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El nuevo Plan Educativo del Zoo de Barcelona generará experiencias para concienciar y educar sobre la biodiversidad

Las actividades del nuevo Plan Educativo del Zoo se vinculan de manera especial con la fauna autóctona y amenazada, mediante una metodología vivencial y continuada con la incorporación de las nuevas tecnologías.

El Zoo de Barcelona reunirá el próximo 18 de septiembre a docentes de toda Cataluña para hacerlos partícipes del nuevo Plan Educativo del Zoo para el curso 21/22, vinculado a los valores del Nuevo Modelo de Zoo y basado en el currículo escolar y las competencias básicas del sistema educativo.

El plan tiene como objetivo generar experiencias educativas mediante una metodología vivencial y continuada, con la incorporación de las nuevas tecnologías. El director del Zoo, Sito Alarcón, y el jefe de Conservación y Conocimiento, Juli Mauri, presentarán un nuevo programa que representa un paso más en el proyecto de transformación hacia el Zoo del futuro.

Con este nuevo plan, el Zoo se pone a disposición de los docentes para que, a través de las actividades planificadas, puedan aprovechar la experiencia en materias como la zoología, la biología, la ecología, la conservación de la biodiversidad y el bienestar animal, de todos los profesionales que trabajan. Los temas específicos de las actividades están vinculados, especialmente, a la fauna autóctona y amenazada, lo que tiene un gran interés a la hora de complementar el trabajo que se realiza en el aula.

Consta de 20 experiencias para todas las edades, algunas centradas exclusivamente en un nivel educativo concreto, pero muchas de ellas se han adaptado para que puedan ser realizadas por alumnos de diferentes niveles. Así, hay 4 destinadas a la Educación Infantil; 16 para los diferentes ciclos de Primaria, 14 dedicados a los alumnos de ESO y 8 para Bachillerato.

Destaca la nueva experiencia «Animales en peligro», enfocada a los tres niveles educativos, donde se exponen las diferentes causas que han llevado a muchas especies a estar cercanas a la extinción, incidiendo en aquellas causas para el ser humano, explicando la fragilidad y complejidad de sus ecosistemas ya la vez exponiendo un mensaje positivo sobre la posibilidad de revertir la situación si todos nos implicamos. Es una experiencia inmersiva que se realiza al mismo Zoo y que incorpora un soporte digital interactivo para aprender de manera lúdica y mientras se trabaja en equipo.

Además de incorporar nuevas experiencias, aquellas que históricamente han sido más trabajadas por las escuelas también se han actualizado, como es el caso del taller ‘Invertebrados’, que contará a partir de ahora con la posibilidad de observar animales y aprender de manera directa de los animales vivos en el Pabellón de Invertebrados, que se inaugurará próximamente.

La Escuela del Zoo ha incorporado nuevos recursos y metodologías para transformar las actividades en experiencias inclusivas para todos, adaptándose a las necesidades de los centros y en la realidad de cada momento, con la posibilidad de trasladarse a las escuelas, como se ha ido realizando durante los últimos meses debido a la pandemia. Se ha trabajado en hacer realidad una propuesta que incorpora la tecnología para permitir acceder de manera online, con actividades digitales y aprendizaje a través de gamificacions.

El Plan educativo se complementa y se acompaña de un plan de formación continuada en materia de educación ambiental, de fauna y sostenibilidad para el equipo de educación del Zoo, con la voluntad de que los profesionales de la casa estén capacitados para ofrecer la mejor educación ambiental posible, en especial en cuanto a la conservación de la fauna amenazada y sus hábitos.

“La educación en la empatía animal es también un modo de prevención del bullying”

Cercana a celebrar los siete años en antena con su programa Huellas Cantabria, Russell Simoni comparte con Animalados su pasión por cuidar colonias felinas, dar talleres infantiles de ética sin fronteras de especie y difundir para toda España una forma coherente de amar a los animales.

¿Qué fue primero los animales o la radio?

Fue primero la radio, mi padre era un gran enamorado de este medio y creo que me lo pegó. Y empecé a los 14 años a hacer radio y a los 17 ya a nivel profesional en una cadena de radio grande. En el tema de los animales empecé a raíz de independizarme y de tener a mi primer amigo perro, tenía 19 años y por supuesto, me cambió la vida, me hizo ser mucho más empática y a interesarme por la realidad animal en mi entorno… Me enseñó a mirar y a ver.

¿Cree que se hace buena comunicación en los medios hablando de animales?

Creo que se va mejorando, pero aún se da muy poco tiempo en los medios para poder profundizar en muchos temas que tienen que ver con los animales, por suerte cada vez hay más espacios que se destinan a los animales y más gente que da un poco de su programación a tratar temas de maltrato animal.

¿Cuáles son los principios de Huellas Cantabria, el programa de radio que diriges?

Huellas Cantabria empezó como una asociación, organizando actos reivindicativos, concentraciones y manifestaciones, tuvimos las primeras reuniones con ayuntamientos en Cantabria hablando de Sacrificio Cero, Gestión Felina… Hacíamos mesas informativas sobre tauromaquia, industria peletera, experimentación… etc., y poco a poco me fui dando cuenta de que trasladando esos temas a un espacio de radio podría llegar a más gente que en cada mesa informativa. Durante muchos años presenté el proyecto en algunos medios y me lo rechazaron. Hasta que pude dirigir mi propia radio, empecé con el programa y a día de hoy se emite en dos emisoras diferentes llegando a toda Cantabria mediante la FM y a todo el mundo vía online. Ya son casi 7 años en antena.

¿Si tuviera un presupuesto ilimitado con qué ampliarías tu doble función?

Uy, si tuviera presupuesto ilimitado me encantaría poder hacer grandes campañas que ayudaran a generar debate en la calle, pondría en marcha más eventos uniendo cultura pacífica y derechos animales y por supuesto ayudaría a poner en marcha más refugios dignos para todo tipo de animales. A la par de destinar una buena parte a denunciar, tener acceso a buenos abogados, procuradores y dar un poco de caña desde los juzgados. Y como no, lograr poner en marcha proyectos de Educación en empatía animal y la no violencia.

Russell Simoni en una actividad con ‘Huellas Cantabria’

En realidad, triple función. Cuéntenos su labor en las escuelas…

Sí, creo que llevar el tema del maltrato animal al aula es primordial y por eso empecé a proponer charlas y visitas a los centros educativos y ya cuando comencé con Huellas Cantabria, mediante el programa de radio, me ofrecía para acudir a colegios e institutos y llevar allí temáticas animalistas adaptadas a la edad del público al que íbamos a visitar. Preparo los contenidos junto a amigos docentes y es una maravilla la mucha empatía natural que tenemos de niños. Una pena que al hacernos mayores parece que esta sociedad la insensibiliza. Recibimos muchos mensajes en el programa de radio para visitas a las aulas. Ahora con la pandemia algo se ha frenado, pero cuando todo esto pase los recuperaremos con más fuerza.

Dice que hay un momento en el que de la sensibilidad y la empatía se pasa a otra cosa…

Si, creo que está sociedad nos insensibiliza y normaliza en exceso el uso de animales para nuestro propio beneficio.

¿En qué medida pueden los niños aprender una cosa cuando las prácticas de sus mayores y el día a día implican otras cosas?

Los niños, una mayoría, ellos solos sacan conclusiones muy bonitas ante los temas que llevo a las aulas y que comentamos. El problema es que llega al aula, incluso mediante los propios libros de texto, otra manera de considerar a los animales. Ojalá en la temática educativa hubiera un mayor fomento de la empatía y los derechos animales.

No olvidemos que las conductas de violencia hacia humanos y hacia animales, comparten las mismas vías de aprendizaje, siendo numerosos los especialistas que desde hace años vienen relacionando el maltrato animal en la infancia con otro tipo de agresiones entre humanos. Por eso considero que la educación en la empatía animal es también un modo de prevención del bullying. Educar en la convivencia es muy importante.

¿Crees que hay una confusión entre hacer actividades que incluyen animales con realmente fomentar el respeto real…no solo la gratificación sensorial y el entretenimiento de los niños?

Sí, se dan demasiado las actividades que cosifican a los animales, dando a entender que están ahí para que hagamos con ellos lo que nos plazca sin pensar en los propios intereses de los animales. Demasiadas visitas a granjas, zoológicos en lugar de visitar refugios y otros lugares que sí son una educación que fomente una mejor convivencia y respeto hacia los animales y no en la cosificación.

Lidera la gestión ética de colonias felinas en un área de Cantabria. ¿Cómo está el tema?

Soy coordinadora CER desde hace cuatro años en el municipio en el que resido y estamos haciendo un trabajo que funciona muy bien, mientras en otros lados vemos nacimientos y más nacimientos de gatitos, sobre todo en esta época, en nuestro municipio se notan ya las casi 400 esterilizaciones que llevamos hechas y estamos teniendo una primavera mucho más tranquila en ese aspecto, aunque nos quedan aún muchas zonas a las que acercar la gestión ética felina. Además, esto nos ha permitido documentar ejemplos de gestión y con ellos ayudar a que el CER llegue a otros municipios y demostrar claramente lo bien que funciona.

El Colegio Amanecer de Alcorcón lanza un proyecto pionero que forma en empatía hacia los animales a los alumnos de Primaria

El proyecto, que recibe el nombre de ‘Emociones con Patas’, crea un espacio motivacional para fomentar el desarrollo de la inteligencia emocional y las habilidades sociales de los alumnos con el acompañamiento de perros y caballos.

El Colegio Amanecer de Alcorcón (Madrid) ha incorporado el Programa de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) ‘Emociones con Patas’ como parte de la asignatura curricular ‘Aprender Haciendo’, para formar en empatía hacia los animales a los alumnos de Primero de Primaria. Se trata de una experiencia piloto y se adelanta a la propuesta de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE, que se implantará de forma escalonada durante los tres próximos cursos, de incluir la empatía hacia los animales en el currículum de la enseñanza obligatoria.

Tal y como explica Nuria Máximo, Directora y Coordinadora de la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, ‘Emociones con Patas’ surge una vez la empatía es incluida en la nueva Ley de Educación: “Llevo años diseñando proyectos de Formación en Valores para alumnos de los Grados de Educación Infantil y Primaria, y cursos de verano para profesores que incluyen la empatía, pero hasta ahora no habíamos podido diseñar un proyecto específico que trabajara la empatía hacia los animales como contenido curricular de una asignatura de Primaria”.

Los objetivos de la Cátedra de Investigación y Sociedad son, entre otros, mejorar la relación que los seres humanos tenemos con otras especies animales y el mundo natural, “por lo que la vía de la comunicación es el camino excelente si se quiere mejorar”, afirma Nuria, quien añade que “además trabaja con entidades rigurosas y responsable, así que, conjuntamente diseñamos ‘Emociones con Patas’”.

Este proyecto pionero en España, del que forman parte la Cátedra Institucional de Investigación Animales y Sociedad de la URJC, PsicoAnimal y Cita Terapias y Animales y el Colegio Amanecer, consta de 12 sesiones agrupadas en cuatro módulos, que son “Convivencia responsable, “Inteligencia emocional con perros”, “Inteligencia emocional con caballos” y píldoras de “Mindfulness”.

Debido a la situación actual provocada por el COVID, la metodología es on-line, señala Nuria, que afirma que “a través de las videollamadas conectamos a los equipos profesionales con las aulas y dentro del horario de una asignatura concreta. Los niños podrán conocer a 6 perros y 2 caballos en su entorno natural de vida, se les enseñarán los principios de la inteligencia emocional de los perros y los caballos, las bases fundamentales del cuidado de otros animales y estrategias básicas de autoconocimiento y gestión emocional”, recalca.

El equipo animal es intencionadamente heterogéneo y diverso en cuanto a las especies, las razas/no razas, el aspecto, las edades y el temperamento de los individuos que los componen. Así, los niños aprenden a identificar las emociones de individuos diversos y a apreciar el valor de cada uno con independencia de su raza, aspecto o edad. Todos los animales tienen en común que han sido adoptados y algunos han sufrido y superado situaciones de abandono y/o maltrato.

Sobre los beneficios que la empatía hacia los animales proporciona a los niños, Nuria comenta que “la empatía es un pilar fundamental en el desarrollo personal de los seres humanos, una herramienta de prevención de la violencia y generador de conductas prosociales. La empatía se ha demostrado como estrategia idónea de prevención del bullying escolar. Además, enseñamos a los niños a razonar y generar pensamiento crítico a través de las relaciones con los animales y el medio natural por un mundo más pacífico”, subraya.

En esta línea, existe una abundante literatura científica sobre los beneficios de la formación en empatía hacia los animales como estrategia de prevención de la violencia interpersonal y específicamente del acoso en las etapas escolares. De la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, surge todo el abanico de conductas prosociales, como la compasión o la solidaridad. Todos ellos son factores protectores frente a la violencia social.

Por su parte, Fernando Bello, director del Colegio Amanecer explica que “en nuestro colegio las emociones tienen un valor fundamental en el proceso educativo. Pero no solo las que proyectamos o percibimos en las personas que nos rodean, sino con todo nuestro entorno. Por esta razón, este proyecto nos pareció realmente interesante y hemos querido acercarlo a nuestros alumnos incorporándolo en nuestro programa pedagógico”.

Tonucci: «En las escuelas tendría que haber una huerta y animales»

Francesco Tonucci (Fano, Las Marcas, 1940) atiende Animalados desde su residencia de Cervara di Pontremoli (Toscana) desde donde busca reposo en medio de la pandemia. Pero a pesar de la tranquilidad de su nueva vida, el famoso pedagogo no descansa. Tonucci sigue haciéndose preguntas sobre los niños, sobre la educación y sobre el contexto actual y con entrevistas como ésta sigue poniendo ideas sobre la mesa para seguir mejorando la educación de los más pequeños. El pedagogo italiano acaba de publicar su último libro que se titula ¿Puede un virus cambiar la escuela?, de la editorial Graó.

Los animales puede educar?

Siempre he dicho que hay cosas que educan por sí solas. Un huerto es una experiencia que educa porque hay que cuidarlo… Un animal educa mucho más porque hay que cuidarlo y además te da efecto, reconocimiento. Con lo cual, hay una relación. En Argentina, en una ocasión, visité una zona de un nivel económico muy bajo, en Rosario. Era un barrio con mucha miseria y con una tasa de criminalidad alta. Lo visité con el alcalde, Hermes Binner, y me contó que hicieron una intervención para dar terreno municipal a la gente del barrio para que hicieran un huerto. También les asesoraban sobre como debían hacerlo. Era importante porqué tenían que cuidarlo. Era como una forma de reeducación. Yo te doy una cosa que para ti será útil pero se tiene que cuidar. Y para personas que tienen una relación con la sociedad muy particular, es importante dirigirlos hacia cosas que necesitan cuidado. En un nivel más alto están los animales. El cuidado de los animales.

El respeto hacia los animales va en aumento…

Creo que muchas veces en una sociedad un poco deformada, los animales de casa van sustituyendo a los hijos. Conozco muchas familias que no tienen hijos pero tienen animales porque necesitan compañía. Esto me parece un nivel más bajo pero es evidente que la presencia de los animales y sobretodo los animales confiados a la responsabilidad de los niños, son elementos de gran valor educativo, si conseguimos que los niños se hagan cargo de verdad.

Los animales confiados a la responsabilidad de los niños son elementos de gran valor educativo

Como ha sido su relación con los animales?

Yo siempre he tenido relaciones muy directas con los animales. De pequeño trataba mucho con ellos… aunque a veces los había maltratado. Yo he conocido a los animales (moscas, lagartijas…) maltratándoles. Me avergüenzo de ello… pero fue el canal a partir del cual yo conocí al mundo animal, al que ahora respeto mucho. Hasta el punto que durante años he sido el responsable de un instituto sobre educación científica donde criábamos y cuidábamos animales que ofrecíamos a niños de primaria i secundaria… Recuerdo una experiencia que tuvo mucho éxito en la escuela romana que se llamaba El Animal Asqueroso. Y teníamos serpientes, sapos, insectos varios.. y cuando los niños venían podían tocarlos. Y es muy interesante que ningún niño o niña se negó tocar la serpiente.

Al principio quizás les daba un poco de miedo…

Si, pero solo al principio, sobretodo porque la persona que llevaba la serpiente era una chica muy simpática… y, al ser mujer todos los varones no podían ser menos y al mismo tiempo las niñas se sentían más tranquilas… Lo problemático fue que ninguna maestra tocó los animales.

Sin que se haya potenciado mucho desde la escuela o desde la administración, parece que tengamos ahora más sensibilidad hacia los animales. Es el cambio natural?

Si, pero hay otra lectura también. Cuando nosotros éramos pequeños teníamos total libertad de hacer lo que queríamos y lo que hacíamos los niños fuera de casa no era cosa de adultos. Yo que reflexiono mucho sobre el tema del juego, creo que el juego debe ser inútil y gratuito y donde los adultos no deben entrar. Es un tema de niños.

El juego no tiene porqué ser educativo…

No, porqué lo educativo tiene finalidades. El juego no tiene finalidades. Lamentablemente para los animales, ellos formaban parte de nuestros juegos. Hoy es mucho más raro porqué es raro encontrar animales. Cazar lagartijas era un arte y no era violento. Las cazábamos con un lazo que se hacía con un hilo de hierba larga. Era complejo de hacer! Y cuando se capturaba, el gusto era llevarla como un perrito un rato y después liberarla. Pero ahora un niño no puede encontrar lagartijas… si no está en el campo. Con lo cual todo ese contacto directo con la naturaleza y en especial con el mundo animal es muy difícil…

Deberíamos tener animales en las escuelas?

Si, la otra experiencia interesante es la presencia de animales en las escuelas y aquí se abre un tema muy complejo porque hoy por temas de salud hay mucho control y a menudo esta presencia está prohibida por las autoridades sanitarias. Pero es interesante notar las experiencias de Reggio Emilia, que podemos considerar de nivel muy alto. Según Newsweek eran las escuelas más bellas del mundo. En todas las escuelas infantiles de Reggio Emilia había una cabrita. Y la cabra era un protagonista en la escuela. Había centenares de dibujos sobre ella, esculturas de barro, de cerámica, historias, cuentos, ideas de como hacer una casita para la cabra o como darle compañía… era protagonista. Y yo siempre he pensado que en una escuela debería haber una huerta y animales. Siempre por el tema del cuidado y porque son laboratorios científicos verdaderos porque observar un animal o un planta es distinto que estudiar en un libro de texto lo que dicen del animal o a la planta.

Algunas escuelas han optado por no tener animales porqué temían que pudieran no estar a gusto con tantos niños…

Es probable. Siempre digo que pedimos a los animales una finalidad muy alta, porque si los niños conocieran animales de verdad (cuando los cuidan) van a querer y a respetar a los animales… Un animal que está en la escuela es objeto de atención, observación, llega a ser protagonista porque sobre él se inventan cuentos, poesías, pero hay que mimarlo, respetarlo… es un aprendizaje que también vale para los animales en casa pero es distinto porque en la escuela hay que hacerlo a nivel social, por turnos, con un ratio correcta.. y se deben elegir animales que sufran menos… Por ejemplo la escuela La Comarcal de Valencia, que está en el campo, tienen gallinas y conejos. Las cabritas de Reggio Emilia eran de una raza pequeña y todas las escuelas tenían su jardín… que la misma cabra mantenía limpio. Pero es difícil saber cuanto sufre un animal. Aunque esta duda sirve también para los animales en casa.

Quizás no es donde más disfrutan…

Es cierto que en las ciudades les damos muchos derechos pero no son los que han escogido ellos. Yo siempre citaba los hámsters porque era el ejemplo que había para comentar los espacios de juego que las ciudades ofrecen a los niños. Hay la opinión que los niños se divierten bajando por los toboganes y columpiándose… yo hablaba de niños hámsters… porque también hay quien cree que a los hámsters les gusta correr dentro de la rueda y estoy seguro que no les gusta nada. Un animal en una escuela estoy seguro que sería mucho más libre que en una casa. Y va a crear una serie de preguntas y necesidades que van a mejorar la escuela… es muy común encontrar escuelas que por razones de higiene y seguridad prefirieron asfaltar los patios. Ahora hay todo un tema ambiental muy fuerte de recuperar la tierra, pasa en Barcelona con las llamadas ‘superillas’. Si tenemos animales en la escuela también habrá la necesidad de tener tierra. Hablo de gallinas, conejos… la cabra ya es un personaje más importante, que tiene un gran valor porque asume un valor más protagonista.

Un animal en una escuela estoy seguro que sería mucho más libre que en una casa

Hay que sortear el problema de la legislación…

En Italia la legislación lo pone muy difícil, pero un responsable de escuelas infantiles de Turín me contaba que habló con el jefe de salud pública y le dijo: ‘Yo no pido el permiso de tener animales porqué como responsable del aspecto pedagógico digo que necesito tener animales. Pido que vosotros me digáis cómo. Qué obligaciones debo respetar: vacunas, veterinario cada cuando…’. La motivación primaria que él ponía era que tenía niños discapacitados y para ellos un animal puede ser muy importante. Por ejemplo, con niños autistas con dificultades de relación con otros niños muchas veces el animal asume el papel de mediador porque no exige nada. El niño autista tiene el problema de la reciprocidad: no quiere tener compromiso. Y el animal no pide nada a cambio. Los caballos forman parte de la terapia. También para estos casos la presencia de animales es muy importante. Yo creo que hay suficientes razones para pedir que nos digan qué tenemos que cumplir pero que no nos digan que no podemos tenerlos.

Usted visita muchos países, cree que este respeto animal también aumenta en todas partes?

Si, seguro. Ahora las motivaciones son muy distintas… en mi infancia no existían ni los vegetarianos ni mucho menos los veganos. No sé que relación hay pero son temas que vienen acompañados de la alarma ambiental por el daño que hemos hecho. Esto no existía hace unas decenas de años. No sé si no nos dábamos cuenta… La ruina ambiental ha crecido mucho en los últimos años y la propuesta que ahora surge de volver atrás es muy complicada. Recuperar la tierra en una ciudad es fascinante pero no es fácil, porque debería conjugarse con una reducción real y significativa de la presencia de los coches.

Qué lección podemos aprender de la pandemia y el confinamiento que vivimos?

Cuando en marzo empezó la tragedia se cerró todo. Todos en casa. Pero luego se vio que así de radical no era posible. Y se abrió la primera ventana para dejar salir a una persona por familia para ir a comprar a la tienda más cercana de casa. Luego dijeron que la información era importante así que dejaron abiertos los quioscos. Después salió el tema de los fumadores… también los estancos abrieron. Y luego se permitió sacar a los perros, ya que sus dueños tenían que cumplir con su responsabilidad. Y allí se cerraron las ventanas. No se previó que los niños necesitan jugar niños probablemente mucho más que ir a la escuela. En este caso, los gobiernos tenían que pedir a sus expertos no si podían salir, sino cómo podían salir.

Diez consejos para ir a la playa con tu perro

Este es el Decálogo del buen Beach dog. Si queréis ir a la playa con vuestro perro, seguid estos consejos:

  1. Llevar cantimplora para que beba mucha agua. Los perros no sudan, se refrescan jadeando, pero lo que eliminan al hacerlo es vapor de agua, por eso también se deshidratan aunque no suden. Si no le gusta mucho el agua, podéis llevar caldo suave de pollo fresquito en la  
  2. Ofrecer alimentos ricos en agua como frutas o gelatinas saborizadas sin azúcar.
  3. Evitar el bozal, y si lo tienen que llevar, que sea uno grande y adecuado que le permita abrir bien la boca y sacar la lengua para jadear.
  4. Meterse en el agua con frecuencia es una buena manera de refrigerarse.El agua de mar es buena para la piel, pero al regresar a casa mejor una ducha para eliminar el salitre y la arena acumulada.
  5. No rasurar el pelo al cero para que vaya fresquito: el pelo confiere protecciónde la radiación ultravioleta y evita el sobre calentamiento de una piel que al no sudar se calienta más rápido.
  6. Sombrilla y palas: Cavar un buen hoyo en la arena buscando el frescor de la arena profunda o tumbarse a la sombra de una sombrilla son recomendables para mantenerse fresco, sobre todo para los perros que no se bañan.
  7. Está bien llevar un freesbe, pelota o similar para jugar un rato con tu perro, pero no es recomendable hacer ejercicio físico intenso a las horas de más calor.
  8. La arena de la playa a ciertas horas está muy caliente, si tu perro tiene las almohadillas de manos y pies duras y curtidas no será un problema pero si las tiene blandas y delicadas pueden erosionarse y molestarle. Existen pomadas, ungüentos y todo tipo de productos a base de aloe vera que sirven para endurecer y preparar las almohadillas para situaciones especiales, diferentes a los paseos diarios urbanos. Se deben empezar a aplicar un par de semanas antes.
  9. Llevar bolsas para recoger las heces que puedan hacer en la arena.
  10. Kit de educación básica: chuches, premios y recompensas. Todos los perros en la playa y en cualquier espacio público deberían al menos responder a la orden de llamada, obedecer la orden de sentarse/tumbarse y la de estarse quietos. Es tu responsabilidad que no molesten a los demás. Si todavía no lo has conseguido necesitarás también una cuerda o correa larga para que se pueda mover, pero limitarle el acceso a zonas conflictivas.

Artículo de Ignacio del Moral, veterinario de Clinivet.