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Consejos para viajar con el gato en el coche

Los gatos no son muy amigos de los viajes, pero si no queda otra opción deberás seguir una serie de pautas que garanticen el máximo bienestar de estos animales

Los gatos son unos animales muy reacios a los desplazamientos. Los cambios de ubicación provocan en los felinos un estado de estrés y ansiedad causado por el abandono de aquellas zonas que se encuentran impregnadas con sus feromonas. No obstante, en diferentes situaciones, como pueden ser las vacaciones, los humanos nos vemos obligados a viajar con ellos en coche, toda una aventura que debe planificarse con antelación.

En general, los gatos no están acostumbrados a viajar en coche. Este tipo de desplazamientos generan un estado de estrés y nerviosismo sobre el animal que puede provocarle vómitos, diarrea y mareos. Ante esta situación, los veterinarios recomiendan dejar al animal en su residencia habitual si el viaje no supera las dos noches fuera de casa, así evitaremos un mal trago para felino.

Si la decisión ya está tomada y el gato viajará contigo en el coche, lo primero que debes hacer es visitar a tu veterinario habitual. Nadie mejor que un experto en bienestar animal sabrá informarte sobre los mejores consejos para el bienestar del felino. Eso sí, hay una serie de pautas básicas en las que coinciden los expertos con los que ha hablado Animalados y que deberás cumplir para que el desplazamiento sea lo menos desagradable posible:

-Utiliza un transportín adecuado. El gato debe sentirse lo más cómodo posible durante el desplazamiento. Para ello, el transportín tiene que estar limpio y tiene que ser lo más rígido y espacioso posible. Para evitar problemas con la entrada del animal al interior del transportín puedes colocar algún juguete, toalla o manta que esté impregnada con las feromonas del felino.

-Ubica correctamente el transportín. Para un viaje seguro y confortable el transportín podrá ubicarse en el suelo detrás de los asientos delanteros o también podrá colocarse en los asientos de atrás, siempre bien atado con el cinturón de seguridad. Lo más importante es que el transportín quede bien sujeto en cualquiera de estas dos zonas, así evitaremos movimientos bruscos y mareos.

-Evita dar comida al animal. Para evitar vómitos y diarreas durante el trayecto es importante que el gato no haya comido durante las 4 horas previas al inicio del desplazamiento. Durante el viaje es también importante que el felino no ingiera alimentos. Tan solo podrá beber agua si el propio animal lo desea.

-Utiliza feromonas antiestrés. Los veterinarios recomiendan estos espráis para reducir la ansiedad durante el trayecto. Las feromonas antiestrés reproducen olores familiares del felino y de su territorio habitual. Para su correcto uso deberás impregnarse el transportín y la parte del coche en la que se ubique el animal con este espray unos 20 minutos antes del acomodo del gato en el vehículo.

-Acondiciona el coche para su bienestar. Es importante que el gato disponga de una temperatura adecuada durante el desplazamiento, especialmente cuando el viaje se produce durante los meses más calurosos del año. En estos casos lo recomendable es poner el aire acondicionado unos minutos antes de subirse al vehículo. También es importante procurar no poner la música o la radio muy alta. Esto podría aumentar el estado de nerviosismo del gato.

-Interactúa con el felino. Durante el trayecto es muy probable que el animal maúlle como muestra de su malestar y estrés. Para intentar hacer que su desplazamiento sea más ameno intenta hablar y acariciar al animal en la medida de lo posible. De esta manera, el felino percibirá normalidad en su entorno y podrá relajar su estado de nerviosismo.

-Realiza paradas cada dos horas. Igual que sucede con las personas, los animales también necesitan descansar del movimiento del coche. Para ello, intenta realizar una parada cada dos horas. Durante las pausas procura estar cerca del animal y mantén el vehículo con una temperatura adecuada para su bienestar. Es muy importante no dejar al animal solo dentro del coche durante los meses más calurosos del año. Esta situación podría provocarle un golpe de calor y sus consecuentes problemas de salud.

¿Cómo evitar que mi perro se maree en el coche?

Aunque no es una situación habitual, los perros, igual que las personas, pueden marearse al viajar en coche.

Los perros forman parte de nuestra familia, por lo que, durante las vacaciones, en el momento de planificar un viaje, hay que incluirlos en nuestros planes y asegurarnos que ellos también disfrutarán de la experiencia. Si el trayecto es en coche, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones, ya que puede suceder que el perro se maree.

El mareo de un perro en un viaje en coche no es una situación habitual, pero tampoco inusual, sobre todo si el animal no está acostumbrado a viajar y a realizar según qué trayectos. Son situaciones en las que hay que saber cómo actuar para que el perro se sienta lo mejor posible. ¿Qué podemos hacer? Compartimos algunos consejos útiles y efectivos.

Lo primero que hay que tener claro es que los perros, igual que las personas, pueden marearse a lo largo de un viaje en coche. Normalmente, no sucede tanto por las características del trayecto (curvas, distancia…), sino que el mareo y los vómitos suelen estar relacionados con la ansiedad y los nervios que muestran ante una situación que desconocen.

Así, la mejor opción, siempre, es hacer una adaptación lenta y paulatina, procurando que el primer viaje del perro en coche sea de corta distancia. Si el trayecto a hacer ha de ser largo, se puede ir acostumbrando al perro a realizar itinerarios más cortos durante las semanas o incluso los meses de antes de iniciar el viaje.

Ante de iniciar un primer viaje en coche, lo mejor es que el perro explore el vehículo tranquilamente para que conozca el entorno y se sienta seguro. Si va a utilizar el transportín, es clave que se acostumbre a él, proceso que puede hacerse también desde casa.

A la hora de iniciar el viaje, es importante darle confianza y que sea el propio perro el que suba al coche. Una vez ya esté listo, y con las medidas de seguridad correspondientes, ya sea el transportín o el arnés de seguridad, hemos de cerrar la puerta o el maletero y comenzar el viaje para que se acostumbre al movimiento del vehículo. Con estos pasos se irá acostumbrando y se preparará para hacer el recorrida más largo que tenga prevista durante las vacaciones.

Un consejo básico para hacer más ameno el viaje de tu perro en coche es hacer paradas frecuentes, cada unas dos horas. Esto permitirá al peludo estirar las patas, hacer sus necesidades y beber agua antes de retomar el camino.

Durante los meses más calurosos es vital mantener el vehículo a una temperatura no superior a los 20 grados, ya que el exceso de calor también ayuda a que los canes puedan marearse en el coche. Es muy recomendable mantener un poco abiertas las ventanillas para que el aire natural pueda circular.

Si el animal es propenso a los mareos y ha surgido un viaje imprevisto, es importante saber que existen fármacos para tratar estar situación y controlar los ataques de ansiedad del animal. Eso sí, antes de tomar esta decisión es muy importante seguir siempre las pautas del veterinario.

Fuente: animalmascota.com/AMIC

Mueren dos perros en Navarra tras ser abandonados en el maletero de un coche

Los canes fallecieron a pesar de ser socorridos. Un tercer perro logró sobrevivir y se encuentra en buen estado en un refugio de animales.

La Guardia Civil ha investigado a tres ciudadanos como presuntos autores de delitos de maltrato animal por dejar abandonados durante horas a tres perros en el maletero de un coche, causándole la muerte a dos de ellos. El tercero pudo sobrevivir gracias al auxilio realizado por agentes de la Guardia Civil, agentes de seguridad privada, personal veterinario y varias personas, además del boca a boca realizado por uno de ellos.

Agentes de seguridad ciudadana y del SEPRONA recibieron el aviso sobre la localización de tres perros en el maletero de un vehículo estacionado al sol, con todas las ventanas cerradas y los animales en muy mal estado en la localidad navarra de Urdax.

Varios ciudadanos trataron de reanimar a los perros, refrescándolos con agua. Los agentes de la Guardia Civil se unieron a las labores de primeros auxilios a los animales y al mismo tiempo realizaron gestiones para su asistencia veterinaria y acogida.

La autoridad municipal contactó con responsables del refugio de animales Parque de Trikuhary, los cuales realizaron una primera asistencia a los perros a los que les administraron medicamentos bajo prescripción médica veterinaria para tratar de estabilizar a los animales.

Tras unas primeras horas sin una mejora significativa de los perros se decidió el traslado de los animales a una clínica veterinaria de Irún (Guipúzcoa) para ser tratados de forma urgente. Cuando llegaron, los animales aún se encontraban con vida, pero en estado muy crítico.

En la clínica veterinaria se les realizaron pruebas diagnósticas para comprobar el estado de los animales y darles el tratamiento adecuado. El primero de ellos era un perro pastor belga malinois, de nombre Thai y con nueve meses, que falleció al poco de llegar a la cínica por un edema pulmonar grave. El segundo, un perro pastor belga de un año llamado Narco murió por un fallo multiorgánico. El tercero, una perra de nombre Taiga y raza cane corso (mastín italiano) de tan solo cinco meses, recuperó la consciencia y evolucionó positivamente hasta recibir el alta a los ocho días de los hechos.

Esta última, Taiga, es la perra que ha sobrevivido y se encuentra en el refugio de animales abandonados Trikuhary de la localidad navarra de Urdax y que ha quedado en custodia del alcalde de esa localidad, conforme a la actual ley de animales de compañía, a la espera de destino que decida la autoridad judicial.

Investigados los propietarios de los tres perros

Según la investigación de los agentes, los dueños dejaron a los tres perros durante varias horas, incluso comieron en un establecimiento cercano al lugar donde se encontraba estacionado el vehículo, haciendo caso omiso de los avisos que se daban por megafonía alertando de lo que estaba sucediendo.

Cuando llegaron al vehículo, vieron cómo varios ciudadanos y agentes de la Guardia Civil trataban de reanimar a los animales, los cuales se encontraban confinados en un habitáculo mal ventilado y con privación de acceso a agua, expuestos al sol de forma constante y el tiempo suficiente como para causarles un golpe de calor y posteriormente la muerte a dos de ellos.

Por estos hechos, se investigó el mismo día del suceso a los tres ciudadanos franceses de 61, 41 y 36 años como presuntos responsables de un ilícito penal relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos de maltrato animal por abandono.

Las penas para este tipo de delitos pueden llegar a ser de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y su tenencia.