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¡Dejemos en paz a los poneys!

Una europarlamentaria promueve la entrada en la cámara de un poney con funciones de perro-guía

Si eres un poney de una raza de baja estatura, como uno Mini-Shetland, tienes muchos números para acabar solo en un jardín como una mascota tronada sin más ambición que mantener el césped a raya. Seas más grande de talla o no, si eres un poney no superarás los 140 cm, es posible que acabes en una hípica o en una feria aguantando sesiones infinitas de niños que se afanarán por montarte. También, si por ejemplo eres un Asturcon, te puede tocar un pasaporte al matadero para que alguien se deleite con tu carne, o bien, si eres un Islandés, pueden asignarte a una explotación agrícola para trabajar duramente. Si eres muy lindo, seas de la raza que seas, puedes ser carne de concursos morfológicos, siempre y cuando se considere que cumples todos los requisitos que tiene que tener una determinada raza y, ahora también, y como última moda, puede ser que, a pesar de ser un poney, te encuentres totalmente desubicado haciendo de “perro guía” en un casco urbano.

Para aquellos a quien la estatura los pueda confundir, como por ejemplo quizás le pasa a la europarlamentaria Hilde Vautmans, quien recientemente promovió la entrada en el Parlamento Europeo de un poney con funciones de perro-guía, se hace necesario informar que un poney no es un perro. Un poney es un equino y al igual que las cebras, y los asnos pertenece a la familia de los equus ferus caballus. O sea, los poneys, hasta donde sabemos hoy, son caballos de baja estatura. Así pues, como caballos, los poneys, para tener una vida según su especie precisan: libertad, vivir en rebaño en espacios adecuados y disfrutar de una sana alimentación e hidratación. Hay que recordar que son herbívoros no glotones.

Si un poney es un caballo quiere decir que es un animal fóbico que se asusta con facilidad de todo el que desconoce. El miedo es un recurso evolutivo que hace que los herbívoros se mantengan en alerta constante para prever la presencia de posibles depredadores.

Si un poney es un caballo significa que es un animal que si no vive en compañía de los suyos se estresa porque no puede tener suficientemente controlado el territorio (es un trabajo que los equinos hacen en equipo).

Si un poney es un caballo se sentirá inquieto e inseguro si le hacemos salir del espacio que él considera su hábitat.

Si un poney es un caballo sus recursos comunicativos son los propios de un equino, es decir, que se expresa básicamente gestualmente y que su lenguaje y comportamiento son diferentes del de los humanos y del de los canes.

Digamos pues que un poney, por pequeño que sea y por mucho que nos sorprenda, no tiene una predisposición natural para asistir a humanos con necesidades especiales y que, para llegar a hacerlo, además de sufrir una doma larga y molesta se verá obligado a renunciar a los pilares básicos de su naturaleza: libertad, vida en grupo, posibilidad de huída. Lo que significa que tendrá que vivir bajo un estrés constante.

Llegados a este punto, me dirijo a la europarlamentaria Hilde Vautmans y le planteo dos cuestiones: ¿Si hay un animal predispuesto a ayudarnos hasta el infinito como el perro, con unas características para hacer tareas de asistencia que superan los poneys con creces y por goleada, podríamos dejar en paz a los poneys por favor que ya tienen bastante con el que tienen? ¿Antes de proponer que los poneys se conviertan en animales de asistencia podría informarse sobre las características de esta especie y velar para que tengan unas condiciones de vida mejores de las que tienen actualmente, no para empeorarlas? Gracias.

Marta Rey
Coach con caballos
Directora de Equànima

El abandono de perros y gatos aumentó en 2017 en España rompiendo así con la tendencia positiva de los últimos años

La Fundación Affinity ha presentado el estudio “Él nunca lo haría” sobre el abandono, la pérdida y la adopción de animales de compañía en España del año 2017

Por primera vez desde el año 2008 se ha roto la tendencia al descenso del número de animales abandonados en el territorio español. El año pasado se recogieron un total de 138.307 perros y gatos en refugios o protectoras. Concretamente 104.834 perros y 33.473 gatos.

Estos números provocan que el abandono o pérdida de perros y gatos siga siendo el principal problema en el bienestar de los animales de compañía en España. Esta realidad tiene como consecuencia que las protectoras estén cada vez más desbordadas en cuanto a la cantidad de animales que les llegan. En 2017 entraron en los refugios un total de 138.307 animales, una cantidad ligeramente superior a la establecida en el año 2016.

Las cifras que facilita el estudio de Affinity provienen de una estimación hecha a partir de los datos obtenidos de 339 sociedades protectoras, ayuntamientos y consejos comarcales de toda España.

Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity, que desde hace más de 20 años realiza un estudio anual sobre el abandono y adopción de animales en España ha dicho esto sobre los números de 2017: “Veníamos de unos años en que la tendencia de abandonos iba a la baja pero en los tres últimos años esa tendencia a la baja se ha roto, y esto es un dato alarmante”.

El destino de los animales que llegan a las protectoras es muy diverso

Es importante también saber qué sucede con los animales que aterrizan en refugios o protectoras. A través de los datos publicados por Affinity podemos conocer que el 43,5% de los perros y gatos son adoptados posteriormente. Un 17,6% son devueltos a sus propietarios. Un 16,1% se mantienen en las protectoras. Un 7,5% fallecen lamentablemente. El porcentaje restante minoritario corresponde a animales cedidos a otras entidades, a casas de acogida, reubicados en colonias o eutanasiados.

Hay que destacar que un buen porcentaje de los animales que llegan a las protectoras no han sido fruto de un abandono (17,6%), sino de una pérdida. Tal y como afirman desde Affinity, la identificación mediante microchip se confirma como una de las principales estrategias para combatir el abandono y permitir la recuperación de animales perdidos.

 La adopción, estrategia clave para reducir el número de animales abandonados

Un 44,7% de los perros recogidos en las protectoras o refugios son adoptados. De este porcentaje, el 66,7% de las adopciones corresponde a familias españolas, mientras que el 33,3% restante son adopciones que se producen desde el extranjero.

En el caso de los gatos, un 40,5% de los que llegan a las protectoras son adoptados. De ellos, el 77,7% son adopciones de familias españolas. El 22,3% corresponde a adopciones desde fuera de España. Por tanto, en el caso de los animales felinos el porcentaje de adopciones de familias nacionales es superior.

El abandono de perros no es más común durante los meses de verano

Los datos publicados sobre 2017 rompen con la teoría de que se abandonan más perros a lo largo del verano, y especialmente, antes del periodo de vacaciones. En cuanto a los perros han sido mayo y julio con un 9,2% los meses con mayor porcentaje de abandono. Porcentaje que no dista mucho de los meses con menos abandonos que son febrero y diciembre con un 7,7%. Por tanto, el abandono de perros se mantiene muy regular a lo largo de los doce meses que conforman un año natural.

No hay un perfil concreto en los perros y gatos abandonados en España

Los datos facilitados por el estudio “Él no lo haría” indican que el 19,2% de los gatos y perros abandonados durante el pasado año en España son de animales de raza. El resto corresponde a perros y gatos mestizos.

Casi la mitad de los perros abandonados en el territorio español son de tamaño mediano, concretamente el 48,9%. El 25,3% corresponde a perros de raza grande y el 25,8% a perros de tamaño pequeño.

La edad de los gatos y perros abandonados también es un criterio a tener en cuenta. En este sentido predominan los animales en edad adulta con un 56,4%. Un 30,3% son perros y gatos cachorros. Y la minoría, un 13,3% son animales en edad senior.

Las camadas no deseadas, principal motivo de abandono de gatos y perros

Una de las cuestiones más importantes que trata el estudio de Affinity es la causa por la que los perros y gatos de España han sido abandonados a lo largo del año 2017.

El 65,3% del total de perros y gatos que llegan a las protectoras fueron recogidos por la propia entidad o llevados por la policía a causa del maltrato animal. Un 25,6% fueron encontrados y llevados por particulares. Mientras que el 9,1% restante son llevados por las mismas personas que los abandonan.

La principal causa de abandono con un 15,5% son las camadas no deseadas. En segundo lugar con un 12,2% están los perros abandonados debido al fin de la temporada de caza. Y en tercer lugar a causa de cuestiones económicas, un 11,7%. El comportamiento del animal, la pérdida de interés o el cambio de domicilio son otras de las causas principales de abandono.

Una sociedad sensibilizada con el abandono de los animales en España

Como hemos explicado anteriormente, el 43,5% de los animales abandonados que llegan a los refugios son adoptados posteriormente. Un porcentaje bastante alto que aspira a seguir incrementándose en los próximos años. Pero, ¿Cuáles son los motivos que llevan a la personas a adoptar animales de compañía en España?

Según informa el estudio de Affinity, un 40,9% de las adopciones corresponden a la sensibilización de la sociedad con el problema del abandono de los animales. Un 21,4% son personas que quieren colaborar con las protectoras. Otro motivo destacado, con un 14,7% son adopciones causadas por la recomendación de familiares o amigos. Otros motivos más secundarios son cuestiones económicas o las condiciones del animal.

A pesar de que el porcentaje de adopciones en España es bastante alto, desde Affinity y Animalados aprovechamos la publicación de este estudio para recomendar la adopción como primera opción a la hora de incorporar un animal de compañía a la familia.

La campaña de FAADA para ayudar a aquellas personas sin hogar que tienen un vínculo real con sus animales

FAADA ha impulsado la campaña #MillorsAmics para ayudar a aquellas personas sin hogar que tienen un vínculo real con sus animales y que por falta de recursos o por adversidades de la vida, han acabado en la calle. A la vez, quieren intentar dar solución a la creciente preocupación del uso de animales para pedir dinero en las calles

Cada vez existe más preocupación. Cada vez hay más casos en las calles de Barcelona. Primero eran los niños, ahora son los animales. El uso de animales para la mendicidad se está globalizando en la ciudad de Barcelona y actualmente no hay soluciones para frenar esta situación.

Un rayo de luz proviene desde la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales. FAADA está trabajando en combatir este fenómeno mediante la campaña #MillorsAmics. Una iniciativa que nos ha explicado Eva Fornieles, máxima responsable de la campaña.

En primer lugar es importante saber qué entendemos como “uso de animales para la mendicidad”. Desde FAADA explican que esta situación tiene lugar cuando una persona va acompañada de un animal sin que exista ningún vínculo afectivo, el único motivo de su tenencia es el lucro que comporta la presencia del animal.

Eva confiesa que en España es muy fácil conseguir un animal de compañía. “Los particulares crían a sus animales ilegalmente y acaban regalando a los cachorros sin que exista ningún tipo de control. En internet también encontramos anuncios que provocan que el tráfico de animales alcance cifras desorbitadas”.

Hay que tener en cuenta que hablamos de personas sin hogar, personas como nosotros que por circunstancias desafortunadas la vida han acabado en la calle, y que muchas de ellas van acompañadas de un animal al que jamás renunciarían, y que en algunas situaciones, es lo único que tienen. Por tanto, hay que reconocer también la bondad de muchas personas sin hogar que tratan con estima a sus animales.

El objetivo de la campaña #MillorsAmics es ayudar a las personas que se encuentran en la terrible situación de vivir en la calle, y que tienen como compañero de vida un animal al que les une un vínculo afectivo y de respeto. Garantizar así la atención veterinaria gratuita de su salud y bienestar.

Otro reto de esta iniciativa es conseguir ayudas para personas vulnerables en situación de pobreza y exclusión que conviven con animales, como es el caso de las personas mayores con pensiones mínimas cuya única familia es su animal.

A la vez, desde #MillorsAmics se quiere denunciar los casos de maltrato de animales de compañía y domésticos en Cataluña. Una actividad en la que FAADA lleva años trabajando al mismo tiempo e independientemente del proyecto #MillorsAmics.

Eva Fornieles detalla los dos grandes retos que urge afrontar desde el Ayuntamiento de Barcelona para erradicar el uso de los animales para la mendicidad. “El Ayuntamiento por un lado debe elaborar y activar un protocolo para que las denuncias por casos de explotación animal se resuelvan de manera rápida y contundente. Por otro lado, es imprescindible permitir que las personas sin hogar que tienen un compañero animal puedan tener acceso a los centros de acogida y de día, viviendas sociales y de inclusión, y comedores sociales”.

Por último, FAADA explica cuál es el protocolo a seguir si tenemos sospechas de una posible explotación por parte de una persona hacia un animal. “Lo importante en estos casos es recopilar pruebas. Por ejemplo en el caso de una persona que cambia constantemente de animales es vital tener imágenes de éstos para poder demostrar que se trata de un caso de explotación. La clave es hacer fotos, videos… y poner este material en conocimiento de la administración y de la policía”.

El nombre de ‘Franco’ triunfa entre algunos animales de compañía

 

Francisco Franco murió en 1975, hace casi 43 años. El dictador, sin embargo, parece estar aún en la memoria de algunas familias. De hecho, su nombre es, de entre los que hacen referencia a políticos, el más puesto a gatos y perros. Una opción desaconsejable, según los expertos, porque hace referencia «a un dictador sanguinario» que posiblemente no corresponde con el talante del perro.

El nombre más puesto en cifras globales es el de Laika, concretamente 7454 veces. Es lo que se desprende de un estudio elaborado por el archivo de identificación de animales de compañía en el año 2014.

El documento recoge cuáles son los nombres más habituales entre gatos y perros y lo divide en varias categorías. Por ejemplo, los nombres de dioses o héroes gozan de una gran popularidad. Casi 6.000 animales se llaman Thor, dios nórdico. Zeus, Venus o Hércules son otras opciones muy escogidas por los catalanes.

Entre los deportistas más utilizados encontramos Messi, seguido de Ali, Bolt, Jordan y Rossi.

En el podio de los nombres que hacen referencia a personas del mundo del espectáculo se sitúa Elvis. Bethoven, Marley (de Marley Cyrus) o Shakira completan la lista de artistas.

Los amantes de la ciencia tal vez encuentran sorprendente que ellos también tienen una categoría. Entre ‘los gatos y perros científicos’, Newton es el más habitual. Hay 153. A poca distancia le sigue Darwin con 139 y Freud, con 102. Pero la lista no termina aquí. Khan, Einsten y Nietsche también están en el top 10.

Otros nombres que gozan de gran popularidad entre los animales son Nala (5.421), Rex (4586), Simba (2.829) y Golfo (2.360).

El estudio se elaboró ​​durante el mes de Mayo de 2014 y es el primero que recoge datos de este tipo sobre animales de compañía. Entre otras cosas, ofrece información sobre seguimiento y control de vacunas, tramitación de documentos, tipos de animal de compañía, etc. El archivo de identificación de animales de compañía (AIAC) se encarga de este trabajo de campo, con el apoyo del Consejo de Colegios de Veterinarios en Cataluña.