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Las personas con perro de Barcelona se manifestarán en contra de las restricciones municipales en el espacio público

El próximo domingo 17 de febrero las personas con perro de Barcelona se manifestarán en contra de las restricciones municipales en los espacios públicos. La Plataforma Espai Gos Bcn ha organizado esta protesta como respuesta a las últimas prohibiciones del actual consistorio y ante los continuos ataques sistemáticos contra este colectivo.

El punto de partida de la manifestación será en la Plaça Universitat a las 12:00h y finalizará en la Plaça Sant Jaume con la lectura de un manifiesto con el lema de “Basta de prohibiciones. Las personas con perro somos Barcelona”.

Barcelona es una ciudad con 150.000 perros, un colectivo muy grande que se ha visto relevado a un segundo plano por parte del Ayuntamiento de Barcelona. La restricción de los espacios públicos y el estado nefasto de las áreas de recreo para los animales ha provocado que este colectivo haya dicho basta a la gestión de la convivencia de la ciudad.

Estas son las medidas y prohibiciones que han llevado a Espai Gos Bcn a organizar esta manifestación por parte de las personas con perro de Barcelona:

  • Prohibición de acceder con perro, ni si quiera atado, a 79 zonas verdes de toda la ciudad de Barcelona.
  • Prohibición de utilizar cualquier zona verde de la ciudad, excepto contadas excepciones, para pasear el perro sin atar.
  • Obligatoriedad de utilizar las áreas para perros, incluso en los barrios en los que no hay, o están deterioradas, son peligrosas, inadecuadas e insuficientes.
  • Obligatoriedad de utilizar zonas para perros a pesar de que cumplen la normativa municipal para estas áreas: falta de drenaje, sombra, florituras…
  • Prohibición de estar cerca de un área infantil sin llevar al perro atado, con multas de 600 euros, sin especificar la distancia permitida, ni tener en cuenta si la persona que va con el perro también va con su hijo/a.
  • Habilitación de unidades específicas de la Guardia Urbana para hacer cumplir estas medidas y prohibiciones.
  • Obligatoriedad, únicamente para los vecinos con perro, de obtener un Carnet de Tenencia Cívica Responsable para poder utilizar los espacios públicos de la ciudad que se habiliten para este colectivo. Hecho que no se exige a ningún otro colectivo para utilizar los espacios públicos.
  • Restricciones del espacio público para los vecinos con perros en pequeñas zonas de la ciudad llamadas Zonas de Uso Compartido (ZUC) que sólo se pueden utilizar con previa obtención del carnet ya comentado y con unos horarios muy limitados a partir de septiembre de 2019.

El próximo domingo las personas con perro de Barcelona se manifestarán en contra de las numerosas prohibiciones y restricciones de un Ayuntamiento que no está cumpliendo con su lema de “Ciudad amiga de los animales”. Los asistentes al encuentro organizado por Espai Gos Bcn mostrarán su malestar con las decisiones del gobierno municipal con carteles, cánticos, batucadas y silbatos, por tanto, recomendamos que las personas no vayan acompañadas de los perros para garantizar el bienestar del animal.

«Los perros son más felices con las personas que vivimos en la calle»

No es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita. Esta es la historia de Stephan y Holly, una pareja que vive en la calle junto a sus tres perros Gary Cooper, Forest y Roc, y hasta hace unas cuantas semanas también con su gata Chery.

Stephan nació en la ciudad industrial de Genk (Bélgica), mientras que los orígenes de Holly se encuentran en la zona portuaria de Vancouver (Canadá), pero sus destinos se unieron en las calles de Barcelona donde son compañeros de vida desde hace ya algo más de tres años.

El amor entre ellos nació desde un denominador común: la estima por los animales. “Cuando nos conocimos, yo tenía un perro, Gary Cooper, que había encontrado abandonado por Montjuïc y ella un cachorro, Roc, que habían abandonado sus propietarios. Nuestras primeras conversaciones fueron acerca de los animales, ella prefería gatos y yo perros”, confiesa Stephan mientras mira a su enamorada.

Sus primeras semanas de relación se iniciaron con dos perros pero pronto la familia aumentaría. Primero llegaría Forest, y un año después, se uniría a la familia una gatita preciosa a quien llamaron Chery. “Éramos ya seis en la familia. Decidimos no acoger a nadie más aunque nos doliera. Juntos hemos hecho todo y nunca hemos tenido ningún problema. Para nosotros Forest, Gary, Roc y Chery son nuestros hijos, los queremos exactamente igual que si fueran nuestros hijos”, afirma Holly jugando con Roc.

Stephan mientras acaricia a Gary Cooper reafirma las palabras de su compañera de vida: “Son nuestros hijos. Nosotros nos encargamos de la alimentación y de la salud de ellos para que no les falte de nada. Ellos van por delante de nosotros siempre”. Además añade que: “Nuestros perros están castrados, vacunados y tienen su chip. Con lo que conseguimos de dinero siempre tratamos de que ellos tengan las mejores condiciones para vivir”.

Stephan y Holly nos explican con mucha emoción la historia de cada uno de sus animales. “Encontré a Gary hace cinco años abandonado en un parque de Montjuïc. Desde entonces nunca nos hemos separado, ni para dormir”, exclama el amante de los animales belga. Gary Cooper es un perro de tamaño pequeño, de color blanco y manchas marrones de diferentes tonalidades. A lo largo de nuestra conversación con Stephen y Holly, el peludo muestra gran complacencia hacia su amigo Stephen a quien reclama una y otra vez para jugar.

Holly, por su parte, nos explica la dura historia de cómo conoció a Roc: “Lo encontré tirado entre dos contenedores. Apenas se movía, ni siquiera podía comunicarse. Cuando lo vi por primera vez tendría unos pocos días de vida”. La apariencia física de este perro en la actualidad es de un canino robusto, veloz y resistente, de tamaño grande y adornado con una piel negra deslumbrante.

Stephan nos cuenta con mucho dolor cómo llegó Forest a la familia. “Lo rescatamos Holly y yo hace un año más o menos. Era un perro maltratado por otras personas que también vivían en la calle. Un día decidimos cogerlo y llevarlo con nosotros para darle unas condiciones dignas de vida”. Forest es el perro más independiente de la pareja. Su mirada permanece perdida en ocasiones, quizás no haya olvidado todavía su difícil pasado.

El último miembro de la familia fue una cachorra de gata blanca y de ojos azules a la que llamaron Chery. Así se cumplió el sueño de Holly de tener un felino en la familia. “Abandonaron a Chery siendo un bebé a través de la ventanilla de un coche en funcionamiento. Yo siempre había querido completar nuestra familia con una gata. Cuando encontramos a Chery tuve que convencer a Stephan para que se quedara, pero tampoco me costó mucho”, afirma la mujer canadiense entre carcajadas. Pero el rostro de Holly cambia rápidamente cuando nos cuenta que hace ya unas cuantas semanas la joven gata desapareció: “Hace ya unas semanas que no sabemos nada de ella. Una mañana al despertarnos ya no estaba y no creemos que se fuera por su propia cuenta ya que estaba muy bien integrada con nosotros. Esperemos que reaparezca pronto o que alguien la encuentre”, concluye con el rostro entristecido.

Stephan nos demuestra en mitad de nuestra conversación la educación que ha implantado sobre sus perros. Mientras silva se desplaza por el asfalto de un parque a la vez que los tres caninos le siguen ordenadamente a sus espaldas. “Son muy disciplinados los tres. La verdad es que ellos son muy felices con nosotros. Yo creo que los perros son más felices con las personas que vivimos en las calles que encerrados en un piso”, confiesa el belga.

Aprovechamos la entrevista con Stephan y Holly para abarcar un tema de actualidad delicado: el uso de los animales de compañía para la mendicidad. “Es una realidad que conocemos, de hecho, en más de una ocasión nos han ofrecido drogas para dar a nuestros perros y siempre lo hemos rechazado y reprochado”, confiesa él. Ella, por su parte, nos explica que: “Cuando hemos estado viviendo en las calles de Sitges hemos vivido muy de cerca esta situación. Nosotros no entendemos cómo pueden hacer esto con los animales, pero es una moda, antes se hacía con los niños”.

Stephan y Holly cuentan en su vida con el apoyo de la Fundació Arrels, quienes les orientan y proporcionan servicios útiles para llevar la vida en la calle de la mejor manera posible. De hecho, Arrels les proporcionó un hogar en el barrio de Trinitat Nova, hogar que acabaron rechazando ellos mismos: “Duramos pocas semanas en el piso. Los vecinos nos ponían muchos problemas con los perros, así que decidimos dejar la casa para seguir en las calles. Los animales son mucho más felices viviendo fuera de cuatro paredes”, nos explica Stephan.

Así es la vida de dos personas sin hogar. Stephen y Holly encontraron la felicidad en su máximo esplendor viviendo en las calles de Barcelona, calles que generaron el amor entre dos personas amantes de los animales. Gary Cooper, Forest y Roc disponen de todo lo fundamental para gozar de bienestar en sus vidas, especialmente de la compañía de unas personas que los quieren de verdad. Esperemos que pronto encuentren a Chery y puedan estar de nuevo todos juntos.

Adrià Jariego Fariñas

Una desgracia que se podría haber evitado: siete agentes heridos a causa de un incidente con dos perros

A raíz de la noticia de que siete agentes de la Guardia Urbana han debido ser atendidos tras un episodio violento con un propietario y dos perros en el Fort Pienc, las entidades animalistas insisten en pedir para los policías una formación específica en etología y manejo seguro de perros. Nadie podía prever el episodio tal y como sucedió, pero la sensación es de estar frente a la crónica de una desgracia anunciada. En distintas ocasiones, expertos en educación canina como Rosa Sagués, de la Asociación para el Bienestar del Perro Urbano Udols y Miquel Montanera de Empatia GPP, entre otros, y responsables de la Guardia Urbana de Barcelona han hablado del riesgo que puede provocar la falta de entendimiento entre los agentes y personas con perros. Algunos policías ignoran que un determinado lenguaje corporal, una lectura comportamental correcta o una seguridad y actitud determinada permite a las personas, uniformadas, o no, acercarse a los perros sin tener que asumir un riesgo. Estos son parte de los contenidos de los que dimos cuenta en Animalados respecto a la Formación teorico-práctica recibida por agentes y personal municipal del Ayuntamiento de Hospitalet de Llobregat.

Desde el Neolítico, los perros y los humanos discurren juntos por que estos proveen de recursos a los otros a cambio de seguridad y protección. La lealtad canina no tiene parangón y es por eso que algunas personas tienen en su perro su escudero fiel. Si por un motivo u otro una persona desconocida se acerca y el propietario o propietaria se muestran ansiosos o desconfiados eso activa, en una parte de la población canina, una actitud defensiva. Si además quien requiere a su defendido, en este caso un agente policial, no conoce los códigos que tranquilizan al perro y enfatizan la bondad de sus propósitos el conflicto está servido. En el Reino Unido determinados colectivos se hacen con perros para que estos actúen como disuasorios de los requerimientos policiales, son los llamados Weapon Dogs. No son perros que actúen necesariamente de manera violenta pero su fiero aspecto invita a mantenerse a distancia.

Ser policía genérico no implica necesariamente saber de perros, amarlos ni tan siquiera tolerarlos, pero trabajar en la vía pública y hacer cumplir las normativas municipales y autonómicas obliga a los agentes tener interacciones con propietarios y con perros. Bien en servicios de auxilio y protección, bien en servicios sancionadores. Siendo así es muy lamentable que los agentes no cuenten con una formación específica que ponga a salvo a todos los implicados: ellos mismos, la ciudadanía y los animales en la vía pública. La Guardia Urbana tiene desde 2014 entre sus obligaciones la de hacer cumplir la ordenanza que prohíbe los collares dañinos, de pinchos o castigo y de ahogo, la deambulación con un vehículo rodado acompañado de uno o más perros y otras medidas adoptadas en aras del bienestar animal. No consta que se haya hecho una formación al respecto ni tampoco que se hayan las impuesto sanciones previstas. La opinión mnayoritaria es que la relación de los urbanos com los propietarios de perros es sólo para multarles por las cacas, por soltar al perro en áreas prohibidas y para recaudar dinero por infracciones leves. Raramente se asocia al agente con una función protectora, aunque también podría tenerla.

Desde el año 1999 se hacen obligatorias una serie de medidas sobre unas razas de las que formalmente los policías no tienen más que una idea remota. La controvertida ley de los Perros Potencialmente Peligrosos ha dejado ya demasiados ejemplos de que la peligrosidad reside en el referente un no en el perro. Perros tan corpulentos como pacíficos han costado a sus propietarios multas por no llevar bozal, por ir con más de uno, por ir sueltos, aunque sea un tiempo y un lugar muy limitados, siendo perros que jamás han dado muestras de reactividad. Según la información facilitada por el Ayuntamiento de Barcelona en el incidente en el que los agentes sufrieron heridas presuntamente el propietario fue quien azuzó a los perros para atacar. Es por eso que ha sido detenido. Los perros fueron finalmente controlados por la hija del individuo lo que indica que un correcto referente les lleva a actuar de manera adecuada. Los perros están ahora en jaulas. Probablemente salgan, si salen, más tarde de la reclusión que su dueño. Y más tarde de la sanación de las heridas que los agentes jamás deberían haber sufrido.

Emma Infante

El Ayuntamiento de Barcelona retira los palos de agilidad del área de recreo para perros de la Prosperitat

Los vecinos del barrio de la Prosperitat ya no volverán a temer por el estado físico de sus perros cuando salgan a pasear por la gran zona de recreo canina de la Meridiana. Desde el mes de enero los usuarios que acuden a estas instalaciones pedían la retirada de los palos de agilidad al considerarlos peligrosos para la integridad física de los animales.

Finalmente el esfuerzo vecinal ha dado sus frutos. Tras una numerosa recogida de firmas, el Ayuntamiento ha considerado adecuado retirar los palos de agilidad que habían instalados en el recinto. Unos palos que sirven para entrenamientos de habilidad propios para perros preparados para este tipo de actividades.

El recinto de Nou Barris se inauguró en el mes de diciembre de 2016 siendo la primera gran área de recreo para perros de Barcelona. Un espacio de unos 700 metros cuadrados ubicado dentro del área verde comprendida entre la Avenida Meridiana, la Vía Favència y la calle de la Cooperación.

Este reciento situado en el barrio de la Prosperitat destaca por ser un espacio cómodo para ir a pasear junto a tu perro, un lugar tranquilo para los propios animales, y también, un punto de convivencia social para los vecinos de Nou Barris.

El proyecto contó con una fuerte inversión de 600.000 euros. Una apuesta desde el Ayuntamiento de Barcelona por la convivencia entre las personas y los animales de compañía. Así lo remarcó el día de su inauguración Janet Sanz, la quinta teniente alcalde y concejala de Nou Barris: “Barcelona quiere ser ciudad amiga de los animales. Este primer espacio de recreo para perros es un paso adelante para generar espacios de convivencia”.

Tras la inauguración, los vecinos de la Meridiana quedaron muy satisfechos con las prestaciones del área de recreo, pero con el tiempo vieron que la zona de habilidad era perjudicial para la integridad física de sus animales. Los perros se hacían daño al golpearse con estas estructuras compuestas por materiales sólidos. Tras la queja vecinal y la retirada de los palos por parte del Ayuntamiento, los vecinos y los perros ya pueden disfrutar del recinto en su plenitud sin ningún tipo de temor.

El problema con las instalaciones de agilidad para perros no preparados no se ha dado tan sólo en el recinto de la Prosperitat. Según Àngela Coll, portavoz de la Plataforma Espai Gos Barcelona, algunos vecinos de las áreas de Teixonera y de la Barceloneta quieren retirar algunas de las instalaciones dirigidas al uso de habilidad canina al considerarlas peligrosas para el estado físico de sus animales. De momento, desde el Ayuntamiento no se ha determinado ninguna medida pero aseguran estar dispuestos a modificar las infraestructuras de estas áreas si los usuarios lo consideran oportuno para el bien de sus animales.

La historia del área autogestionada para perros de Can Batlló

Varios barrios de Barcelona, y seguro que de muchas otras ciudades, echan en falta zonas espaciosas en las que las personas puedan salir a pasear junto a sus perros. Zonas en las que los perros puedan correr y divertirse sin molestar a aquellos transeúntes que pasean tranquilamente por la calle. Este problema ya no existe para los vecinos de la Bordeta, ya que ellos mismos se han encargado de habilitar un área autogestionada para perros.

En el presente mes de octubre se cumplen cuatro años del origen del área autogestionada para perros de Can Batlló. Por aquella época, un grupo de unas quince personas del barrio de la Bordeta tuvo la iniciativa de crear un espacio para que los perros pudieran correr y jugar en libertad, y así poner fin a las constantes quejas de los vecinos.

Para ello, los vecinos originarios de esta idea tuvieron que pedir permiso a la coordinadora del territorio de Can Batlló, a quien le rogaron la posibilidad de construir un terreno cerrado con el fin de poder disponer de un espacio exclusivo para perros. Tras una serie de reuniones, los vecinos lograron su objetivo y dispusieron de un terreno obsoleto situado en Can Batlló junto a la zona de aparcamientos libres.

Así, este grupo de vecinos de la Bordeta comenzó a reciclar palets de madera con los que habilitó un recinto de unos 800 metros, una zona con el espacio suficiente para que los perros pudieran estar en su libre albedrío sin molestar a nadie.

Alejandro Barrera es una de las personas que acude cada día con su perro a esta zona autogestionada y nos explica las principales características del territorio habilitado por los vecinos de la Bordeta. “Es un lugar con mucho espacio para que los perros puedan correr. Además, el lugar dispone de una fuente con agua, diferentes juegos para los perros, plantas de decoración, papeleras para depositar los excrementos y también tiene espacios de sombra para los días más calurosos en verano”.

Los vecinos nos explican también el trabajo que realizan para mantener el terreno de la mejor manera posible: “Nosotros mismos somos los encargados de la limpieza, mantenimiento y mejoras de la zona. Cuando creemos oportuno que algo tiene que cambiar, nos reunimos y decidimos los cambios entre todos”.

Por otro lado, los vecinos de la Bordeta valoran el espacio para perros de Can Batlló como un punto de encuentro social. “En el área podemos dejar suelto al perro sin tener miedo a que salga corriendo a la calle o pueda perderse. A la vez, es un punto de encuentro diario con un grupo personas con el que pasamos el rato”.

Por último, los vecinos que acuden al área autogestionada de Can Batlló recomiendan este tipo de espacios autogestionados para los perros de los demás barrios, ahora bien, avisan de la necesidad de una implicación por parte de todos: “Lo importante es que haya personas que se impliquen y que dejen implicarse a los demás. Entre todas las personas del área hay que perfilar unas normas para una convivencia correcta y un buen mantenimiento de la zona”.