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“El frío y la nieve pueden impedir que las aves accedan a su alimento”

Las aves son unos animales que sufren especialmente las consecuencias de las temperaturas gélidas al encontrarse con numerosos obstáculos para poder conseguir el alimento. Para conocer mejor cómo es la lucha y la supervivencia de estos animales durante el invierno, Animalados ha hablado con Luis Martínez, biólogo y Técnico de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife.

SEO/Birdlife, la Sociedad Española de Ornitología, es la ONG ambiental decana en España. Fundada en 1954, tiene una misión clara desde su creación: con las aves como bandera, quieren conservar la biodiversidad con la participación e implicación de la sociedad.

¿Cómo afecta el invierno a las aves? ¿Son unos animales preparados para las bajas temperaturas, la lluvia y la nieve?

Las aves, como animales de sangre caliente, están preparadas para mantener su actividad a pesar de las bajas temperaturas. Además, las plumas que cubren su cuerpo son excelentes aislantes térmicos, como bien lo sabemos las personas cuando nos protegemos del frío con un abrigo o un edredón de plumas.

Sin embargo, tanto el frío como la nieve pueden tener un efecto indirecto pero muy perjudicial sobre ellas, al impedir que puedan acceder a su alimento. Por un lado, el frío hace desaparecer los insectos, por este motivo, la mayoría de las aves insectívoras de nuestro territorio son migradoras y ahora están en África. Por otro lado, la nieve que cubre el suelo esconde las semillas que necesitan estos animales para alimentarse.

¿Cómo se defienden las aves de las bajas temperaturas? ¿Qué estrategias usan para encontrar y conservar el calor?

Las aves mantienen una temperatura corporal en torno a unos 40 grados centígrados y, como cualquier otro animal de sangre caliente, mantienen constante esa temperatura a base de ‘quemar’ sus reservar energéticas. Nuestro cuerpo funciona como una casa calentada por una caldera.

Aunque las plumas proporcionan una alta ‘eficiencia energética’, a las aves les ocurre lo mismo que a una casa, cuanto más baja sea la temperatura exterior, más tiene que trabajar la ‘caldera’ para mantener la temperatura interior. Esto conlleva aumentar el consumo energético, lo que a su vez incrementa la necesidad de encontrar alimento para acumular las reservas suficientes para sobrevivir durante las largas y frías noches invernales.

¿Cuáles son las especies de aves que más sufren los efectos del invierno y el frío?

Las aves más sensibles a los efectos del invierno son las aves migradoras, ya que son aquellas que se van a quedar sin su alimento a causa del frío o de la nieve. Cuando se dan condiciones climatológicas extremadamente adversas, como son fuertes nevadas o temperaturas anormalmente bajas, son en general las aves más pequeñas las que pueden pagar un precio más alto.

Las aves con un tamaño más pequeño tienen unos cuerpos que pueden no llegar a los diez gramos de peso, tienen escasa inercia térmica y acumulan muy pocas reservas energéticas, por tanto, si agotan estas reservas por no haber encontrado suficiente alimentos por el día, pueden morir de hipotermia durante la noche.

¿Qué clase de aves sufren más las consecuencias climatológicas del invierno? ¿Las aves urbanas o las aves rurales?

Las ciudades sufren el denominado efecto ‘isla de calor’, lo que supone que en un centro urbano hay una temperatura mayor que en los alrededores. Por tanto, las aves se ven beneficiadas en invierno en el medio urbano. Sin embargo, una ciudad puede plantear problemas para encontrar alimento de suficiente calidad para la mayoría de las especies, por lo que el beneficio real puede ser inexistente para una gran cantidad de aves.

En los medios rurales, la existencia de lugares de ceba de ganado o gallinas, suele actuar como foco de alimentación para las aves que puedan aprovechar este topo de suministro constante, con lo que pueden soportar mejor las condiciones más extremas.

¿Qué podemos hacer las personas para ayudar a las aves en situaciones extremas como sucedió con la borrasca ‘Filomena’?

En medios urbanos, la mejor manera de ayudar a nivel particular es colocar comederos para aves, eso sí, con comida de ‘calidad’, mezclas de semillas para aves silvestres. Es conveniente informarse bien tanto de cómo y dónde colocar el comedero, el tipo a elegir, la comida ideal, etc. Y no olvidar su mantenimiento e higiene adecuado.

No obstante, es más importante aún promover unas ciudades con zonas verdes, ricas en biodiversidad y complejas estructuralmente, así como aprovechar cada metro cuadrado para la vegetación. Por ejemplo, los alcorques de las calles, las medianas, etc. Solo de esta forma conservaremos y favorecemos unas ciudades ricas en naturaleza y saludables, tanto para las aves como para la ciudadanía.

El Zoo de Barcelona colabora en la reintroducción del amenazado Ibis Eremita en la provincia de Cádiz

Actualmente, tan solo existen 700 individuos de Ibis Eremita en libertad, una cifra que ha aumentado en las últimas décadas gracias a los programas de conservación.

Durante el presente mes de noviembre, dos ejemplares machos de Ibis Eremita nacidos en el Zoo de Barcelona han sido liberados en Vejer de la Frontera, un municipio de la provincia de Cádiz. Se trata de un ejemplar de pájaro propio de la Cuenca del Mediterráneo que se encuentra en peligro de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Los ejemplares introducidos en Cádiz dejaron la ciudad de Barcelona a principios de octubre. Antes de su reintroducción en el medio natural, los dos pájaros han pasado una cuarentena en el Zoobotánico de Jerez y unas semanas de adaptación en una finca de Vejer de la Frontera, desde donde se planifican las liberaciones en pequeños grupos diarios para favorecer la asimilación a los grupos en libertad.

Los dos ejemplares de Ibis Eremita liberadas en Cádiz llevan emisores GPS financiados por la Fundación Barcelona ZOO, que se encargará de ayudar a valorar el éxito de la reintroducción de esta especie amenazada en territorio gaditana.

El Zoo de Barcelona incorporó esta especie de ave en el año 2019 por la recomendación de la coordinadora del Programa Europeo de Especies en Peligro EEP. Fueron, concretamente, cuatro machos procedentes del Zoo de Stuttgart (Alemania) y cuatro hembras del Nordens Ask (Suecia), que tuvieron sus primeras creías en 2021.

Los últimos ejemplares en libertad, unos 700, se encuentran en el sureste de Marruecos, y han desaparecido en la práctica de Oriente Próximo y de Europa, donde hasta finales del siglo XVIII se podían encontrar incluso en los países añejados del ámbito mediterráneo, como Austria, Hungría o Suiza.

La población actual se distribuye en dos grandes núcleos mayoritarios: el más abundante es sedentario y vive en las costas de Marruecos. El otro, más escaso, es migratorio, y se desplaza entre Siria y Etiopía. El hábitat más habitual de estas aves son las zonas áridas con acantilados, donde se establecen las colonias de cría. Estos pájaros se alimentan principalmente de insectos y pequeños vertebrados (anfibios, réptiles y pequeños mamíferos).

Una ciudad española organiza un campus de verano para divulgar valores de protección animal

El municipio de Elda ha organizado un campus infantil que se celebrará en julio en el que se realizarán visitas a centros que trabajan con animales y actividades educativas en espacios naturales.

‘Eldanatur’ es el nombre que recibe el nuevo campus de verano que estrena el Ayuntamiento de Elda a través de las concejalías de Medio Ambiente y Protección Animal. El proyecto, que pretende divulgar valores de protección animal y medio ambiente, se desarrollará del 4 al 14 de julio.

“El objetivo es ofrecer a los niños y niñas una alternativa a los campamentos tradicionales de verano. Este proyecto está diseñado en todo a la divulgación de valores naturales y ambientales, de cuidado del entorno y los seres que habitan en él”, ha indicado Sarah López, concejala de Medio Ambiente de Elda.

“La mejor manera de defender el medio ambiente es invertir en la educación de los más pequeños y qué mejor complemento a su educación que las actividades extraescolares, campamentos y colonias. En este sentido, la educación ambiental es una herramienta para transformar la realidad, que surge como respuesta desde el momento en que se empieza a entender la degradación del medio como problema social”, ha añadido la edil.

Anabel García, concejala de Protección Animal, ha explicado que “el campus está destinado a la población infantil de Elda, para un grupo máximo de 24 niños y niñas de entre 6 y 12 años de edad. El programa se llevará a cabo en las instalaciones del Centro Social Caliu”.

Ocho sesiones con visitas y actividades en espacios naturales

La primera sesión del campus servirá para que los niños y niñas visiten y conozcan el funcionamiento de la Sociedad Protectora de Animales de Elda. Podrán descubrir su dinámica, servicios, problemática y necesidades. Podrán tomar consciencia de la problemática actual del abandono y cómo trabaja la protectora para tratar de dar respuesta a las necesidades de estos animales, además de echarles una mano en su día a día.

En la segunda sesión, llamada ‘Mi Perro, en buenas manos’, el grupo recibirá la visita de una adiestradora canina que enseñará a los niños y niñas trucos y consejos para cuidar de nuestros animales. Además, podrán disfrutar de una exhibición de la adiestradora y su perro, realizando ejercicios y movimientos.

Durante la tercera y sexta sesión, los jóvenes conocerán distintos tipos de aves que se encuentran en el municipio alicantino, desarrollando una parte práctica con la construcción de un comedero de aves. Para ellos, aprenderán la alimentación de estos animales y cómo podemos construir pequeños comederos caseros.

En la cuarta sesión, recibirán la visita de la asociación Gatitos en apuros para dar a conocer entre los niños y niñas la labor de esta asociación, su forma de trabajar y qué proyectos llevan a cabo. Aprovechando su visita, el grupo podrá conocer consejos sobre el cuidado de estos animales y cómo se ayuda a los gatos que se encuentran abandonados en calle.

En la sesión 5 conocerán a la asociación Magic Eagle que desarrolla un proyecto basado en la terapia con aves rapaces, buscando mejorar sus habilidades comunicativas y sociales. Así, un profesional y experto en aves mostrará diferentes tipos de aves, sus características, así como consejos y recomendaciones sobre cómo actuar si encontramos un ave herida o que no puede volar por la calle.

En la séptima sesión se trabajará sobre el cuidado y mantenimiento del agua como un recurso necesario en nuestro entorno. Para ello, se llevará a cabo un taller de creación de filtradores de agua, con el objetivo de mostrar el funcionamiento de las aguas subterráneas y su depuración natural mediante un experimento casero.

Durante la última sesión, tendrá lugar una salida por los Jardines del Peri, con el objetivo de explorar e identificar la diferente fauna y flora que se puede encontrar en esta zona. Los niños y niñas podrán comprobar de primera mano los tipos de vegetación que existe, así como los animales y seres vivos que habitan en él. Además, se buscará identificar problemas que afecten a este entorno y posibles medidas y soluciones.

Cataluña gana 17 nuevas especies de pájaros durante los últimos cuarenta años

Se estima que en Cataluña hay entre 8 y 12 millones de parejas de pájaros que crían cada año. En total, pertenecen a 233 especies distintas. El gorrión común es la especie más abundante a pesar de estar en clara regresión.

Hoy se ha presentado el ‘Tercer atlas de los pájaros nidificados de Cataluña’, un proyecto impulsado por el Instituto Catalán de Ornitología (ICO) que se encarga de tomar una fotografía exhaustiva de todas las especies de pájaros que nidifican en Cataluña. Un libro muy completo de 639 páginas publicado por la editorial Cossetània donde se puede conocer, de cada una de las especies, por dónde se distribuye, cuál es su población estimada, con qué frecuencia se observa y cuál ha sido la tendencia de su población durante los últimos cuarenta años.

Atlas desvela que en Cataluña nidifican habitualmente 233 especies de pájaros, 17 especies más que hace cuarenta años y el 39% de todas las que nidifican en territorio europeo. De todas, 124 especies gozan de algún tipo de protección legal especial a nivel catalán, estatal o europeo. Según el Atlas, en Catalunya se estima que hay entre 8 y 12 millones de parejas de pájaros que crían cada año.

El gorrión común sigue siendo la especie más abundante del país, con poco menos de 900.000 parejas reproductoras, a pesar de que su población está en clara regresión en las últimas décadas. Le siguen el garrafón, el petirrojo, el ruiseñor y el pinzón, las tres especies con más de 400.000 parejas. Del resto de especies, más de la mitad cuentan con menos de 2.000 parejas reproductoras y consideran escasas. Las especies más escasas que anidan en Cataluña son la alondra becuda, el aguilucho pálido, la porzana, la focha cornuda y el zampullín cuello negro, todas con menos de 10 parejas reproductoras.

Faisà comú/Martí Franch

Por otra parte, esta tercera edición cierra con el registro de 9 especies exóticas de pájaros que se reproducen de forma regular en Cataluña. La mayor parte han sido introducidas por los humanos como pájaros de jaula que han escapado del cautiverio, y esto se refleja en la distribución de estas especies en el mapa, con una concentración máxima a fines y alrededor de las grandes ciudades y poblaciones costeras. El primer Atlas había cerrado la edición con una especie exótica reproductiva en territorio catalán, el faisano común.

‘El Tercer Atlas de los pájaros nidificados de Cataluña’ ha sido presentado por el Instituto Catalán de Ornitología en la Sala de Actos del Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña, un reto impulsado por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalidad de Cataluña y el Zoo de Barcelona. Para obtener los datos, el Atlas ha contado con la participación voluntaria de 1.275 ornitólogos y ornitólogas que han hecho trabajo de campo entre 2015 y 2018.

Además, la obra ha contado con investigadores del European Bird Census Council, del CREAF y del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña, el CTFFC, entre otros. La Diputación de Barcelona ha contribuido en la recopilación de datos en los espacios naturales de esta provincia y el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona ha acogido al equipo de trabajo del ICO. El Atlas de pájaros es un proyecto integrado en el Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad de Cataluña, y, como tal, pretende estar a disposición de la sociedad para la toma de decisiones relacionadas con la naturaleza.

“El conocimiento que aporta este Atlas es fundamental para definir políticas de conservación de la biodiversidad”, comenta Sergi Herrando, director general del Atlas e investigador del ICO, CREAF y European Bird Census Council (EBCC). “Catalunya tiene una gran responsabilidad en la conservación de muchas especies, como las que se encuentran casi exclusivamente en la península Ibérica, como el ciboque, el pájaro carpintero verde ibérico o la curruca enmascarada, que en Cataluña tienen casi el 10% de su área de distribución europea”, añade.

Fotja banyuda/Martí Franch

“El Zoo no ha dudado en apoyar este proyecto innovador de una disciplina, la ornitología, de larga tradición en nuestro país, que nos sitúa al frente de Europa en el estudio de los pájaros, herramienta primordial para su conservación, que es justamente la misión del Zoo de Barcelona”, declara Xavier Patón como vicepresidente de la Fundació Barcelona Zoo.

La evolución de 40 años de datos, especies ganadoras y perdedoras

El Atlas presentado hoy se publica casi 40 años después de la publicación del primero y 20 años después del segundo. Gracias a la larga serie de datos acumulados, esta vez el Atlas se ha podido centrar (y bastante) en los cambios que han experimentado las especies desde el inicio de las décadas de 1980 y 2000.

“Este período coincide con el de mayor avance del cambio climático y con otros cambios sociales y económicos a gran escala que han tenido un gran impacto en Cataluña, como el abandono de las actividades agro-ganaderas tradicionales y la consiguiente ocupación de los espacios abandonados por bosques y matorrales”, indica Martí Franch, investigador del ICO y uno de los principales autores de la obra.

Esta coincidencia en el tiempo ha permitido constatar que las especies no han soportado por igual estos cambios. Por ejemplo, a las especies forestales y urbanas les ha ido, en general, bastante bien. En el lado opuesto están las especies perdedoras, como las lechuzas, verdugos o tórtolas de bosque, que han reducido sus poblaciones de manera muy notable en las últimas décadas y que ya han desaparecido del 20-60% de las áreas donde se encontraban hace 40 años. Las tres son especies propias de espacios agrícolas y prados, las especies que están sufriendo una mayor regresión de sus poblaciones, especialmente en zonas de montaña.

Por otro lado, el martinete blanco, la polla de agua y otras especies típicas de ríos y humedales experimentaron un crecimiento notable de sus poblaciones y de su distribución cuando se declaró la protección de muchas zonas húmedas a finales del siglo XX. Este proceso expansivo general, sin embargo, se ha detenido en las últimas dos décadas, y últimamente se detectan pérdidas destacadas en las principales zonas húmedas del país donde hay especies que han entrado en regresión por causas múltiples.

Si ponemos el ojo en los pájaros que viven vinculados al mar, el Atlas demuestra que han mantenido sus poblaciones, pero con amenazas importantes. Hace 20 años Cataluña acogía a la mayor parte de la población reproductora mundial de la gaviota de Audouin en el delta del Ebro, pero en los últimos años la población se ha ido esparciendo por otras localidades a la vez que el número de ejemplares reproductores ha ido disminuyendo.

Cerca de noventa parejas de cerceta pardilla crían en España durante la presente temporada

La cerceta pardilla, una de las siete especies en situación crítica en España, ha incrementado considerablemente su número de pollos durante esta temporada, principalmente en humedales de la Comunidad Valenciana y Andalucía.

El proyecto LIFE Cerceta Pardilla, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha dado a conocer los resultados de la temporada de cría de esta especie, catalogada ‘en peligro crítico’ en España y como ‘vulnerable’ a nivel mundial.

Entre la Comunidad Valenciana y Andalucía, zonas prioritarias para la especie y regiones de actuación del proyecto, se han contabilizado un total de 87 parejas reproductoras, una cifra muy positiva en comparación con años anteriores. En concreto, en los humedales valencianos se han observado 40 parejas de esta especie, casi el doble que en 2020 y muy por encima de 2019, cuando se contabilizaron únicamente 17 parejas con crías.

Además, se han censado un total de 300 pollos, una de las mayores cifras de los últimos años. Por ahora, solo se ha comprobado la cría en humedales donde se han realizado sueltas de ejemplares como parte de las actuaciones de reintroducción y cría en cautividad llevadas a cabo en el marco del proyecto. Se trata de las zonas húmedas de Marjal d los Moros, del Parque Natural de La Albufera, del Clot de Galvany, del Parque Natural de El Hondo y del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola.

Cerceta Pardilla con dos pollos/Óscar Aldeguer/Tragsatec

Humedales en Andalucía

En Andalucía, los resultados de esta temporada de reproducción suman 47 parejas con crías, una cifra superior a los anteriores, con 13 parejas con pollos en 2020 y 31 en 2019. El número de pollos registrados ha sido de 356.

Entre los factores que explican esta buen temporada de cría, destacan el manejo del agua que se ha llevado a cabo en la Dehesa de Abajo (Sevilla) y en Fuente de Piedra (Málaga), que han permitido mantener los niveles de agua y asegurar su presencia en verano, lo que ha propiciado su reproducción.

Los demás humedales andaluces donde la cerceta pardilla ha criado son lugares manejados, salinas o marismas cuyo nivel de agua no depende de las precipitaciones. Entre ellos se encuentran varias zonas de Doñana y otros humedales de Cádiz, Almería, Sevilla y Málaga.

«La cerceta pardilla, una especie en situación crítica en España»

La cerceta pardilla es una de las siete especies en situación crítica en España. Hasta mediados del siglo XX abundaba en los humedales costeros mediterráneos, especialmente en Doñana, pero en las últimas décadas su declive ha sido tan drástico que esta especie de interés comunitario está en peligro crítico.

Se trata de una especie de ave migratoria que, tras reproducirse en nuestros humedales, emprende un viaje a sus cuarteles de invernada, en África, donde el proyecto también continuará con el seguimiento de sus poblaciones.