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La Ley de Bienestar Animal sacará 100.000 personas de la clandestinidad

Belén ha organizado el trabajo y la familia para poder escaparse de casa a horas intempestivas. El peso de las bolsas le molesta menos que la incertidumbre. No saber nunca cómo los encontrará o si será descubierta, muchas veces, le quita el sueño. Aunque trate de ser muy sigilosa ellos siempre se anticipan. Decenas de pares de ojos la miran desde distintas distancias. Permanecían agazapados sabiendo que ella jamás falta a su cita. Dispone la comida húmeda y los gatos más atrevidos se abalanzan. En unos minutos Belén recuperará las bandejas para no dejar rastro. Algún minino prefiere un saludo cercano a la comida. Parece dar las gracias. Otros siguen sin fiarse, hacen bien: no confiar en los humanos les hace menos vulnerables. Belén cambia los comederos de ayer por unos limpios y desinfectados, los colma de pienso y los esconde. Hace lo propio con los recipientes para el agua. Retira colillas, algún plástico, una lata de refresco y otros restos que los incívicos insisten en abandonar en aquel rincón discreto. Siempre alerta, por ellos y por ella misma. La noche la protege y a la vez le complica mucho la existencia. Lo que hace es bueno para todos pero hasta ahora, estaba fuera de la ley.

Según un estudio, hay unas 100.000 las personas en toda España que cuidan de manera regular de los gatos que viven en las calles. Para muchas de estas personas, su actividad será legal a partir de la entrada en vigor de la ley de bases de derechos de los animales 7/2023 del 28 de marzo. Los ayuntamientos deberán extender unas acreditaciones a los colaboradores en la atención de los gatos comunitarios. Formar parte del programa local de gestión ética felina garantizará unos derechos largamente reivindicados. La clandestinidad era una consecuencia lógica a las amenazas evidentes, y no tan evidentes, que sufrían las gateras y los gatos de los que se ocupan. Al miedo a recibir una sanción se unía el miedo al boicot y las recriminaciones vecinales. Algunas gateras denuncian haber sido agredidas verbal, e incluso físicamente, por alimentar a los gatos, pero también por capturarlos para llevarlos al veterinario.

En un encuentro reciente desde la Laguna, la responsable de una colonia en Tenerife, manifestaba que cada colonia contaba con boicoteadores y saboteadores. Los boicoteadores destrozan los refugios, los comederos y los enseres para los gatos y los saboteadores hacen lo mismo con las jaulas que permiten desarrollar el método de captura, esterilización y retorno, conocido por las siglas CER. También las colonias son víctimas de delitos tipificados en el código penal. El envenenamiento es la agresión más frecuente pero también hay muchas denuncias por heridas y muerte por disparos.

Todo el sexto capítulo de la nueva ley de protección animal está dedicado a las colonias de gatos. El primer artículo de dicho capítulo dice que la administración local deberá esterilizar a todos los gatos de la calle y microchiparlos a su nombre. Esto solo va a poder ser posible gracias a la colaboración de las gateras – nueve de cada diez son mujeres – y a acuerdos con profesionales de la veterinaria. La gestión de colonias estará sujeta a derechos y obligaciones que quedarán claros en los programas de formación para toda estas personas que antes estaba expuesta a una multa o a una agresión.

La acreditación de personas como Belén significa poder divulgar en público y a la luz del día su objetivo y las buenas prácticas a las que debe ceñirse su labor. En los municipios en los que ya se desarrollaba la gestión ética de colonias, las entidades han explicado en prensa local, en radio, en centros cívicos y a los líderes vecinales qué se hace y por qué se hace. Los opositores se convierten en colaboradores cuando las portavoces de los programas de gestión explican bien que sus esfuerzos contribuyen a disminuir progresivamente el número de gatos en la calles, y que cuidar in situ de los gatos es velar por la salud de todos.

La información implica la reducción de los ataques que sufren las colonias de gatos. Los agentes de la autoridad se convierten en aliados del bienestar felino. Los policías, sobre todo los locales, serán garantes del cumplimiento del artículo 41 de la ley de protección de derechos de los animales que obliga a los ciudadanos a respetar la integridad, seguridad y calidad de vida de los gatos comunitarios que las componen. Las instalaciones de comida, y refugio propio del programa de gestión de gatos comunitarios también deben ser respetados. Acaba el artículo recordando que las personas titulares o responsables de perros deberán adoptar las medidas para evitar que la presencia de estos pueda alterar o poner en riesgo la integridad de las colonias.

Aunque muchas comunidades autónomas reconocen a las colonias felinas en sus leyes de protección animal, el panorama, hasta la aprobación de la ley nacional, era muy heterogéneo y confuso. Asturias, Murcia, La Rioja, Madrid, Navarra, Castilla la Mancha y más recientemente Euskadi y la Comunidad Valenciana, por ejemplo, incorporan la necesidad de gestionar y proteger las poblaciones de gatos. Pero ni todas las normas recogen con precisión la metodología a emplear, ni todas se han trasladado a unas ordenanzas municipales. No era raro que algunos medios de comunicación, y sobre todo las redes sociales, se hicieran eco de que un ayuntamiento había impuesto una multa a una vecina por alimentar a los gatos. Tampoco faltaban los conflictos con policías locales que disuaden de prácticas que muchas veces no eran higiénicas.

La declaración del estado de alarma y el confinamiento obligatorio durante algunos meses de 2020 por la pandemia de la COVID-19 significó un punto de inflexión para el colectivo gatero. Uno de los Decretos del entonces ministro de sanidad, Salvador Illa ya indicaba la aportación que hacen las cuidadoras de colonias a la salud pública y, por tanto, debidamente acreditadas, podían desplazarse con comida y agua a atender a los gatos que tanto las necesitan. En algunos municipios la ausencia de vecinos circulando permitió capturar y esterilizar cómodamente, sosteniendo la economía de las clínicas veterinarias convenidas.

Según personas expertas en gatos, en veterinaria, de pequeños animales y juristas, la norma impulsada desde la Dirección General de Derechos de los Animales, y que entrará en vigor a finales de septiembre, es especialmente oportuna para con los gatos de la calle. Los cinco artículos dedicados a las colonias felinas dejan muy claro que el objetivo es reducir de manera ética el número de gatos comunitarios. Los gatos comunitarios – tal y como se explica en el glosario de la propia ley- son aquellos que son libres, que han nacido en el territorio en el que se encuentran y que tienen un grado de sociabilidad insuficiente como para tolerar el confinamiento o el traslado.

Muchos gatos que viven en la calle no pueden vivir en un lugar distinto, otra cosa son los gatos caseros abandonados o extraviados a los que hay que sacar de la calle para devolverlos a su familia o hay que encontrarles una nueva familia. La ley pone un acento especial en la tenencia responsable y por ello obliga a la esterilización y a la identificación de todos los gatos. Una ley que legitima el procedimiento de reducción ética de camadas permite contabilizar, planificar, divulgar buenas prácticas y proteger a los gatos comunitarios. No solo la ley promueve la reducción ética de los gatos de la calle y la tenencia responsable con obligaciones, también incorpora una línea de subvenciones para los ayuntamientos que está generando mucho interés.

 

Emma Infante

“Nos hemos organizado para que nadie mate a ningún gato más en Ibiza»

En marzo saltaron todas las alarmas entre la comunidad animalista española porque desde el Ayuntamiento de Sant Josep de Sa Talaia se financiaron jaulas para que una asociación de cazadores capturase gatos ferales. Las informaciones confusas sobre el origen de esta acción y el posible apoyo de alguna entidad animalista a una subvención tan paradójica y un fundado temor sobre el destino final de los gatos, han obligado a organizarse a la sociedad civil ibicenca.

Animalados ha hablado con Nicoleta Stanut, portavoz de la Plataforma Felina Ética de Ibiza, una asociación que trabaja para defender a los gatos locales y reconducir la situación hacia una gestión eficaz y según los principios científicos que promulgan los especialistas en bienestar felino.

¿Tienen que temer por su vida los gatos en Ibiza?

Sí, hasta que todos los ayuntamientos no hagan y cumplan con una ordenanza en la que se implemente el método CER, es decir, la captura, esterilización y retorno, sin hacer excepciones con los tipos de suelo, sin restricciones según categorías catastrales como rural o urbano. Parece de pronto que los gatos deban ser una anécdota con un control exclusivo del entorno urbano, cuando los gatos hace miles de años que son compañeros fieles del medio rural, que es el mayoritario en esta maravillosa isla. Toda la vida ha habido gatos formando parte de la cotidianidad de los isleños, quizá por eso, no se ha reparado en ellos para hacer campañas oficiales de gestión.

Siempre se ha visto el tema de los gatos como un asunto particular. Ahora se ha planteado como problema y a la hora de abordarlo lo hacen desde una perspectiva errónea. Hay mucha gente que cuida de los gatos de manera informal, pero no damos abasto, necesitamos recursos para esterilizarlos y que no haya nuevas camadas. Para que la gente podamos cuidar de los gatos de los municipios, sean rurales o urbanos, debemos saber que están protegidos por leyes locales que entienden que sólo la captura, esterilización y retorno inmediato es el método eficaz. Además, es lo aceptable humanamente.

¿La situación es homogénea en toda la isla?

No, hay municipios que tienen control de la población felina y otros no. Hace años que en Ibiza Ciudad se expidieron unos carnets y se hace una gestión de las colonias evitando la sobrepoblación. En 2017 se celebraron las Primeras Jornadas de Bienestar Animal en Sant Antoni. En la isla hay personas que tienen conocimientos y referencias sobre lo que es la gestión ética de las poblaciones felinas.

¿Qué es la Plataforma Felina Ética de Ibiza?

Es un colectivo que nace de la gran preocupación y problemática que existe en la isla de Ibiza con los gatos, por la falta de control de la sobrepoblación. Nosotros no negamos que haya que actuar, pero sabemos e insistimos en que el único método ético es la implantación del CER (captura, esterilización y retorno) en todos los municipios de la isla.

Queremos contribuir a que no haya más gatos, que los que hay no pasen hambre, tengan una calidad de vida digna y gozar entre todos de un medio ambiente equilibrado libre de amenazas. Es un momento complicado por la pandemia y no podemos hacer reuniones grandes o deben ser telemáticas, pero estamos contentos de la adhesión casi unánime a nuestra preocupación y a las propuestas que vamos esbozando.

¿Qué tipo de personas conforman la Plataforma Felina Ética de Ibiza?

La plataforma está abierta a todos los ciudadanos sensibles con el bienestar de los animales, desde cuidadoras, animalistas, agricultores, colectivos y profesionales varios. Los ibicencos de toda la vida suelen conservar una relación muy entrañable con los animales.

Un encanto de las Baleares es su relación con la naturaleza. Muchos residentes nacieron en el extranjero y están familiarizados con las prácticas de protección animal, así que no podemos dibujar un perfil único. Lo que sí es importante es aunar esfuerzos y establecer puentes de diálogo. El núcleo de la plataforma lo gestionamos media docena de personas, todos con un compromiso firme con los animales. Yo soy gatera de toda la vida, pero quiero poner en valor el trabajo de Yaiza, Rocío y Pepe, entre otros.

¿Es cierto que biólogos y ecologistas apoyan la gestión ética como estrategia de conservación de la biodiversidad?

Es pronto para dar respuestas categóricas, pero está claro que coincidimos claramente en la necesidad de controlar la población de gatos que está disparada porque no se ha actuado metódicamente ni se han puesto los recursos adecuados.

Los gatos nacidos en libertad con un grado de baja socialización no pueden ser trasladados ni confinados ni dados en adopción, lo que tienen que estar es esterilizados y alimentados con pienso de alto contenido proteico. Cuando la población está estabilizada y decreciendo según el ritmo natural por falta de cachorros, los gatos dejan de ser un problema y se hace evidente por qué los necesitamos a nuestro lado sobre todo en el medio rural.

Uno de los proyectos de la Plataforma Felina Ética de Ibiza es convocar charlas y mesas de diálogo para compartir informaciones contrastadas y derribar falsos mitos sobre el impacto real de los gatos y cómo su concentración o no es lo que marca la diferencia.

¿Cuál es el panorama legal en Baleares?

No hay una ley autonómica que defienda y reconozca al gato feral. La ley vigente el próximo año cumplirá las tres décadas y ya en su momento fue poco ambiciosa. La reforma de 2017 propiciada por las restricciones a la tauromaquia no ha significado un avance significativo para la defensa de otras especies. Llama la atención cómo se plantea la protección en términos de propiedad. Por ello quedan fuera los gatos de la calle, que en realidad sí nacieron en ella y no se han socializado de pequeños para vivir dentro de una casa. Son gatos de todos y son seres sintientes como en breve reconocerá el Código Civil español.

La vieja ley empieza diciendo que en la conciencia ciudadana urge acabar con las torturas, con los daños o sufrimientos que les infligimos, o con los malos tratos de que en ocasiones son objeto muchos de los animales que conviven con nosotros, pero no se traduce aún en la imposición de la gestión ética de las colonias.

¿Qué os ha motivado para coordinaros ahora?

La falta de sensibilidad hacia el gato feral por parte de las administraciones, que ha motivado a que algunos ayuntamientos pacten con colectivos manifiestamente ajenos al bienestar animal y su empeño en considerarlos especie invasora. Hay una confusión deliberada o no sobre qué necesitan los territorios, la fauna, los habitantes y los gatos para convivir de manera armónica. Algunos han sabido canalizar sus intereses y han encontrado apoyos insospechados, pero la sociedad civil local y muchas asociaciones estamos aquí para escuchar y hacernos oír porque los gatos sin dueño importan.

¿Cómo se os puede apoyar?

Estamos muy ilusionadas y también desbordadas, así que se nos puede contactar por redes sociales y trataremos de contestar cualquiera de las personas que lideramos la plataforma tan rápido como podamos.

Estamos en plena época de nacimiento de nuevas camadas y además estamos empapándonos de normativas para la redacción de propuestas legislativas, enmiendas a borradores y difusión del proyecto. Queremos dialogar con las administraciones y necesitamos conseguir recursos y visibilidad para contactar y apoyar a los cientos de personas que en Ibiza no soportan la idea de que los gatos que conocen o a los que cuidan puedan acabar en una trampa mortal. ¡Ah! Y no solo los gatos, porque las jaulas no son selectivas y según su uso pueden hacer mucho daño.

«Quien quiera gestionar una colonia felina debe acercarse con respeto al gato»

Hoy en Animalados conocemos mejor a la entidad leonesa Argos. Este grupo de personas lleva tiempo trabajando en el corazón de Castilla con distintos aspectos de la protección animal. Desde el rescate de animales abandonados, a los que se busca un nuevo hogar, al despegamiento del programa de gestión de colonias de gatos. Un trabajo de profundo calado que está destinado a crecer.

¿Cuánto tiempo hace que tenéis el método CER (capturar /esterilizar / retornar) aprobado oficialmente en León?

El CER está aprobado de manera oficial desde el mes de abril del año pasado. El Ayuntamiento involucró para la decisión a más entidades como son el colegio de veterinarios, la asociación que aglutina de todas las clínicas veterinarias de León. La intención de esta nueva medida era la de desparasitar, vacunar y chipar a los gatos. Hasta la fecha este proceso está parado. Nosotras seguimos castrando y al menos no nos sancionan. Desde el pasado verano estamos gestionando colonias en el alfoz: Villaquilambre. Anteayer se hizo oficial.

¿Sanciones? ¿Por qué?

Sí. La Policía Local sancionó a nuestra secretaria por dar de comer a una colonia de gatos que lleva haciéndolo 30 años. Dijeron que lo estaba haciendo en lugar público, siendo totalmente falso. La recurrimos y la perdimos porque la policía tiene presunción de veracidad. Al menos desde el año pasado no tenemos ninguna sanción más.

¿Qué balance hacéis de este periodo?

Para nosotras el balance es positivo porque hemos seguido castrando y cuidando de colonias.

¿El secreto está en mucho tiempo de trabajo buscando el apoyo municipal?

En absoluto, al menos en León. Hace tres años presentamos nuestro CER y nos lo rechazaron. Villaquilambre fue todo lo contrario. Ellos se pusieron en contacto con nuestra Asociación.

¿Y en la realización de un buen proyecto dando todo detallado a las autoridades?

Las dos veces se les presentó un proyecto. El segundo, obra de una Doctora Veterinaria. Al final han hecho un remix del nuestro con incorporaciones nuevas.

¿Cómo era  vuestro trabajo antes del CER?

Nosotras ya llevamos cuatro años cuidando de colonias, eso sí, siempre con ojos en la nuca.

Vosotras habéis sabido conectar desde hace años con entidades de otras comunidades y ciudades. ¿La colaboración es imprescindible?

Por supuesto. El primer proyecto CER que presentamos nos lo facilitó La Plataforma Ciudadana Pro Animales, de Oviedo. Sobre él trabajamos.

¿Podéis asesorar a personas y entidades que quieran seguir vuestros pasos?

Claro. De hecho es lo que estamos haciendo en la actualidad.

¿Qué tres consejos compartiríais desde ya?

Quien quiera gestionar y cuidar de una colonia debe, por encima de todo, acercarse con respeto al gato, como individuo, a la colonia como una comunidad y al resto de cuidadores, como seres que ayudan a vivir a los gatos.

Es muy importante también tener mucha paciencia porque todo lleva su tiempo. La preparación… la captura …

Por último, también es necesario no enfrentarse a los vecinos. Siempre llevamos las de perder. Los gatos solo nos tienen a nosotras, asociaciones y cuidadores.

¿Qué otros retos tiene pendientes Castilla-León con respecto a los animales?

La reforma de la Ley 5/97 de Protección de animales de compañía. Está obsoleta y mal elaborada.

¿Qué objetivos tiene vuestra asociación?

Principalmente el cuidado de colonias de gatos ferales. En ello trabajamos.

¿Quién os ayuda?

Los socios, las casas de acogida para aquellos gatos que son adoptables y por supuesto los voluntarios, en su mayoría cuidadores de colonias. No queremos subvenciones que hipotequen nuestra asociación.

¿Cómo puede ayudaros quién quiera hacerlo?

En primer lugar siendo casa de acogida. Otra manera es ayudándonos con el trabajo que realizamos en las colonias.

Finalizan las II Jornadas Felinas con una gran asistencia y con expectativas cumplidas

Las segundas Jornadas Felinas se celebraron el día 23 de febrero en el Teatro Caja Granada con más de 240 personas procedentes de distintos puntos del país; subrayando la importancia de contemplar los derechos del gato feral, desde la responsabilidad institucional, de protección y de los cuidados veterinarios.

En el acto de bienvenida, se hizo un flashback del año anterior constatando las nuevas actitudes de cara a las colonias felinas y como con la suficiente perseverancia se están forzando cambios normativos.

En la inauguración tuvimos el placer de contar con un vídeo alentador, gentileza de Becky Robinson (presidenta de Alley Cat Allies), y con la mesa de autoridades, compuesta por Joan Capdevila, veterinario, diputado en El Congreso y miembro de APDDA, y La Troupe (Olalla García y Maya Huerta, organizadoras del evento en Granada), donde se agradecía la asistencia y la colaboración recibida.

La Jornada estuvo coordinada por Agnès Dufau, Premio Internacional de Bienestar Felino, autora del libro Estatuto Jurídico del Gato Callejero, y coautora del Manifiesto Felino; dando paso a las diferentes ponencias, mesa redonda provincial y talleres, que abordaron diversos aspectos relacionados con el gato feral y sus especificidades:

La coordinadora de la Comisión de Derecho Animal del Ilustre Colegio de Abogados de Terrasa, Cristina Bécares, impartió la charla “Radiografía de la normativa actual y propuestas de mejora”, denunció que los ayuntamientos no deben escudarse en las normas autonómicas para no cumplir con su obligación de llevar a cabo la gestión de colonias en base a la Ley de Régimen Local.

El miembro de la Association of Shelter Medicine (ASV) y experto en medicina veterinaria de refugios, Gabriel Bustillo, habló sobre “La reubicación de colonias felinas” incidiendo en el efecto vacío que provoca la reubicación y en el riesgo de muerte al que se expone a los gatos.

Cuidar a los gatos para mejorar como personas

En su turno, la psicóloga experta en violencia y activista por los derechos de los animales,Victoria Lacalle, versó sobre “Beneficios psicológicos de las colonias felinas. Del problema a la oportunidad”, donde reveló que el hecho de gestionar y respetar colonias felinas implica el desarrollo de algo tan importante a nivel psicológico como es la Inteligencia Emocional. Además, la protección Animal para los niños y niñas es un factor que disminuye las probabilidades de que se den conductas violentas en la edad adulta. Abogó por como el cuidado de los gatos ferales tiene un impacto tremendamente sano y positivo, no solamente en los propios animales, sino en las personas que lo realizan y en la sociedad en general.

En la mesa redonda, con las representantes de las ocho provincias andaluzas, se actualizó la situación del gato feral. Se dejó de manifiesto como en todas las provincias, se está haciendo un gran esfuerzo para la gestión de las colonias felinas; ya sea de forma particular o mediante convenio con los ayuntamientos, donde en la mayoría de los casos las partidas presupuestarias destinadas a la gestión de colonias son insuficientes.

Se ratificó que la forma más efectiva de intervención es la esterilización de al menos el 80% de gastos de una misma colonia; siendo a su vez la mejor forma de optimizar los recursos económicos. También se puso en evidencia que la mayoría de las ordenanzas municipales no recogían el gato feral y una forma ética de gestión de las colonias felinas; datando algunas de ellas del año 1993. Las representantes de las provincias fueron Silvia Iglesias de Seven Lives y Escuadrón Kat, Verónica Sánchez de Un Gatito Los Barrios, Miriam Mengual del Arca de Noe Córdoba, Cristina Cordero de Maracena Colonias Felinas, Rosa Faustino de Asc. Nueva Estación, M Jesús Sevilla veterinaria de la Clínica Sevilla, Damaris Duran de Asc. AMAN y Encarnación Ranea de CES Utrera.

En los talleres, tras un paréntesis para una comida networtking sin abandonar el recinto, se nos ofreció una perspectiva más practica de actuación.

Mercedes Vara, miembro de Wally Córdoba

“Cuando trabajas en las calles atendiendo a los gatos te das cuenta de que nadie vela por sus necesidades”

Veu Animal es una entidad animalista radicada en Santa Coloma de Gramenet que ha recibido una mención especial desde el Ayuntamiento tras su gran labor con el mundo de los gatos ferales.

¿Qué es Thorva?

Thor es el primer gato feral que rescatamos, recuperamos y devolvimos en una colonia a principios de año de 2016, “VA” es Veu Animal. Fue apaleado por personas en una plaza de Santa Coloma de Gramenet, lo recogimos muy dolorido y en estado de pánico, pero afortunadamente sin nada roto. Lo atendimos de una manera muy precaria pero ahora estamos felizmente contentos de verlo libre y cuidado en una colonia donde le hacemos seguimiento. Hemos querido ponerle este nombre a nuestro proyecto, un Centro de Recuperación de Gatos Ferales que a su vez es donde centralizamos todas nuestras pertenencias y herramientas de trabajo. Igualmente seguimos trabajando con casas de acogida para los gatos sociables. Cuando trabajas realmente en las calles atendiéndolos te das cuenta de la cruda realidad, es que nadie vela por ellos como lo necesitan, creemos que no es suficiente con aplicar un CES (captura, Esterilizar y soltar) sino puedes atender los casos de heridos, enfermos o que necesiten recuperación.

¿Cuándo detectasteis esta necesidad?

Hasta 2016 veníamos atendiendo algunos casos de abandonos, sobretodo cachorros, según la capacidad que tuviéramos en el momento en cuestión. Estos casos relativamente son fáciles de asumir en casas de acogidas, pero empezamos a colaborar con las colonias de gatos para ayudarlas a capturar para esterilizar, por creer en que es la única manera de corregir la superpoblación de una manera ética. Fue entonces cuando nos vimos en la obligación moral de no mirar a otro lado, porque no todos estaban en buenas condiciones y necesitaban ayuda. ¿Por qué sólo atender a los lindos gatitos sociables y no a los ferales? ¿Qué los diferencia?

Todos tienen el mismo derecho a ser tratados con dignidad y ser cuidados independientemente de la naturaleza que tengan. Lo más respetuoso con la naturaleza es tener en cuenta esta condición a la hora de tratarlos y proporcionarles el hábitat que le corresponda.

¿Quién lo financia?

Veu Animal funciona gracias al duro trabajo de los voluntarios en ferias y campañas de sensibilización que nos ayuda a recaudar donativos. También ayudan las aportaciones de los 61 socios actuales, las microdonaciones de teaming de 1 euros al mes y las donaciones puntuales de simpatizantes o seguidores de esta causa. Logramos cubrirlo todo gracias a donaciones de particulares sensibilizados con la necesidad que hay actual y que nadie más hace.

En vuestra entidad incluís lo que se llama en el argot alimentador/a. ¿Cómo definirías a estas personas?

En nuestra entidad varios voluntarios son alimentadores/as de alguna colonia de Santa Coloma de Gramenet o Barcelona. Son personas excepcionales que verdaderamente sacrifican gran parte de su tiempo y recursos. Poseen la gran capacidad de transmitirnos a todos la vulnerabilidad a la que se enfrentan y la fortaleza que no les hace desfallecer, motor de nuestro impulso para facilitarles en la medida de nuestras posibilidades todo lo que necesite.

¿Qué papel juega la formación en vuestra entidad?

Las bases para un correcto trabajo en equipo y un óptimo resultado, es la formación de nuestros voluntarios, cumplir un protocolo de actuación, el respeto y compromiso. A todos nos une la misma sensibilidad de proteger y cuidar a quien lo necesita, y aunque no es fácil gestionar una entidad, nos apoyamos entre todos como una familia y aportamos cada uno nuestra experiencia para mejorar día a día. Más que la formación, es sentirse respaldadas por alguien más que no es uno mismo, pero para que todo fluya tiene que haber colaboración mutua. La formación es básica para una correcta gestión de colonia. Si le sumamos a una alimentadora, formación, colaboración y trabajo en equipo el resultado es una colonia controlada, sana y protegida.

Los gatos dicen que tienen siete vidas pero es muy importante conocer las enfermedades que les hacen frágiles. ¿Cuáles son?

Por el gran número de casos y la cantidad de años que llevamos en esto, más o menos podemos definir un patrón de enfermedades más habituales con las que nos encontramos en las calles, como pueden ser el calicivirus o herpesvirus con gingivitis, complejos respiratorios y afectaciones oftalmológicas, también insuficiencia renal en adultos y problemas parasitarios en general con diarreas agudas y deshidratación. Una buena alimentación, proporcionarles sitios donde resguardarse de las inclemencias del tiempo y brindarles entre todos protección ante cualquier peligro, puede ayudar a tener una población sana en las calles.

¿Es el estrés el peor amigo de los gatos?

Posiblemente sí, pueden padecer síntomas físicos y conductuales. Un gato estresado puede manifestar enfermedades como: Asma bronquial, cistitis, colitis, alopecia, hipersensibilidad, aumento de las infecciones y un agravamiento más que importante de las enfermedades víricas y autoinmunes. Respectos a los síntomas al igual que en los humanos, el estrés empeora el carácter de nuestro gato y lo convierte en un compañero díscolo, con un drástico cambio en su comportamiento. Entre los cambios que podemos observar se encuentran: Aumento de la agresividad, ansiedad generalizada, fobias y miedos, manías obsesivas y comportamientos compulsivos (lamido excesivo y autoagresión), pica (ingesta inadecuada de objetos peligrosos, generalmente tela), trastornos alimentarios (anorexia y bulimia), eliminación inadecuada (con heces y orina), marcaje con uñas, hiperactividad, vocalizaciones excesivas…

Es importante recordar que nuestro gato nunca se comporta de manera inconveniente para fastidiarnos, sino que lo hace como forma de llamar nuestra atención y decirnos que no se encuentra bien. Nos está pidiendo ayuda.

En los gatos ferales a parte del estrés que sufren en la calle, cuando hay que manipularlos para el CES o tratarlo de alguna afección, hay que utilizar las técnicas menos invasivas que le proporcionen el mínimo estrés posible para intentar evitar al máximo la aparición de estos síntomas, respetando su naturaleza. Nosotros intentamos tratarlos en el mínimo de tiempo posible, con iluminación natural, ventilación, en estancias adaptadas, ofreciéndoles descanso con el mínimo ruido e intervención por nuestra parte al ser video vigilado realizando rondas para cubrir las necesidades de cada caso.

También la falta de seguridad en los domicilios, por eso también tenéis en vuestra página espacios protegidos con redes antimordisco que hay que saber cómo y dónde instalar correctamente para evitar el síndrome del gato paracaidista. ¿Verdad?

Sí, encontramos que hay falta de información de las posibilidades de proporcionar un lugar hogar seguro a nuestros gatos. Con algo tan simple como una red o maya, puedes evitar caídas desde balcones, terrazas, ventanas, etc. Nunca pasa nada hasta que pasa a ti. Valorando entre poner medidas o la posibilidad de que tu gato se accidente, pierda o fallezca, siempre vamos a elegir mantenerlos a salvo. Creímos buena idea poner las fotos de las soluciones adoptadas por nuestro voluntarios, adoptantes, conocidos, etc. Alguna vez podemos hacer recomendaciones de cuál sería la mejor solución.