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«Con las novelas quiero echar abajo los falsos mitos que existen sobre los gatos callejeros»

María Tello Romero tiene dos grandes pasiones, comunicar y los gatos. Nuestra entrevistada de hoy ha montado y conducido eventos benéficos, ha gestionado refugios en Guadalajara y escribió un libro con fines solidarios “El diario de Etna” con tanto éxito que acaba de publicar un nuevo volumen titulado “Cómo sobrevivir a Gato Blanco“.

¿Qué inspiró la creación de «El Diario de Etna»? ¿Hay alguna experiencia personal detrás de la historia? 

Para contar como creo este proyecto debo hablar brevemente de mi trayectoria dentro del mundo de la protección animal. Comienza en 2004, cuando atravieso las puertas del albergue municipal de Guadalajara. Siempre que lo visitaba terminaba dentro de las gateras, conociendo los felinos que las habitaban y sus caracteres. Poco a poco, me iba sintiendo más y más preparada para darlos en adopción. Cada día que estaba allí, me vinculaba un poco más a la asociación que gestionaba el albergue: fui vocal de adopciones de gatos, comencé a realizar rescates, me encargaba de organizar y realizar viajes a Francia para entregar galgos desechados en nuestro país, formaba parte del equipo que recogía el alimento donado para los animales, practicaba el método CER en colonias felinas, y un largo etcétera; y así fue como fui la responsable del albergue y presidenta de la asociación. Este hecho supuso dedicar mi vida por completo a los animales.

Pasados quince años, en el 2019, decido hacer un alto en esa forma de activismo, pero también soy consciente de que no quiero dejar de ayudar a los animales. En ese momento, creo mi propio proyecto, «El diario de Etna». Decido que la ayuda que pueda generar con el proyecto se va a centrar en los gatos, que son mi gran pasión, y dentro de los gatos a aquellos que son los más vulnerables, los callejeros. Los que forman las denominadas colonias felinas.

¿Cómo fue el proceso de escribir una historia solidaria con un enfoque tan conmovedor? 

Realmente comencé a escribir la novela sin saber cuál iba a ser su futuro, pero sabía que tenía entre manos mi nueva forma de ayudar a los animales y que con su recaudación iba a poder seguir cuidándoles.

Etna fue mi inspiración. Desde el momento en que entró a formar parte de mi vida, la cambió. Creí que su historia debía ser contada al mundo. Es la historia de muchos animales que nacen en la calle viviendo en situación de vulnerabilidad y a los que la vida les enseña de distintas formas y en distintas ocasiones la crueldad del ser humano. Pero también su compasión.

«Los animales tienen la capacidad de sobreponerse a los malos momentos»

¿Cómo describirías el viaje emocional que Etna, la gata protagonista, experimenta a lo largo de la historia? 

Los animales tienen la capacidad de sobreponerse a los malos momentos. Su instinto es el de sobrevivir, por lo que Etna se recupera de los terribles momentos que vive cuando su familia desaparece de su lado de manera dramática. A pesar de la incertidumbre y el terror que le provoca sentirse sola con tan solo un mes y medio de vida, encuentra en su nueva familia las fuerzas para seguir adelante. Y esa generosidad que encuentra en los peores momentos de su vida, quiere ofrecerla a los demás de su especie que se encuentran en la calle en forma de solidaridad: contando su historia de vida y llegando a ellos a través de las personas que les ayudan, los cuidadores de colonias felinas.

¿No suelen ser muy tristes y desalentadoras las historias con animales?

Desde que comienzo a escribir «El diario de Etna» y «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» tengo muy claro que quiero concienciar y dar a conocer lo que está ocurriendo en el mundo de la protección animal, pero no de manera sangrante. Quiero llegar a todos los públicos y que lo conozcan para tomar partido, pero no para dejar de leer el libro porque pueda resultarles desagradable su contenido. Por eso, ambas novelas son libros de entretenimiento y a la vez de concienciación, con una historia divertida donde Etna y sus coprotagonistas, Serafín y Gato Blanco, van a conquistar sus corazones.

Las ilustraciones juegan un papel importante en el libro. ¿Cómo influyeron las ilustraciones en la narrativa y en la conexión emocional con los lectores?

Las ilustraciones tienen una función importante, ya que reflejan seis momentos de la vida de Etna y sus compañeros de aventuras en cada una de las dos novelas. Pretendía explicar con imágenes aquello que las palabras no hubieran conseguido transmitir. También es una forma maravillosa de dar vida a los protagonistas, de definirlos físicamente. La mano de Irlanda Tambascio (Eire), la ilustradora, ha creado un estilo propio para Etna y sus compañeros de vida. En «El diario de Etna» el color utilizado son los tonos del manto de Etna, tonos color ceniza, y en «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» decidimos modernizar las imágenes y darles un toque de color diferente, siendo protagonista el azul de los ojos de Gato Blanco.

«Hay pocas personas a las que admire, Paco Catalán es una de ellas»

¿Qué ha significado el apoyo de Paco Catalán?

Hay pocas personas a las que admire, Paco Catalán es una de ellas. Por su compromiso y por la admiración que me produce el que pueda enfrentarse cada día con su pluma a las barbaridades que se cometen con los animales de este país. Entendía que su gran pasión eran los gatos, lo refleja cada día en sus redes con sus viñetas, y que aceptará hacer el exquisito prólogo que hizo para El diario de Etna fue un honor. No quiero obviar que, al ser una persona tan conocida, su nombre en la portada del libro significó que llegará a más público, pudiendo llegar a más gatos abandonados.

¿Quién es el prologuista de tu segunda novela?

Con la segunda parte «Cómo sobrevivir a Gato Blanco», el prologuista sigue siendo un alimentador de colonias felinas: Luis Víctor Moreno, activista reconocido y cuya gran pasión son los gatos. Desde que le conocí supe que quería que formara parte de mi proyecto y él no dudo en acompañarme. Su respeto y compromiso con los abandonados se refleja en las líneas de su maravilloso prólogo.

Sabemos que los beneficios de este proyecto están destinados al cuidado y bienestar de colonias felinas. ¿Podrías hablarnos un poco más sobre cómo se lleva a cabo este apoyo?

Ambas novelas son solidarias, «El diario de Etna» destina la recaudación al cuidado y bienestar de colonias felinas. «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» destina lo recaudado al cuidado y bienestar de colonias felinas, así como a la visibilización y dignificación de la vida de los animales abandonados y las personas que los protegen.

Desde que se publica la novela en septiembre de 2021 el proyecto ha evolucionado y no solo quiere recaudar (hasta el momento he alcanzado a veintisiete asociaciones), que es muy importante para las pequeñas asociaciones o personas que cuidan las colonias felinas. Con «Cómo sobrevivir a Gato Blanco» me planteo el reto no solo de recaudar para las asociaciones, sino de recaudar para concienciar, para poder acercarme a aquel que quiera escucharme y darles a conocer qué es una colonia felina y alcanzar el respeto de los gatos de la calle. Si se previene su abandono y su maltrato, se estará invirtiendo en tener menos gatos callejeros malviviendo a nuestro alrededor, más concienciación y en bienestar animal.

«Si se previene en abandono y maltrato, se está invirtiendo en tener menos gatos callejeros malviviendo»

«El Diario de Etna» y “Cómo sobrevivir a Gato Blanco” tienen su propia cuenta de Instagram. ¿Cómo ha sido la respuesta de la comunidad en redes sociales?

Ambas cuentas están funcionando, pero es @eldiariodeetna la que lleva activa desde hace cuatro años y en ella radica la fuerza en redes. Su visibilidad es muy importante para dar a conocer su historia, para contar el proyecto y para dar visibilidad a las asociaciones con las que se colabora en cada momento. Tan importante como recaudar con la venta de ejemplares es dar voz a las personas que cuidan a los callejeros. Puede que se produzca un socio, una donación o un voluntario que quiera ayudarles.

Y, hoy en día, las redes hacen que existas, visibilizan los libros y alcanzan a lectores que lo adquieren y ayudan a los callejeros con su compra. Al final es crear una red para que, entre todos, podamos ayudarlos.

¿Cuál ha sido la reacción más emotiva o memorable que has recibido de un lector después de haber leído «El Diario de Etna»?

Sin duda, el personaje que ha cautivado ha sido Serafín, papi para Etna. Su sabiduría, su templanza y la forma en la que acoge a la felina en su hogar ha provocado mucha ternura y ha conquistado muchos corazones. No quiero hacer spoiler, pero en «Cómo sobrevivir a Gato Blanco», puedo anticipar que el nuevo compañero de vida de Etna no va a dejar indiferente a nadie. Espero muchas reacciones.

¿Qué lecciones has aprendido personalmente durante el proceso de escribir y publicar «El Diario de Etna»?

Que la paciencia es una virtud. El proceso de elaboración de la novela ha sido más lento de lo que imaginé al comienzo y tuve que hacer un esfuerzo importante para disfrutar de cada etapa de elaboración del libro. Una vez tuve el prototipo de la novela en mis manos entendí que la espera había merecido la pena.

«Con el futuro de los animales abandonados se están dando pasos a un ritmo muy lento, pero seguro»

Considerando tu experiencia en este proyecto, ¿Cómo visualizas el futuro de los animales abandonados en España?

Desde julio de 2022 escribo artículos de opinión en Nueva Alcarria, periódico de Guadalajara, en mi columna El camino de la esperanza. El título de la sección quiere reflejar lo que siento sobre ese futuro, y considero que se están dando pasos a un ritmo muy lento, pero seguro. Las personas que están luchando por conseguir el respeto de los animales lo están haciendo muy bien, dialogando, con conocimiento y rigor. Hace poco tiempo, pocos podían imaginar que una ley de bienestar animal nacional diera nombre a las personas que llevamos años alimentado a los gatos callejeros escondidos como si fuéramos delincuentes en la oscuridad de la noche. Hoy en día se nos ha reconocido y podemos realizar nuestra labor con los gatos comunitarios sin tener que bajar la cabeza. Sé que queda mucho por hacer, pero que si seguimos trabajando como lo estamos haciendo, las cosas van a cambiar a favor del bienestar de los animales.

¿Qué papel crees que la literatura y el arte pueden desempeñar en la sensibilización y la acción en favor de los animales necesitados?

Ese es mi proyecto, porque «El diario de Etna» no es solo la publicación de dos novelas. Soy colaboradora en Nueva Alcarria con mi sección mensual El camino de la esperanza sobre protección animal. También imparto talleres y charlas de concienciación animal y coordino el Club de Lectura Animales en la Literatura en la Biblioteca Pública Dávalos de Guadalajara. Es otra forma de activismo, me he podido reinventar incluyendo la cultura, el arte y la literatura para poder llegar a otro tipo de público y de otra manera. Creo que es posible.

Además de la recaudación de fondos, ¿Hay otros aspectos en los que «El Diario de Etna» haya contribuido a la causa de los animales abandonados?

De distintas formas, aunque la principal la concienciación. Por ejemplo, acudiendo a jornadas de concienciación con mi proyecto, donando ejemplares de la novela a personas que realizan sorteos para ayudar a otras asociaciones, siendo la imagen felina de eventos como la VII MASCOCAN Coslada que se realizó en octubre de 2023, siendo la imagen de la campaña de Bienestar Animal realizada por la Concejalía de Bienestar, Consumo y Bienestar Animal del Ayuntamiento de Coslada en Madrid, o acudiendo a la  XXI Gala Premios Medio Ambiente Ecologistas en Acción Guadalajara para presentar el proyecto.

¿Qué te motiva a seguir trabajando en proyectos solidarios relacionados con los animales, y hay algún otro tema que te gustaría abordar en el futuro?

Mi única motivación son ellos, los abandonados. Es mi proyecto de vida.

¿Qué te gustaría que los lectores se llevaran después de haber leído tu libro?

Me gustaría que su corazón se llenara con las historias que Etna tiene que contarles y que la próxima vez que vean un animal abandonado o un caso de maltrato animal en su camino, no miren hacia otro lado y les ayuden.

«Con las novelas quiero echar abajo falsos mitos sobre los gatos callejeros»

¿Cómo crees que «El Diario de Etna» y “Cómo sobrevivir a Gato Blanco” puede ayudar a fomentar el conocimiento, respeto y amor hacia los gatos?

Cuando escribí ambas novelas supe que debía hacerlo con un lenguaje sencillo y cercano, de esa forma los lectores podrían tener claro cómo actuar cuando se encuentren un gato en la calle o cuando decidan adoptarlo para que sea parte de su familia.

Quería echar abajo los falsos mitos que existen sobre los gatos callejeros, como que son capaces de vivir en la calle sin sufrimiento. Quien lea ambas novelas entenderá que no es así, que los animales tienen sentimientos, que sufren y que está en la mano de los humanos el cambiar aquello que la irresponsabilidad de algunos ha provocado en los que están abandonados.

¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren ayudar a los animales abandonados, pero no saben por dónde empezar?

Les pediría que si quieren ayudar se acerquen a los centros de recuperación de animales abandonados de su localidad, que pregunten a las personas que los gestionan qué necesitan. Incluso a las alimentadoras que ven cada día cuidando a los gatos callejeros de la zona. Es un gesto pequeño, pero que puede cambiar vidas.

Finalmente, ¿tienes algún proyecto futuro relacionado con la causa de los animales abandonados o el mundo felino que puedas adelantarnos?

Dar continuidad a mi proyecto. Ahora mismo se está produciendo con la segunda novela y segunda parte de la historia de vida de Etna, Cómo sobrevivir a Gato Blanco. En mi cabeza ya existe la idea para una tercera novela, relacionada con los gestores de colonias felinas. Y, seguir concienciando.

¿Dónde se puede comprar el Diario de Etna y Cómo sobrevivir a Gato Blanco?

Ambas novelas se pueden adquirir en distintas plataformas (en mi web www.eldiariodeetna.com, en el punto de menú Contacto se pueden consultar) o bien a mí directamente, e iría dedicado. Para aquellos que amamos a los animales, deciros que a través mío se recauda más para las asociaciones que ayudo ya que el libro es autopublicado. En mi web encontraréis todos los datos.

‘Sonia y el ladrón de besos’, de Eva D. Island

Una comedia romántica con un toque de ‘Bridget Jones’, ‘Sexo en Nueva York’, las mujeres de Almodóvar y seis perros

Llega el verano y, con él, (algo más de) tiempo libre. Por eso, muchos que aman a los perros se preguntan qué demonios leer. No son pocos los que se preguntan si sería posible leer algo relacionado con perros, pero que tenga también en cuenta otras dimensiones de la vida, como por ejemplo el amor (o su reverso, el desamor), la amistad y temas afines. Posiblemente, si uno o una se encuentra en este grupo de personas, ‘Sonia y el ladrón de besos’ puede ser la obra ideal, por su estilo ‘fresh’ y desenfadado.

La novela narra la historia de Sonia y sus amigas, unas treintañeras que pasean al perro en un ‘pipicán’ (¿deberíamos ahora llamarle área de recreo para perros, en Barcelona?). Todas ellas forman el grupo que se hace llamar las “pipicañeras”, del que Sonia es la gran protagonista. Su historia cambiará dramáticamente cuando conozca a Tripiquilabing, un misterioso chico que caza besos y que fue bróker en el pasado. Las aventuras vienen una detrás de la otra en la búsqueda de un amor imposible que en todo momento va acompañado de investigación y deseo.

Lo curioso de todo esto es que las ‘pipicañeras’ existen de verdad. Son amigas de la autora, que se hace llamar Eva D. Island, aunque este es solo un seudónimo y no su verdadero nombre. Sus amigas pipicañeras han compartido con la autora muchos momentos acompañadas de sus mejores amigos: los perros. Por ello, la autora reconoce que “le han servido de inspiración”. Tanto es así, que algunos fragmentos tienen ápices de realidad que cualquiera que lleve a sus perros por espacios caninos reconocerá fácilmente.

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Donde viven los amigos

 

«Cuando yo tenía seis años vi una vez una lámina magnífica en un libro sobre el Bosque Virgen que se llamaba «Historias Vividas». Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. (…) Reflexioné mucho entonces sobre las aventuras de la selva y, a mi vez, logré trazar con un lápiz de color mi primer dibujo. (…) Mostré mi obra maestra a las personas grandes y les pregunté si mi dibujo les asustaba. Me contestaron: «¿Por qué habrá de asustar un sombrero?» Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas grandes pudiesen comprender. Siempre necesitan explicaciones. (…) Las personas grandes me aconsejaron que dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas y que me interesara un poco más en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. (…) Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas, y es agotador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones.» Inicio de la obra El principito de Antoine de Saint-Exupéry

 

Por suerte para muchos, Roger Olmos siguió dibujando boas dentro de elefantes, y lo que es más importante siguió viendo en esa representación del sombrero a la boa que se comió al elefante.

«Éste es un libro para que los niños se lo lean a sus padres» nos dice el autor al final de la obra. Tristemente muchos adultos necesitan un intérprete para lograr traducir la empatía, la inocencia, la amistad.

La protagonista de nuestra historia recibe como regalo de su madre un libro de ilustraciones, un «cuento». La madre lo compra, pero la niña lo vive, lo entiende. Una tragedia se cierne sobre nosotros cuando pasamos de aventureros, soñadores, niños a consumidores, realistas, adultos. La tragedia de hacernos mayores.

La pérdida de la infancia (un tesoro del que por desgracia no todos los niños pueden disfrutar) no deja de ser una muerte. La adolescencia, por ello, se convierte en un duelo extraño por aquél niño o niña que un día fuimos. Roger nos lo transmite pintando de gris y negro lo relativo al mundo de los adultos y a pleno color el mundo de la niña.

En el mundo de los colores, de los cuentos, de los sueños, teníamos la suerte de tener unos amigos que, aunque no fuesen de nuestra misma especie, nada impedía que hablásemos con ellos, jugásemos y les quisiéramos con todo nuestro corazón. El idioma universal de la empatía elimina cualquier frontera.

Nuestra protagonista viaja, gracias al libro, a un mundo lleno de animales y seres fantásticos. Se pone su traje de conejo rosa y corre con una única zapatilla por los campos de la imaginación.

Vacas, cerdos, pájaros, peces… Juegan junto a ella.

Interrumpida por su madre, que la llama para cenar, la niña vuelve al mundo real. Donde debe calzarse de nuevo ambas pantuflas. El suelo real suele estar más frío.

Escalón a escalón. Del desván, donde viven sus amigos, a la cocina. Y la cena en el plato. 

La madre ve la «comida»: ya no ve el elefante dentro de la boa. Ve el sombrero.

Este es un libro para que los niños y los que se resisten a dejar de serlo se lo lean a los que olvidaron quiénes fueron. A los que olvidaron a sus amigos.

Roger no nos pide que volvamos a creer en seres fantásticos, nos pide que seamos capaces de volver a «ver» a todos los seres reales que nos rodean.

 

NOTA: Amigos solo se encuentra a la venta aquí 

La obra a estado editada por FAADA en España y Logos Edizioni en Italia

Artículo de Silvia Esteve