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“Los cazadores entran en mis tierras sin ningún tipo de autorización ni permiso”

Animalados ha hablado con una persona de la comarca del Ripollés, en Catalunya, que ha sufrido de manera reiterada ataques y abusos por parte del colectivo de la caza. A pesar de comunicar estos conflictos a las autoridades, la persona afectada continua sin encontrar una solución y quiere compartir a través de este medio de comunicación la libertad de actuación e impunidad total que tienen los cazadores en su territorio.

La víctima de estos episodios, que ha pedido conservar su identidad ante posibles represalias, proviene de una familia de campesinos de un municipio de la comarca catalana del Ripollés. Esta persona pertenece a una familia ecologista y animalista, realidad que considera que “nunca han entendido los vecinos y motivo por el cual desde siempre han tenido muchos problemas con los cazadores de su municipio”.

El municipio en el que vive y tiene sus tierras la persona afectada es uno de los más grandes de Cataluña en extensión territorial y es prácticamente 100% de propiedad privada. Por tanto, la posibilidad de cazar dentro de estas tierras depende de la decisión particular de los propietarios de estas. La víctima, que tiene ganado diverso en sus terrenos, siempre se ha mostrado absolutamente en contra de que el grupo de cazadores de la zona pueda acceder a realizar la actividad cinegética en su propiedad, quedando así prohibida.

A pesar de tener vetado el acceso, esta persona declara que desde siempre ha tenido conflictos graves con los cazadores de su municipio con “entradas sin permiso en sus tierras, persecución al ganado con la consecuente pérdida y muerte de alguna cabeza de ganado, faltas de respeto a su persona, amenazas, etc.”. Episodios que ha compartido con los Mossos d’Esquadra y con los Agentes Rurales y que, sin embargo, según indica, nunca han tenido una respuesta sancionadora o solución por parte de las autoridades.

La persona afectada comparte también que el ayuntamiento de su municipio está al día de estos lamentables episodios que ha tenido que vivir. Sin embargo, asegura que el consistorio “nunca se ha querido implicar en este tema, alegando que es una cuestión privada”. Una vez más, las autoridades han preferido lavarse las manos y hacer oídos sordos ante una realidad que parece que no les interesa.

La caza en coto privado, como ya hemos dicho, depende de la autorización de los propietarios para poder acceder a sus tierras. La víctima asegura que ni su persona ni sus antepasados “nunca firmaron ningún documento concediendo el beneplácito de efectuar la caza dentro de su propiedad. Ni siquiera con un trato de palabra”, una fórmula de acuerdo usada antiguamente y que se mantiene vigente en algunas zonas rurales de Cataluña.

Esta persona explica que, en algunos municipios cercanos al suyo, «los cazadores ejercen de manera altruista porque no tiene ninguna compensación económica o eso dicen”. Sin embargo, en su población los cazadores pagan una cantidad anual concreta por hectárea de tierra a su propietario. “Cada cierto tiempo, los cazadores dan un sobre con dinero a los propietarios de las tierras para poder acceder y cazar”. Un acuerdo que, tal y como ha especificado, nunca se ha producido en su caso particular.

La conclusión que saca esta persona tras su experiencia con los cazadores es que se trata de un colectivo “corrupto, con malas prácticas, con dinero negro de por medio, con economía sumergida, etc. Y, sobre todo, con el consentimiento de las autoridades, quienes no actúan y dan vía libre a las malas praxis por parte de este conjunto”.

Tristemente, la experiencia de esta persona del Ripollés no es más que un ejemplo de muchas otras que sufren de manera constante los abusos y las actitudes de un colectivo que tiene carta blanca para hacer y deshacer con total impunidad. No podemos olvidar tampoco el maltrato animal sistemático procedente de los cazadores, quienes son responsables de gran parte del abandono de perros año tras año en España.

“Cualquier persona puede ayudar y hacer un voluntariado en una protectora de animales”

“Es sábado por la mañana, cojo la bicicleta y me dirijo a las afueras de Xàtiva. Chechu, Star y Gordon me esperan impacientes, hoy es el día de paseo. Llevo ya dos años siendo voluntario en el refugio de animales del pueblo donde vivo. Mi trabajo es ayudar en lo que se me necesite y cuidar de estos perretes el tiempo que estén con nosotros mientras buscamos una nueva familia donde disfrutar de una segunda oportunidad. Soy José Fonollosa y esto es Diario de un Refugio”.

Así comienza Diario de un Refugio, la última obra de José Fonollosa, dibujante y profesional del cómic nacido en Vinaròs (Castellón) en el año 1975. Fonollosa ha atendido amablemente a Animalados para explicarnos con más detalles por qué son tan importantes los animales tanto en su vida personal como en muchas de sus obras.

¿Qué quieres transmitir a tus lectores con tu última obra, Diario de un Refugio? ¿Con qué se encontrarán las personas que quieran leer este cómic?

Diario de un Refugio realmente nace como consecuencia de la pandemia y del confinamiento. Cuando se abrieron las restricciones y pudimos volver a la calle, mentalmente, un paso importante para mí fue el regreso como voluntario a la protectora SPAX de Xàtiva, donde colaboro desde el año 2018. Este resurgir tan importante me abrió de nuevo la inspiración y decidí crear este cómic.

En Diario de un Refugio explico a través de viñetas las experiencias y los aprendizajes del día a día en la protectora. Con un toque de humor intento explicar cómo se trabaja en un refugio y cómo se ayuda a los animales abandonados a buscar un nuevo hogar. En definitiva, explico experiencias reales vividas y procuro explicarlas con humor y mucho amor.

Tan solo un año antes de salir a la luz Diario de un Refugio, publicaste Refugio. ¿Qué diferencias hay entre un cómic y el otro?

Refugio es un cómic que dibujé tan solo un año después de mi comienzo como voluntario en la protectora SPAX. Cuando ya consideré, en cierta manera, que estaba asentado en el refugio y ya sabía un poco cómo funcionaban las cosas y cuál era el espíritu de la protectora, decidí dibujar sobre todo ello. Además, me pareció un tema interesante, ya que no recordaba que se hubiera dibujado hasta el momento nada sobre la vida de los animales en las protectoras.

Hasta que no inicié mi experiencia en la protectora, no tenía ni idea de qué era este lugar realmente. Tan solo sabía que existían. Imaginaba que dentro de estos espacios había animales y que tenían unas necesidades, nada más.

Refugio, por un lado, pretende plasmar lo que fueron mis primeras vivencias en la protectora SPAX durante el primer año y, por otro lado, y mucho más importante, explicar todo lo que hay dentro de ellas. Ya no solo lo que se hace físicamente, es decir, adopciones, acogidas, alimentación… sino también explicar todo lo que hay detrás y la filosofía de las protectoras de animales.

Página de Refugio, uno de los cómics de José Fonollosa

A nivel personal, ¿cómo ha cambiado tu vida desde que decidiste iniciar la experiencia de voluntario en una protectora de animales? ¿Cómo surgió esta idea?

En uno de los cómics explico, de una manera sencilla, que la idea de aventurarme en el voluntariado de una protectora de animales me surgió en una crisis de los cuarenta de manual (risas). Era un algo que tenía ahí en la cabeza y que seguro que nos pasa a muchas personas que nos gustan los animales cuando vemos alguna publicación en el Facebook o alguna fotografía en redes sociales de algún animal de un refugio. Finalmente, decidí que podía hacer alguna cosa más por ellos, pregunté a la protectora SPAX de Xàtiva y comencé la experiencia como voluntario.

Los primeros días fueron raros. De hecho, el primer día, de camino hacia el refugio, me decía a mi mismo: “yo no sé si voy a valer para esto”, ya que tampoco tenía muy claro lo que me iba a encontrar. Pues de esto han pasado ya cuatro años, por lo que mal no me ha ido.

Sin duda valoro el voluntariado como una experiencia positiva, aunque también hay momentos duros. Hay momentos, días y situaciones difíciles de las que te acuerdas y dices “pues vaya”, pero hay que seguir y mirar hacia delante.

¿Crees que las personas que leen Diario de un Refugio o Refugio pueden animarse a iniciar un voluntariado en una protectora de animales? ¿Era este uno de los objetivos de estas dos obras?

Yo pienso que sí. Sobre todo, a través de los cómics, he tratado de quitarle dramatismo al hecho de intentar acercarte a ayudar. Yo creo que leyendo Refugio y Diario de un Refugio te das cuenta de que no necesitas ser especial para ayudar en una protectora de animales. Cualquiera, hasta yo, puede hacerlo (risas).

Aun así, hay que poner en valor que las personas que se echan a la espalda la organización y el funcionamiento de una protectora son personas que sacan tiempo, dinero y esfuerzo de donde no les queda. La mayoría tienen su trabajo y además se encargan de los refugios. Son asociaciones benéficas, por lo que ni mucho menos sacan nada de dinero por esta labor, más bien al contrario. Por tanto, es importante poner en valor a todas estas personas, ya que no todo el mundo es capaz de llegar hasta estos puntos de compromiso. Yo conozco compañeras que llegan a unos puntos en los que yo me hundiría, con una cantidad de casos por semana con los que yo no podría.

Según el último informe “Él Nunca lo Haría” de la Fundación Affinity, durante el 2021, las protectoras españolas recogieron aproximadamente 285.000 perros y gatos. ¿Qué opinas sobre este dato?

Me parece muy triste. La propia Fundación Affinity pone los puntos a seguir para que esto no pase. El abandono cero es imposible, pero que se rebaje muchísimo el número de abandonos creo que es importante y posible. Es importante lanzar mensajes de sensibilización y tenencia responsable. Yo creo que la propia sociedad poco a poco va dando pasitos para mejorar esta situación, aunque también es cierto que, actualmente, semana tras semana, la protectora en la que colaboro se encuentra con perros en la puerta abandonados y en situaciones complicadas.

Muchas personas que inician el voluntariado se ponen muy tristes cuando ven que han abandonado a un animal en la puerta de la protectora. Con el paso del tiempo puedes llegar a pensar que lo mejor que le ha podido pasar al animal ha sido aterrizar en el refugio, porque la otra opción puede ser mucho más terrible: malviviendo por la calle, buscándose la vida y el alimento como pueden, etc.

José Fonollosa junto a su gato Toñín

Nos han dicho que te estrenado como casa de acogida para animales… ¿Cómo ha sido la experiencia?

He funcionado como casa de acogida en casos puntuales. Cuando alguna compañera me avisa es porque no existe ninguna otra opción para ese animal. Yo tengo un gato en casa que es muy nervioso y eso complica la convivencia con el resto de los animales. Sin embargo, si que he hecho de casa de acogida con una camada de gatos o con algún que otro perro, eso sí, durante horas contadas o tan solo una noche. En la protectora saben que pueden contar conmigo para muchas cosas, pero para esto solo en casos de urgencia.

Además de Diario de un Refugio y Refugio, ¿qué otras obras tienes en las que los protagonistas sean animales? ¿Qué encontraran los lectores en estas otras obras?

Mi historia con los tebeos de animales viene ya de largo. En 2010, tras acabar un proyecto de cómic histórico de casi dos años, acabé agotado y decidí que mi siguiente obra tenía que ser algo más ligero, de humor y dinámico. En ese momento, me giré y vi a mis dos gatas por casa mirándome y haciendo sus cosas, y esta situación me inspiró para hacer “Miau”, un cómic con tiras humorísticas sobre la vida de dos gatos en casa con humano. Esta idea desencadenó finalmente en un total de tres cómics donde realmente lo que plasmaba era lo que me pasaba a mi con ellos en el día a día.

Posteriormente, una amiga se encontró a un cachorro de gato que acabó en mi casa y de ahí salió otro cómic que se llama Toñín. En esta obra represente el día a día con ese gatito desde que llegó siendo un cachorro hasta que llegó a la edad adulta. Y este Toñín es el que tengo actualmente y que se escucha todo el rato durante la entrevista (risas).

Los primeros tres cómics eran con un objetivo más humorístico, pero con el de Toñín sí que busqué también una finalidad didáctica explicando cómo es la adaptación de un gato a un hogar. No es lo mismo introducir a un gato como toca, que introducirlo dentro de una casa y dejarlo ahí dentro y que se apañe él solo. A través de un veterinario explicaba aspectos como proporcionar al animal un espacio seguro, cómo acondicionar la casa, etc.

Desde entonces, he ido alternando cómics de cualquier tipo de tema con algún cómic sobre animales, hasta finalmente llegar a las obras relacionadas con el voluntariado en la protectora SPAX de Xàtiva.

¿Consideras que tus cómics sobre animales pueden servir como herramienta didáctica para las escuelas?

Sí, de hecho, me consta que en algunos colegios utilizan algunas de mis obras con fines didácticos. Yo cuando hice estos tebeos estaba dentro de mi mundo y no estaba pensando en que fueran usados en las escuelas, pero cuando me enteré de que esto estaba siendo así, sentí como una responsabilidad que ni mucho menos esperaba.

Realmente, mis cómics no están hechos ni pensados para fines didácticos. En ellos, simplemente he ido plasmando mi experiencia con los animales. Sin embargo, me enorgullece mucho saber que algunas de las historias que he dibujado se usan para que los niños sean conscientes de muchas realidades sobre los animales.

¿Cómo es para un profesional del tebeo dar voz a un animal (diálogos, pensamientos…)?

Es un tema al que le di muchas vueltas cuando decidí aventurarme en el mundo animal con mis cómics. Historias de humor sobre animales de compañía siempre ha habido, pero tenía que decidir qué estilo quería adaptar para mis viñetas. Había visto muchos ejemplos de Garfield o de una serie no tan conocida llamada Mutts sobre un perro y un gato que son vecinos.

Finalmente, cuando me lancé a dibujar “Miau”, decidí coger el camino del medio y pensé, si los animales no hablan, mis gatos no van a hablar. De tal manera que decidí que todo fuera más gestual y que si alguien tenía que decir algo, que fueran los humanos.

¿Dónde y cómo podemos hacernos con algunas de tus obras?

Pueden pedirlas en cualquier librería o tienda de cómics. Luego, en el caso de Refugio y Diario de un Refugio, que son las más actuales, pueden comprarse a través de la web de Grafito Editorial.

Grafito tuvo una idea maravillosa al ver que yo estaba tan concienciado con el tema del voluntariado y la protectora. Decidieron que, con la compra de cualquiera de estos dos cómics, se puede adquirir también una lámina que dibujé en su momento. El importe íntegro de estas láminas va directo como donativo a la protectora SPAX de Xàtiva.

Portada de Diario de un Refugio junto a una lámina de José Fonollosa

Para acabar… ¿Tienes en mente algún cómic futuro en el que los animales vuelvan a ser los protagonistas?

Actualmente no. Bueno (risas), estoy con un cómic de piratas que la protagonista es una gata, pero en este caso lo importante y el tema central son las aventuras de los piratas. Realmente, siempre invento alguna excusa para introducir algún animalito en mis historias.

Descubre cinco planes ideales para perros en Madrid

Descubre cinco lugares de Madrid en los que podrás disfrutar de la compañía de tu peludo:

Área de Recreo de El Retiro

El Parque de El Retiro es uno de los lugares más especiales de Madrid. Se trata de un espacio muy extenso, concretamente 125 hectáreas, destinado al turismo de personas: monumentos, el palacio de cristal, paseos en bicicleta, paseos en barca… Pero además el parque cuenta con un área de recreo para perros.

La zona de recreo para perros del Parque de El Retiro cuenta con un amplio espacio de césped y árboles para que los canes gocen de un ambiente de naturaleza pura. Además el área está equipada con tres fuentes de agua para perros, zona de bolsas para recoger los excrementos y zona de pipicán. Por último, también encontramos una serie de juegos de agility para que los animales puedan realizar ejercicio físico: subidas y bajadas de rampa, pasos subterráneos por el túnel y circuito de velocidad.

El punto diferencial de este espacio para perros es la extensa superficie del lugar para que el perro pueda permanecer suelto sin ningún problema y disfrute de muchos metros en los que correr junto a su acompañante o junto a otros perros.

Lo perros pueden estar sueltos en todo el parque de El Retiro desde las 19:00h en invierno, y desde las 20:00h en verano hasta las 10:00 de la mañana. Los canes, en cambio, podrán estar en su libre albedrío en el área de recreo desde las 6:00 hasta las 24:00 en verano y desde las 6:00 hasta las 22:00h en invierno.

Dirección: El parque se encuentra en la Puerta de Mariano de Cavia, en la Plaza de la Independencia número 7.

Parque del Oeste

El Parque del Oeste es uno de los lugares de Madrid en los que más podrás disfrutar de la compañía de tu peludo. Se trata de un lugar repleto de elementos propios de la naturaleza distribuidos en una superficie cercana a las 100 hectáreas.

El espacio cuenta con una serie de atracciones turísticas para las personas como son el teleférico, la Escuela de Cerámica o el Templo Egipcio de Debod. En cuanto al recreo animal, el parque cuenta con un paisaje muy extenso con un trazado de jardín inglés repleto de caminos curvilíneos y con desniveles ideales para el bienestar del paseo canino.

La zona más especial para el paseo y el bienestar de los animales se encuentra en el extremo sur del parque, concretamente en la Rosaleda Ramón Ortiz. Este espacio está dotado de 15.000 metros cuadrados en el que los canes pueden disfrutar de la naturaleza en toda su pureza y de espacio para moverse en total libertad.

El horario de este parque se extiende desde las 10:00 de la mañana hasta las 21:00 de la tarde con entrada gratuita para todos los usuarios.

Dirección: Paseo de Moret, número 2 de Madrid.

Parque Juan Carlos I

Este parque cuenta con una superficie de 160 hectáreas, con espacio habilitado para diferentes tipos de actividades: pista de patinaje, río con práctica de deportes acuáticos, un lago con zona habilitada para la pesca, paseos en bicicleta, paseos a pie… y un área de recreo para el uso de los perros.

Se trata de un espacio muy familiar, ya que en el propio parque se organizan diferentes actividades para los más pequeños. De hecho, el propio lugar dispone de un tren de turismo con el que puedes moverte por las distintas zonas del parque de forma gratuita.

La zona canina del parque Juan Carlos I es una de las más extensas de la capital de España. El espacio cuenta con bebederos, bolsas para depositar los excrementos y diferentes actividades de agility destinado a los canes. Hay que tener en cuenta que el lugar dispone de pocos espacios de sombra, por lo que el sol de pleno verano puede ser peligroso para los perros e incluso para las personas.

Por último, hay que destacar que en este parque acuden muchas personas junto a sus peludos para trabajar el adiestramiento canino aprovechando las instalaciones de agilidad y el amplio espacio del lugar.

El parque dispone de diferentes horarios en función de la época concreta del año. De Junio a Septiembre abre todos los días de 7:00h a 1:00h. De octubre a mayo el espacio está abierto de 7:00h a 23:00h, menos viernes y sábados, días que cierran una hora más tarde, a las 24:00h.

Dirección: Glorieta Don Juan de Borbón y Battemberg, número 5.

Sierra de Guadarrama- Collado Villalba

La sierra de Madrid es uno de los lugares más idílicos para hacer una excursión con tu perro y pasar un día rodeado de la mejor naturaleza. En este caso, el espacio se encuentra a las afueras de la capital de España, en la localidad de Collado Villalba, concretamente en la vertiente sur de la sierra de Guadarrama.

La Sierra de Madrid es el lugar perfecto para hacer una escapada de día entero con los peludos. El municipio de Collado Villalba se encuentra situado en un valle que rodea al Río Guadarrama. Una superficie rodeada de montañas y vegetación con numerosos caminos que recorrer.

Las distintas rutas de esta localidad cuentan con un terreno ideal para el goce y disfrute de los animales. El pavimento repleto de desniveles es el escaparate perfecto para que los animales puedan disfrutar de la naturaleza y respirar el mejor clima de la Comunidad de Madrid.

Collado de Villalba se encuentra a unos 40 km de la Madrid. El desplazamiento desde Madrid capital hasta esta zona de la Sierra se puede hacer mediante ferrocarriles, autobuses o con el transporte personal.

Parque Adolfo Suárez de Majadahonda

En 2016 se inauguró este parque con una fuerte inversión de 1,2 millones de euros por parte del Ayuntamiento de Majadahonda. Es el parque más grande del municipio y cuenta con espacios acotados para los distintos colectivos y para diferentes tipos de actividades. Zona de actividades para niños, circuito de running, senderos biosaludables para realizar paseos rodeados de la mejor vegetación y… dos áreas de recreo para perros.

Las áreas caninas están equipadas con fuentes, bebederos para los perros, zonas de sombra y un moderno circuito de agilidad con rampas de subida y bajada, circuito de velocidad y barras de madera. Todo el material de agilidad está construido con madera para evitar de esta manera cualquier daño físico y malestar en el animal.

El parque se mantiene abierto cada día de 7:00 de la mañana hasta las 23:00 de la noche, un espacio perfecto para disfrutar con la familia y los peludos.

Dirección: Parque Adolfo Suárez, Calle Velero número 24.

Más de un millón de personas piden el fin de la experimentación con animales

La Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) #SaveCrueltyFreeCosmetics, liderada por una amplia red de ONGs de toda Europa, se cerró con un total de 1.413.383 firmas recogidas en un año.

Más de diez millones de animales (gatos, perros, conejos, ratones, etc.) son maltratados cada año en investigaciones y ensayos en laboratorios de toda Europa. Ante esta situación, los ciudadanos y las ciudadanas europeas exigen que se ponga fin al uso de los animales para cosméticos y otros ensayos químicos, así como un ambicioso plan para acabar gradualmente con todos los experimentos en animales.

La Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) #SaveCrueltyFreeCosmetics ha tenido un éxito abrumador, con más de un millón de personas que han exigido el fin de la experimentación animal. Esta propuesta ha sido liderada por una amplia red de ONGs de toda Europa, entre ellas FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales), en España.

La iniciativa, aprovechando el buen resultado, ha recordado la posición adoptada el año pasado por el Parlamento Europeo, que dio lugar a una resolución en la que se pide a la Comisión Europea que coordine, junto con los Estados miembros, un plan concreto para acelerar la transición a los ensayos sin animales.

“Teniendo en cuenta los retos sanitarios, medioambientales y políticos a los que se enfrentan actualmente Europa y el mundo, el enorme apoyo público envía una señal muy clara a los legisladores europeos sobre las continuas y fuertes demandas en este tema”, indica Reineke Hameleers, CEO de la coalición Eurogroup for Animals.

“Esperemos que esta vez la Comisión Europea, y los gobiernos nacionales, respeten las posiciones de la ciudadanía y del Parlamento Europea y actúen para presentar un plan urgente hacia la transición a una ciencia libre de animales, trabajando así también para una mejor protección de los seres humanos”, añade Hameleers.

La Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) #SaveCrueltyFreeCosmetics, que fue lanzada en agosto de 2021, ha contado también con el apoyo de las empresas mundiales de belleza y cuidado personal The Body Shop y Dove.

Esperemos que el resultado de la ICE sirva de punto de inflexión para poner fin al maltrato animal en los laboratorios. Solo de esta manera podremos acabar con episodios tan tristes y lamentables como el vivido en España durante el 2021 en el laboratorio Vivotecnia, donde salieron a la luz imágenes terribles del sufrimiento que padecían los animales en este centro de experimentación.

Consejos para viajar con el gato en el coche

Los gatos no son muy amigos de los viajes, pero si no queda otra opción deberás seguir una serie de pautas que garanticen el máximo bienestar de estos animales

Los gatos son unos animales muy reacios a los desplazamientos. Los cambios de ubicación provocan en los felinos un estado de estrés y ansiedad causado por el abandono de aquellas zonas que se encuentran impregnadas con sus feromonas. No obstante, en diferentes situaciones, como pueden ser las vacaciones, los humanos nos vemos obligados a viajar con ellos en coche, toda una aventura que debe planificarse con antelación.

En general, los gatos no están acostumbrados a viajar en coche. Este tipo de desplazamientos generan un estado de estrés y nerviosismo sobre el animal que puede provocarle vómitos, diarrea y mareos. Ante esta situación, los veterinarios recomiendan dejar al animal en su residencia habitual si el viaje no supera las dos noches fuera de casa, así evitaremos un mal trago para felino.

Si la decisión ya está tomada y el gato viajará contigo en el coche, lo primero que debes hacer es visitar a tu veterinario habitual. Nadie mejor que un experto en bienestar animal sabrá informarte sobre los mejores consejos para el bienestar del felino. Eso sí, hay una serie de pautas básicas en las que coinciden los expertos con los que ha hablado Animalados y que deberás cumplir para que el desplazamiento sea lo menos desagradable posible:

-Utiliza un transportín adecuado. El gato debe sentirse lo más cómodo posible durante el desplazamiento. Para ello, el transportín tiene que estar limpio y tiene que ser lo más rígido y espacioso posible. Para evitar problemas con la entrada del animal al interior del transportín puedes colocar algún juguete, toalla o manta que esté impregnada con las feromonas del felino.

-Ubica correctamente el transportín. Para un viaje seguro y confortable el transportín podrá ubicarse en el suelo detrás de los asientos delanteros o también podrá colocarse en los asientos de atrás, siempre bien atado con el cinturón de seguridad. Lo más importante es que el transportín quede bien sujeto en cualquiera de estas dos zonas, así evitaremos movimientos bruscos y mareos.

-Evita dar comida al animal. Para evitar vómitos y diarreas durante el trayecto es importante que el gato no haya comido durante las 4 horas previas al inicio del desplazamiento. Durante el viaje es también importante que el felino no ingiera alimentos. Tan solo podrá beber agua si el propio animal lo desea.

-Utiliza feromonas antiestrés. Los veterinarios recomiendan estos espráis para reducir la ansiedad durante el trayecto. Las feromonas antiestrés reproducen olores familiares del felino y de su territorio habitual. Para su correcto uso deberás impregnarse el transportín y la parte del coche en la que se ubique el animal con este espray unos 20 minutos antes del acomodo del gato en el vehículo.

-Acondiciona el coche para su bienestar. Es importante que el gato disponga de una temperatura adecuada durante el desplazamiento, especialmente cuando el viaje se produce durante los meses más calurosos del año. En estos casos lo recomendable es poner el aire acondicionado unos minutos antes de subirse al vehículo. También es importante procurar no poner la música o la radio muy alta. Esto podría aumentar el estado de nerviosismo del gato.

-Interactúa con el felino. Durante el trayecto es muy probable que el animal maúlle como muestra de su malestar y estrés. Para intentar hacer que su desplazamiento sea más ameno intenta hablar y acariciar al animal en la medida de lo posible. De esta manera, el felino percibirá normalidad en su entorno y podrá relajar su estado de nerviosismo.

-Realiza paradas cada dos horas. Igual que sucede con las personas, los animales también necesitan descansar del movimiento del coche. Para ello, intenta realizar una parada cada dos horas. Durante las pausas procura estar cerca del animal y mantén el vehículo con una temperatura adecuada para su bienestar. Es muy importante no dejar al animal solo dentro del coche durante los meses más calurosos del año. Esta situación podría provocarle un golpe de calor y sus consecuentes problemas de salud.