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Cataluña cumple diez años de la prohibición de las corridas de toros

Se cumplen diez años de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Animalados repasa con la directora de AnimaNaturalis, Aïda Gascón, los aspectos más importantes de este hito histórico que significó un antes y un después en la lucha antitaurina.

Hoy 28 de julio de 2020 es un día histórico para los defensores del bienestar animal. Se cumplen 10 años desde que el Parlament aprobó la Iniciativa Legislativa Popular para prohibir las corridas de toros en Catalunya. Una victoria por parte de una sociedad cívica y moderna que llevaba años pidiendo el fin de unos espectáculos crueles y sangrientos basados en el maltrato animal.

“Diez años de un hito histórico. Un día muy importante que significó un impulso para la lucha antitaurina en Cataluña, España y Latinoamérica. El 28 de julio de 2010 fue un punto de inflexión, un paso adelante en la lucha por la abolición de las corridas de toros en todo el territorio español. También sirvió para abrir el melón de los correbous, una lacra en Cataluña”, reflexiona en declaraciones para Animalados la directora de AnimaNaturalis, Aïda Gascón.

La Iniciativa Legislativa Popular fue propuesta y liderada por la plataforma Prou! y contó con 32 votos a favor de CIU, 21 de ERC, 12 de ICV y 3 del PSC. En cambio, 31 diputados del PSC, 14 del PP, 7 de CIU y 3 del Grupo Mixto votaron en contra. La votación contó también con 9 abstenciones. Finalmente, tras un debate muy intenso, la prohibición se hizo efectiva el 1 de enero de 2012. La última corrida de toros en Cataluña tuvo lugar en septiembre de 2011 en la Monumental durante las fiestas de la Mercè de Barcelona.

La victoria animalista del 28 de julio de 2010 sufrió un pequeño revés seis años después, cuando el Tribunal Constitucional aceptó el recurso del PP contra la Iniciativa Legislativa Popular de Prou! La sentencia de octubre de 2016 consideraba que prohibir las corridas de toros en Cataluña invadía las competencias del Estado en materia de Cultura. El Constitucional declaró nula la prohibición, pero igualmente Cataluña no volvió a celebrar más espectáculos con toros.

“En 2016 hubo cierto temor al regreso de las corridas de toros en Cataluña, pero el Parlament dejó claro que desobedecería la sentencia del Tribunal Constitucional. Ningún empresario tenía interés en organizar este tipo de espectáculos, eran conscientes de los problemas administrativos que se encontrarían por parte de los Ayuntamientos”, comenta Gascón.

Diez años después de la prohibición de las corridas de toros la lucha sigue en Cataluña. La ley del 28 de julio de 2010 no contemplaba la celebración de los correbous. Los espectáculos con vaquillas tienen carta blanca y cada año se celebran alrededor de 450 festejos de esta modalidad. La mayoría de ellos tienen lugar en municipios de Terres de l’Ebre, donde los correbous siguen formando parte de la programación de las fiestas mayores.

“Los correbous seguirán el camino de las corridas de toros en Cataluña. En septiembre de 2019 el Parlament aprobó una propuesta de Catalunya en Comú que instaba al Gobierno a prohibir este tipo de espectáculos. La inestabilidad política causada por temas importantes como el terrorismo, el ‘procés’ o la crisis sanitaria actual ha frenado este proceso de abolición. Es cuestión de tiempo que Cataluña tenga estabilidad política para poder acabar con los correbous”, explica Aïda Gascón.

Hace diez años que Cataluña dio un paso muy importante para el fin de la tauromaquia, un camino que inició Canarias en 1991 y que otras comunidades autónomas, como las Islas Baleares, también han querido recorrer. Lo que parece claro es que cada vez hay más personas que no quieren un país donde se mate o se haga sufrir a los animales. Esperemos que, tal y como dice Aïda Gascón, “todo sea una cuestión de tiempo” y todos los espectáculos con animales desaparezcan no solo en Cataluña y España, sino en todo el mundo.

Más de 500 entidades dicen NO a las subvenciones dirigidas a la actividad taurina

Más de 500 entidades han escrito una carta al gobierno en la que rechazan cualquier ayuda económica dirigida a la actividad taurina durante la crisis del coronavirus.

Desde la Plataforma La Tortura No es Cultura, Animal Guardians y más de 500 entidades se ha escrito una carta dirigida al gobierno en la que se rechaza cualquier ayuda económica para la tauromaquia. Protectoras de animales, asociaciones ecologistas, veterinarios, empresas privadas… son muchos los sectores que se han unido para decir NO a las subvenciones dirigidas a la actividad taurina.

El escrito dice que en tiempos en los que la crisis del coronavirus pone en riesgo la vida de decenas de miles de personas, deben realzarse los valores que cohesionan a una sociedad, valores como la solidaridad y la empatía. “Es hora de que aprendamos y la cultura es de gran utilidad para ello: una cultura que celebre la vida, no la muerte y que promueva la cohesión de la sociedad, no el enfrentamiento entre españoles”.

El escrito muestra la incongruencia que supone invertir fondos públicos en la tauromaquia, una actividad que está abocada a la desaparición. “El 84% de los jóvenes no están orgullosos de vivir en un país donde la tauromaquia es una tradición cultural”, además “el número de festejos taurinos en plaza ha caído un 58,4% en la última década”. Siendo conscientes de esta realidad, el ministerio de Cultura debe invertir en actividades culturales de alto consumo como la música, la lectura, el cine, las bibliotecas, las visitas a monumentos o yacimientos, etc.

Las entidades aportan con la carta un anexo elaborado por AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal) que recibe el nombre de “Situación de la Tauromaquia en España”. En este documento se afirma que “el empleo que genera la tauromaquia es escaso, temporal y endogámico, resultando patente que el sector taurino debería contar actualmente con otras fuentes de ingreso para poder adaptarse al evidente declive que padecen”.

El comunicado recuerda que protectoras de animales y santuarios se han adherido a esta carta, unas entidades que “han ofrecido sus centros durante la pandemia para acoger a los animales de los enfermos por la Covid-19 y los de las personas sintecho, o los de las víctimas de la violencia de género, entre otras muchas ayudas». También se han adherido veterinarios que “se han expuesto para no dejar atrás animales que tanto aportan a la sociedad y al corazón de las personas”. Sin embargo, todas estas entidades, a pesar de la gran labor que desarrollan, apenas reciben ayudas.

Las entidades piden también que “se ha hagan públicas, en un ejercicio de total transparencia, cualquier ayuda o subvención que se destina al sector de la tauromaquia desde cualquier estamento del gobierno, ya sean ministerios, ayuntamientos, diputaciones o CCAA. Después de muchos años de oscurantismo, demandamos conocer las partidas que los organismos públicos dedican a la tauromaquia”.

Para terminar, la carta insta al gobierno a trabajar con una legislación renovada y actualizada, teniendo en cuenta el sentir social y que además “dé libertad a las Comunidades Autónomas para regular y mantener o no las expresiones culturales de acuerdo con el deseo de la mayoría de sus ciudadanos y ciudadanas”.

El accidente de Vidreres hace replantear los correbous

El alcalde de este municipio gerundense ya ha anunciado que se replantearán la fiesta después de los disturbios provocados por un toro durante la fiesta mayor.

El pasado domingo 1 de septiembre un toro se escapó de la plaza municipal de Vidreres (Selva) donde se celebraba un encierro en el marco de la fiesta mayor. El toro saltó las vallas de protección de la plaza y consiguió llegar a las gradas y los pasillos donde se encontraba el público. El animal, desorientado y nervioso, provocó escenas de pánico que acabaron con diecisiete heridos leves, un herido grave y un herido crítico. Finalmente, el toro fue abatido por un miembro de la Policía Local. Actualmente sólo queda hospitalizada una mujer que fue ingresada en estado crítico en el hospital Josep Trueta.

Este accidente llega en un momento en que se están cuestionando mucho este tipo de fiestas, tanto por el peligro que representan como por el maltrato que comportan para los animales. De hecho, las reacciones no se han hecho esperar.

El partido de la oposición del municipio gerundense en declaraciones a la ACN defendió los derechos de los animales para «avanzar» como sociedad y pidió actividades alternativas para disfrutar de la fiesta mayor. Vidreres Som Tots-ERC exigió al equipo de gobierno (JxCat) que elimine los correbous por ser «anacrónicos». La portavoz de la sección local de ERC, Anna Clapés, manifestó que «no todas las tradiciones están bien por definición» y exigió al consistorio que actúe «de forma ética y consecuente» después de los episodios del pasado domingo.

Desde la oposición subrayaron la necesidad de defender los derechos de los animales para «avanzar» hacia una sociedad más «sostenible, amable y respetuosa con la naturaleza». La formación también lamentó que en el comunicado del equipo de gobierno sobre el accidente no se hiciera referencia en ningún momento al toro muerto, un hecho que demuestra «un menosprecio más al maltrato animal».

En un comunicado, Vidreres Somo Tots-ERC consideró que hay una «amplia gama» de actividades lúdicas que se pueden programar como alternativa al correbous. El partido de la oposición cree que se podría «consensuar» con la ciudadanía con un programa «abierto e inclusivo» para todos.

Varias entidades animalistas denunciaron al Ayuntamiento de Vidreres por vía administrativa este martes por los hechos sucedidos en el correbous del domingo, según confirmó la directora de AnimaNaturalis, Aïda Gascón, en declaraciones a la ACN. Según ella, el consistorio podría llegar a recibir una multa de hasta 150.000 euros «por no haber garantizado la seguridad de las personas y de los animales» durante el evento.

Gascón también instó a los diputados a aprobar una proposición de ley para abolir la tradición y anunció que varias entidades harán una rueda de prensa en el Parlamento este miércoles en este sentido. Con todo, dejan la ILP como «último recurso», ya que creen que «la pelota ahora mismo está en el tejado de los partidos políticos».

La directora de AnimaNaturalis reprochó al Ayuntamiento de Vidreres los heridos que hubo el domingo, y también el «toro muerto a tiros en la vía pública» que, según ella, «podría haber ocasionado más heridos y también alguna tragedia» .

Hay que recordar que el Parlament de Catalunya aprobó en 2010 la «Ley de Regulación de las fiestas tradicionales con toros» que permite la celebración de encierros y otros actos festivos donde los toros sean los protagonistas pero siempre que no impliquen la muerte del animal .

La consejera de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Meritxell Budó, apostó por un debate «profundo y sereno» sobre los correbous tras el accidente de este fin de semana en Vidreres (Selva) que dejó 19 personas heridas.

En la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo, Budó explicó que el Gobierno está «estudiando y valorando» qué ha pasado pero no se pronunció sobre si el Ejecutivo es partidario de revisar las leyes existentes, como la ley que regula los espectáculos con animales. «En estos momentos la sociedad pide una respuesta y la tendremos que dar», agregó para luego garantizar que el debate será promovido «desde el territorio y con el territorio».

Por qué abolir los toros es un paso necesario para construir el país que queremos

Si los catalanes somos tan europeístas como creemos, hay que abolir las fiestas con toros que aún perduran en nuestro país.

Las fiestas de raíz tradicional en las que los protagonistas son animales tienen un carácter universal, ya que a lo largo de la historia podemos encontrar ejemplos en todo el mundo. Aun así, en la mayoría de países europeos, este tipo de celebraciones ya forman parte de la barbarie del pasado y nadie se plantearía recuperarlas como parte del patrimonio cultural inmaterial. Las fiestas con animales fueron abolidas en el siglo XIX o incluso antes, gracias a la llegada de las ideas de la Ilustración, un movimiento político, intelectual y moral fundamental para entender la evolución social y cultural de las sociedades europeas tal y como hoy las conocemos. Por supuesto, en el Reino de España, la Ilustración causó una profunda animadversión, y sus ideas fueron cruelmente perseguidas por la Santa Inquisición.

Pese a que podamos pensar que el siglo XIX nos queda muy lejos, hoy todavía son muchas las consecuencias históricas que conlleva no haber experimento el proceso de la Ilustración en nuestro país. Los ilustrados siempre se opusieron a todos los tipos de tortura, ya fuera infligida a humanos o animales, a las ejecuciones públicas, a las quemas de brujas, a la superstición, el fanatismo religioso, la intolerancia, al entretenimiento de baja calidad basado en peleas entre hombres o maltrato de animales… estas reformas y cambios de paradigma culturales resultaron claves para la evolución social y para configurar la sociedad europea tal y como hoy la concebimos.

El hecho de que las corridas de toros y los correbous (o encierros) hayan perdurado hasta nuestros días es una anomalía histórica derivada de la falta de cultura ilustrada en nuestro país. Las fiestas con toros que se celebraban hasta el siglo XIX en Inglaterra, no eran menos crueles que las que se celebran todavía hoy en el Reino de España, incluido el Principado de Cataluña.

Los bull-baiting, peleas entre perros y toros, los bear-baiting, peleas entre huesos y toros o los bull-running, correbous al estilo de Sanfermín fueron muy frecuentes hasta el siglo XIX en las ciudades industriales del norte, pero estas prácticas fueron prohibidas a partir del 1824, año en el que se fundó The Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals, una entidad creada para promover una educación humanitaria y el respeto a los animales, con una única finalidad: construir una sociedad mejor. Paralelamente en España, el rey Fernando VII, el último rey absolutista, cerró la Universidad y abrió las escuelas de tauromaquia, desde donde se promocionó la tauromaquia que hoy conocemos. En lugar de fomentar la educación de la sociedad, la realeza española fomentó la vileza y la incultura. Hoy, el resultado de estas políticas aún pervive: entre muchos otros defectos, somos el paradigma cultural del maltrato animal.

Helena Escoda és antrozoòloga, historiadora i coportaveu de la Coordinadora per l’Abolició dels Correbous de Catalunya