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Ada Colau suspendida en gestión de los «otros» animales

Después de cuatro años de gobierno municipal, es hora de hacer balance y de analizar cuál ha sido el papel del equipo de Ada Colau al frente del Ayuntamiento de Barcelona en materia animalista. Por distintos motivos, el colectivo está muy descontento y considera que se ha hecho poco en defensa de los animales.

Podemos repasar la temática animalista según cinco grupos de interés: los animales exhibidos en el zoo; los animales almacenados en la perrera; los animales en el espacio público; los équidos y los animales silvestres.

Zoo de Barcelona

El Zoo de Barcelona, gestionado por la empresa pública Barcelona de Serveis Municipals (BSM), es un barco con destino incierto. Un remolque de pérdidas: de visitantes, de dinero[1] y de concordancia con la ciudadanía. Una Iniciativa Ciudadana Popular permitió que casi 17.000 ciudadanos pidieran que el actual zoo se adapte a los tiempos actuales. También es elocuente que cada vez haya menos gente que recuerde cuando fue la última vez que fue al Zoo. El Zoo alberga a tres delfines debilitados por la precariedad de la bañera en la que malviven. Los plazos impuestos para solucionarlo por las grandes organizaciones internacionales pro-zoos han prescrito ampliamente. Sito Alarcón, el ahora director del Zoo, ve atascada su propia propuesta. Nadie se atreve a hablar de un cierre progresivo del Zoo y el mantenimiento de sus actividades conservacionistas, investigadoras y formativas en ausencia de animales enjaulados y expuestos. Alguien se empeña en hacer indisoluble lo perfectamente diviso: los niños pueden aprender sobre animales, e incluso aprender a amarlos, sin verlos cautivos. Los científicos pueden desplazarse a los hábitats originales y protegerlos con su presencia. El centro de Barcelona no es el lugar ideal para conservar algo que no sea la ciudad misma y su pulmón que bien valdría la pena recuperar adecuada y progresivamente. Ningún gobierno se atreve a apuntar un horizonte en el que del zoo quede solo un humilde memorial sobre un pasado que fue ciego a los compromisos con los animales.

CAAC

El CAAC actual es el que se va remendando desde el año 1970. Fue abierto como centro de zoonosis. Fue concebido como almacén y mortuorio para eliminar los animales de las calles pero no como un centro de cuidado y adopción. A pesar de que septiembre del pasado año era la fecha prevista para el inicio de las obras del nuevo CAAC en Montcada i Reixac, el Comisionado de Ecología, Frederic Ximeno, ha reconocido la carencia de los permisos necesarios y ha informado de una importante inversión para mejorar el área quirúrgica y la potencia eléctrica de la vieja instalación.

Durante el 2019 se aplicará el cambio de normativa sobre el voluntariado, que afectará de pleno a las personas que cada día suben hasta el CAAC para sacar a pasear a los perros. Los cambios llegarán en un momento delicado por lo que respeta a la relaciones entre la dirección del centro y los voluntarios: tres cuartas partes de los voluntarios se han posicionado contra la coordinadora de voluntarios del centro. Además, se están registrando los índices más bajos de personas colaboradoras desde 2003 y, al mismo tiempo, el cupo más alto de animales de larga estancia. Las necesidades específicas más exigentes, como puede ser la titularidad de la licencia por la conducción de perros potencialmente peligrosos, tampoco ayuda al bienestar de los perros del CAAC.

La muerte de la perra Sota

El gran protagonismo de los errores de gestión de la convivencia con animales ha sido el caso Sota. El caso de la muerte de la perra Sota a manos de un agente local ha desatado el descontento de la ciudadanía sensible a los derechos de los animales. Medio millón de firmas en change.org reclamando el cese del autor del tiro letal rompe el record que hasta ahora ostentaba la petición que pedía evitar el sacrificio de Excalibur, el perro cuya propietaria fue diagnosticada de ébola en 2014. El cuerpo policial se siente poco respaldado, la alcaldesa pide prudencia y los presuntos testigos no han acudido a la llamada consistorial de ofrecer su versión directamente a la unidad de investigación de la Guardia Urbana. La causa se dirimirá en los tribunales. Como acusación particular se personan letrados y entidades incluso de ciudades que distan más de 800 kilómetros. Se trata de un malestar transfronterizo.

Sota

Convivencia en la ciudad

En Animalados hemos dado debida cuenta de las carencias generales de los artífices de la gestión in situ de la convivencia en ciudad. Las quejas sobre las multas cívicas aleatorias y la ausencia de sanciones por incumplimiento de algunas las medidas vigentes desde 2014 en materia de protección animal generan descontento. En junio, por ejemplo, en una exhibición de la Guardia Urbana sus perros lucían collares de pinchos. Las respuestas a una queja sobre la infracción y el mal ejemplo ofrecido demostraron una falta de sintonía con los avances en materia de bienestar animal. ¿Por qué no se penaliza el uso de collares de ahogo o pinchos, de las correas extensibles en perros pequeños, de las correas excesivamente cortas que impiden olfatear, ni el paseo de perros acompañantes de conductores de vehículos rodantes como consta en la ordenanza y al mismo tiempo cada vez hay más parques prohibidos para perros cómo el Turó Park o el de les Heroïnes de Girona?

Las áreas para perros de los distritos existentes sacan notas muy bajas en casi todos los ítems valorables. Hace poco el Comisionado de Ecología y Medio Ambiente reconocía haberse equivocado haciendo oídos sordos a las reivindicaciones de usuarios y de expertos. Ahora la página web municipal actualiza la fecha del parcheado de las áreas caninas.

Colonias felinas

Recientemente se realizó una manifestación para la defensa de las colonias felinas[2] justo en frente de la casa consistorial. Hacía una década que no había una convocatoria animalista dirigida específicamente a los responsables locales. La primera que se recuerda fue también contra el exterminio de gatos el 17 de mayo de 2006[3]. Las gateras, las gestoras de colonias que altruistamente cuidan de los gatos callejeros – promoviendo el control poblacional, sanitario y ético- llevan desde junio sufriendo serios atropellos, amenazas, desplantes y otras conductas paradójicas de la mano de la Oficina de Protección de los Animales y de algunos delegados de distrito como Bon Pastor, Sant Andreu, Sant Martí y Sagrera. El pasado 28 de diciembre in extremis la entidad Gats LLiures de Poblenou obtuvo el compromiso del desplazamiento (que no reubicación, algo peligroso para los gatos) de su colonia, cuando faltaban cuatro días para la entrada de las máquinas que construirán “un parque de autor”. Los gatos desalojados en abril para la construcción del parque de la Canòpia Urbana, en la plaza de les Glòries, viven confinados en una jaula amplia, después de ocho meses en una celda de tres metros por cinco. Que personas que saben de gatos ferales juzguen por sí mismas.

Playa perruna

Un acierto del gobierno municipal es la consolidación del acceso estival a 1.250 metros cuadrados de playa. En una conversación privada la Alcaldesa apuntó «la playa para perros» como un gran mérito, sin darse cuenta de que el comentario resultaba tan extemporáneo como si un interlocutor suyo, en tiempos de su implicación con la Plataforma de Afectados por la hipoteca PAH, hubiera intentado rebajar la gravedad de los desalojos anunciando la inauguración de un campo de golf. El gobierno municipal ha mantenido la playa a pesar de las quejas de los vecinos más cercanos, que reclamaban ese espacio como suyo. La decisión del ayuntamiento fue acertada porque el uso del nuevo espacio ha sorprendido hasta a los propios organizadores.

Equinos en la ciudad

Se creó una comisión que señaló a los caballos objeto de protección siempre y cuando estos fuesen utilizados con ánimo de lucro. Acabar con los paseos en poni por la plaza de la Oreneta rompe con un servicio tan anacrónico como el que ofrecían los carruajes para turistas que hasta junio pasado aparcaban junto a Colón. Ambas actividades han conseguido perdurar hasta la extinción de la licencia. Sobrevivieron perpetrado presuntas irregularidades administrativas y desafiando las declaraciones que colocaban a Barcelona como modelo de ciudad «Amiga de los animales». La conveniencia de seguir financiando con dinero de todos, las instalaciones de la Escola Municipal d’Hípica de la Foixarda, el sufrimiento por sobrecarga, resbalones y golpes de fusta que sufren los caballos en procesiones y cierta controversia sobre la utilidad y bienestar de équidos dentro de la Guardia Urbana son temas que deberían estar sobre la mesa pero que todavía se esquivan.

Fauna silvestre

Las aves silvestres urbanas han sido reflejadas en un magnífico libro que merece haber tenido mayor acogida. Como mejor acogida debería tener la fauna silvestre que recoge la empresa concesionaria del servicio generadora de multitud de dudas entre los expertos. Al menos ahora las palomas están a salvo y se controla su población con pienso esterilizante. Queda pendiente implantar la gestión ética de la población de jabalíes.

Toca subrayar cinco actuaciones que redundan positivamente en el bienestar animal: se dejó de emplear a los delfines para espectáculos, se cerró una parte de una playa para disfrutarla con perros, dejaron de haber calesas para turistas, se clausuró el negocio de explotación de ponis y burros en el Parc de la Oreneta y se ha acabado con las matanzas de palomas.[4] Como cada moneda tiene su cruz estas actuaciones son gotas en un océano de descontento.

«I have a dream» dijo el recordado Luther King el sueño de los barceloneses debería ser la confluencia entre las proclamas y los hechos en favor de los animales no humanos.

Emma Infante

[1] Más de 300.000 visitantes el año 2018 frente al año 2014. 4.600.000 euros más de pérdidas.

[2] https://www.europapress.es/temas/pacma/

[3] https://eljardinetdelsgats.wordpress.com/category/premsaprensa/page/7/

[4] http://ajuntament.barcelona.cat/ecologiaurbana/ca/que-fem-i-per-que/verd-urba-i-biodiversitat/control-etic-de-coloms-a-barcelona

El problema está en el “ellos”

 

“Pero este ser humano que sólo ve la naturaleza como una fuente de recursos, como un instrumento que sirva a sus deseos, puede convertirse en un ser aún más peligroso. Cuando el ser humano descubre que hay fuerzas de la naturaleza que no puede dominar, animales que no puede domesticar, recursos que no puede controlar, cuando la naturaleza más salvaje se resiste a su poder, e incluso le ataca y le recuerda su fragilidad, el ser humano es capaz de perder todo uso de razón y olvidado ya de obtener de la naturaleza beneficios y provechos, lo único que ansía es la destrucción completa de quien se le haya resistido”

Artículo de Marta Tafalla en De animales y hombres, Studia Philosophica*

 

Puede que sorprenda que los dos documentales de los que hoy haremos el comentario no sean específicamente sobre los otros animales sino sean sobre nuestra propia especie.

No nos sorprenderá tanto si ya los hemos visionado y en ellos hemos reconocido los mismos mecanismos de explotación que seguimos aplicando a las otras especies, y, en 2018, a la nuestra propia.

El problema quizá siempre ha estado en el “ellos”, en la distancia que nos separa del otro. Esa distancia que permite al agresor aprovecharse de tu ser, usarlo o aniquilarlo, ya seas caballo, perro u hombre.  

No sólo lo intentamos con los que no se pueden defender. Nuestra especie ha intentado imponerse a los “otros” aunque contaran con las mismas ventajas a la hora de defenderse, como es el caso de muchas guerras. ¿Pero qué pasa cuando el otro no puede o no quiere defenderse, cuando no entiende el mundo de la misma manera violenta que el atacante?

El abrazo de la serpiente y El botón de nácar nos presentan esta situación.

Empezaremos por El abrazo de la serpiente de Ciro Guerra. Esta ficción construida como un falso documental (la historia es real) nos explica las peripecias de dos científicos occidentales, el primero el alemán Theodor Koch-Grünberg y el segundo el estadounidense Richard Evans Schultes. Koch-Grünberg fue etnólogo y explorador y sus expediciones permitieron conocer a pueblos nativos sudamericanos, en especial aquellos que vivían en la zona amazónica. La expedición que se nos relata en el film es la de 1909. Richard Evans Schultes fue biólogo especialista en botánica y en 1940 se embarcó en la aventura de ir a buscar una planta del caucho capaz de resistir mejor las plagas y las enfermedades, para así poder abastecer al ejército de los EEUU durante la IIGM. Evans sigue los pasos de Koch, quien se sospecha que había dado con esta planta.

Imagen del film «El abrazo de la serpiente». Theodor Koch-Grünberg una de las tribus.

Ambos personajes recorrerán los mismos espacios y tendrán como nexo de unión al indio Karamakate, nativo que ha decidido vivir aislado huyendo tanto de los occidentales como de los propios miembros de su tribu, capturados o seducidos por los extranjeros.

Podríamos entrar en más detalle en la sinopsis e historia real que hay en este film, pero nos centraremos en el triste mensaje que esta ficción nos trae.

Gracias a los dos viajes por la selva amazónica, el de 1909 y el de 1940 podremos observar, como aquél que pisa el terreno de batalla de una guerra, los estragos del colonialismo.

El film nos lleva más allá de lo físico (zonas de selva arrasadas, poblados destruidos, árboles mutilados…), nos lleva al daño que permanece, el moral, el psicológico.

Karamakate recrimina a los dos expedicionarios que ellos han traído el mal a sus tierras, que no respetan nada de la naturaleza, que no la tratan como un ser superior, que no la quieren ni tienen ningún vínculo más que el de explotarla. La figura de Karamakate es confrontada con la de Manduca, el indio nativo ex-esclavo de las caucheras que acompaña a Theodor. Manduca defiende que si no se acercan a los extranjeros y les enseñan el valor de sus tierras y sus pueblos nunca lo aprenderán y seguirán con la misma actitud agresiva.

Educar al colono, huir del colono o enfrentarse al colono… A día de hoy ya hemos visto cómo han acabado la mayoría de tribus y cómo se sigue explotando estas tierras. Aún y los muchos apuntes de estos investigadores no creo que se llegara a forjar un vínculo real con las selvas que estudiaban.

Tanto para Theodor como para Richard, el Amazonas y sus tribus forman parte de lo exótico, lo ajeno. Y aunque ambos personajes chocan con la cruda realidad

Imagen del film «El abrazo de la serpiente» Karamakate

que los explotadores de sus propios países han traído, sobre todo los caucheros y las misiones religiosas, siguen sin poder penetrar ni pertenecer a este mundo que ahora destruyen. Siguen queriendo algo de él, no queriéndolo.

La curiosidad mató al objeto del curioso. El propio Alexander Von Humboldt contribuyó de una manera increíble a la nueva visión sobre la Naturaleza, a su respeto. Pero lo hizo llevándose por delante las vidas de miles de animales que enjauló y secuestró de sus hogares para estudiarlos.

De la misma manera se trató a estas tribus: se explotó sus tierras, se les esclavizó, se les hizo arrodillarse ante un dios que nada se parecía a su serpiente-río. Se les violó.

Y de las tribus del río Amazonas a los pueblos del mar del sur de Chile. El botón de nácar, precioso documental del aclamado director de Nostalgia de la luz, Patricio Guzmán, nos trae, como ya hizo en su primer film, una obra que aúna dos tiempos distintos a través de un elemento natural y a través del dolor de un pueblo. Guzmán vinculará el mar con las tribus costeras del sur de Chile y con los vuelos de la muerte de la dictadura de Pinochet.

Imagen del film «El botón de nácar» Cacería de indígenas.

Pocos conocíamos las historias de las etnias de la Patagonia. Pueblos de navegantes que vivían en comunión con el océano y sus pequeñas islas. Pocos sabíamos cómo llegó su fin. La muerte vino de su propio país, cazadores de nativos recibían recompensas por sus cuerpos, por partes de sus cuerpos.

Y otra vez la cruz de un nuevo dios trajo consigo la crucifixión de sus vidas. Todo lo que conocían les fue prohibido. Les vistieron con ropas que no les pertenecían trayendo con ellas enfermedades que los diezmaron. Les prohibieron hablar sus lenguas. Les prohibieron acercarse al mar.

Pocos de ellos quedan vivos. Pocos que nos puedan contar en su lengua sus viajes, los nombres reales de las islas, las rocas, sus propios nombres.

El problema siempre fue el “ellos”. El que no pertenece a mi grupo, el que es diferente a mí. Aquél a quien no puedo entender. Aquél que ni siquiera necesita abrigo ante el frío o Dios ante la adversidad.

Cuánto miedo a estos pueblos fuertes. Cuánto miedo a estos pueblos que se reconocen temerosos de la naturaleza. Cuánto miedo a los que veneran al mar, al viento, a la montaña. Que respetan sus animales y sus plantas.

Miedo al que reconoces como libre. Miedo a lo que reconoces como libertad.

 

Sílvia Esteve 

*p.148-149, De animales y hombres, Studia Philosophica, ed. Asunción Herrera, Biblioteca Nueva, Ediciones de la Universidad de Oviedo, 2007, Madrid

Imagen de portada: Imagen del documental «El botón de nácar»

‘Sonia y el ladrón de besos’, de Eva D. Island

Una comedia romántica con un toque de ‘Bridget Jones’, ‘Sexo en Nueva York’, las mujeres de Almodóvar y seis perros

Llega el verano y, con él, (algo más de) tiempo libre. Por eso, muchos que aman a los perros se preguntan qué demonios leer. No son pocos los que se preguntan si sería posible leer algo relacionado con perros, pero que tenga también en cuenta otras dimensiones de la vida, como por ejemplo el amor (o su reverso, el desamor), la amistad y temas afines. Posiblemente, si uno o una se encuentra en este grupo de personas, ‘Sonia y el ladrón de besos’ puede ser la obra ideal, por su estilo ‘fresh’ y desenfadado.

La novela narra la historia de Sonia y sus amigas, unas treintañeras que pasean al perro en un ‘pipicán’ (¿deberíamos ahora llamarle área de recreo para perros, en Barcelona?). Todas ellas forman el grupo que se hace llamar las “pipicañeras”, del que Sonia es la gran protagonista. Su historia cambiará dramáticamente cuando conozca a Tripiquilabing, un misterioso chico que caza besos y que fue bróker en el pasado. Las aventuras vienen una detrás de la otra en la búsqueda de un amor imposible que en todo momento va acompañado de investigación y deseo.

Lo curioso de todo esto es que las ‘pipicañeras’ existen de verdad. Son amigas de la autora, que se hace llamar Eva D. Island, aunque este es solo un seudónimo y no su verdadero nombre. Sus amigas pipicañeras han compartido con la autora muchos momentos acompañadas de sus mejores amigos: los perros. Por ello, la autora reconoce que “le han servido de inspiración”. Tanto es así, que algunos fragmentos tienen ápices de realidad que cualquiera que lleve a sus perros por espacios caninos reconocerá fácilmente.

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Una empresa Catalana inventa un arnés para perros que mejorará su salud

Veterinarios aseguran que el nuevo dispositivo beneficiará la salud del animal y agilizará su trabajo

Se acabó tener que molestar al perro insistentemente cuando está enfermo. Hasta ahora, tener que monitorizar un perro era una suplicio para el animal. Además de estar enfermo, tenía que soportar insistentes controles médicos que, según los profesionales, estresan al animal. Pero todo esto podría cambiar después de que la empresa Dinbeat haya anunciado un importante avance tecnológico. Se trata de un arnés para perros que mide, a partir de unos sensores, las frecuencias del animal. Datos tan sensibles como la frecuencia cardíaca o la respiración, entre otros, estarán disponibles para profesionales y usuarios a partir de ahora.

Hablamos con una de las responsables del proyecto, Talia Bonmatí. Según la gerente de Dinbeat, «los animales serán unos de los principales beneficiados de todo el proceso, ya que se les reducirá considerablemente el estrés en caso de estar hospitalizados». La CEO de la empresa ha matizado, sin embargo, que se trata de una tecnología que la utilizarán sobre todo los profesionales. «Agilizará mucho su tarea de motorización en caso de que el perro se ponga enfermo. Dispondrán de un control más exacto y ahorrarán mucho tiempo «. Sin embargo, los usuarios también podrán usarlo alquilando el dispositivo a un veterinario, en caso necesario.

El dispositivo se pondrá a la venta a finales de año, posiblemente en el mes de octubre, aunque la fecha aún no está precisada. El proyecto ha contado con diversas aportaciones económicas, como por ejemplo la de ACCIÓ, la agencia de la Generalitat para la competitividad de la empresa, que ha aportado 75.000 euros al proyecto después de un concurso público. Esta no es la primera apuesta por los animales de esta compañía. El uso de placas QR, que se pueden escanear fácilmente y permiten localizar el perro en caso de pérdida, es otra de las apuestas de la compañía.

Llega el Festanimal, el festival de música que lucha contra el abandono

El objetivo del festival es recaudar fondos para protectoras de animales poco visibles o con pocos recursos

Con la entrada del buen tiempo empiezan a ser habituales los festivales de música, tan populares Catalunya. Pero este año se presenta una novedad que desde animalados recomendamos especialmente: el Festanimal. Un festival de música sin ánimo de lucro donde los beneficios se destinarán a protectoras de animales poco conocidas. El 4 de mayo se celebrará la primera edición en el Espacio Joven La Fontana, en la calle Gran de Gracia 190 (justo al lado de la parada de Metro Fontana).

El festival, que comenzará a las 20:30 de la tarde y terminará poco después de medianoche, contará con la participación de grupos como Nameless, Chispas Crema, Tupica, o the Sin, entre otros. La zona donde se realizará el concierto, en Gràcia, habilitará un espacio donde se venderán bebidas para colaborar aún más con la causa de las protectoras. Además, el certamen también tendrá el apoyo de la Pegatina, que no ha querido desaprovechar la ocasión para mostrar su compromiso con los animales, aunque por motivos de agenda no podrán tocar finalmente.

Las protectoras de animales se han volcado en esta iniciativa. Asociaciones como ‘en defensa de los équidos (ADE)’, el Club de Kat (defensores de los animales con discapacidades y problemas crónicos), la asociación protectora de animales exóticos o la asociación de voluntarios Animalistas de Montcada i Reixac (ADVAM). Ellas serán las que recibirán la ayuda económica, en la que ya se puede colaborar a partir de un crowdfunding

Desde la organización, que cuenta con el apoyo de 11 empresas, destacan la importante tarea que supone este tipo de festivales. Claudia Relats, participante de la organización del festival, ha asegurado que «la finalidad es promover la adopción de los perros». Según ella, «será un formato pequeño, pero el próximo año queremos que sea aún mucho mayor». Una cita imprescindible para todos los amantes de la música, los animales y la buena compañía.