PIREA: Animales protegidos

 

Este pasado sábado, gracias al proyecto Pirea, pudimos escuchar de primera mano en el instituto de seguridad pública de Cataluña las reflexiones y recomendaciones de Agentes RuralesBomberos y veterinarios del cuerpo de Emergencias de este mismo servicio sobre cómo actuar en casos de emergencia. 

Pirea es una iniciativa de tres entidades ADE (Asociación defensaÉquidos), APDA (Asociación Policía Defensa de los Animales) y FAADA (Fundación Asesoramiento Ayuda Animales) para mejorar la respuesta en emergencias que afectan instalaciones con animales. Protectoras, refugios, perreras y granjas son muy difíciles de evacuar.

El objectivo de Pirea es contar con los recursos materiales, intelectuales y de coordinación para responder eficazmente a emergencias, un cuerpo de respuesta integrado para salvar vidas. Ofrecer colaboración para una evacuación exitosa de refugios, protectoras y explotaciones.

Hay numerosas medidas preventivas que permiten hacer defendible el espacio que alberga a decenas, cientos y a veces miles de animales. Mantener los alrededores del refugio lo más limpio posible, evitar la acumulación de materiales inflamables, tener aspersores, un punto de almacenamiento de agua, una bomba que funcione con gasolina, evitar los ornamentos inflamables, priorizar plantas frondosas que paren el fuego en lugar de alimentarlo. Serenidad, buscar información por vías oficiales y evitar obstruir el acceso a los profesionales o tomar iniciativas que aumenten el riesgo. La pereza o la falta de previsión son los enemigos de una protección frente a la emergencia.

 «Asumir que un fuego puede alcanzar 70 km/h. que puede destruir miles de hectáreas en muy pocas horas, que pueden alcanzarse los 1000 grados celsius y que los bomberos no pueden llegar a todas partes son elementos a tener muy en cuenta para comprender la importancia de la prevención» son palabras de Juan José Espada, responsable de los Bomberos de Sant Celoni. «Los incendios del verano se apagan en invierno» esta aparente paradoja resume muy bien la exigencia de prevenir las emergencias que surgen año tras año en la canícula.

La ciencia que estudia la propagación de incendios nos lleva a pensar menos en la evacuación y más en el confinamiento y defensa frente al fuego. Se dan casos en los que los daños más graves se producen por intentar huir sin la información, la organización y los recursos adecuados. «Las grandes catástrofes que han implicado muchas muertes de animales se han dado en granjas avícolas y acumulaciones de animales en el exterior como rebaños de ovejas«. Nos dice Espada. «La temporización y la programación son las claves para que la evacuación sea tal y no sea un desplazamiento o huida y por tanto una situación de mayor riesgo».

La propia seguridad es fundamental y el descontrol la reduce sustancialmente. «Los animales nos toman como referente por eso si hacemos simulacros en los que se creen hábitos de reclusión para protegerse está mucho ganado frente a contingencias» dice Encarna Casas veterinaria experta «la improvisación no ayuda, los protocolos deben estar escritos y bien conocidos por todos».

Artículo de Emma Infante

El Turó Park, el primer parque de Barcelona sin perros

El Ayuntamiento de Barcelona rehabilitará el Turó Park y lo hará con una inversión de 806.000 euros. Cuando esta zona verde, situada por encima de la plaza de Francesc Macià, abra sus puertas tras la costosa rehabilitación, ya no permitirá la entrada de perros. Ni atados ni sueltos. Así lo han anunciado el concejal de Sarrià-Sant Gervasi, Daniel Mòdol, y el comisionado de Ecología, Frederic Ximeno. Las obras comenzarán en el último trimestre del año.

Tal y como ocurre en muchos otros barrios de Barcelona, ​​los dueños de los perros de este barrio denuncian que tienen muy pocos espacios para ir con el perro. A partir de ahora, tendrán uno menos. El pequeño pipican que hay dentro del parque seguirá abierto mientras duren los trabajos de reforma.

Los argumentos del Ayuntamiento para tomar una decisión tan drástica y sin precedentes en la ciudad, es que el Turó Park forma parte del catálogo urbanístico de la ciudad y no puede continuar sufriendo la degradación a la que la ha conducido el incivismo de muchas personas, entre ellas los propietarios de los perros aunque el propio ayuntamiento explica que no sólo son ellos los que han provocado esta degradación.

El valor histórico del recinto aconseja, según el Ayuntamiento, un trato especial como ocurre con cuatro parques más de elevado valor paisajístico o botánico. Pero ninguno de ellos se encuentra en plena ciudad, como ocurre con el Turó Park. El plan municipal pretende rehabilitar los jardines que ideó Nicolau Rubió Tudurí los años 30 del siglo pasado y rescatarlos de la decadencia en que se encuentran actualmente.

Las obras consistirán en el vaciado del lago para impermeabilizarlo, la consolidación de los caminos de tierra y la renovación del verde: pradera, arbustiva y arbolado, mejoras del riego y la red freática, renovación de juegos infantiles, mobiliario urbano y nueva señalización.

Mientras el Ayuntamiento prohíbe la entrada de los perros en algunos parques, los dueños de los perros siguen esperando que abran las grandes áreas de recreo que se prometieron durante el pasado mandato.

Una de las vecinas que lleva sus dos perros en el Turó Park, Mercè Gumà, explicó a Animalados que «no hay otros parques donde ir con el perro» y aseguró que «no es cierto que el parque esté en mal estado» . De hecho, según Gumà, «ni siquiera hay gente que lleve los perros sueltos». Sin embargo, esta vecina ha explicado que «si hay gente incívica, hay que sancionarla, pero no cerrar un parque». Gumà también ha denunciado que no se puede tratar el Turó Park «como si fuera el Palacio Real», donde tampoco pueden entrar los perros en considerarse un espacio de interés. Gumà se preguntó: «¿Qué queremos museos o parques para disfrutar?».

El PP rectifica y aprueba prohibir cortar la cola a los perros

Giro de 180 grados.  El grupo popular del Senado ha decidido finalmente dar marcha atrás y ha renunciado a enmendar el Convenio europeo de protección de animales de compañía, que prohíbe la amputación del rabo de los perros por motivos estéticos. Un convenio que fue ratificado por el Congreso el pasado 16 de marzo y que será aprobado hoy por el pleno de la Cámara Alta. Los conservadores presentaron a última hora un voto particular al dictamen que emitió el lunes pasado la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Alta, que incluía una reserva del mismo PP que permitía cortar la cola a los canes. Es una de las dos únicas reservas a las que los países firmantes pueden acogerse para adherirse al Convenio, junto con la que estipula un mínimo de 16 años para poder comprar animales.

Los populares solicitan ahora «la vuelta al texto del Convenio remitido por el Congreso», lo que supone en la práctica una rectificación de la postura que hasta ahora había mantenido el PP, en consonancia con la posición del Gobierno. Si el pleno del Senado hubiera aprobado un texto sobre el convenio discrepante respecto al que acordó el Congreso, se habría generado una situación muy poco frecuente, aunque prevista reglamentariamente, y que obligaría a crear una Comisión Mixta Congreso-Senado constituida expresamente para resolver la cuestión. Y es que desde el 1985 no se aplica el artículo 146 del Reglamento del Senado para el caso de discrepancia entre algún tratado o convenio internacional. Esa comisión, de acuerdo con la Carta Magna, tiene que estar formada por igual número de diputados que de senadores y debe presentar un texto que votarán ambas cámaras, aunque en caso de votación discrepante «decidirá el Congreso por mayoría absoluta». Este proceso sólo habría demorado su aplicación, porque finalmente el convenio ratificado habría sido el que hubiera acordado el Congreso por mayoría absoluta y que prohibía cortar el rabo a los perros.

Los populares querían incluir una reserva que recordaba que hay otros países europeos, como Alemania, Dinamarca, Francia, Portugal o la República, que también presentaron la misma excepcion al convenio. En el escrito inicial, el PP subrayaba que en España hay legislaciones autonómicas que prohíben la amputación y otras no mientras sentenciaba que «en todo caso, los veterinarios conservarán la libertad de decisión, caso por caso, sobre la forma de proceder». En el Congreso, solamente el PP y el PNB (Ciudadanos se abstuvo) habían votado a favor de cortar el rabo a los canes por la presión del lobby de los cazadores que se quejan que las heridas en las colas son muy difíciles de curar” aunque como recuerda Chesus Yuste, coordinador de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (APDDA), “no dicen que se las producen en las jaulas cuando se pelean entre ellos y no en el campo como defienden”. Todo parecía indicar, pues, que el PP haría valer su mayoría en el Senado para mantener la reserva de poder amputar el rabo a los perros, pero ahora saldrá adelante tal y com se aprobó en la Cámara Baja.

El Convenio europeo de protección de animales de compañía garantiza una legislación básica para el bienestar animal en los 47 estados del Consejo de Europa. Una aprobación que llega treinta años tarde porque se firmó en Estrasburgo en 1987 y desde entonces, 23 países lo han ratificado, la mayoría de ellos entre la década de los 90 y los 2000. España lo secundó hace dos años, pero su ratificación no se ha producido hasta este año. La aprobación se produce después que en la décima legislatura (2011-2015) la APDDA, organización que integra a parlamentarios de diferentes fuerzas políticas preocupados por la protección de los animales, presentara una proposición no de ley que fue presentada por el senador de ICV, Jordi Guillot, que la Cámara Alta secundó. Las amputaciones “no son prácticas inocuas” para los animales, ya que les “causan dolor, problemas crónicos de salud, les generan dificultades de locomoción e incluso limitan su capacidad comunicativa” anota el diputado del Podemos y portavoz de Equo, Juantxo López de Uralde.

Artículo de Xavi Tedó

FAADA cierra la campaña de identificación y esterilización 2017 con casi diez mil animales inscritos

La Campaña «Soy Responsable» de identificación y esterilización de animales de compañía que FAADA puso en marcha el pasado 1 de febrero se ha cerrado el 30 de abril con 9.866 inscritos: un total de 8.439 esterilizaciones y 5.564 identificaciones en todo Cataluña y Madrid. Esto supone 14.003 actuaciones veterinarias en tres meses. FAADA quiere agradecer especialmente la labor de los 286 centros veterinarios adheridos, sin los que la campaña no habría sido posible.

«Este año, hemos querido hacer incidencia y concienciar a las personas sobre lo que implica permitir que sus animales críen», explica Alba Jornet, coordinadora de la iniciativa. «Cada animal que nace en una casa impide la adopción de otro que está esperando su oportunidad en una jaula. La cría por parte de particulares es la raíz del problema de la superpoblación y del maltrato, además de que en Cataluña y en varias comunidades autónomas está prohibido si la persona no está debidamente inscrita en el registro de núcleo zoológico correspondiente «.

En España cada año se abandonan unos 140.000 perros y gatos, más de la mitad de los que nunca encontrarán una familia o acabarán sacrificados en las perreras. Esterilizar los animales de compañía de los particulares ayuda a poner freno a esta terrible situación. Para aquellos que no hayan llegado a tiempo para inscribirse en la campaña, FAADA sigue ofreciendo en la web socresponsable.org información sobre diferentes campañas de esterilización e identificación que se llevan a cabo en todo el Estado.

 

ARTivistas

 

«En un mundo más antiguo y más completo que el nuestro se movían acabados y enteros, dotados con sentidos que nosotros jamás hemos perdido ni logrado, y viven escuchando voces que nosotros nunca oiremos. No son paganos ni subhumanos; son otras naciones, y conviven atrapados en el mismo tiempo y espacio con nosotros, prisioneros del esplendor y de la labor de la tierra.» Henry Beston, The Outermost House, 1929

 

Si una vez el arte, pintado en las más oscuras cavernas de nuestros antepasados, imploró a los dioses su benevolencia y sus regalos para los humanos, hoy, en la exposición «El Venadito», el arte interpela a los propios humanos, convertidos en falsos dioses, para implorar su benevolencia hacia las otras criaturas.

Esa es la intención de los más de 40 artistas que exponen en la muestra bajo el comisariado de Montserrat Pérez, artista y activista y fundadora del espacio siNesteSia.

Como en la edición anterior, la muestra pretende visualizar la importancia de la labor de las entidades de protección de la naturaleza, en este caso Depana. Con la exposición no solo se pretende remover las conciencias, sino también procurar que tanto los artistas como las entidades animalistas puedan recibir una ayuda económica para proseguir con su labor. El 80% del precio de las obras se destina al autor y el 20% a Depana, aunque hay casos en los que el mismo autor cede el 100% de lo recaudado a la entidad, como es el caso del artista invitado Guido Daniele y sus «Handnimals».

Guido Daniele «Handnimals»

Tristemente parece que «su salvación está en nuestras manos» comenta Montse Pérez ante la obra de Guido. Está en nuestras manos, porque en ellas ha estado y está también su destrucción. «No quiero que el público salga derrotado, sino creyendo que puede aportar algo, que puede ayudar», prosigue Montserrat. Por ello, «El Venadito» no muestra imágenes crudas ni explícitas, sino que busca mediante la creación y el ingenio, hacernos ver lo que no queremos ver. Dotar de color y textura lo invisible o lo perversamente oculto.

Beren Arredondo «Animalium»

Beren Arredondo, con su impresionante colección de fotomontajes, nos habla de esta invisibilidad «tratando de jugar con el paisaje y la huella de la desaparición de estos animales y su entorno». Su propuesta es una reflexión artística magnífica. No sólo nos habla de los animales en concreto, sino que alude a su hogar, su hábitat. Los ojos de esta águila nos miran, nos interpelan, nos preguntan decepcionados «¿no me ves?». El ser humano, por eso, no entiende demasiado bien que es «ver». De ahí su nefasta afición a coleccionar animales en jaulas, zoos, acuarios. Quieren verlos al instante, frente a ellos, rápido. Ver animales sumisos, cautivos, en un recinto con un cartel que diga su nombre. Animales cautivos, por su belleza y nuestra ambición. Cautivos de nuestro egoísmo y ceguera. No verás al águila si no ves su montaña, su bosque, su libertad.

Bianca Yespica «Máscara de gas»

«Hemos creado una guerra contra la naturaleza» nos explica en su cartela Bianca Yespica y dibuja magistralmente un ciervo con máscara de gas. Los intoxicamos, los perseguimos, los acorralamos. Convirtiendo al amigo en enemigo, en una guerra donde solo gana la muerte, la tristeza, la soledad, el miedo. Charles Darwin se sorprendía al llegar a los Galápagos y observar que aquellos animales no nos temían. «No temen al hombre» se maravillaba. Terrible afirmación, que coloca al humano en el bando de los monstruos, de lo temible, de lo oscuro. En el bando del enemigo.

María Isabel Uribe «Reunión»

Este enemigo que me consume, metafórica y literalmente. Que me hacina y me usa. Que ni siquiera quiere conocerme. Que me numera y me contabiliza. Que me convierte en cosa, en producto, en código de barras. Si este enemigo lee la diminuta pieza de María Isabel Uribe, que condensa y comprime toda la anulación a la que sometemos a nuestros compañeros de planeta, espero que reaccione y actúe.

Si el arte tiene hoy una misión, una razón de ser, es la de interpelarnos, revolvernos por dentro, hacernos reaccionar. Mira a través de Él, que sea cristal y espejo. Mira a través y VE al otro. Refléjate y mírate a ti mismo. Entonces, espero, verás al águila en su montaña y sabrás quién es y sabrás y sentirás que debe seguir siendo.

 

Podréis visitar «El Venadito» y participar de sus actividades paralelas hasta el 20 de mayo en el centro cultural La Farinera del Clot. ¡Os reto también a encontrar la obra solidaria que he realizado para la muestra! 

Nota: Obra de la portada: Autora: Esperança Deltell

 

Artículo de Silvia Esteve