Listado de la etiqueta: veneno

La Fiscalía niega a la Generalitat la autorización del uso de fosfuro de aluminio para combatir la plaga de conejos

El Estado prohíbe al Govern de Catalunya el uso del fosfuro de aluminio, un veneno altamente tóxico y muy peligroso para todos los animales.

La Fiscalía General de Medio Ambiente ha abierto procedimiento por la denuncia interpuesta por el Partido PACMA, Lex Ànima y Fundación Altarriba contra Teresa Jordà, exconsellera d’Acció Climàtica Alimentació i Agenda Rural, y Anna Sanitjas, Directora General d’Ecosistemes Forestals i Gestió del Medi, por el uso de fosfuro de aluminio para acabar con la superpoblación de conejos.

Según la parte denunciante, la Generalitat, sin disponer de los permisos correspondientes del Ministerio de Agricultura, autorizó el uso de este veneno altamente tóxico y peligroso para una prueba piloto de control poblacional que tuvo lugar durante el pasado mes de marzo en la carretera de Lleida LV-7041, de Soses a Malcoreig, en la comarca del Segrià.

Los denunciantes aseguran que la empresa ilerdense de venta de cereales Miarnau Agritecno S.L, encargada de aplicar el fosfuro de aluminio a lo largo de la carretera durante la prueba piloto, pertenece a un agricultor vinculado al sector cinegético. Además, Lex Ànima afirma que no existe ninguna licitación en el portal de contratación de la Generalitat de Catalunya que autorice a esta empresa a desarrollar esta actividad, lo que supone un “manifiesto cúmulo de presuntas ilegalidades”.

“PACMA, Lex Ànima y Fundación Atarriba denunciamos la locura que querían acometer. La Fiscalía nos da la razón negando a la Generalitat la autorización para utilizar ese veneno para combatir esa supuesta plaga de conejos”, ha publicado en sus redes sociales Yolanda Morales, candidata a la presidencia del Gobierno por el Partido PACMA.

Según los expertos, el uso de fosfuro de aluminio para el control poblacional no es eficiente y, además, se corre un riesgo muy elevado para cualquier ser vivo. “Es un disparate”, indica Octavio Pérez Luzardo, catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria del área de Toxicología.

“El fosfuro de aluminio se puede acumular en el terreno y las aguas subterráneas. Afecta a la respiración y el metabolismo de las células, causando la muerte del animal que lo ingiere o respira los gases que derivan de su contacto con la humedad. Afecta a toda la cadena trófica”, especifica la candidata a PACMA, Yolanda Morales.

¿De dónde procede la superpoblación de conejos de Catalunya?

En la denuncia interpuesta, las entidades de defensa animal acusan a Teresa Jordà y Anna Sanitjas de haber desviado, presuntamente, unos dos millones de euros procedentes de fondos públicos para el sector de la caza con el objetivo controlar supuestas plagas de conejos que habrían sido provocadas por las sueltas provenientes de granjas cinegéticas que previamente habrían autorizado.

Según las entidades de defensa animal, la parte denunciada autorizó la suelta de más de 15.000 animales cinegéticos (unos 12.000 de ellos conejos) por toda Catalunya en 2021. Además, habrían permitido la matanza de unos 20.000 zorros para evitar la presencia de depredadores naturales. Esta habría sido la causa principal de la conocida superpoblación de conejos que tantas protestas provocó entre los agricultores durante el pasado mes de marzo.

Recordemos que la superpoblación de conejos en la llanura de Lleida fue una de las causas que llevó al departament d’Acció Climàtica Alimentació i Agenda Rural a declarar la situación de ‘emergencia cinegética’, un concepto que, según la Plataforma No a la Caza, simplemente es “una excusa que se han inventado los cazadores para justificar la caza en cualquier momento”.

«La intoxicación de animales es más común de lo que pensamos»

Octavio Pérez Luzardo es Catedrático de Toxicología en la Universidad de las Palmas, investigador, docente y responsable de un laboratorio puntero. Su compromiso con la defensa de los animales, la ciencia y la biodiversidad le ha hecho muy popular. Es un caso atípico de excelencia académica, práctica profesional, incidencia legislativa y notoriedad en los círculos especializados.

¿Es más frecuente el envenenamiento de animales de lo que podemos pensar?
Rotundamente si, tanto accidentalmente o como intencionalmente. El envenenamiento intencional se utiliza para controlar la población de animales considerados plagas, en caza furtiva, pesca o como un acto de crueldad. Muchos casos de envenenamiento no son reportados, por lo que la magnitud del problema puede ser mayor de lo que se cree. Hay casos en los que las personas envenenan animales como perros o gatos simplemente por el hecho de hacerles daño, en un acto de crueldad que puede ser motivado por venganza o como una forma de entretenimiento cruel. También hay envenenamientos accidentales al ingerir alimentos o sustancias tóxicas (en esos casos hablamos de intoxicación) y afectan principalmente a animales silvestres.
En particular, los plaguicidas y fertilizantes pueden ser muy tóxicos para los animales si se usan de manera inadecuada o se manipulan de forma insegura. Estos productos químicos se utilizan comúnmente en la agricultura y a menudo son los responsables de los casos de envenenamiento de animales que ocurren en el entorno doméstico y en la naturaleza.

¿Cuáles son las especies más afectadas?
Desgraciadamente, pocas se libran o ninguna se libra. Depende un poco de la región y el tipo de veneno utilizado en la zona, de si es urbana o rural, del tipo de agricultura o ganadería que haya. Pero los perros y gatos son especialmente vulnerables al envenenamiento accidental debido a su curiosidad y acceso a sustancias tóxicas en el hogar, y también por su proximidad al ser humano. Los gatos de colonia también son objeto frecuente de envenenamiento con la intención clara de acabar con ellos. Además, los animales silvestres pueden ser afectados por venenos utilizados por la industria agraria, como rapaces, aves carroñeras, lagartos, musarañas y otros roedores, zorros, mapaches, lobos, etc.

¿También los animales criados en las granjas?
Sí, las vacas, los caballos y los cerdos, pueden resultar intoxicados si se les alimenta con plantas tóxicas o tienen acceso a sustancias tóxicas de las que existen en el entorno de las granjas. Todos los envenenamientos de animales son dramáticos, pero resultan especialmente preocupantes cuando afectan a especies en peligro de extinción, que pueden resultar afectadas, ya sea de forma involuntaria o, peor aún, intencionalmente, al ser consideradas una amenaza para la ganadería o los cultivos. Todas las poblaciones de aves de ecosistemas agrarios se encuentran en franco declive debido a los pesticidas. No solo estamos hablando de aves y mamíferos, sino también los miles de millones de pequeños reptiles, micromamíferos e invertebrados resultan afectados en el mundo por el uso del veneno, que están afectando de forma muy severa a la biodiversidad del planeta.

Habéis publicado precisamente dos estudios con resultados contundentes que avalan lo que dices…
Efectivamente, acabamos de publicar dos trabajos en los que hemos evidenciado como el 100% de los cernícalos de la isla de Tenerife están expuestos a concentraciones preocupantes de rodenticidas, causando estos productos la muerte de muchos de ellos. Pero, aunque no los maten, les afectan su salud, sus habilidades de caza, y en definitiva su supervivencia. Un resultado similar hemos obtenido estudiando los reptiles de la isla de Gran Canaria, en los que también encontramos varios de estos compuestos en la inmensa mayoría de los individuos estudiados, muchas veces de forma simultánea en el mismo animal.

¿Cómo se debe actuar en caso de presumir un envenenamiento?
Es importante actuar rápidamente para mejorar la salud del animal afectado, si sigue con vida, y también evitar que el veneno afecte a otros animales o personas. En primer lugar, es fundamental mover al animal a un lugar seguro y alejado de la fuente de envenenamiento. Además, se debe contactar a un veterinario de inmediato o a una clínica veterinaria cercana. No se debe intentar tratar al animal por cuenta propia, ya que podría empeorar su estado de salud. También es recomendable identificar la fuente del envenenamiento, si es posible, para tomar medidas preventivas y evitar la exposición de otros animales y personas. Finalmente, es importante informar a las autoridades locales, como la policía local, el SEPRONA, o llamando al teléfono de emergencias de la Comunidad Autónoma (en Canarias, el 112), para que puedan investigar el incidente y tomar medidas preventivas.

A veces nos cuesta denunciar, sobre todo si no solo hay sospechas, ¿qué hacer si el animal está muerto?
En España está tipificado el delito de envenenamiento. La mera colocación de cebos envenenados es delito, aun cuando no afecte a ningún animal. El problema es que es un delito muy difícil de demostrar y de perseguir. Es importante insistir en que se persone un agente de la autoridad en el lugar de los hechos cuando se sospeche que el envenenamiento máxime si ha sido intencionado, para garantizar que todo el procedimiento de toma de muestras y de investigación se realiza con las debidas garantías. Hace falta mantener intacta la cadena de custodia de la muestra, para lo cual tiene que haber protocolos y entrenamiento de los cuerpos policiales. Hace falta además disponer de laboratorios que sean capaces de realizar estos análisis, que para más inri son muy caros. Por último, hace falta tener a quién imputarle el delito. Decía antes que la práctica de envenenar es cruel y cobarde. Lo de cobarde es clave. El envenenador coloca el veneno y se va. Hace falta una investigación policial para dar con el culpable, y es poco frecuente, aunque esto se haga.

La mayoría de las exposiciones a sustancias tóxicas de la fauna silvestre y doméstica se producen de forma accidental

¿Cree usted que las herramientas legales son suficientemente disuasorias para acabar con este problema?
Son insuficientes, sobre todo en lo que respecta al “veneno legal”. Yo creo que uno de los mayores problemas radica en esto, en la gran profusión de sustancias tóxicas que se pueden obtener de forma sencilla, y el gran uso que estos productos tienen. La mayoría de las exposiciones a sustancias tóxicas de la fauna silvestre y doméstica se producen de forma accidental, tras la aplicación de productos que están autorizados. Esto supone un drama para la conservación de la biodiversidad y es sumamente difícil de controlar. Debemos asegurarnos de reciclar y desechar correctamente los envases y residuos de las sustancias tóxicas, siguiendo las instrucciones del fabricante y las normativas y leyes locales. Y, por último, podemos apoyar la investigación sobre los efectos de las sustancias tóxicas y la eficacia de las estrategias de seguridad y protección del medio ambiente y la salud pública.

¿Qué medidas deberían adoptar los legisladores y el ejecutivo para evitar esto?
La regulación y el control de la tenencia y aplicación de sustancias tóxicas, incluyendo los fitosanitarios, es un tema clave para garantizar nuestra supervivencia y la de nuestro entorno. En este sentido, es necesario aplicar la normativa existente de manera más estricta y establecer medidas adicionales para evitar su uso indebido o malintencionado. Una de las medidas que se podría implementar es la prescripción de los fitosanitarios con la misma rigurosidad que los medicamentos, a través de un sistema de receta electrónica y trazabilidad de la tenencia y aplicación. Los fabricantes y usuarios de las sustancias tóxicas deben ser sometidos a controles muy rigurosos. La protección del medio ambiente y la salud pública debe ser una prioridad para todos y requiere una regulación y control estrictos.

¿Debemos imitar otras legislaciones?
En países como Reino Unido, los fabricantes de productos fitosanitarios asumen los gastos de la investigación y se les responsabiliza en última instancia de asegurar que sus productos no contaminen ni dañen el medio ambiente. Aquí hay que instituir una red de laboratorios de altas prestaciones y con formación específica para los cuerpos de inspectores y de policía, que puedan investigar los efectos de la aplicación de los fitosanitarios en el medio ambiente y la salud pública. Con laboratorios y agentes de la autoridad capacitados, la industria se pone las pilas para evitar pérdidas a todos los niveles.

¿Qué podemos hacer como ciudadanía globalmente para limitar este problema?
Yo creo que ya la sociedad está haciendo cosas, pero demasiado lentamente. Cada vez hay más consumidores preocupados por la posible presencia de residuos de plaguicidas en los alimentos, y exigen garantías de que no los contienen. Si es necesario utilizar sustancias tóxicas, es importante que lo hagamos de forma responsable, siguiendo las medidas de seguridad recomendadas y manipulando y aplicando las sustancias según las instrucciones del fabricante. La prevención es clave para evitar el envenenamiento de animales, manteniendo productos químicos, alimentos y plantas tóxicas fuera de su alcance y supervisándolos cuidadosamente cuando estén al aire libre.

Alarma por la presencia de cadáveres de buitres envenenados en Asturias

La asociación FAPAS alerta de la presencia de cadáveres de buitres envenenados en todo el centro de Asturias desde la semana pasada.

Durante los últimos días han aparecido más de una docena buitres muertos en diferentes puntos de Asturias, desde el concejo de Mieres a los de Teverga, Yernes y Tameza, Proaza o Quirós. El Fondo para la protección de los animales salvajes (FAPAS) ha alertado de este hecho tras la llamada de excursionistas que han localizado los cadáveres mientras realizaban travesías de montaña.

Tras recibir estas llamadas, FAPAS se ha desplazado a visitar las colonias de reproducción ubicadas en el Valle del Trubia y han podido observar también a buitres muertos en los cantiles, en lugares totalmente inaccesibles. Esto ha generado las sospechas que el número real de buitres y de otros animales salvajes muertos es impredecible, ya que pueden quedar los cadáveres en lugares imposibles de localizar.

Ejemplar de buitre encontrado sin vida en Asturias/ FAPAS

La asociación de defensa animal tiene conocimiento que los ejemplares muertos han sido recogidos por personal de la Consejería de Medio Rural, sin poder determinar el verdadero alcance de este envenenamiento masivo de fauna salvaje en el centro de Asturias. Además, la intoxicación parece también haber afectado a perros de caza e incluso a un cazador que resultó intoxicado al manipular su perro muerto.

FAPAS detalla que la presencia de veneno en zonas oseras, tal como ha sucedido en esta ocasión, es un crimen ambiental de extraordinario riesgo para la conservación de la biodiversidad. Ante esta situación, la asociación reclama al Principado que ponga en marcha protocolos de vigilancia o mantenga colaboración con las entidades que pueden ayudar a verificar el problema.

Además, las asociaciones podrían ayudar a localizar más ejemplares muertos, manteniendo como única actitud el secretismo y la ocultación pública de los hechos. Esperemos que se ataje pronto el problema y ningún animal más sufra las consecuencias de este veneno.

Los animalistas de Málaga denuncian el uso de herbicidas peligrosos para la salud de los animales

Los animalistas de Málaga denuncian el uso de herbicidas prohibidos en los alcorques de algunas zonas urbanas de la ciudad con el fin de matar a las malas hierbas. La concentración de estos productos tóxicos supone una auténtica amenaza para la salud de los animales, así como para la supervivencia de las raíces de los árboles que se encuentran en dichos alcorques.

Desde hace semanas los animalistas de Málaga muestran su preocupación por el posible uso de herbicidas prohibidos en las zonas urbanas de la ciudad. El Ayuntamiento de Málaga estaría usando este tipo de producto tóxico para acabar con las malas hierbas que ocupan su espacio en los alcorques de muchos árboles de las calles andaluzas. El uso de estas sustancias significaría una amenaza real para la salud de los animales que se aproximen a la zona.

La suposición se ha confirmado tras haber recogido muestras de los alcorques y haberlas analizado posteriormente. Nacho Romera, animalista andaluz, y Begoña Medina, concejala de medio ambiente del PSOE, han podido acceder a las pruebas realizadas en un laboratorio donde se ha confirmado la concentración del 29% de oxifluoren, un herbicida prohibido por el daño que causa en la salud de los animales y en las raíces de los propios árboles.

Animalados

Nacho Romera nos explica que el Ayuntamiento de Málaga está incumpliendo el artículo 16 del Reglamento Orgánico de Pleno (ROP) tras la contratación de Conacon para acabar con las malas hierbas mediante herbicidas prohibidos. Según recoge el pliego de prescripciones técnicas para la conservación y el mantenimiento de las zonas verdes y arboledas en su artículo 7.4.6.2: “queda expresamente prohibido el empleo de formulados químicos para el control de malas hierbas en alcorques”.

El Ayuntamiento de Málaga no se ha pronunciado de manera clara sobre el tema, aunque sí que ha pedido explicaciones a la empresa responsable de los hechos tras recibir la denuncia por parte de los animalistas. Desde Conacon, empresa responsable de acabar con las malas hierbas de los árboles, se niegan los hechos rotundamente.

La parte animalista lo tiene claro y está esperando a que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto de manera seria. La parte acusadora considera que tiene pruebas concluyentes, y además, son conscientes de que la obtención de los herbicidas ilegales queda registrado en los almacenes de las empresas proveedoras.

Las consecuencias de estas negligencias repercutirían directamente en los animales, poniendo en riesgo sus vidas. Cualquier peludo que se aproxime a la zona intoxicada para orinar o simplemente a olisquear podría poner en serio riesgo su vida. Nacho Romera, como animalista y ecologista, opina que: “Este tipo de actuaciones deben ser perseguidas por todos los que amamos a los animales y vemos que este tipo de acciones ponen en riesgo su salud”.

El Ayuntamiento de Terrassa rehabilita ocho de los nueve pipicanes tras recibir amenazas de envenenamiento

El Ayuntamiento de Terrassa ha rehabilitado ocho de los nueve pipicanes de la ciudad tras recibir amenazas anónimas con el envenenamiento de las áreas caninas con sulfato de estricnina. La investigación policial, por el momento, no ha encontrado ningún resto de veneno en la zona, ni tiene ningún dato de la identidad de la persona responsable del escrito.

El pasado martes 11 de junio, el Ayuntamiento de Terrassa cerró temporalmente los pipicanes de la ciudad por la aparición de una nota anónima en la que se amenazaba con envenenar a los perros. El escrito, encontrado en el área canina de la Avenida Béjar, exponía lo siguiente:

“He rociado diversas partes del pipi-can con sulfato de estricnina. A partir de ahora recomiendo a los propietarios de los perros que no los paseen por aquí dentro. Para quien no sepa que es la estricnina, enseguida lo averiguará si su perro la ingiere. Es cuestión de unos 15 minutos. Suerte. Nota: repetiré la acción varias veces a lo largo de este año”.

Las personas que acudieron al pipicán con sus perros el pasado martes encontraron la nota y alertaron al consistorio de las amenazas expuestas en la hoja de papel. El Ayuntamiento, para evitar cualquier tragedia, envió a la policía municipal el mismo martes para precintar todas las puertas de las áreas de recreo para perros de Terrassa.

Durante la investigación policial no se ha detectado la presencia de sulfato de estricnina ni de ningún otro elemento tóxico en ninguno de los nueve pipicans de Terrassa. Por otro lado, el Ayuntamiento todavía no tiene ninguna pista de quién puede ser la persona responsable del escrito y de las amenazas.

Ante la falta de pruebas, el consistorio abrió al uso en la mañana de ayer ocho de los nueves pipicanes, dejando inhabilitado por el momento el espacio canino en el que se encontró la nota con las amenazas. Según informa el Ayuntamiento de Terrassa, «los expertos en toxicología han detallado que el sulfato de estricnina es una sustancia con una permanencia considerable», motivo por el cual el espacio para perros de la Avenida Béjar no se volverá abrir hasta que no se descarte al cien por cien la posibilidad de intoxicación.