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¿Puedo dar a mi perro una dieta vegana?

“Es posible alimentar a un perro con una dieta vegetariana, pero es más fácil hacerlo mal que hacerlo bien”.

Son muchas las personas que se plantean la contradicción moral que supone dar comida de origen animal a sus perros cuando ellos solo consumen alimentos vegetales. Estos amantes de los animales, para poder acabar con esta oposición de ideas, se preguntan: ¿puedo hacer que mi perro sea vegano?

Para responder esta cuestión, Animalados ha hablado con Mónica González Tovar, certificada en Dietética y Nutrición por la Universidad Camilo José Cela, miembro de la Raw Feeding Veterinary Society del Reino Unido, certificada como Auxiliar Veterinaria por la Universidad Antonio de Nebrija y especialista en Nutrición Cruda para perros por la Dogs Naturally University. Además, dirige cursos online y comparte consejos sobre nutrición animal en la web https://monicagonzaleztovar.com/

¿Puedo hacer que mi perro sea vegano?

Me gustaría empezar con una opinión que comparto de la Dra. Daniela Dos Santos, Presidenta de la Asociación Británica de Veterinarios, con respecto a dietas vegetarianas: «Teóricamente sí es posible alimentar a un perro con una dieta vegetariana, pero es mucho más fácil hacerlo mal que hacerlo bien”.

Es decir, por poder, podrías hacer que un perro se alimentara con una dieta vegetariana. Pero a nivel nutricional y en mi opinión profesional no es lo mejor para él. En caso de decidir hacerlo siempre hago énfasis en que hay que hacerlo asesorado por un veterinario especialista en nutrición vegana de perros (y no por marcas comerciales).

¿Los perros son animales exclusivamente carnívoros?

El perro es lo que se denomina un carnívoro facultativo-omnívoro oportunista. Esto quiere decir que la dieta más adecuada para él es la dieta de un carnívoro. De hecho, su anatomía, su fisiología, sus hábitos y comportamientos alimenticios pertenecen a los de un carnívoro y, de hecho, ha tenido esta alimentación durante millones de años.

Lo que ha pasado es que cuando aparecieron los humanos sobre la faz de la tierra (con la etapa de seguimiento de campamentos y la etapa de la domesticación del perro, ambas muy recientes), los perros se fueron convirtiendo en omnívoros oportunistas. Es decir, comían las sobras que iban dejando los humanos (huesos y restos de animales que los humanos no comían y algo de sus desperdicios vegetales) y se convirtieron un poco en los “recoge-basuras” de los residuos de los campamentos y asentamientos humanos.

De esta forma, en las épocas de hambruna o de escasez de presas comían lo que encontraban entre los residuos de los humanos. Pero aquí es muy importante comprender que tanto la etapa de seguimiento de campamentos como la de la domesticación son etapas muy muy cortas en lo que es la evolución del genoma nutricional del perro.

Esto quiere decir que sigue siendo, en primer lugar, un carnívoro, ya que tiene una anatomía y fisiología mucho más eficientes para aprovechar y digerir los nutrientes presentes en sus presas y no así para aprovechar a plenitud los presentes en los vegetales.

Entonces… ¿puede ser peligroso que la alimentación de un perro sea vegana?

Aquí me remito nuevamente a la primera pregunta. Yo no recomendaría nunca una dieta vegana, ya que es muy fácil hacerlo mal y provocar deficiencias nutricionales a nuestros perros. Si no se hace con el asesoramiento directo de un profesional realmente experto en nutrición vegana para perros, puede ser muy peligroso.

¿La dieta vegana en perros implica el déficit de nutrientes esenciales?

Sí. En primer lugar, es muy importante comprender dos cosas:

1- Las proteínas constituyen el nutriente más importante para perros y gatos.

2- No todas las proteínas son iguales.

Os pido que me tengáis un poco de paciencia con esta explicación, pero es vital para poder entender por qué puede haber déficit de nutrientes en perros y gatos veganos.

Cuando hablamos de la “calidad” de una proteína, dependemos de dos factores: su digestibilidad y la cantidad de aminoácidos esenciales que contiene. Entonces una proteína “de buena calidad” para un perro o un gato es totalmente diferente de una proteína “de buena calidad” para un caballo o una vaca.

La proteína vegetal es, en primer lugar, muy difícil de digerir para los carnívoros, debido a que su sistema digestivo es muy corto, a que no posee la cantidad de enzimas adecuadas para digerirlas eficazmente y a otros factores fisiológicos mucho más complicados.

En segundo lugar, las proteínas vegetales NO contienen todos los aminoácidos esenciales para perros y gatos, por lo que habría que adicionarlos a la dieta de forma rigurosa para evitar deficiencias y enfermedades como la miocardiopatía dilatada (que aparece por deficiencia de Taurina, un aminoácido presente únicamente en la proteína animal).

Además de esto hay otros nutrientes esenciales como las vitaminas B12 y D, así como minerales como calcio, yodo y zinc a los que tendría que prestarse muchísima atención a la hora de formular una dieta vegana ya que su deficiencia puede provocar efectos devastadores sobre la salud de perros y gatos.

Si se decide hacer el cambio a dieta vegana, ¿cómo debe hacerse?

Bajo la supervisión de un veterinario especialista en nutrición vegana de perros, acatando todas sus directrices.

¿Qué alimentos podemos encontrar dentro de una dieta vegana para perros?

Las personas suelen utilizar dietas comerciales, aunque también hay quien prefiere preparar una dieta casera. Entre los ingredientes más comunes en dietas veganas para perros están: verduras de hoja verde como las espinacas, kale, acelgas, etc. También lentejas, arroz, brócoli, calabacín, zanahorias, calabaza y ciertos tipos de frijoles (cuidado porque los pueden causas trastornos gastrointestinales en los perros. Frutas como plátanos, manzanas o mandarinas también pueden consumirlas.

Es importante saber que, aunque tengamos la información nutricional de estos ingredientes y los veamos como “muy saludables”, lo más importante es saber si perros y gatos pueden digerir y aprovechar estos nutrientes y, en caso de hacerlo, en qué proporción, ya que es esta información la que nos permitirá añadir los suplementos necesarios para hacer de esta dieta una dieta adecuada para la salud de los peludos.

¿Es asequible económicamente una alimentación vegana para perros?

A nivel comercial los piensos veganos suelen ser bastante costosos, algunos incluso más caros que los que contienen ingredientes de origen animal. Cuando hablamos de dietas caseras puede ser mucho más económico si nos fijamos solo en los ingredientes, pero hay que tomar en cuenta que hay que añadir suplementos imprescindibles que también habrá que estimar en los cálculos.

Y con los gatos… ¿es posible aplicar una dieta vegana?

Rotundamente no. A diferencia de los perros, los gatos son lo que se denomina “carnívoros obligatorios o estrictos”. Los gatos no tienen la capacidad de adaptación que podría tener un perro a esta dieta, ni a nivel anatómico ni a nivel fisiológico y no la recomiendo en ninguna circunstancia.

¿Qué le dirías a las personas veganas que se plantean la contradicción moral que supone dar comida de origen animal a sus perros?

Entiendo perfectamente la preocupación y frustración de las personas veganas por el entorno, la sostenibilidad y todo lo que rodea la industria de la explotación animal, pero es muy importante entender que perros y gatos necesitan una alimentación adecuada a sus necesidades nutricionales y esto, significa que la mejor dieta para ellos es una basada en presas animales. Si hemos escogido compartir nuestra vida con pequeños carnívoros, lo más ético, desde mi punto de vista, es que les demos los alimentos para los que han evolucionado durante millones de años.

El veganismo, una manera de cambiar el mundo

Comer para cambiar el mundo. Esto podría ser el significado de lo que puede suponer el veganismo. La Unión Vegana Española define esta postura como una alternativa ética y sana al consumo y dependencia de los productos, no adaptados a nuestras necesidades físicas y espirituales, como son la carne, el pescado, los lácteos, los huevos, la miel, los productos derivados de los animales y otros artículos de origen animal como el cuero y las pieles. Pero más allá de esta definición que resume lo que popularmente conocemos como veganismo, esta dieta también tiene un papel muy importante sobre el medio ambiente, la salud y la economía.

A medida que pasan los años el veganismo está adoptando una dimensión más grande entre la sociedad de la mayoría de los países. Las personas cada vez recibimos con más fuerza el mensaje de que la dieta vegana puede cambiar el mundo. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado que el sector de la ganadería produce un impacto enorme en el medio ambiente, por lo que el veganismo es la solución más beneficiosa para su conservación.

¿Qué coste ambiental tiene la producción ganadera?

La revista Science publicó un artículo el 31 de mayo de 2018 en el que analizaba todos los costes ambientales que suponen la producción cárnica destinada a los 7.575 millones de habitantes del planeta. Tras revisar más de 500 estudios mediante más de un centenar de expertos, concluyeron que la producción de alimentos ocupa el 43% de la tierra del planeta y genera el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero, en su mayor parte CO2 y metano.

El efecto invernadero se produce cuando determinados gases retienen una parte de la energía que emite el suelo terrestre al calentarse por la radiación del sol. Un proceso que se está viendo agravado por la actividad de la ganadería, ya que tal y como informa la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción alimentaria produce un 9% de emisiones de dióxido de carbono, un 37% de emisiones de metano y un 65% de óxidos de nitrógeno. Una serie de gases que favorecen el efecto invernadero y que consecuentemente son perjudiciales para el medio ambiente.

Según Global Climate Report, las principales consecuencia del efecto invernadero son: huracanes más feroces, migraciones constantes de animales y personas por sequias o inundaciones, daños en la agricultura o ganadería, hambruna y escasez de alimentos e incluso enfermedades y pandemias.

The Economist, en su reportaje sobre “¿Cómo puede el veganismo cambiar el mundo?, confirma los datos publicados por Science y además explica que el sistema alimentario usa alrededor del 70% de toda el agua dulce del planeta. Además añaden que las emisiones creadas por los alimentos podrían aumentar en un 50% para 2050 si la situación no cambia.

Cerca del 70% de la tierra apta para los cultivos se está utilizando para la ganadería. Una tierra que si todos fuéramos veganos dejaríamos crecer de manera natural, fomentando el crecimiento de los bosques y espacios vegetales, los cuales jugarían un papel muy importante en el alivio y regulación del cambio climático. Hay que tener en cuenta que ese 70% de tierra está destinado a la producción de alimento para el ganado, no para las personas, pero con el fin de obtener un buen producto cárnico que satisfaga a las personas.

¿Qué cambios provocaría en el futuro una sociedad vegana?

Según un estudio de la Universidad de Oxford publicado en la revista PNAS, la dieta vegana podría ayudar a salvar cerca de ocho millones de vidas hasta el año 2050. Además existiría un ahorro de dinero en cuanto a costes médicos y de mejora de productividad evaluado en 885.000 millones de euros.

The Economist explica en su reportaje “¿Cómo puede el veganismo cambiar el mundo?”, que si la sociedad fuera vegana desde ahora, en el 2050 las emisiones de gases invernadero relacionadas con la alimentación podrían reducirse en tres cuartos. La producción de alimentos vegetales propios de la dieta vegana genera menos residuos y menos daños para la naturaleza. Por tanto, el impacto medioambiental  del veganismo es mucho más favorable para el medio ambiente. Además, el porcentaje de mortalidad podría reducirse en aproximadamente un 20%.

Jaap Korteweg, noveno de una generación de carniceros, explica para The Economist que “Una dieta vegana bien equilibrada, con menos calorías podría salvar vidas. Si el mundo se volviera vegano en 2050 se estima que la mortalidad podría reducirse aproximadamente en un 20%. Se utiliza mucho dinero para tratar enfermedades asociadas con la alimentación; enfermedades coronarias, cánceres, diabetes… Un gasto que podría ahorrarse con esta nueva dieta”.

¿Qué pasaría si todos fuéramos veganos en 2050?

Según ha publicado The Economist, si todo el mundo fuera vegano en el año 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los alimentos podrían reducirse en tres cuartos. Además, la esperanza de vida humana podría aumentar de manera considerable.

The Economist, un medio de comunicación con sede en Londres que analiza la economía desde un marco global, ha publicado un reportaje explicando cómo el veganismo puede cambiar el mundo. Un nuevo estilo de vida y de costumbres que puede tener consecuencias importantes sobre el planeta y sobre el ser humano.

Se estima que en 2050 haya una cantidad cercana a los 10 mil millones de habitantes y alrededor de un 60% más de alimentos podrían ser necesarios para alimentar a todo el mundo. Marco Springmann, de la Universidad de Oxford, explica que: “Los impactos ambientales del sistema alimentario son responsables de una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Las emisiones relacionadas con los alimentos podrían aumentar un 50% en 2050 un hecho que aceleraría los problemas que derivan en el cambio climático”.

El reportaje hace referencia al papel importante que podría desarrollar el veganismo para evitar el impacto ambiental de la producción alimentaria. Un importante estudio ha puesto a prueba esta dieta y ha determinado que: “Si en 2050 la población fuera vegana, las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los alimentos podrían reducirse en tres cuartos”. Más del 80% de las tierras de cultivo del mundo se utiliza para la producción animal. “Se desperdicia mucha comida como alimento para animales para que luego nosotros nos los podamos comer”.

Jaap Korteweg es el noveno de una generación de carniceros que explica cómo ha dejado de vender carne animal sin perder a los clientes amantes del sabor de la carne animal. “La sociedad actual está enganchada al sabor de la carne. La única manera de cambiar esta situación es crear alimentos con el mismo sabor y textura que la carne pero utilizando otros ingredientes como la soja, el trigo, los guisantes… consiguiendo así la misma experiencia para el consumidor habitual de carne animal”.

“Una dieta vegana bien equilibrada, con menos calorías podría salvar vidas. Si el mundo se volviera vegano en 2050 se estima que la mortalidad podría reducirse aproximadamente en un 20%. Se utiliza mucho dinero para tratar enfermedades asociadas con la alimentación; enfermedades coronarias, cánceres, diabetes… Un gasto que podría ahorrarse con esta nueva dieta”.

Puedes consultar en este enlace toda la información acerca del reportaje de The Economist sobre… ¿Qué pasaría si todos fuéramos veganos en 2050?

“Para los urbanistas los animales no existen”

Jaume Montmany es el alma de la Feria Vegana de Molins de Rei dentro del marco de la Feria de la Candelera de esta población. La Fira de la Candelera de Molins probablemente es la mayor feria de Cataluña vinculada originalmente al mundo agrícola y ganadero. Este año ha tenido un espacio donde compartir el modo de vida vegano: oferta de alimentación vegana, productos cosméticos, protectora de animales y carpa de conferencias.

¿De dónde surge la defensa de los animales? ¿De la compasión?

Evidentemente. Todas las personas que defendemos los derechos de los animales o simplemente los ayudamos e intentamos procurar su bienestar en la medida de lo posible, lo hacemos debido al surgimiento de la compasión en nuestros corazones. La palabra compasión a veces está mal interpretada como una ñoñería o una palabra con connotaciones religiosas, pero según mi manera de entender e interpretar el sentido de esta palabra, sería la esencia de la motivación con que actuamos cuando lo hacemos en beneficio de otros seres que sufren. Muchas personas prefieren utilizar la palabra justicia, y me parece también muy correcta, ya que, en el fondo, las víctimas de las injusticias, son dignas de compasión y por supuesto necesitan que se restablezcan unas acciones y condiciones justas, que transformen su situación de sufrimiento, opresión, explotación, abuso, etc. en una situación digna y positiva.

Eres el alma de la feria vegana de Molins de Rei dentro de la Fira de la Candelera. ¿Cómo se te ocurrió?

Anteriormente había intentado organizar algunas actividades para difundir el veganismo y los derechos de los animales programando charlas y pases de documentales en salas muy bien acondicionadas propiedad de la administración, pero observé que a las personas les costaba acercarse y por tanto el volumen de personas que podían beneficiarse de acceder a este tipo de información era desafortunadamente muy bajo.

Tengamos en cuenta que al igual que a un animal no le gusta en absoluto que lo lleven al matadero, a los humanos, que tenemos la piel muy fina, no nos gusta tampoco que nos lleven al “matadero de nuestros apegos, engaños e ignorancia” y un lugar donde se está impartiendo información destinada a derrumbar nuestro sistema de creencias y a tocar nuestros corazones, no deja de ser un lugar que evitaremos si nuestra intención es seguir consumiendo animales sin sentir remordimientos por ello. Así que expresándolo en términos especistas decidí llevar el “matadero” de las costumbres no reflexionadas de la sociedad en forma de información sobre veganismo, antiespecismo, derechos de los animales, a una plaza pública ubicada en medio de una feria multitudinaria como la Fira de la Candelera de Molins de Rei, visitada según los últimos datos por aproximadamente 500.000 personas en tres días.

Hasta catorce ponentes en conferencias durante dos días. ¿Cómo los elegiste?

Por suerte he conocido gente maravillosa dentro del movimiento que me ayudó, tanto ofreciéndose voluntariamente para participar, como sugiriéndome a otras personas que consideraban que podían ser interesante de que fueran invitadas, y realmente estoy muy satisfecho y creo que todo el público asistente también, con la bondad cualitativa y humana de todos los ponentes que nos ofrecieron sus experiencias, consejos, guía, sugerencias y punto de vista, de forma tan generosa.

 

¿Crees que las charlas han sido reiterativas o complementarias?

Una vez escuché a un Lama budista que contaba la anécdota de que muchas personas y discípulos que asistían sus enseñanzas se quejaban de que siempre repetía lo mismo, hablando una y otra vez sobre el amor y la compasión, a lo que él les respondió que era algo muy básico, pero que aunque lo repitiera mil veces a las personas les costaba integrar esa enseñanza.

El mensaje del veganismo es reiterativo porque apunta en una clara y única dirección que es informar sobre la liberación animal y nuestra responsabilidad en ello a través de adquirir conciencia, cambiar nuestros hábitos y colaborar activamente en que ese hecho se produzca.

La infinidad de situaciones en que se ven inmersos la infinidad de seres que sufren la discriminación por pertenecer a otra especie que no es la humana hace que la cantidad y diversidad de métodos, caminos y trabajos a realizar para liberarlos sea también infinita. Por ello cada ponencia enfocaba el tema de la liberación animal de manera complementaria.

¿Qué conceptos deben quedar grabados a fuego?

En primer lugar,  los animales son seres con una existencia propia que debe ser respetada al igual que nos gustaría que nuestros derechos, nuestra libertad y nuestra vida fueran igualmente respetados, de modo que no tenemos el derecho a usarlos, explotarlos, encerrarlos, asesinarlos, arrancarles la piel, usarlos como entretenimiento, etc.

Seguidamente, debemos reconocer que de todos modos los usamos, los explotamos, los torturamos, los privamos de libertad, comerciamos con sus cuerpos y con sus vidas, y que, en este sentido, actuamos movidos por el egoísmo, la falta de conciencia, las costumbres adquiridas, la ignorancia, el apego, etc.

En definitiva, debemos reconocer nuestra falta de conciencia en algún momento, sus consecuencias en relación al sufrimiento y la felicidad de los demás seres y empezar a actuar acorde a la mejor actividad para ser del máximo beneficio y del mínimo perjuicio para todos ellos.

Todo el mundo quedó muy contento. ¿Ya podemos anunciar la segunda edición?

Sería ideal no tener que hacer una segunda edición ya que eso significaría que el mundo o por lo menos los habitantes de Molins de Rei ya serian veganos, pero me temo que habrá que hacer aun como mínimo 5000 ediciones más para que las mentes y los corazones de la mayoría de los habitantes del planeta cambien en este sentido…

¿Estamos ante el reciclaje sin maltrato de la fiesta tradicional con carruaje que en Cataluña se llama Tres Tombs?

Espero, al igual que millones de personas también lo hacen, tanto en Cataluña como en el mundo entero que esta tradición en que se usan animales, equinos concretamente, transformándolos en un espectáculo, obligándolos a desfilar cargados solo para el disfrute de algunos, que parecen encontrar algún tipo de excitación en someter a los animales indefensos y reducirlos meramente a máquinas alegando que en la antigüedad también se hacía así, y que “los caballos tienen que trabajar”, deje de existir, por lo menos tal como existe en la actualidad, y que si realmente les quieren hacer un homenaje a los caballos, se lo hagan dejándolos en paz, pastando en los campos, que los alimenten , les cuiden y dejen de utilizarlos. Ese es el mejor homenaje que pueden hacerles. Y si quieren por un día que les saquen a pasear por la población llevándolos como amigos andando a su lado.

La clase política es por supuesto también culpable de que el maltrato animal se perpetúe por su pasividad y miedo a tocar las tradiciones para no perder los votos de la masa, que prefiere continuar con este tipo de entretenimientos, costumbres y tradiciones, que son causa de sufrimiento para millones de seres en todo el planeta.

 

¿Existe un animalismo rural y otro de capital?

Quizás en el campo, entre la gente de campo, los animales han sido considerados siempre un bien, una cabeza de ganado, un número, una máquina, un instrumento, ya que su modus vivendi depende de su explotación. Para los urbanistas los animales no existen. Son los que salen en los dibujos animales como el pato Donald o los tres cerditos… ni siquiera los relacionan con la comida que tienen en el plato o con la piel o las plumas con que visten. Estos urbanitas visitan zoos y circos con animales que permanecerán encerrados allí de por vida, con los niños, para pasar el domingo y luego regresan a sus casas para continuar con sus vidas de ocio y obligaciones. Luego está el siguiente escalón que es el de las personas que sintonizan con los perros y los gatos, pero se comen a los cerdos, pollos, vacas, etc. A partir de este punto la conciencia empieza a ampliarse y se llega al veganismo, muchas veces a través del vegetarianismo.

Una vez en el veganismo, de todos modos, no se ha llegado a ningún lugar concreto, ya que siempre hay que aprender, ser humilde y escuchar, intentar hacer lo mejor y aceptar que seguiremos equivocándonos, hasta la muerte.

¿Qué deberíamos pedir a los políticos en materia de protección animal?

Primero que hagan cumplir las leyes que ya están dictadas y disponibles. Solo con eso ya tendríamos un gran paso dado.

El siguiente es por supuesto ampliar el alcance y la profundidad de lo que significan los derechos y la protección animal, mas allá de lo que ahora nos parece obvio y aceptable.

Hasta que se respeten los derechos de TODOS los animales y no se explote, encierre ni asesine a NINGÚN animal en granjas, mataderos, circos, zoos, laboratorios, fiestas populares, etc.

¿Qué podemos esperar?

Que los políticos y la humanidad (los políticos también son humanos, aunque a veces no lo parezca) hagamos nuestra evolución y que la hagamos cuanto antes. Hay políticos muy comprometidos con los derechos de los animales., pero la mayor parte de ellos, no miran ni siquiera por los derechos de la mayoría de los humanos, así que con una falta tan grande de ética generalizada en todos los estratos de la sociedad, políticos, gente del pueblo, hombres y mujeres de negocios, etc., poco podemos esperar. En lugar de esperar debemos empezar a exigirnos a nosotros mismos la máxima consecuencia e implicación en ser el cambio que queremos ver , además de exigir a los responsables (aparentes) del funcionamiento de esta sociedad que de una vez por todas accionen los mecanismos pertinentes para que las injusticias dejen de ser algo “normal” y aceptable.

Si tuvieras un súper poder… ¿Qué deseo quisieras cumplir?

Que todos los seres, mientras exista alguno de ellos, disfruten de la más perfecta felicidad y puedan vivir libres del sufrimiento y de sus causas.

Animales: ¿la revolución pendiente o la revolución imparable?

 

¿Estamos seguros que la revolución por los derechos de los animales no ha empezado ya? Puede que la concienciación sobre que los animales, en tanto que poseedores de capacidad para sentir dolor y placer, ya esté alcanzando una consideración general distinta a la que se les ha dado a lo largo de los tiempos. El cambio de paradigma que nos hace más humanos a los humanos, por ser capaces de empatizar con los que no hablan como nosotros ni tienen nuestro mismo aspecto, pasa por una vía pacífica y paulatina hacia el cambio. Es una revolución entendida entonces como un cambio social fundamental, no como una guerra.

Silvia Barquero la presidenta de PACMA (partido animalista contra el maltrato animal) ha escrito un libro necesario. Es un libro de lectura rápida. Su prologuista el famoso actor y activista animalista Dani Rovira comentó en la presentación del libro en Barcelona que se podía leer en una noche. No podemos decir que sea un libro ameno, por que obligatoriamente la autora debe hablar de algunos de los más notorios agravios que sufren los animales no humanos por parte de su mayor predador. Los animales, como individuos con conciencia de sí y expectativas sobre su vida, forman parte indiscutible del contexto natural que las formas irracionales y la ambición desmedida están aniquilando. Los animales en demasiadas ocasiones son, en su totalidad o en parte, un producto de consumo, bien sea alimentario, de producción o de ocio y eso debe dejar de ser así dando paso a alternativas libres de sufrimiento. Los animales, como dice Silvia Barquero en el libro son “alguien, no algo”.

El texto de la presidenta de la primera fuerza extraparlamentaria española es muy fluido y hace un buen repaso a los puntos más destacados que debería conocer un ciudadano de a pié si aspira a estar bien informado. No es un libro sectario ni lleno de aristas, pretende ser la locución amable de una realidad que no es agradable. Suele decirse que si los mataderos tuvieran las paredes de cristal todo el mundo sería vegetariano. Esta imagen es una buena metáfora sobre la capacidad de las personas a rechazar el mal pero no deja de ser exagerado. No creemos que todos los que lean el libro Animales, la revolución pendiente dejen, desde el mismo instante que cierren su contraportada, de comer carne, de vestir con cuero o lana, de renunciar a actividades de ocio en los que los animales están implicados como herramienta. Pero sin duda alguna el texto implica un gran esfuerzo por visibilizar lo que tantas veces se ha denunciado de manera sesuda o agresiva o se ha acallado por incómodo.

El volumen publicado en La Esfera de los Libros llena un hueco en la cada vez más extensa ensayística sobre los animales y debe colarse en las estanterías más heterogéneas, en las más populares y asequibles, porque habla de una verdad incómoda que todos debemos colaborar en transformar aunque sea para seguir vivos y sentirnos orgullosos de nuestra especie.

Emma Infante