La sequía y la crisis económica están poniendo en riesgo la vida de los équidos en Cataluña

Las asociaciones de defensa animal alertan de la grave situación en la que se encuentran los équidos en Catalunya. La administración sigue sin actuar, aunque llevan meses recibiendo alertas y peticiones de ayuda desde las entidades.

La actual crisis económica y climática ha empeorado de forma dramática la precaria situación de los équidos en Cataluña. Los centros hípicos y particulares no están recibiendo ayuda alguna por parte de las administraciones locales y, desde enero, el número de abandonos y casos de maltrato de caballos ha aumentado considerablemente.

La gravedad de la situación ha provocado incluso que, cada semana, el grupo de refugios y protectoras de équidos de Cataluña (formado por FAADA, Asociación Defensa Équidos, Proyecto Caballo, Las Siete Cabretas, Fundación Miranda, Asociación Por Ellos, Santuario Cielo Abierto, Caballos Mas El Pla, ECUUSOS, Mas Casanova, Refugio Tikotta y Asociación para la Recuperación y Rehabilitación Equina) reciba decenas de llamadas de personas que ya no pueden seguir manteniendo económicamente a sus animales.

“No todo el mundo podrá aguantar esta crisis y veremos morir de hambre a muchos caballos. Lo peor no es la muerte sino la agonía”, declara Laura Riera, responsable de équidos de FAADA.

«No todo el mundo podrá aguantar esta crisis y veremos morir de hambre a muchos caballos»

Además, estas entidades aseguran que constantemente llegan avisos por parte de particulares que quieren denunciar el lamentable estado en el que se encuentran los équidos de algunas hípicas o explotaciones equinas.

Según indica FAADA, por un lado, los precios de los forrajes han aumentado considerablemente y, tanto particulares como centros que acogen équidos, no han podido aguantar la situación de crisis y están dejando de alimentar a sus animales o están buscando a quien los recoja o los adopte. Por otra parte, todas las explotaciones que mantenían sus équidos en extensivo se han visto obligadas a comprar forraje, ya que, por culpa de la sequía, ya no crece hierba en los pastos.

La fundación de defensa animal añade que, por desgracia, la conselleria de Acción Climática y Agenda Rural parece haber olvidado la denominación de explotación ganadera que otorgó a los centros hípicos y particulares con équidos. Los únicos que están recibiendo las tan anunciadas ayudas económicas son los ganaderos, mientras que los centros de este tipo, pese a tener que ocurrir las mismas inspecciones, están completamente desamparados.

FAADA ya había mantenido reuniones con la exconsejera Jordà sobre el tema, y ahora alerta al nuevo consejero David Mascort: “Estamos empezando a recibir muchos avisos de que desde las entidades no podemos atender, si no se otorgan ayudas o se empiezan a comisar animales, nos encontraremos con cientos de caballos muriéndose de hambre. ¿Qué hará entonces la Consejería?”.

Por último, la organización de defensa animal recuerda que mientras no exista un control sobre la cría y el mantenimiento de équidos el problema nunca se reducirá. Por eso, ahora más que nunca es imprescindible la implicación de la administración pública.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *