no era viable y que la única solución era la de reubicar la localización y pasar a ser propiedad del Ayuntamiento, convirtiendo la asociación en una perrera municipal».

Progat i Gos ha dejado claro que «Después de una gran labor de 20 años a cargo de Progat, gracias a las ayudas de los voluntarios, socios y amantes de los animales, no podíamos permitir este final. Dada la urgencia por parte del Ayuntamiento para que Progat dejara las instalaciones en contra de su voluntad, y teniendo en cuenta el volumen de animales que la asociación tiene, el miedo de todos los miembros es el destino de estos animales. Finalmente el concejal de medio ambiente del ayuntamiento ha anunciado el nuevo convenio con la Protectora de Figueres y no la construcción de una perrera municipal».

Por este motivo, «entre adopciones y acogidas, la Asociación Progat i Gos ha conseguido un hogar para todos estos animales, excepto para los gatos, que han formado una colonia felina en este espacio con el permiso del Ayuntamiento de Castellón de Empúries».

El Ayuntamiento de Castelló d’Empúries se plantea detener el proyecto de la perrera municipal

El consistorio de Castelló d’Empúries ha emitido un comunicado donde aclaró que «En ningún momento el Ayuntamiento ha pedido a la Asociación Progat que abandone con urgencia el espacio donde está ubicado el refugio actualmente. Ante la imposibilidad de tramitar una licencia para que la protectora quede de forma permanente en este lugar, por ser zona periférica de protección y conexión entre el Cortalet y los Lagos de Palau y, por tanto, para que el Parque Natural de los Aiguamolls del Empordà no lo autoriza, el Ayuntamiento buscó otra zona, mediante la modificación del POUM, para ubicar una perrera municipal».

El Ayuntamiento ha aceptado que «Ante la comunicación de la Asociación Progat Ampuria de no querer continuar su actividad como refugio de perros, el consistorio no descarta la posibilidad de detener la construcción de una perrera municipal y firmar un convenio con la perrera comarcal. Para el Ayuntamiento, el proyecto de la perrera municipal tenía sentido si la protectora Progat Ampuria tenía la opción de formar parte. Renunciando a esta oportunidad, esta opción pierde peso y, por tanto, se valorará si hay que sacar adelante la perrera municipal o decantarse por la comarcal».

Hasta que no se tome la decisión, el Ayuntamiento de Castelló d’Empúries ha firmado un convenio con el Consejo Comarcal para delegarle las competencias de bienestar y acogida de los animales abandonados que se encuentren en el municipio, de forma temporal.

 

La perrera de Cubelles resiste pero el cierre parece inminente

Los dirigentes de la Asociación protectora de animales y plantas del Garraf no dejarán que el Ayuntamiento cierre el refugio hasta que el consistorio no se presente con una sentencia judicial que así lo dictamine.

Continúa el enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Cubelles y la Protectora de Animales y Plantas del Garraf. El pasado viernes 6 de noviembre, el consistorio inició el proceso de ejecución de una sentencia judicial de 2015 que ordena el cese de la actividad de la protectora tras acreditar que el refugio no dispone de una licencia necesaria para poder ejercer esta tarea.

El Ayuntamiento de Cubelles, agentes rurales, Policía Local y el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil se presentaron en la mañana del 6 de noviembre en las instalaciones de la Protectora del Garraf para proceder al cierre del espacio, pero los propietarios del refugio no permitieron la entrada a los responsables municipales.

Animalados ha hablado con Alex Armengol, vicepresidente de la protectora, quien nos ha expuesto los motivos por los que no permitieron el cierre a la comitiva municipal: «Como representante del terreno, no he permitido la entrada ni el cierre del refugio porque no llevaban ninguna orden judicial, sólo llevaban un decreto de alcaldía. Cuando vengan con la orden judicial que dicen que tienen, dejaremos que hagan lo que tengan que hacer. Mientras tanto nosotros queremos continuar con una actividad que comenzamos en 1988 y que sólo está dirigida a garantizar el bienestar de los perros».

Un conflicto que se remonta doce años atrás

El origen del enfrentamiento entre el Ayuntamiento y la asociación se remonta al año 2008, cuando la Junta de Gobierno Local, como consecuencia de la denuncia presentada por un ex alcalde y familiar directo de la actual concejal de Medio ambiente, aprobó la finalización de la actividad de la protectora por no disponer de permiso municipal. Los responsables de la protectora recurrieron la decisión por la vía del contencioso y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña resolvió la disputa legal en favor del consistorio en 2015. Eso sí, después de muchos meses de negociaciones, no ha sido hasta en la primavera de 2019 cuando el Ayuntamiento ha advertido a la protectora que procederían al cierre del espacio.

Sin embargo, Alex Armengol explica que: «La sentencia de 2015 del Tribunal Superior de Justicia no tiene ningún sentido, ya que nos piden una licencia que no es obligatoria tenerla para poder llevar a cabo nuestra actividad, y así nos lo hizo saber el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalidad de Cataluña». El vicepresidente de la protectora ha compartido con Animalados el documento que acredita esta información.

Aunque la protectora asegura que cuenta con todos los permisos requeridos, ante esta situación de incertidumbre, la entidad se encargó de dar en adopción a casi todos los animales de la perrera a lo largo de la semana pasada. El refugio recibió el aviso del cierre del espacio el pasado martes 3 de noviembre y en tres días y gracias a una espectacular campaña a través de las redes sociales, se han acogido una veintena de perros. Actualmente sólo quedan dos peludos en las instalaciones.

Si la reubicación fugaz de los animales no se hubiera producido, el Ayuntamiento tenía previsto acomodar a los perros en el refugio Help Guau, un procedimiento que tuvo un coste de unos 50.000 euros anuales y que la protectora ya está asumiendo. Esta es la responsabilidad subsidiaria procedente de la Diputación de Barcelona:

Por otra parte, Alex Armengol comenta que sospecha que el gobierno municipal quiere cerrar el regufio por presuntos intereses urbanísticos. «El actual concejal de Medio Ambiente de Cubelles, Josep Maria Hugué, es familiar de las propietarias de los terrenos que tenemos aquí al lado. Él es quien ha llevado toda la negociación con nosotros».

El consistorio no niega que los terrenos del entorno sean propiedad de un familiar del concejal de Medio Ambiente pero Raül Madarra, concejal de Hacienda, Contratación y Comunicación, asegura que: «Actualmente no hay ningún plan urbanístico en esa zona, además, en el supuesto caso de que hubiera alguna planificación en el futuro, en todo caso los primeros beneficiarios serían los mismos propietarios del terreno».

Desde el Ayuntamiento de Cubelles aseguran que, a pesar del intento fallido del pasado viernes 6 de noviembre, procederán de nuevo al cierre de la protectora mediante la correspondiente orden judicial: «Entendemos que a un segundo procedimiento no deberían poder negarse los propietarios de la perrera. Ya no es algo que dependa directamente del Ayuntamiento sino que es un proceso judicial que se determina desde los juzgados».

La mala gestión estrangula el voluntariado del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona

El Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona no pasa por sus mejores momentos. Son muchos los problemas que envuelven a un centro cuyos objetivos deberían ser: dar un buen servicio a la ciudadanía y garantizar el bienestar de los animales que acogen por abandono, pérdida o decomiso. Las continuas discrepancias entre voluntarios y titulares, las inadecuadas condiciones de las jaulas, la eterna promesa de un nuevo centro ubicado en Montcada i Reixac… son algunas de las cuestiones que ocupan la actualidad del CAACB. Pero si hay una cuestión candente en la perrera es la dificultad que reviste formar parte del voluntariado.

El Ayuntamiento de Barcelona impone una cláusula abusiva a los voluntarios que quieran formar parte de la perrera municipal. El punto diecisiete del convenio de colaboración prohíbe que “ningún voluntario puede difundir información que pueda perjudicar la imagen institucional del CAACB ni de los animales que sean acogidos”. Un requisito que atenta contra los derechos recogidos en la Constitución vigente.

Los voluntarios son el alma de la atención social y emocional del CAACB. Hacemos referencia a personas que dedican su tiempo de manera totalmente altruista a mejorar las condiciones de vida de los animales, un grupo de personas indispensables que son las que hacen posible el funcionamiento del centro.  El problema reside en que la gestión de la perrera municipal de Barcelona no sólo no facilita el reclutamiento y formación de voluntarios, sino que está poniendo todas las trabas posibles para la incorporación de personas nuevas.

Los animales ingresados en las distintas sedes (Collserola, Argentona y Vic) son los más perjudicados con la falta de voluntarios en el CAACB. La carencia de miembros del voluntariado provoca que los animales puedan estar días sin salir de las jaulas, jaulas poco confortables con unos tamaños que no son acordes a las necesidades del animal y donde deben comer, dormir y defecar.

Desde el año 2019 el proceso de integración al voluntariado del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona ha pasado de ser muy difícil a ser extremadamente difícil. Sin que haya cambiado la coordinadora del voluntariado desde 2014, la persona que quiera regalar su ilusión y tiempo a los animales del centro ha de formar parte de una de las seis asociaciones con plan de voluntariado específico. Es decir, quien quiera pasear perros o acompañar gatos debe adquirir un compromiso con una entidad de la que cuenta con poca o nula información. Hay quien lo compara con una cita a ciegas.

Una cláusula abusiva para los voluntarios del CAACB

Por otro lado, hay que destacar la cláusula abusiva que debe firmar cada uno de los voluntarios que quieran formar parte de la perrera municipal. Entre los puntos más destacados encontramos el punto diecisiete en el que se expone que “ningún voluntario puede difundir información que pueda perjudicar la imagen institucional del CAACB ni de los animales que sean acogidos”. Un requisito que atenta contra el derecho a la opinión y expresión de las personas.

Cristina Bécares, abogada del ilustre Colegio de Abogados de Terrassa, nos explica que “Tendríamos que plantearnos si firmar este documento vulnera la libertad de expresión y si consecuentemente es válido. La libertad de expresión es un derecho recogido en la Constitución, donde se prevé expresamente que este derecho no se puede restringir mediante ningún tipo de censura previa”.

Así pues, ¿los voluntarios de la CAACB pueden expresar todo lo que quieren? Cristina Bécares nos responde que: “La respuesta es sí, pero hasta unos límites. Podríamos decir que deben cumplir tres requisitos: (a) que las opiniones respeten el derecho al honor y la intimidad de los otros; (b) que las opiniones sean veraces y (c) que no exista el deber de mantener la información secreta”.

Esta cuestión se ha planteado en varias ocasiones en la vía judicial; por ejemplo, si asimilamos los Contratos de Voluntariado con los Contratos Laborales, hay doctrina del propio Tribunal Constitucional que prevé que:

«El contrato de trabajo no implica la privación para el trabajador de los derechos que la Constitución Española le reconoce como ciudadano, así como la libertad de empresa reconocida en el artículo 38 de la CE no conlleva que los trabajadores tengan que soportar limitaciones injustificadas de los sus derechos fundamentales y libertades públicas «.

Estas condiciones abusivas del voluntariado del CAACB han precipitado la fuga de muchos de los voluntarios y como consecuencia la pérdida del bienestar de muchos de los animales. Recordemos que a menor número de voluntarios implicados en el proyecto de la perrera municipal, peor son las condiciones de vida de los animales del centro.

protectora animals barcelona

La mala gestión del centro de Barcelona con los voluntarios afecta de manera especial a los perros de raza potencialmente peligrosa. Este colectivo animal requiere unos voluntarios con unas condiciones exclusivas. Para poder pasear a los perros potencialmente peligrosos se requiere una licencia específica que cuesta dinero y tiempo, además de la disposición y el conocimiento necesario.

El horizonte del voluntariado del CAACB no es nada esperanzador. El motivo no es otro que la mala gestión por parte de los responsables y los titulares del centro, una gestión que está acabando con la labor de unos voluntarios que son el epicentro de todo el proyecto y, sobre todo, del bienestar de los animales.