Una petición excepcional para un perro excepcional

A veces la vida te da duro. A veces demasiado duro. En esos momentos es cuando conocer a ciertos perros con su falta de dramatismo y su vivir el momento te aleccionan y te fuerzan a salir de la autocompasión. Vosotros los fieles seguidores de Animalados queréis lo mejor para vuestros compañeros y seguro que tenéis una historia bonita que contarnos sobre cómo ese personaje de cuatro patas se incorporó a vuestra familia. Pero hoy hablaremos de Llamp.

Excepcionalmente, y porqué ningún perro es igual que otro, vamos a haceros partícipes de la historia de un perro especial que sabe de la vida, que se ha colado en la nuestra, y que podemos ayudar a dignificar entre todos.

Hace ya dos años una persona que tenía dos perros ciegos se enfrentó a un diagnóstico difícil de digerir. La familia tuvo que tomar la decisión de renunciar a los canes por que habían cambiado radicalmente las prioridades. No hay una red suficientemente extensa y madura de casas de acogida que cubran la necesidad de suplir un hogar por otro en este tipo de casos. Soñamos con que eso cambie.

Así pues, en medio de la urgencia y el dolor, los perros fueron confiados a una perrera local. Lo más complicado de todo es que ambos padecían de ceguera y eso para quien no sepa de perros ciegos representaba una limitación. De manera muy distinta a los humanos los perros y gatos ciegos son perfectamente autónomos y desarrollan naturalmente habilidades que les permiten evitar «mágicamente» los obstáculos. Sin bastón ni tecnología añadida deambulan prudentes y decididos guiados por el olfato, el tacto y las sensaciones. En muchos perros ancianos la vista está tan mermada como el oído pero su pericia los hace sorprendentemente hábiles.

Hay asociaciones como el Club de Kat o Bichos Raros que son expertas en acoger y promover adopciones de animales «presuntamente» discapacitados. En próximas ocasiones hablaremos con ellas y de ellas para que todos podáis admirar su sensibilidad y eficacia.

Los hermanos ciegos a los que la enfermedad de su ama les arrebató el techo y los afectos no cayeron en manos de ninguna de estas asociaciones. La hembra -según me cuentan- fue acogida por una conocida en un gesto de apoyo hacía la propietaria original. Sin embargo el macho, tranquilo, cada vez menos hermoso, se resignó a sobrevivir en un lugar donde haciendo todo lo posible no alcanzan a hacer lo suficiente.

Una casualidad hizo que a una animalista a la que admiro se le escapase la única combinación que me puede hacer tomar una decisión loca: perro ciego.

Aquel día hacía sol pero la ola siberiana o polar se cernía amenazante sobre aquel cielo al que le quedaban pocas horas de luz: “Tráemelo”, espeté mientras tomaba conciencia de la complicación que me caía encima y de la traición que hacía a mis animales compañeros, a quienes había prometido no más acogidas.

Confié en la ayuda de una compañera de fatigas que ya ha caído en el embrujo de tener un perro ciego. 48 horas más tarde de saber que existía, antes de que llegaran las lluvias, Llamp estaba en mis brazos aterrado y entregado. A partes iguales.

En Espai Animal lo bañaron y arreglaron el pelo. En la entrada había tres ciegos y sus golden lazarillo. Entré con paso firme sabiéndome el lazarillo de un perro invidente. Me hubiera gustado contarles que estábamos juntos. No a pesar de que era ciego si no porqué era ciego. No sé si lo hubieran comprendido, ni ellos ni nadie.

 Al día siguiente, después de dormir y suspirar aliviados, Llamp conoció a Núria, Marc, Numa y Atlas. Su generosa familia de acogida. Lo más cercano a un hogar en años. Para encajar y ofrecer lo mejor apareció la fisioterapeuta Rat Roca que observó muchas anomalías. Patricia Ventura educadora canina se acercó para promover buenas prácticas y evitar conflictos.

Las veterinarias de Bitxos en l’Hospitalet lo han visitado ya tres veces. Que si otitis, que si sequedad en los ojos, que si operar para esterilizar y llevarse un tumorcito. El palo gordo vino al hacer las radiografías. Hay que intervenir las dos cabezas de fémur para acabar con el dolor que le tiene descompensado y limitado. Las intervenciones de especialistas son harina de otro costal. Además está tardando la prometida rebaja del IVA veterinario. No puede ser que una asistencia sanitaria no cosmética cotice tanto como un artículo de lujo. He lanzado por primera vez una petición de dinero vía una app. Me genera hasta vergüenza. Pero veo a Llamp con tantas ganas de vivir, con tantas ganas de sumergirse en la vida plena que me da envidia.  Me desacomplejo frente a una petición (repito excepcional) de aportaciones para la operación de Llamp. Así entre todos podemos poner un punto y final feliz a la historia y hacer un corte de mangas a la vida cuando nos da duro.
Emma infante te ha invitado al bote: Intervención doble de cadera para perro ciego. Participa y compártelo con tus amigos!!!
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