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Un grupo de activistas entran en una granja de vacas de Granollers para denunciar las nefastas condiciones de los animales

El pasado domingo por la mañana unas 160 personas entraron en una granja de vacas de Sant Antoni de Vilamajor (Vallés Oriental) con el objetivo de obtener fotos y vídeos de las condiciones de los animales. Ante esta situación, el responsable de la explotación avisó a los Mossos de Esquadra para intentar despejar a los activistas y continuar con la jornada laboral. Los agentes de la policía, tras hablar con los representantes, lograron que los protestantes abandonaran las instalaciones.

Los activistas protagonistas de esta acción forman parte de la organización Action for liberation. El objetivo de esta marcha organizada bajo el lema “meat the victims” era dar a conocer las nefastas situaciones de higiene, alimentación y salud en las que viven las vacas de la industria láctea de Sant Antoni de Vilamajor.

A través de las imágenes facilitadas por los miembros de “meat de victims” hemos podido ver a vacas deshidratadas sin agua en los cubos a pesar de las altas temperaturas, un ternero de tres días de vida aislado y separado de su madre o animales muy delgados invadidos por las moscas.

Durante la acción en la granja se han vivido momentos de mucha tensión entre ganaderos y animalistas. A través de las cámaras de televisión se han podido ver amenazas, gritos y cortes de manga del responsable de la explotación lechera hacia los activistas.

Massim Akanadouch, representante de Action for liberation, ha declarado que la reacción por parte de los trabajadores de la granja se debe al: “Miedo de que la gente vea lo que pasa con las vacas”. El propio organizador del acto también ha manifestado que el objetivo del movimiento es: “Enseñar la dura realidad que viven estos animales”.

Es la tercera protesta que Action for Liberation realiza bajo el lema “Meat the victims”. La anterior también tuvo lugar en la comarca del Vallés Oriental, concretamente en Sant Pere de Vilamajor. En aquella ocasión, los animalistas entraron en una granja de cerdos con el objetivo de denunciar a la industria animal y defender un modelo de alimentación sin consumo de carne.

El movimiento “Meat the victims” nació en Australia en abril de 2018 y fue creado por la asociación animalista Action for liberation. En Catalunya ya se han producido tres protestas en diferentes granjas de explotación animal. La primera con gallinas en Mataró y estas dos últimas en Granollers, en una granja de cerdos y, el pasado domingo, en la explotación de vacas de Sant Antoni de Vilamajor.

Guía para el buen animalista: un consumo que no dañe a los animales

Se cree erróneamente que el animalismo es tener un cariño especial a cierto tipo de animales o alegar que se prefiere a los animales sobre los humanos. El animalismo va mucho más allá, el animalismo es mucho más exigente, profundo y transformador. El animalismo es un compromiso que equipara los derechos de los animales no humanos a los propios. Como aspirante a animalista total, debes saber que tu meta es ser vegano y antiespecista.

Las personas veganas son aquellas que optan por productos y actividades libres de maltrato animal. Las antiespecistas son las que no discriminan a otros seres en función de la especie a la que pertenecen. Ser vegano y antiespecista, en otras palabras, un “perfecto animalista”, se consigue al culminar un proceso que requiere acumular mucha información y cuestionar, no sólo intelectualmente, muchos de los hábitos mayoritarios. Para tomar las decisiones de manera correcta y continuada es importante enfocar la transformación como una ganancia o una liberación, no como un sacrificio y aún menos como una pose.

Dejar de comer productos de origen animal puede ser la primera etapa de un largo trayecto. El siguiente paso es abandonar los lácteos, los huevos y la miel. Quien ame a los animales no sólo deja de comer carne si no que se libera de consumir productos que los animales producen para ellos mismos: ¡no para que se lo arrebatemos!

Es popular la vertiente gastronómica del veganismo pero va mucho más allá. Un vegano no usa productos obtenidos de la explotación animal. Los zapatos, la correa del reloj, el cinturón, el monedero, el bolso o el maletín,… son algunos ejemplos de productos cotidianos vinculados a la explotación animal porque suelen ser de cuero.

También algunas prendas del hogar son de lana en sus muchas variantes, de seda o de pelo o con plumas como algunos edredones y cojines. Date cuenta si en casa tienes adornos de marfil, de carey. Las velas tanto las de cera de abeja como las de glicerina no son veganas. En todo ello hay un porcentaje significativo de sufrimiento animal. No es imprescindible que te deshagas de cosas que te sirvan realmente pero cuando tengas que reponerlas consume en coherencia con tus nuevos valores.

Tirar todo lo que descubres que puede estar vinculado a la explotación animal es poco ecológico y para proteger a los animales hay que cuidar del medio ambiente. Lo que ya tienes hazlo durar, tarda en reponerlo y cuando lo hagas que sea vegano. Una buena aliada del animalista total es la lupa: conocer al dedillo las etiquetas de composición de las cosas es muy importante. ¿Sabes que la laca de uñas permanente, los preservativos y las manzanas más brillantes del supermercado no son veganos? Las primeras llevan una cera que se obtiene de insectos, los segundos deben su suavidad a una proteína de la leche llamada caseína y el brillo se consigue con goma laca comestible proveniente de peces. Por esto y mucho más hemos dicho antes que informarte, leer y empollarte las etiquetas es imprescindible para ser vegano.

Demasiados productos de uso cotidiano han sido experimentados con animales o contienen productos de origen animal. Cuanto más sepas mejor podrás esquivarlos y más cerca estarás de los sustitutivos si es que te hacen falta. En Estados Unidos sobre todo hay toda una industria que imita productos animales que pretenden satisfacer a los nostálgicos del consumismo omnívoro incómodos con el maltrato. Las ferias veganas tienen un éxito considerable por que facilitan la identificación de productos alternativos de un modo atractivo.

Gos i humà amics Animalados

Otro ejemplo claro son las atracciones turísticas o de tiempo libre que implican a animales, como los zoos, los espectáculos, las demostraciones de destreza, los pasacalles o las fotos con animales salvajes. La sensibilidad hacia los animales te hará ver de otra manera la caza, la pesca, la ganadería especialmente la intensiva, e incluso la experimentación. Es importante descubrir los entresijos de las distintas prácticas aunque emocionalmente pueda resultar muy duro. Sólo saber en profundidad lo que les pasa a los animales te da herramientas para consolidar tu opción y defenderla frente aquellos que te acabarán preguntando por tu nuevo estilo de vida.

Conforme vas aumentando el grado de empatía con el animal dejas de ver con agrado las actividades con animales, si implican un respeto y un bienestar suficientes para el animal. Frente a un ser de otra especie el animalista debe plantearse: ¿Está cómodo?, ¿tiene hambre?, ¿sed?, ¿frio?, ¿calor?, ¿miedo?, ¿se comporta libremente, según su naturaleza o está condicionado?, ¿Si pudiera elegir estaría en este lugar comportándose así? Si te haces todas estas preguntas probablemente dejas de ver romántico un paseo en calesa, o cabalgar, descartas darte un baño con delfines o te niegas a subirte en un camello en Lanzarote o en Jordania o en Egipto, o en Elefantes en Tailandia por ejemplo. No te haces selfies con serpientes, loros, felinos o simios.

Un animalista no convive con peces, aves, reptiles, anfibios ni mamíferos a no ser que sean individuos rescatados que necesiten el amparo del ser humano. Los perros y los gatos pertenecen a especies con la que llevamos más de 10.000 años de camino recorrido juntos, eso explicaría el gusto de la mayoría de sus individuos por sumarse a nuestras familias. Un animalista no puede aceptar la instrumentalización de ningún animal: no existen animales de trabajo, ni de asistencia, ni de seguridad, ni de granja,… cada animal tiene valor per se. Ni su presencia, ni sus acciones ni su cuerpo deben ser utilizados. Tampoco pueden ser producto de lucro, la compra y venta de animales resulta aberrante como lo es la compra y venta de personas.

Tus elecciones de consumo hablan de ti y conforme te vas informando van haciéndose más sutiles. Puedes comprar un producto vegano de una marca y despreciar el de otra porque esta segunda la produce un holding de empresas que no respeta el principio de creación y elaboración sin maltrato animal. Pasados los años una persona vegana puede seguir sorprendiéndose con la composición nada inocente de productos en los que de alguna manera se participa de la explotación animal: el carmín de los pintalabios proviene de machacar cochinillas y algunas piezas chinas de menaje contienen huesos machacados. Hay que sustituir la impresión de que tal producto no ha perjudicado los intereses de ningún animal no humano por la certeza de que efectivamente no ha sido así. Recuerda lo que ha pasado con el aceite de palma, consumir productos elaborados con este aceite es promover la destrucción del hábitat de, por ejemplo, los orangutanes. Tras un aderezo de origen vegetal reposa la culpa de casi un exterminio.

Valora si tu trabajo, o la actividad con la que te ganas la vida interfieren de algún modo con los derechos de los animales y toma la decisión que sea más consistente. Hay personas que cambian de trabajo o modifican sus prácticas para sintonizar con los valores animalistas es clásico en peluquería, entre los tatuadores, diseño de moda, pintores o decoradores por ejemplo. Personas que antes entrenaban animales, los utilizaban, los vendían vivos o muertos, llega un día que dejan de soportarlo. Otros profesionales con una implicación menos directa pero de gran impacto también varían al hacerse animalistas. No son pocos los maestros de primaria que desechan los estereotipos de dominación especista que inculcan muchos libros infantiles de uso común y aprovechan los cuentos para infundir respeto real por los animales.

Gracias a la comunicación respetuosa de la necesidad de opciones veganas en cantinas estudiantiles, en comedores de empresa, en caterings colectivos estas van apareciendo. Si antes sólo podías comer ensaladas y gazpacho fuera de casa ahora muchos menús exhiben humus, soja y hamburguesas veganas. A la hostelería convencional le queda mucho por descubrir del potencial de las verduras, las legumbres, los cereales, las algas y las frutas, en la medida que vamos pidiendo y se va haciendo rentable los empresarios se adaptan, sobre todo si eres cliente habitual. La dieta mediterránea ancestral contemplaba el consumo de carne de modo ocasional.

Escapa't amb el gos Animalados

Hasta ahora hemos hablado de “dejar de dañar” a los animales como parte del camino hacia el veganismo y antiespecismo. Es probable que se te presente la diatriba entre abogar por el abolicionismo o por el bienestarismo. El abolicionismo considera que no hay ninguna mejora en el bienestar animal que podamos llevar a cabo que justifique el sentido de propiedad y dominio que ejerce el humano sobre las otras especies. El bienestarismo legitima la propiedad y cría de animales siempre y cuando se incremente significativamente la satisfacción de las necesidades de estos.

Un ejemplo de abolicionismo sería la conversión de las granjas en santuarios y la suspensión de la producción y el lucro derivados de los animales y un ejemplo de bienestarismo sería el mantenimiento de las granjas priorizando el bienestar de los individuos sobre el rendimiento económico. Un cierto tipo de bienestarista puede llegar a cuestionar si un ser que ha tenido una vida feliz puede ser consumido tras haber sido matado de manera rápida e indolora. La premisa animalista es la ausencia de sufrimiento animal y dar consistencia a la acepción de humano que nos tilda de “comprensivos, sensibles a los infortunios ajenos”.

Si tu convicción y tu conocimiento te mueven a querer ir más allá de no dañar a los animales y quieres protegerlos tienes muchas opciones de colaboración. La más simple puede ser contribuir con el pago de una cuota de socio de una asociación o fundación o puedes apadrinar un animal. También puedes hacer voluntariado y en lugar de aportar parte de tu salario puede ofrecer tu tiempo o tu talento. Hay un sinfín de refugios y protectoras que necesitan personas que hagan tareas con contacto directo con los animales acogidos, tareas telemáticas o comerciales. Una organización bien montada puede asignarte una tarea ajustada a tus posibilidades si realmente estás comprometido y demuestras responsabilidad. Otra modalidad es participar en manifestaciones y eventos reivindicativos y formativos. Muchas mejoras sociales se han conseguido gracias a la movilización colectiva. Explora las múltiples opciones existentes y sé tan cuidadoso y selectivo con tu tiempo y tus palabras como lo eres con tu plato, con tu hogar y con tus relaciones con los animales humanos o no humanos.

Para saber más, puedes invertir tiempo en leer los cada vez más numerosos ensayos que abordan el tema desde Singer y su “Liberación Animal”, a Herzog “Los amamos, los odiamos y los comemos”, Joy y su “Porque amamos los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas” o “Un paso adelante en defensa de los animales” de Oscar Horta, como unos pocos ejemplos introductorios. Si os queréis meter en harina todo lo que publica la editorial Ochodoscuatro es muy estimulante. También te irá de lujo empollar recetarios veganos sobre todo porque multiplican exponencialmente el disfrute no culpable de tus sentidos.

Emma Infante, Futur Animal

Un guardia urbano acaba con la vida de un perro con cuatro tiros tras ser agredido por el animal

La Guardia Urbana ha abatido a un perro después de una trifulca con cinco perros más que iban sin atar y que habían herido a dos personas, un agente de la policía y un vecino. Los hechos se produjeron la madrugada del jueves en els Jardins de Mossèn Cinto Verdaguer de Barcelona.

Según ha explicado la propia Guardia Urbana, tras recibir la llamada de un vecino, la policía municipal se presentó en els Jardins de Mossèn Cinto Verdaguer del barrio de Poble Sec para controlar la presencia de seis perros sueltos que habían agredido a una persona. Cuando los agentes se dispusieron a hablar con el responsable de los canes, los policías fueron atacados por los animales.

La Guardia Urbana de Barcelona ha explicado así los detalles de lo sucedido a través de su cuenta de Twitter: “Cuando hemos accedido al parque, hemos observado un grupo de seis perros de tamaño grande sin atar. En acercarnos al responsable, los animales han atacado a los agentes, que han intentado protegerse infructuosamente con las defensas”.

La policía municipal ha continuado con su exposición de esta manera: “Tres perros han rodeado a uno de los agentes, uno lo ha mordido por la espalda a la altura de la pierna. Ha corrido hasta el estanque donde los perros lo han perseguido, y ha continuado utilizando la defensa personal, y al no lograr frenar la agresión ha tenido que usar el arma de fuego”.

Los hechos han acabado con la vida de un Staffordshire americano, un perro de raza potencialmente peligrosa. La Guardia Urbana ha declarado que estos perros tienen que ir siempre atados y con bozal, sin ningún tipo de excepción. Además, la policía municipal ha denunciado al responsable de los perros, que no es el propietario, como presunto autor de un delito de atentado contra los agentes de la autoridad, así como por incumplir la ordenanza de los animales.

La propietaria del animal, por su parte, ha declarado que va a denunciar a la policía por el trato recibido: «Los agentes sabían que la perra estaba muerta y me lo escondieron, se rieron de mí. La autoridad le pegó cuatro tiros a la perra. No uno, sino cuatro. Quiero denunciar al agente que la mató con cuatro disparos y al resto por burlarse de mí».

El Ayuntamiento de Barcelona aprovechó la mañana de ayer para descartar cualquier tipo de similitud con el caso de la perra Sota. Desde la Comisión de Seguridad se ha explicado que el agente que abatió al Staffordshire había recibido la formación acordada tras el episodio con Sota.

Por otro lado, Frederic Ximeno, de la Comisión de Ecología, ha dicho lo siguiente sobre los hechos sucedidos en la madrugada del jueves: “El reponsable del animal no ha hecho nada por el control de los perros. Tener a un perro requiere de una responsabilidad muy grande. Lo sucedido es grave en todos los sentidos”.

La ola de calor acaba con la vida de muchas golondrinas en Cataluña

Las altas temperaturas están acabando con la vida de muchos animales en Cataluña. Uno de los colectivos más afectados está siendo el de las golondrinas, cuyo índice de mortalidad ha aumentado considerablemente durante el mes de junio. Las crías son los pájaros que más están falleciendo a causa del calor.

La ola de calor que está atizando a Cataluña en las últimas semanas está causando estragos muy fuertes sobre el bienestar de los animales. El caso concreto de las golondrinas preocupa de manera especial ya que en las últimas semanas el índice de mortalidad de estas aves está aumentando de manera considerable.

El calor provoca que muchas golondrinas se desmayen y caigan de los nidos. Ante la falta de recursos para recuperarse y sobrevivir tras la caída del nido, estos animales acaban muriendo en el suelo a causa de la deshidratación.

Abel Julien, profesor del Institut Català d’Ornitologia, ha hablado para RAC1 sobre la situación de las golondrinas en Cataluña: “Cada año mueren animales a causa de las altas temperaturas, pero este año las cifras están subiendo. La mayoría de ejemplares de aves que están muriendo son del vencejo común, una especie muy parecida a las golondrinas”.

El ornitólogo, en sus declaraciones al medio catalán, también ha especificado que: “Las crías mueren antes que los adultos. Con el calor, los nidos se calientan mucho y esto provoca que las aves mueran dentro. Estos animales también fallecen en el intento de huir de la calor del nido, en la lucha desesperada por sobrevivir acaban cayendo al suelo”.

Pocas soluciones para prevenir los golpes de calor

Las redes sociales se han hecho eco en las últimas semanas de la difícil situación que atraviesan las golondrinas en Cataluña. Para intentar evitar la muerte de estas aves, muchos usuarios han pedido la adaptación de recipientes de agua en diferentes puntos de los bosques y explanadas para intentar mejorar la hidratación de los animales.

No obstante, Abel Julien en sus declaraciones a RAC1 avisa de que: “esta medida no sirve para mucho, ya que las golondrinas adultas soportan mucho mejor el calor. El problema son las crías, a las que nadie les puede traer agua a los nidos”.

Ante la falta de soluciones para acabar con la alta mortalidad de las golondrinas, tan sólo queda una esperanza: que los nidos estén construidos en un lugar donde predomine la sombra. Por otro lado, cabe destacar la iniciativa de muchos ciudadanos catalanes comprometidos con la causa que están incitando a las personas a llevar a las golondrinas que encuentren en el suelo deshidratadas al centro veterinario más cercano.

Muere una gatita de dos meses tras sufrir la explosión de un petardo en su boca

La gata de dos meses de vida a la que hicieron explotar un petardo en la boca durante la verbena de Sant Joan del pasado sábado ha muerto tras no poder superar el dolor ocasionado por las heridas. Así lo ha comunicado la protectora Amics dels Animals del Segrià, quienes han intentado salvar la vida del felino a lo largo de estos tres días.

Los hechos sucedieron el pasado 22 de junio en Lleida cuando un hombre se encontró a una gatita en la calle agonizando por el dolor causado por la explosión de un petardo en su boca. El transeúnte llevó al animal a una clínica veterinaria donde decidieron que era necesaria una intervención de urgencia para reconstruirle la boca, una operación que la persona que había encontrado al gato no podía asumir por su alto precio.

Tras la imposibilidad de afrontar económicamente la operación, el animal fue trasladado al veterinario de la protectora Amics dels Animals del Segrià donde la gata pudo ser operada. El felino, a la que la protectora bautizó como Dulcinea, presentaba una herida muy vistosa en la boca, no podía abrir los ojos y sólo podía alimentarse mediante suero. A pesar de los buenos resultados de la cirugía, la gatita siguió en un estado muy débil y con constantes quejas de dolor, hasta que finalmente, se ha confirmado su fallecimiento a los dos meses de vida.

“Dulcinea ha fallecido, su frágil cuerpo no ha soportado más tiempo. Buen viaje pequeña, gracias a tu salvador no has muerto sola y agonizando en la calle. Gracias a todo por el interés y las donaciones. A la pequeña Dulcinea le pusieron un petardo en la boca”. Ha comunicado la protectora en su página de Facebook tras el fallecimiento del animal.

La asociación de animales de Lleida también ha aprovechado lo sucedido para lanzar un mensaje respecto a la tradición de tirar petardos durante la verbena de Sant Joan: “El caso de Dulcinea nos agrieta el alma, y más sabiendo que no es el primer animal al que le hacen algo así. Los petardos deberían estar prohibidos por muchas razones, la principal es que generan víctimas de accidentes por un uso indebido u otras razones totalmente evitables. No sabemos cuál es el encanto que tiene convertir nuestros pueblos y ciudades en simulacros de una guerra. La pirotécnica es molesta y dañina, si no fuese así, Dulcinea no habría muerto”, han concluido.