La red responde y sale en defensa del santuario de perros de Valls

La responsable de Empathia hizo un llamamiento para pedir ayudas y voluntarios y ha recibido muchas propuestas: «Estoy impresionada».

Los ‘yayos’ han tenido mucha suerte. El llamamiento por redes sociales que hizo Montse Bou, responsable del santuario Empathia de Valls, ha dado sus frutos. «Estoy impresionada. No tengo palabras «, explica por teléfono. En pocos días el correo electrónico y el teléfono han recibido ofrecimientos de gente de toda Catalunya para venir a dar una ayuda. «Incluso ha venido una chica de Girona, que se quedó a pasar el fin de semana», dice con emoción. Y es que, esta vez, Montse estaba «preocupada» y sufría por ella y por los 22 perros que cuida cada día. Todos son ancianos y algunos sufren enfermedades.

«Alcanzo a hacer lo que es indispensable para ellos, pero no llego a más», lamenta. Desde hace tiempo, Montse padece hipotiroidismo y también tiene problemas de anemia. «Siempre he sido muy activa y me cuesta verme así», reconoce. Montse y los ‘yayos’ están de alquiler en una finca grande de la capital del Alt Camp. El proyecto nació hace cinco años, después de que esta arquitecta barcelonesa decidiera cambiar de vida. Empathia es una asociación sin ánimo de lucro y funciona gracias a las donaciones privadas. No recibe ninguna subvención pública. Es un ejemplo más (y por desgracia hay miles) de cómo las personas más sensibilizadas procuran, con grandes sacrificios, poner un poco de luz y de esperanza allí donde no llega la administración pública. Y Montse ha conseguido que Empathia sea «un hogar para los perros grandes y enfermos».

Montse Bou con Trasto, el perro con quien inició el proyecto Empathia

Cuidar de los animales que ya son ancianos requiere mucha fuerza anímica. «Los últimos años hemos enterrado tres cada dos meses», explica. Según asegura, si se arriesgó con este proyecto es porque tiene mecanismos para protegerse. «Es terrible, pero compensa», defensa y añade: «Cuando ves perros que nunca han estado en brazos de nadie…». A pesar de tener la estrategia para superar las defunciones que siempre acompañan a los santurios, cuando recuerda al Trasto, el perro con quien inició este proyecto (en la fotografía), aun se le quiebra la voz. «Era especial», dice.

Debido a tanto trabajo y al estado de salud de la Montse, Empathia tembló un poco a finales de este verano pero, de momento, la solidaridad de la red ha funcionado. «Ha comenzado ha venir gente… muchos vienen de Barcelona», destaca y también de la comarca que, al final, son los que, por proximidad, pueden ofrecer una ayuda más continuada, que es lo que necesita el proyecto.

Quien quiera ayudar puede hacerlo con donaciones a través de bizum al 690804576 o también por Paypal al correo pempathia@gmail.com. También se puede ayudar dedicando horas de trabajo para el cuidado de los animales y del espacio. Si podéis arañar algunas horas os animamos a escribirle un mensaje y a colaborar para que Empathia siga siendo un santuario donde los perros puedan terminar sus vidas con el cariño y la dignidad que merecen.

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