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«Todo propietario de perro debería pasar por una evaluación individual para evitar problemas»

Entrevistamos a Aina Paredes Serrano, licenciada en Derecho por la Universitat Rovira i Virgili. Aina cuenta con un máster de acceso a la abogacía y acceso al turno de oficio en 2014, con las especialidades de menores y violencia sobre la mujer. Es miembro fundador y actual vicepresidenta de la Sección de Derecho de los Animales del Ilustre Colegio de Abogados de Tarragona y de la Asociación Advocats en Defensa Animal Tarragona. Además, nuestra entrevistada es educadora canina titulada y especialista en modificación de conducta canina.

¿Puede afirmarse que hay leyes injustas?

Desde el punto técnico no, pues la Justicia como tal es la aplicación de las leyes. Sí puede existir normativa que vulnere una superior, el caso más conocido sería cuando vulnera la Constitución y se recurre al Tribunal Constitucional para que declare su inconstitucionalidad y la anule. No obstante, desde un plano más ético o moral sí podemos considerar una ley injusta e instar su modificación. Al fin y al cabo muchos son los precedentes que han construido la evolución de nuestra sociedad hacia una mayor cohesión entre la justicia ética y moral y la legislativa.

¿La legislación que regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos es una de ellas?

A mi parecer sí, en ambas vertientes. Desde el punto de vista técnico debemos observar el Convenio europeo sobre protección de animales de compañía, hecho en Estrasburgo el 13 de noviembre de 1987 y ratificado por España. El artículo 4.2 del mismo recoge expresamente la obligación de toda persona que tenga un animal de compañía o se ocupe de él de procurarle cuidados y atención que tengan en cuenta sus necesidades etológicas.

Como bien sabemos, las necesidades etológicas de un perro (cualquier perro) incluyen las interacciones sociales (pues son seres gregarios como nosotros); que se les permita cierta libertad de movimiento; etc. Y todo ello se impide con la normativa estatal al prohibirles deambular sin bozal, sin poderlos soltar en los espacios para perros (que precisamente se crearon para cubrir necesidades etológicas de los mismos), se les obliga a ir siempre con correa no superior a 2m (en algunos municipios incluso 1,5 metros)…

En resumen: o bien la normativa estatal entiende que los perros de ciertas razas y características pierden su condición de perros y por lo tanto tienen necesidades etológicas distintas al resto, o claramente se contradice con el Convenio Europeo.

Más extensamente podríamos entrar además a valorar si ese incumplimiento supone a su vez daños graves para la salud física o psicológica del perro y entonces ya entraría en contradicción con otra tanta normativa de protección contra el maltrato animal.

¿Es útil la ley que se promulgó en 1999 para el control de los animales potencialmente peligrosos?

No, en absoluto. Desde el punto en que en la mayoría de ocasiones ni siquiera se controla que los animales estén censados, esterilizados o que se cumplan las obligaciones de tenencia de núcleos zoológicos este tipo de normativa tiende a dificultar aún más y a martirizar a quienes pretenden una tenencia responsable, creando múltiples trabas para ellos y escasos controles para los infractores. Si me paseo con un PPP por el centro de la ciudad es posible que me paren a pedirme la documentación, más aún según sean mis características físicas, pero si tengo un terreno con 10 de ellos sin esterilizar, criando para peleas es más difícil que me localicen.

Y… ¿Cuáles suponen y/o sufren un mayor peligro? ¿Tiene una base científica?

Por más que se pretenda, no. Desde la clasificación de ciertas razas mediante el anexo y hasta las medidas acordadas existen múltiples incoherencias. Pongamos un ejemplo, saliéndonos del Pit Bull Terrier o el Staffordshire Terrier que son los que a todos nos vienen a la mente al hablar de PPP.

El Akita Inu está también incluido como PPP (el adorable Hachiko, para muchos), realmente esta raza para quienes deseen informarse tiene una selección y origen que claramente puede determinar su “potencial” como peligro en caso de que decidan atacar, pero… ¿Qué pasa con el Akita Americano? Las diferencias son bastante escasas, el origen idéntico, pero no se encuentra en el Anexo I de la Ley y no cumple la mayoría de los requisitos del Anexo II. ¿Cuál es la base? Es más, si entramos a valorar el riesgo o peligrosidad de una mordida

¿Qué ocurre con los pastores alemanes, los malinois, o los perros lobo checoslovaco… O incluso… ¿Un mastín? Puedo entender que el daño que causa una mordida de un dogo argentino no es comparable al que pueda causar la mordida del chihuahua más agresivo, y de ahí su mayor “potencial” pero… ¿Y los que he enumerado u otros tantos?
Luego nuevamente las medidas que se establecen, como ya he expuesto antes, entiendo que no tienen ninguna base científica, pues lo que hacen es dañar al individuo impidiendo cubrir necesidades etológicas básicas y probablemente aumentando su malestar, reactividad y peligrosidad en consecuencia a ello.

¿Podríamos decir que no cumple la función para la que fue concebida incluso agrava la situación?

Claramente.

¿Se aplica por igual en todas las comunidades autónomas?

Todas basen de la normativa Estatal, aunque pueden realizar matices (siempre aumentando las limitaciones).

¿La transposición a Cataluña es mejor o peor que en otras autonomías?

Hay autonomías peores y mejores. Diría que no está en ninguno de los 2 extremos. La “mejor” sería la mera remisión a la normativa estatal, dado que no puede ser menos restrictiva. En el caso de Cataluña además añade matices como la prohibición de que puedan ser certificados como perros de asistencia, en su Ley 19/2009, de 26 de noviembre.

¿Es discriminatoria?

Indudablemente.

¿Se aplica? Y… ¿Si se hace se hace adecuadamente?

Se aplica en su vertiente recaudatoria, todos los ayuntamientos tienen claro que pueden cobrar para la licencia, en la mayoría de municipios la policía local tiene conocimiento de que debe parar y solicitar la documentación de según qué tipos de perros. Aunque, como he comentado anteriormente, la mayoría tiene la imagen de un par de razas concretas o de características similares, pocos identifican como PPP a los Akita o a los Fila Brasilero (por ejemplo).

También conozco de agentes sensibilizados con la causa que si ven que el perro está bien prefieren no aplicar la normativa, pues las consecuencias pueden ser peores que el no aplicarla, y mirar hacia otro lado. Muchos tampoco conocen la prohibición de pasear con más de 1 PPP a la vez… En fin, se aplica, pero solo algunos puntos de la normativa y con ejemplares muy similares. Ya ni se me ocurre preguntar qué controles se llevan de perros de otras razas o características que hayan sido catalogados como PPP por haber protagonizado agresiones a perros o personas. No creo que se aplique su totalidad, ni adecuadamente.

La licencia para tenerlos o pasearlos tiene una vertiente jurídica, una médica, una de responsabilidad civil y una burocrática. ¿Los mecanismos que los evalúan son infalibles? ¿Habéis obtenido la licencia?

En mi caso nadie vio a mi perro, su carácter o características físicas. Y puedo asegurar que si mi perro decidiera atacar a alguien, por características físicas, por mucho bozal y correa corta que lleve a mí me arrastra y mínimo un morrazo se lleva, si no es el caso de otro perro que le rompa el bozal y acaben los 2 en el veterinario.

Yo he visto a personas arrastradas por un Pomeranian. Los mecanismos establecidos NO EVALÚAN la capacidad del guía para controlar y manejar a su perro. Simplemente establecen un control para asegurar que en caso de que suceda algo, los daños queden cubiertos y que tomas unas mínimas medidas, como el seguro obligatorio del coche, la ITV…

¿Una posible reforma en qué dirección debería ir?

La Ley avanza siempre de la mano con la conciencia social, es difícil quitar el miedo a la gente a cierto tipo de perros, pero en el caso de que quiera controlarse la tenencia de estos animales sería mucho más correcto establecer una evaluación individual del propietario y el perro: ¿Qué nivel de reactividad o carencia de ella tiene el perro? ¿Qué control y manejo tiene el guía? ¿Es un perro que evita problemas y puede estar suelto con otros perros sin problema? ¿Tiene el propietario una buena llamada para controlarlo aún a distancia? ¿Puede interactuar con correa sin problema? ¿Tiene el propietario un buen manejo?… Una normativa que estableciera pruebas y certificaciones en este sentido, que fueran revisables, incluso periódicamente como la ITV, y fijara medidas limitativas solo en los supuestos que fuera necesario y de forma específica para cada caso/nivel.

A mi parecer, en un mundo ideal TODO propietario de perro debería pasar por estas pruebas, se evitarían muchos problemas y traumas.

Además de abogada eres educadora canina. ¿Cuál es tu experiencia con los Perros Potencialmente Peligrosos?

Hay de todo, además como he dicho, son más razas de las que la gente cree y con caracteres y comunicación distintas. No tiene nada que ver un Akita con un Pitbull.

Los “tipo presa”, los Terrier, suelen ser bastante del propietario y aunque no son los más ágiles para aprender si son muy constantes luego. Mi experiencia, incluso con aquellos que tienen problemas de conducta, es que con un buen manejo y un entorno adecuado mejoran notablemente, no tiene sentido estigmatizarlos de por vida. Además el bozal cuando intentas premiar es un engorro, las correas cortas son a menudo la causa de la reactividad, porque enseguida tienen tensión, la falta de libertad para relacionarse es otra causa importante, pues les crea mucha frustración y aislamiento.

La mayoría ya tienen problemas por comunicarse distinto a otros perros como pueden ser los retriever y esto no ayuda NADA.

Los propietarios o poseedores además de los requisitos administrativos… ¿Qué requisitos emocionales y técnicos deberían cumplir?

¡Qué gran pregunta! En general, además. Dicen que la formación para tener (cualquier) perro debería empezar 2 años antes de que nazca. Nadie debería tener perro para suplir carencias emocionales, eso no es su tarea, ni mucho menos para pagar sus frustraciones. Pero si además tienes un perro fuerte, evidentemente, esto requiere más de ti para su manejo. Tienes 2 opciones: o eres más fuerte o tienes buenas técnicas de manejo.

Para tener un perro tienes que aprender a estabilizarte, a ser firme pero sin enfado, no enfadarte es esencial. Un perro potente con alguien que le transmita seguridad, firmeza, sin agresividad ni enfado, comprensión… No tiene porqué suponer un peligro. Y mínimo debería asistir a clases de educación básica y algún club de socialización para aprender a interactuar con otros perros y personas.

¿Son más vulnerables al maltrato?

Concretamente los Pit Bull, Staffordshire Bull y American Staffordshire o cruces de estos tienen una alta tolerancia al maltrato por parte de humanos, su selección históricamente les ha llevado a ello y lamentablemente eso junto con su aspecto robusto les condena a menudo a tener propietarios con cierto perfil de agresividad que les “corrigen” a puñetazos; o a ser perros de guarda encadenados; o a peleas…

¿Hay suficientes recursos para la rehabilitación de perros maltratados o supervivientes de peleas?

Recursos y medios existen, es decir, hay métodos amables que pueden ayudar a estos animales y por suerte cada vez hay más profesionales en modificación de conducta formándose en este sentido. El tema es que para ello debe haber personas implicadas: particulares, asociaciones… Que decidan acudir a estos profesionales y seguir sus pautas. Es un trabajo MUY duro, sobretodo emocionalmente, para quién decide hacerse cargo. Y si ya es difícil que se logre adopción de PPP en un refugio, dados los requisitos y trámites administrativos cuando no tiene problemas, imaginad la dificultad de que alguien asuma eso además de la rehabilitación de perros con problemas de esa gravedad, que pueden suponer años de trabajo.

La gente quiere perros para disfrutarlos, no para ir evitando otros perros, sufrir incluso lesiones por tirones de correa, regresar frustrados a casa o verlo sufrir por el miedo y la ansiedad.
Ahora bien: si decides hacerlo te cambia por completo, maduras y mejoras como persona y creas un vínculo con otro ser que será seguramente el más especial de tu vida. Lo digo por experiencia.

¿Hay alguna sentencia que conozcas en el que haya PPP implicados y que te apetezca comentar?

Ciertamente, las Sentencias me resultan bastante desalentadoras, en este sentido la mayoría tratan la instrumentalización de los mismos como armas, existen varias sentencias de Audiencias coincidentes en que la causación de lesiones haciendo uso de un perro se incluyen claramente en el catálogo de medios peligrosos del artículo 148.1º del Código Penal y fundamentan la agravación en el aumento de la capacidad agresiva en el actuar del agente y en el mayor riesgo de causación de lesiones. Mientras que esta catalogación no influye en ninguna protección distintiva o especial para mutilaciones o maltrato de los mismos.

Espero pronto poder comentar otro tipo de sentencias, por ejemplo ahora en la asociación a la que pertenezco, ADAT, llevamos la acusación popular por la muerte de un Rottweiler que fue disparado por un agente de policía en Segur de Calafell, el joven Shaitan de 13 meses de edad llevaba meses vagando y su condición de PPP claramente le llevó al peor final, puesto que seguramente en caso de haber sido un Bichón Maltés nadie lo hubiera visto como un peligro, si no como la víctima de abandono que era.

¿Se persigue con igual celo el daño real que sufren estos animales frente al daño potencial que podrían causar?

Ni por asomo, como he comentado el primer daño se les causa por la propia normativa y después su estigmatización y características les lleva a otras muchas formas de maltrato, son doblemente victimizados y a razón de ello en los casos que se interviene por maltrato y son incautados difícilmente encuentran una nueva familia, muchos están condenados a morir en los refugios. Además las penas y sancionas por uno y otro y las medidas de prevención no tienen ni punto de comparación. Como he empezado diciendo faltan controles para asegurar que TODOS los propietarios son responsables, en lugar de dificultar a los que lo son los trámites y tenencia. Ignorando aquellos que no se presentan voluntariamente para realizarlos.

“El único defecto que tienen los perros que llevan mucho tiempo en una perrera es, simplemente, que no se ven”

 

Marta Calcerrada es bióloga ambiental, antrozoóloga, educadora canina y cofundadora de 21Hogares. Su interés radica en saber por qué hay animales que resultan invisibles. “Con el apoyo y las medidas adecuadas no habría perros de larga estancia en las protectoras: todos podrían disfrutar de un hogar”. Recientemente presentó en Bratislava, capital eslovena, su investigación en un congreso internacional de etología veterinaria.

 

Los perros denominados de larga estancia, también conocidos como invisibles, de “difícil adopción”, no adoptables, especiales, veteranos, etc., son aquellos que por su edad, condición física, problemas de comportamiento (derivados de situaciones de maltrato o falta de cuidados), o raza, tardan mucho en encontrar una familia y se convierten en invisibles a ojos de todo el mundo. Son estos mismos animales los que muchas veces no encuentran una familia y mueren en los mismos refugios. ¿Realmente vivir toda la vida en una jaula es una vida digna? La solución a esta pregunta no debería ser el sacrifico, sino intentar incrementar el esfuerzo de todos para que encuentren un hogar.

Como resultado de mi investigación para el posgrado en Antrozoología es que los colectivos más interesados para adoptar un perro menos “popular” son las mujeres, las personas sin hijos menores de edad, las que viven solas y las que viven en ambientes rurales. Las limitaciones que las personas han puesto para adoptar un perro de larga estancia son sobre todo, no poder asumir, por tiempo o economía, la situación del animal. Los adoptantes motivados aumentarían si se implementasen ayudas en la adopción que cubriesen total o parcialmente los gastos veterinarios, de mantenimiento y la propia tasa de acogida u adopción. La terapia comportamental si fuese necesaria también se valora de manera muy positiva.

Las medidas que propongo para reducir al máximo los índices de individuos de larga estancia serían, principalmente:

Marta Calcerrada

-Mejorar el enriquecimiento ambiental en las jaulas: da más posibilidades de interacción con el perro y las conductas derivadas del estrés pueden verse reducidas. También ejercen un estímulo estético positivo.

-Implementar programas de educación básica o rehabilitación: en la medida de lo posible, para ayudar a mejorar el comportamiento de aquellos animales que lo necesitan, de cara a una adopción. Esto también aumenta el contacto social entre ellos y con los voluntarios y adoptantes. Debemos pensar que el comportamiento del animal lo hace más atractivo que su propio físico

Aumentar las sesiones de “contacto humano-animal”, tanto por voluntarios como familias: Está demostrado que el contacto social con humanos es una necesidad vital por los perros, reduciendo así el estrés y mejorando su estado y comportamiento. También se ha visto que el proceso de adopción que empieza con estas sesiones suele hacerse más estable para el animal. ¿No estaría bien poder entrar a leer, acariciar, cepillar, simplemente “estar” con el animal y hacerse amigos, en la jaula? Ésto solo es posible si tiene una jaula en condiciones. 

Charlas de formación y concienciación a diferentes colectivos: para difundir y sensibilizar sobre el tema, así como formación básica de las enfermedades crónicas caninas más frecuentes, como la Leishmaniosis, para desmitificarlas y aclarar que se puede convivir perfectamente con el tratamiento adecuado.

-Tener personal específico para gestionar las adopciones: una muy buena opción sería que existiese esta figura que realizara exclusivamente difusión de los casos, diferenciándolo de los cuidadores del refugio y creando una buena comunicación entre todos. Siempre hay que pensar en campañas de ayuda económica o asistencial a adoptantes que decidan acoger indefinidamente un animal de larga estancia.

Desarrollar medidas económicas específicas para cada adopción: La idea sería en mostrar al adoptante (después de ver su perfil y decidir si es válido) aquellos animales que lo tienen más difícil, y ofrecer ayudas adaptadas según el caso del animal. Para poder obtener estas ayudas se debería ampliar el espectro de convenios con educadores caninos, etólogos, clínicas veterinarias, farmacéuticas o laboratorios que pudiesen ofrecer mejores precios para estos adoptantes.

Resumiendo, se trata de poner todas los esfuerzos para hacer que los perros de larga estancia sean más visibles, gestionar todas las adopciones que se puedan y crear programas a nivel individual, además de trabajar con la población para mejorar la concienciación sobre el abandono, la adopción y la tenencia responsable. 

Marta Calcerrada

L’Hospitalet de Llobregat forma a su Guardia Urbana en materia de bienestar animal

 

Desde la incorporación de la concejala adjunta Cristina Santón las actuaciones de promoción de tenencia responsable de animales de compañía se han multiplicado exponencialmente. L’Hospitalet de Llobregat por su peso específico en el territorio catalán está muy cerca de liderar las políticas de bienestar para los animales de compañía. El nuevo paso adelante en este sentido lo constituye un curso teórico práctico sobre el manejo de Perros Potencialmente Peligrosos que está recibiendo un nutrido grupo de agentes de la Guardia Urbana de Hospitalet de Llobregat así como diversos miembros del equipo técnico del área de sanidad de dicha población.

La formación la imparten distintos miembros de la Asociación para la Protección de GPP (las siglas corresponden a la traducción en catalán de Perros Potencialmente Peligrosos) con Miquel Montanera a la cabeza como presidente y experto en estos perros de complexión fuerte. En las distintas sesiones se analiza con profundidad el origen de la norma promulgada en Madrid en 1999 y adaptada a las Comunidades autónomas que son las competentes en este ámbito.

Miembros de Asociación Protección GPP y Cristina Santón (dcha)

En el programa se explica con detalle cuáles son las razas que reciben la etiqueta de potencialmente peligrosas en función de su envergadura, independientemente de la bondad de su comportamiento. Los agentes y los técnicos municipales podrán reconocer las señales que indican el estado emocional del perro, aproximarse de forma segura, intervenir adecuadamente en caso de conflicto y en definitiva, desarrollar elementos claves para la tenencia responsable.

Una actuación oportuna en caso de extravío o abandono de un perro puede resultar crucial para la supervivencia e integridad del animal. En caso de que el perro vaya acompañado de su propietario también es interesante saber cómo acercarse y en caso necesario asesorar sobre su manejo según la ley y según unas pautas etológicas.

Cristina Santón nos explica que han «organizado este curso con la finalidad de dotar a nuestros agentes de la Guardia Urbana de los recursos necesarios para poder abordar situaciones de riesgo en las que hay un animal involucrado y que por algún motivo se encuentra fuera de control. La voluntad es evitar que en este tipo de situaciones sean los animales los que acaben pagando el precio de la manca de conocimientos de las personas que deben resolver la situación». Santón ha señalado que «con conocimientos y recursos, todos ganamos«.

Según el equipo docente “el contacto directo con los profesionales que velan por la seguridad ciudadana es una de las mayores garantías de convivencia, de bienestar animal y ejemplaridad. Es muy positivo tener una norma jurídica bien orientada pero su cumplimiento depende de todos, y en determinados momentos, sobre todo de la Guardia Urbana”.

Las últimas sesiones se van a desarrollar en la Protectora de Sabadell donde la tarea de voluntariado y socialización con perros potencialmente peligrosos está ofreciendo grandes satisfacciones y generando nuevas acogidas y adopciones de este tipo de perros. La mayoría sin ningún tipo de problema de comportamiento.

 

Emma Infante

Corpulento, Potencialmente Peligroso y agresivo, son tres conceptos distintos

 

Recientemente un titular encendía los ánimos de la comunidad animalista. “Perros agresivos colman la protectora de ”. Obviamente más allá de ese espantoso panorama que dibujaban estas seis palabras había que averiguar las circunstancias. La redactora se había puesto al servicio del denunciante de la situación sin contextualizar la carga de realidad ni prever las consecuencias de su contribución a la toxicidad informativa que recae sobre estos individuos. Básicamente desde varias asociaciones se lamenta la sustitución del epíteto legal potencialmente peligroso por el de agresivo (más breve pero mucho más inexacto.

En el artículo se señala que el problema es este 25% de PPP cuando el conflicto real es el mantenimiento del alto porcentaje de perros abandonados (no extraviados): un 98%. Así pues el foco del problema no son este tipo de perros, sino las altísimas tasas de abandono, de delito contra los animales que se siguen cometiendo.

Un poco más adelante se comenta que se han rehabilitado tres perros dominantes. El concepto de dominancia está desterrado desde hace años del elenco de comportamientos posibles de los perros para los educadores caninos formados adecuadamente. El artículo básicamente retrata una entidad gerundense como víctima de contener perros feroces fruto del tráfico y venta por internet. ¿Qué favor se hace pues a los canes? Ninguno. Se nombran unas razas y sus cruces que son las que en el año 1999 se señalaron desde el Gobierno a pesar de no ser las protagonistas de más ataques ni diferir en peso, tendencias y estructura a otras razas que ni se nombran. La ley sobre los perros potencialmente peligrosos fue cuestionada desde el principio por expertos y aficionados y lamentablemente no ha servido para evitar ataques graves ni para evitar que estos perros sufran mutilaciones, adiestramientos que inducen a la indefensión, tráfico, robos y muerte.

Se apuntan también tímidas medidas esperanzadoras, se habla de una prueba piloto y de unos perros muy concretos. Tenemos constancia de que una actividad cotidiana y bien realizada transforma la frustración tras los barrotes – la que tendría cualquier animal social recluido injusta e inapropiadamente- en equilibrio, afabilidad y simpatía durante los paseos o tras la adopción. La Associació per a la Protecció dels Gossos Potencialment Perillosos hace años que realiza con gran éxito actividades que demuestran la gran capacidad de resilencia de estos perros. Muchos de ellos, de razas fuertes, y conductualmente nada peligrosos, en muchos casos comparten jaula en el Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona. Es el mal manejo y la falta de recursos formativos y materiales lo que lleva a mal interpretar señales y a imponer etiquetas erróneas. Tampoco los medios de comunicación generalistas ayudan mucho a facilitar el conocimiento de la realidad de estos perros que en la mayoría de los casos impresionan por su corpulencia. En nada contribuye que se les asocie comúnmente a segmentos poblacionales que ven en su aspecto el “arma” disuasoria perfecta.

No hay una legislación idónea en el mundo que solucione mágicamente el problema del maltrato y explotación de perros. Aunque la hubiera las lagunas en su aplicación y la falta de altavoces adecuados para su conocimiento general le restaría eficacia. Animalados nació con vocación de ofrecer información veraz y asequible para combatir los errores que restan bienestar a nuestros compañeros peludos. Y desde Animalados os invitamos a profundizar sobre las diferencias entre agresividad, perro potencialmente peligrosos y perro corpulento potencialmente besucón

 

Emma Infante