La alimentación de los perros, vital para su desarrollo

La calidad de la comida, la actividades física y la atención veterinaria son claves para la buena salud canina.

La salud de nuestros perros es fundamental y debemos tener algunos cuidados para garantizarla. El mejor camino para conseguir que nuestros perros estén sanos es, sin duda, una buena alimentación. Invertir en comida es ahorrar en veterinarios y asegurar la mejor calidad de vida de nuestros animales. Un perro bien alimentado se sentirá mucho mejor, sufrirá menos dolencias e incluso llegará a tener un pelaje más bonito. En definitiva, un perro lleno de salud vivirá más y en mejores condiciones.

Es por esto que los fabricantes no paran de crear nuevos productos. El mercado se ha llenado de nuevas opciones en los últimos años e incluso los productores han llegado al punto de adaptar sus piensos a cada uno de nuestros perros, como hace la empresa de comida para perros Happets. De esta manera, se puede proporcionar el tipo de alimento y en su justa medida a cada uno de ellos. Como es lógico, no necesitan comer lo mismo los perros pequeños que los grandes, ni los jóvenes que los ancianos… los perros que tienden al sobrepeso (como la mayoría de los que han sido esterilizados) también necesitan un pienso especial.

Con toda esta oferta, también existe la opción recibir directamente el alimento para perros a domicilio, para ahorrarse el tener que ir a comprarlo a la tienda y cargarlo hasta casa. La alimentación casera también puede ser una buena opción en algunos casos, pero darle las sobras a nuestro perro no bastará. Hay que saber qué tipo de alimentos le convienen y cuáles son totalmente desaconsejables.

Evitar el sedentarismo

Además de proporcionar una buena alimentación a nuestro perro, es también muy recomendable hacer algo de ejercicio. El sobrepeso de los perros (como sucede también con los humanos) es cada vez más frecuente. Para hacer deporte con nuestro perro, también hay que tener en cuenta cada raza y, en definitiva, cada animal. Necesita mucha más ‘marcha’ un Husky Siberiano que un Carlinos. Una vez más, recomendamos consultar con el veterinario el ejercicio que se debe hacer. Aún así, lo que seguro que ayudará a la salud de vuestro perro es hacer largos paseos (evitando las horas de más calor en verano). No basta con sacar al perro solo para que haga sus necesidades. Debemos proporcionarle agua a menudo para compensar el desgaste que genera el ejercicio.

Os recordamos que es totalmente desaconsejable (y está prohibido en muchas partes) llevar el perro atado en bicicleta, en patines o en cualquier tipo de vehículo, ya que se pueden producir tirones a través de la correa, que generen lesiones de consideración.

Finalmente, las visitas al veterinario deben de ser regulares. Es de gran importancia que nuestro perro esté al día de las vacunas. Muchas clínicas veterinarias ya avisan a los dueños cuando toca una nueva vacuna, pero también es fácil que cada uno lleve el control. Basta con consultar la cartilla de vacunación. Cuando veamos que nuestros perros presentan alguna lesión o tienen un comportamiento extraño, siempre es mejor consultar al veterinario.

La Comunidad de Madrid presenta más adopciones que abandonos en 2018

Según ha informado la consejería de Medio Ambiente, en 2018 en la Comunidad de Madrid se adoptaron 6.249 animales de compañía, una cifra superior a los 4.313 animales que fueron abandonados. Números que mejoran los precedentes y que aproximan a Madrid al objetivo de ser una Comunidad Petfriendly.

Carlos Izquierdo, consejero en funciones de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Madrid, presentó el pasado viernes en el Centro Integral de Acogida de Animales (CIAAM) la segunda edición de la campaña “Vacaciones para todos, mi mascota siempre conmigo”. La Comunidad de Madrid ha repetido esta iniciativa con el claro objetivo de reducir el número de abandonos que se producen durante la época de las vacaciones.

Esta iniciativa, que se realizó también durante la Navidad de 2018, pretende concienciar a los ciudadanos de la responsabilidad que supone la adopción de un animal de compañía, haciendo hincapié en la importancia de no regalarlo o abandonarlo cuando las condiciones no son las más favorables.

En el acto, la consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Madrid presentó los datos sobre las adopciones y los abandonos de los animales de compañía del año 2018. Las cifras demostraron un balance favorable en cuanto al número de animales que lograron encontrar un nuevo hogar. Según la información presentada por Carlos Izquierdo se adoptaron un total de 6.249 animales de compañía en la Comunidad de Madrid durante el pasado año. El número de abandonos, por su parte, fue de 4.313.

Los datos expuestos por la consejería nacen gracias a la función del CIAAM, un centro que nació con el objetivo de ofrecer servicios de recogida y acogida de animales abandonados en municipios de hasta 5.000 habitantes o animales rescatados en lugares con malas condiciones. Toda la labor de este centro está encomendada a la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal (FAPAM).

Carlos Izquierdo ha valorado así el trabajo realizado en Madrid en materia animal: “La Comunidad de Madrid es una Comunidad Petfriendly, no sólo por las medidas que impulsamos desde el Gobierno, sino por la aceptación social de los madrileños que se están habituando a la presencia de animales de compañía en transportes, los museos, o los edificios públicos”.

Recordemos que la Comunidad de Madrid, junto a Cataluña y Galicia, es una de las tres Comunidades Autónomas en las que la Ley de Protección de los Animales de Compañía impide el sacrificio de los animales.

Encuentran salchichas con clavos en un parque de la Vila Olímpica

Varios vecinos de Barcelona alertaron a lo largo del pasado lunes de la presencia de salchichas con clavos en los jardines de la Vila Olímpica. Una trampa mortal para animales que ha sido utilizada en más ocasiones en diferentes parques de Catalunya.

Según ha informado La Vanguardia, el pasado lunes una vecina del barrio bajó a pasear a su perra por los jardines de la Vila Olímpica, momento en el que advirtió al resto de personas con perro de que ataran a los peludos por la presencia de salchichas rellenas de clavos.

Las personas presentes en la escena encontraron una decena de trozos de salchicha rellenos de clavos. Los propios vecinos aseguraron que los pedazos estaban frescos de la nevera, por lo que se sospecha que alguien los pudo lanzar molesto por los ladridos de los perros. Por fortuna no se tuvo que lamentar ninguna lesión, ahora bien, una persona tuvo que sacar de la boca de su perro un trozo de salchicha justo cuando el animal iba a masticarla.

Tal y como informa el propio medio escrito, los usuarios llamaron a la policía con la intención de tramitar una denuncia con lo sucedido. Los agentes denegaron la petición de denuncia al no existir ningún indicio de culpable o sospechoso.

Una trampa mortal con precedentes

El uso de salchichas con clavos es una trampa mortal que tiene sus precedentes en Catalunya. En agosto del pasado año, la propia Policía Nacional alertó en su cuenta de Twitter de la aparición de salchichas con clavos incrustados en algunos parques urbanos, un peligro que puede provocar la muerte de los perros que las ingieran.

En los municipios de Calafell o Santa Maria de Palautordera varios vecinos también se han quejado recientemente de la presencia de estas trampas con clavos. De momento la policía se ha ceñido a colocar carteles advirtiendo de la posible presencia de estas salchichas mortales, esperemos que nunca tengamos que lamentar ningún incidente ni ninguna víctima.

Un grupo de activistas entran en una granja de vacas de Granollers para denunciar las nefastas condiciones de los animales

El pasado domingo por la mañana unas 160 personas entraron en una granja de vacas de Sant Antoni de Vilamajor (Vallés Oriental) con el objetivo de obtener fotos y vídeos de las condiciones de los animales. Ante esta situación, el responsable de la explotación avisó a los Mossos de Esquadra para intentar despejar a los activistas y continuar con la jornada laboral. Los agentes de la policía, tras hablar con los representantes, lograron que los protestantes abandonaran las instalaciones.

Los activistas protagonistas de esta acción forman parte de la organización Action for liberation. El objetivo de esta marcha organizada bajo el lema “meat the victims” era dar a conocer las nefastas situaciones de higiene, alimentación y salud en las que viven las vacas de la industria láctea de Sant Antoni de Vilamajor.

A través de las imágenes facilitadas por los miembros de “meat de victims” hemos podido ver a vacas deshidratadas sin agua en los cubos a pesar de las altas temperaturas, un ternero de tres días de vida aislado y separado de su madre o animales muy delgados invadidos por las moscas.

Durante la acción en la granja se han vivido momentos de mucha tensión entre ganaderos y animalistas. A través de las cámaras de televisión se han podido ver amenazas, gritos y cortes de manga del responsable de la explotación lechera hacia los activistas.

Massim Akanadouch, representante de Action for liberation, ha declarado que la reacción por parte de los trabajadores de la granja se debe al: “Miedo de que la gente vea lo que pasa con las vacas”. El propio organizador del acto también ha manifestado que el objetivo del movimiento es: “Enseñar la dura realidad que viven estos animales”.

Es la tercera protesta que Action for Liberation realiza bajo el lema “Meat the victims”. La anterior también tuvo lugar en la comarca del Vallés Oriental, concretamente en Sant Pere de Vilamajor. En aquella ocasión, los animalistas entraron en una granja de cerdos con el objetivo de denunciar a la industria animal y defender un modelo de alimentación sin consumo de carne.

El movimiento “Meat the victims” nació en Australia en abril de 2018 y fue creado por la asociación animalista Action for liberation. En Catalunya ya se han producido tres protestas en diferentes granjas de explotación animal. La primera con gallinas en Mataró y estas dos últimas en Granollers, en una granja de cerdos y, el pasado domingo, en la explotación de vacas de Sant Antoni de Vilamajor.

Guía para el buen animalista: un consumo que no dañe a los animales

Se cree erróneamente que el animalismo es tener un cariño especial a cierto tipo de animales o alegar que se prefiere a los animales sobre los humanos. El animalismo va mucho más allá, el animalismo es mucho más exigente, profundo y transformador. El animalismo es un compromiso que equipara los derechos de los animales no humanos a los propios. Como aspirante a animalista total, debes saber que tu meta es ser vegano y antiespecista.

Las personas veganas son aquellas que optan por productos y actividades libres de maltrato animal. Las antiespecistas son las que no discriminan a otros seres en función de la especie a la que pertenecen. Ser vegano y antiespecista, en otras palabras, un “perfecto animalista”, se consigue al culminar un proceso que requiere acumular mucha información y cuestionar, no sólo intelectualmente, muchos de los hábitos mayoritarios. Para tomar las decisiones de manera correcta y continuada es importante enfocar la transformación como una ganancia o una liberación, no como un sacrificio y aún menos como una pose.

Dejar de comer productos de origen animal puede ser la primera etapa de un largo trayecto. El siguiente paso es abandonar los lácteos, los huevos y la miel. Quien ame a los animales no sólo deja de comer carne si no que se libera de consumir productos que los animales producen para ellos mismos: ¡no para que se lo arrebatemos!

Es popular la vertiente gastronómica del veganismo pero va mucho más allá. Un vegano no usa productos obtenidos de la explotación animal. Los zapatos, la correa del reloj, el cinturón, el monedero, el bolso o el maletín,… son algunos ejemplos de productos cotidianos vinculados a la explotación animal porque suelen ser de cuero.

También algunas prendas del hogar son de lana en sus muchas variantes, de seda o de pelo o con plumas como algunos edredones y cojines. Date cuenta si en casa tienes adornos de marfil, de carey. Las velas tanto las de cera de abeja como las de glicerina no son veganas. En todo ello hay un porcentaje significativo de sufrimiento animal. No es imprescindible que te deshagas de cosas que te sirvan realmente pero cuando tengas que reponerlas consume en coherencia con tus nuevos valores.

Tirar todo lo que descubres que puede estar vinculado a la explotación animal es poco ecológico y para proteger a los animales hay que cuidar del medio ambiente. Lo que ya tienes hazlo durar, tarda en reponerlo y cuando lo hagas que sea vegano. Una buena aliada del animalista total es la lupa: conocer al dedillo las etiquetas de composición de las cosas es muy importante. ¿Sabes que la laca de uñas permanente, los preservativos y las manzanas más brillantes del supermercado no son veganos? Las primeras llevan una cera que se obtiene de insectos, los segundos deben su suavidad a una proteína de la leche llamada caseína y el brillo se consigue con goma laca comestible proveniente de peces. Por esto y mucho más hemos dicho antes que informarte, leer y empollarte las etiquetas es imprescindible para ser vegano.

Demasiados productos de uso cotidiano han sido experimentados con animales o contienen productos de origen animal. Cuanto más sepas mejor podrás esquivarlos y más cerca estarás de los sustitutivos si es que te hacen falta. En Estados Unidos sobre todo hay toda una industria que imita productos animales que pretenden satisfacer a los nostálgicos del consumismo omnívoro incómodos con el maltrato. Las ferias veganas tienen un éxito considerable por que facilitan la identificación de productos alternativos de un modo atractivo.

Gos i humà amics Animalados

Otro ejemplo claro son las atracciones turísticas o de tiempo libre que implican a animales, como los zoos, los espectáculos, las demostraciones de destreza, los pasacalles o las fotos con animales salvajes. La sensibilidad hacia los animales te hará ver de otra manera la caza, la pesca, la ganadería especialmente la intensiva, e incluso la experimentación. Es importante descubrir los entresijos de las distintas prácticas aunque emocionalmente pueda resultar muy duro. Sólo saber en profundidad lo que les pasa a los animales te da herramientas para consolidar tu opción y defenderla frente aquellos que te acabarán preguntando por tu nuevo estilo de vida.

Conforme vas aumentando el grado de empatía con el animal dejas de ver con agrado las actividades con animales, si implican un respeto y un bienestar suficientes para el animal. Frente a un ser de otra especie el animalista debe plantearse: ¿Está cómodo?, ¿tiene hambre?, ¿sed?, ¿frio?, ¿calor?, ¿miedo?, ¿se comporta libremente, según su naturaleza o está condicionado?, ¿Si pudiera elegir estaría en este lugar comportándose así? Si te haces todas estas preguntas probablemente dejas de ver romántico un paseo en calesa, o cabalgar, descartas darte un baño con delfines o te niegas a subirte en un camello en Lanzarote o en Jordania o en Egipto, o en Elefantes en Tailandia por ejemplo. No te haces selfies con serpientes, loros, felinos o simios.

Un animalista no convive con peces, aves, reptiles, anfibios ni mamíferos a no ser que sean individuos rescatados que necesiten el amparo del ser humano. Los perros y los gatos pertenecen a especies con la que llevamos más de 10.000 años de camino recorrido juntos, eso explicaría el gusto de la mayoría de sus individuos por sumarse a nuestras familias. Un animalista no puede aceptar la instrumentalización de ningún animal: no existen animales de trabajo, ni de asistencia, ni de seguridad, ni de granja,… cada animal tiene valor per se. Ni su presencia, ni sus acciones ni su cuerpo deben ser utilizados. Tampoco pueden ser producto de lucro, la compra y venta de animales resulta aberrante como lo es la compra y venta de personas.

Tus elecciones de consumo hablan de ti y conforme te vas informando van haciéndose más sutiles. Puedes comprar un producto vegano de una marca y despreciar el de otra porque esta segunda la produce un holding de empresas que no respeta el principio de creación y elaboración sin maltrato animal. Pasados los años una persona vegana puede seguir sorprendiéndose con la composición nada inocente de productos en los que de alguna manera se participa de la explotación animal: el carmín de los pintalabios proviene de machacar cochinillas y algunas piezas chinas de menaje contienen huesos machacados. Hay que sustituir la impresión de que tal producto no ha perjudicado los intereses de ningún animal no humano por la certeza de que efectivamente no ha sido así. Recuerda lo que ha pasado con el aceite de palma, consumir productos elaborados con este aceite es promover la destrucción del hábitat de, por ejemplo, los orangutanes. Tras un aderezo de origen vegetal reposa la culpa de casi un exterminio.

Valora si tu trabajo, o la actividad con la que te ganas la vida interfieren de algún modo con los derechos de los animales y toma la decisión que sea más consistente. Hay personas que cambian de trabajo o modifican sus prácticas para sintonizar con los valores animalistas es clásico en peluquería, entre los tatuadores, diseño de moda, pintores o decoradores por ejemplo. Personas que antes entrenaban animales, los utilizaban, los vendían vivos o muertos, llega un día que dejan de soportarlo. Otros profesionales con una implicación menos directa pero de gran impacto también varían al hacerse animalistas. No son pocos los maestros de primaria que desechan los estereotipos de dominación especista que inculcan muchos libros infantiles de uso común y aprovechan los cuentos para infundir respeto real por los animales.

Gracias a la comunicación respetuosa de la necesidad de opciones veganas en cantinas estudiantiles, en comedores de empresa, en caterings colectivos estas van apareciendo. Si antes sólo podías comer ensaladas y gazpacho fuera de casa ahora muchos menús exhiben humus, soja y hamburguesas veganas. A la hostelería convencional le queda mucho por descubrir del potencial de las verduras, las legumbres, los cereales, las algas y las frutas, en la medida que vamos pidiendo y se va haciendo rentable los empresarios se adaptan, sobre todo si eres cliente habitual. La dieta mediterránea ancestral contemplaba el consumo de carne de modo ocasional.

Escapa't amb el gos Animalados

Hasta ahora hemos hablado de “dejar de dañar” a los animales como parte del camino hacia el veganismo y antiespecismo. Es probable que se te presente la diatriba entre abogar por el abolicionismo o por el bienestarismo. El abolicionismo considera que no hay ninguna mejora en el bienestar animal que podamos llevar a cabo que justifique el sentido de propiedad y dominio que ejerce el humano sobre las otras especies. El bienestarismo legitima la propiedad y cría de animales siempre y cuando se incremente significativamente la satisfacción de las necesidades de estos.

Un ejemplo de abolicionismo sería la conversión de las granjas en santuarios y la suspensión de la producción y el lucro derivados de los animales y un ejemplo de bienestarismo sería el mantenimiento de las granjas priorizando el bienestar de los individuos sobre el rendimiento económico. Un cierto tipo de bienestarista puede llegar a cuestionar si un ser que ha tenido una vida feliz puede ser consumido tras haber sido matado de manera rápida e indolora. La premisa animalista es la ausencia de sufrimiento animal y dar consistencia a la acepción de humano que nos tilda de “comprensivos, sensibles a los infortunios ajenos”.

Si tu convicción y tu conocimiento te mueven a querer ir más allá de no dañar a los animales y quieres protegerlos tienes muchas opciones de colaboración. La más simple puede ser contribuir con el pago de una cuota de socio de una asociación o fundación o puedes apadrinar un animal. También puedes hacer voluntariado y en lugar de aportar parte de tu salario puede ofrecer tu tiempo o tu talento. Hay un sinfín de refugios y protectoras que necesitan personas que hagan tareas con contacto directo con los animales acogidos, tareas telemáticas o comerciales. Una organización bien montada puede asignarte una tarea ajustada a tus posibilidades si realmente estás comprometido y demuestras responsabilidad. Otra modalidad es participar en manifestaciones y eventos reivindicativos y formativos. Muchas mejoras sociales se han conseguido gracias a la movilización colectiva. Explora las múltiples opciones existentes y sé tan cuidadoso y selectivo con tu tiempo y tus palabras como lo eres con tu plato, con tu hogar y con tus relaciones con los animales humanos o no humanos.

Para saber más, puedes invertir tiempo en leer los cada vez más numerosos ensayos que abordan el tema desde Singer y su “Liberación Animal”, a Herzog “Los amamos, los odiamos y los comemos”, Joy y su “Porque amamos los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas” o “Un paso adelante en defensa de los animales” de Oscar Horta, como unos pocos ejemplos introductorios. Si os queréis meter en harina todo lo que publica la editorial Ochodoscuatro es muy estimulante. También te irá de lujo empollar recetarios veganos sobre todo porque multiplican exponencialmente el disfrute no culpable de tus sentidos.

Emma Infante, Futur Animal