Animales: ¿la revolución pendiente o la revolución imparable?

 

¿Estamos seguros que la revolución por los derechos de los animales no ha empezado ya? Puede que la concienciación sobre que los animales, en tanto que poseedores de capacidad para sentir dolor y placer, ya esté alcanzando una consideración general distinta a la que se les ha dado a lo largo de los tiempos. El cambio de paradigma que nos hace más humanos a los humanos, por ser capaces de empatizar con los que no hablan como nosotros ni tienen nuestro mismo aspecto, pasa por una vía pacífica y paulatina hacia el cambio. Es una revolución entendida entonces como un cambio social fundamental, no como una guerra.

Silvia Barquero la presidenta de PACMA (partido animalista contra el maltrato animal) ha escrito un libro necesario. Es un libro de lectura rápida. Su prologuista el famoso actor y activista animalista Dani Rovira comentó en la presentación del libro en Barcelona que se podía leer en una noche. No podemos decir que sea un libro ameno, por que obligatoriamente la autora debe hablar de algunos de los más notorios agravios que sufren los animales no humanos por parte de su mayor predador. Los animales, como individuos con conciencia de sí y expectativas sobre su vida, forman parte indiscutible del contexto natural que las formas irracionales y la ambición desmedida están aniquilando. Los animales en demasiadas ocasiones son, en su totalidad o en parte, un producto de consumo, bien sea alimentario, de producción o de ocio y eso debe dejar de ser así dando paso a alternativas libres de sufrimiento. Los animales, como dice Silvia Barquero en el libro son “alguien, no algo”.

El texto de la presidenta de la primera fuerza extraparlamentaria española es muy fluido y hace un buen repaso a los puntos más destacados que debería conocer un ciudadano de a pié si aspira a estar bien informado. No es un libro sectario ni lleno de aristas, pretende ser la locución amable de una realidad que no es agradable. Suele decirse que si los mataderos tuvieran las paredes de cristal todo el mundo sería vegetariano. Esta imagen es una buena metáfora sobre la capacidad de las personas a rechazar el mal pero no deja de ser exagerado. No creemos que todos los que lean el libro Animales, la revolución pendiente dejen, desde el mismo instante que cierren su contraportada, de comer carne, de vestir con cuero o lana, de renunciar a actividades de ocio en los que los animales están implicados como herramienta. Pero sin duda alguna el texto implica un gran esfuerzo por visibilizar lo que tantas veces se ha denunciado de manera sesuda o agresiva o se ha acallado por incómodo.

El volumen publicado en La Esfera de los Libros llena un hueco en la cada vez más extensa ensayística sobre los animales y debe colarse en las estanterías más heterogéneas, en las más populares y asequibles, porque habla de una verdad incómoda que todos debemos colaborar en transformar aunque sea para seguir vivos y sentirnos orgullosos de nuestra especie.

Emma Infante

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