La ley de ‘sacrificio cero’ funciona?

La ley de “sacrificio cero” o Ley de Protección de los Animales de Compañía significaba, en un principio, una victoria por parte de todos los defensores de los derechos de los animales, pero la realidad es que dicha ley también ha traído problemas.

Después de que tres Comunidades Autónomas hayan aplicado la ley conocida como «sacrificio cero», que impide que se maten a los animales domésticos abandonados, ya es posible hacer una valoración. El principal cambio, que se dejen de sacrificar animales, es una gran noticia pero el indulto a estos perros y gatos ha provocado un crecimiento de la población de animales que habitan en centros o refugios. Las perreras están atravesando una situación muy difícil. Ya no acogen más perros. Todas las jaulas están ocupadas.

La sobreabundancia de los animales en estos lugares provoca que los centros no dispongan de suficientes recursos para garantizar el bienestar de los mismos. La vida de muchos animales consiste en alimentarse en espacios reducidos sin conocer la luz del sol, estilo de vida que desemboca en nerviosismo, ansiedad, enfermedad y desidia.

El abandono sigue siendo el principal problema en el bienestar de los animales de compañía en España. En el año 2017, las protectoras y los refugios de España recogieron un total de 138.307 perros y gatos, una cantidad superior a los últimos años que rompió con la tendencia al descenso de animales abandonados en el territorio español. Estas cifras las facilita un estudio de Affinity mediante los datos obtenidos de 339 sociedades protectoras, ayuntamientos y consejos comarcales de toda España y aún pueden ser superiores ya que no todos los animales abandonados terminan en manos de protectoras.

La Comunidad de Madrid, Cataluña y Galicia son las tres comunidades autónomas donde está en vigor la ley de “sacrificio cero”. Tres territorios donde la falta de medios en las protectoras y centros de animales, y la ausencia de medidas contundentes contra el abandono están generando situaciones muy graves sobre los animales.

Además del principal reto del abandono, la ley ha olvidado otros problemas importantes como son el maltrato de animales en los centros de recogida gestionados por empresas, la muerte clandestina de animales, el descontrol de la cría de animales que pertenecen a particulares o la exclusión dentro de la propia ley de otros animales como son los toros, los animales silvestres o los animales de laboratorio.

Hemos hablado con distintas personas de estos territorios para conocer de primera mano qué consecuencias ha tenido la implantación de la ley y cómo ha afectado esta sobre los centros de acogida de animales.

Galicia

Esta ha sido la última comunidad autónoma en sumarse a la ley de sacrificio cero ante animales domésticos. Concretamente comenzó en enero de 2018.

Para conocer mejor la situación en Galicia tras la implantación de la ley hemos hablado con Ana Sánchez Diz, secretaria de la Asociación Protectora de Animais Aloia, quien ha valorado así esta medida que prohíbe el sacrificio de los animales: “La ley es un paripé. No está entre sus fines establecer medidas reales para acabar con el abandono y el maltrato animal, simplemente se parchea y disimula una situación desesperante a un problema estructural como es el de la violencia y el trato que se da a los animales en general y en particular aquí en nuestra comunidad autónoma”.

Ana también ha criticado que se trata de una ley excluyente: “Su implantación deja fuera de su ámbito de protección a los équidos, toros, animales de producción, de experimentación u otros fines científicos, también a los silvestres del medio natural, es decir prácticamente a todos”. Además ha añadido que “las leyes no se pueden llevar a cabo en despachos de cristal ajenos a la realidad, con fines partidistas, con personas que no están concienciadas y que no tienen el más mínimo interés en resolver la situación, y por supuesto, sin incluir a las partes implicadas/afectadas”.

Sobre la repercusión que ha tenido la ley en las protectoras de animales de Galicia, Ana Sánchez ha dicho: “Todo sigue igual para las administraciones públicas. Las perreras y centros autorizados van a seguir sacrificando lo que les dé la gana. Contrariamente, las asociaciones protectoras, santuarios, personas particulares, etc. que luchamos por la protección real de los animales y que sí aplicamos el sacrificio cero, estamos aún peor ya que la ley en vigor provocó que el número de abandonos ascendiera”.

La secretaria de la Asociación Protectora de Animais Aloia propone un cambio radical para poner fin a esta situación: “Hace falta tambalear los cimientos sobre los que se construyó este espiral de violencia y horror. Los partidos políticos tienen un visión cortoplacista de los problemas, porque lo que realmente les interesa es ganar las elecciones cada cuatro años, la problemática requiere de cambios muy profundos que no tienen nada que ver con las legislaturas”.

Comunidad de Madrid

En febrero de 2017 entró en vigor en Madrid la ley de “sacrificio cero”. Sólo siete meses después de esta medida, las protectoras madrileñas ya no podían acoger más perros.

Ignacio Benito, concejal del PSOE-M, no tardó en señalar públicamente que la nueva ley no está satisfaciendo los intereses de los animales: “Defendemos la ley, pero se está desarrollando mal. Se han olvidado muchas cosas. El Ayuntamiento de Madrid ha demostrado una total falta de planificación”.

Arancha Sanz de PAC Madrid opina esto sobre las carencias de la ley de “sacrificio cero”: “Hacen faltas otras medidas que acompañen a esta ley. La concienciación social, la esterilización o mayor dotación económica por parte de los ayuntamientos son algunas de las medidas que hay que tomar. Además, es muy importante sensibilizar a la gente de una tenencia responsable”.

Arancha también ha lamentado que uno de los principales problemas actuales en el abandono de animales de compañía en España está relacionado con la descontrolada cría de particulares: “Los particulares crían sin ningún límite, lo que provoca que no haya un control numérico real de los animales domésticos existentes. Para solucionar esta situación hemos propuesto que se necesite una autorización a la hora de criar animales. A la vez hemos propuesto que sólo se pueda criar una vez por animal. Hasta ahora han denegado estas propuesta por lo que es normal que el abandono de animales crezca y eso repercuta negativamente sobre las protectoras”.

Catalunya

Catalunya ha visto como la implantación de la ley ha traído consigo el cierre por “aforo completo” de sus perreras. Así ha pasado por ejemplo en el Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona. Juan Carlos Castaño, colaborador en este centro, nos explica cómo está situación en el CAACB: “El creciente abandono de animales ha provocado que los peludos de perrera vivan únicamente para alimentarse y defecar desde dentro de una jaula de menos de 180 cm de largo y 90 cm de ancho. Los animales están malviviendo con ansiedad, desidia y miedo”.

Para conocer mejor la situación en el territorio catalán también hemos hablado con Emma Infante, doctora en Bioética y Derecho Animal en la Universidad de Barcelona. Para esta experta en bienestar animal, “el sacrificio cero no es una ley bien planteada, ya que esta tiene que ir acompañada por medidas de abandono cero. La aprobación de la ley de sacrificio cero tendría que haber ido acompañada por las leyes de sanción por abandono y leyes que regularizaran el control de la cría”.

Infante además ha añadido que: “Es muy urgente cambiar las políticas porque la solución de sacrificar no es una solución, pero tampoco es una solución el abandono ya que es una acción que cuesta muy caro en términos económicos y morales”.

“No podemos promover el sacrificio cero sin incidir previamente en el abandono cero, porque el resultado será el de la muerte de animales sanos de forma clandestina, que es lo que está sucediendo en la actualidad”, concluye.

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