“Entidades animalistas de Barcelona están indignadas por el trato del Ayuntamiento”

Animalados publica la primera parte de la entrevista a Marta Gumà, referente en la protección de los Derechos de los Animales 

Marta Gumà es una activista de DEPANA, la Lliga per a la Defensa del Patrimoni Natural, de la que ha sido su presidenta durante ocho años. Es copartícipe de campañas que han tenido un gran impacto en la preservación de entornos naturales de alto valor ecológico y es, además, referente imprescindible en la protección de los Derechos de los Animales desde hace dos décadas.  A continuación, ofrecemos la primera parte de una extensa entrevista que concedió a Animalados:

Usted forma parte del Consejo Municipal de Convivencia, Defensa y Protección de los Animales de Barcelona desde el principio. ¿Qué es este Consejo? 

Es un organismo de carácter consultivo que fue creado por el Ayuntamiento de Barcelona en 1996 a petición de algunas entidades implicadas y preocupadas por la protección de los animales de la ciudad de Barcelona. Era una forma de colaborar con el Ayuntamiento en el diagnóstico de los problemas que afectaban a los animales y buscar soluciones.  Se reune en dos sesiones ordinarias cada año y alguna más de forma extraordinaria. Actualmente somos unos 50 miembros. Lo componen entidades, colegios profesionales y lo preside Laia Bonet, tercera tenienta de Alcaldía de Agenda 2030, transición digital, deportes, coordinación territorial y metropolitana. La secretaría corre a cargo de técnicos municipales.

¿Considera que el Consejo Municipal de los animales es útil?

Actualmente no. Ha habido un deterioro progresivo de este organismo en los últimos años. Hemos asistido a una falta de democracia participativa, evidenciada con el escasísimo tiempo de intervención hablada que se ha permitido a las asociaciones, las que debieran ser las auténticas protagonistas. Una presidencia autoritaria y con un discurso autocomplaciente que ocupa la mayor parte del tiempo de micrófono sumado a constantes regañinas a las asociaciones críticas con la gestión, que afecta directamente al bienestar de los animales, han sido la tónica general de estos últimos años.

A la convocatoria de diciembre de 2022 más de dos decenas de entidades anunciaron su ausencia de este como medida de protesta ¿Cuáles son los motivos?

Básicamente, en el último consejo extraordinario la presidenta concluyó la reunión de forma abrupta y anticipadamente. Despidió a los asistentes dejando con la palabra en la boca, literalmente, a unas cuántos. En respuesta, veintidós entidades acordamos no asistir a las siguientes reuniones a la vez que enviamos un escrito a la alcaldesa Ada Colau, exponiéndole los hechos y exigiendo una disculpa por parte de la presidencia, así como su destitución del cargo.

Nos consta que formó parte de una pequeña representación de entidades barcelonesas que hablaron con la alcaldesa ¿Qué le contaron a Ada Colau?

En la línea de lo ya comentado, denunciamos la baja calidad democrática del Consejo de Protección de los animales, pero también los problemas del Centro de Acogida de Animales de Compañía, tanto el actual como el nuevo en previsión. Comentamos las irregularidades que se dan en la protección de las colonias de gatos de la ciudad. El CAAC en la actualidad es inaccesible con transporte público, los animales ingresados no cuentan con el bienestar suficiente y la ciudadanía no se siente bien atendida, por algunos profesionales, para incorporarse al voluntariado. La ubicación prevista para una réplica del viejo CAAC ha sido desaconsejada desde el punto de vista de la preservación del Parque Natural de Collserola hasta el punto de ser un proyecto judicializado. 

No se está garantizando una buena gestión de las colonias felinas»

No se está garantizando una buena gestión de las colonias felinas, se canceló el convenio trienal que tenía más de una década y se ha sustituido por subvenciones, lo que no garantiza el despliegue efectivo del método CER de captura esterilización y retorno y se reduce a campañas. También falta un protocolo adecuado para el manejo de los gatos frente a proyectos y obras en el territorio natal de los mismos. Entidades gateras que cuidan comunidades de un día para otro se encuentran desalojadas eso genera sufrimiento y frustración en los humanos, pero algo peor en los gatos. 

¿Obtuvieron garantías de resolución por parte de la alcaldesa?

Garantías, propiamente dichas, no. Se nos escuchó y se nos propuso incluir a un concejal de participación en las reuniones del Consejo para velar por el cumplimiento de una democracia participativa. En lo referente a los animales, la alcaldesa tomo nota de todas nuestras denuncias y en cuanto a la ubicación del CAACB entendió que era necesaria una reunión entre todas las partes implicadas, que aún no se ha mantenido. 

¿Qué cosas se han hecho bien estos últimos años?

La reforma del Zoo de Barcelona, impulsada entre otros por la Plataforma ZOO XXI, implicó una importante reducción del número de especies, así como un importante refinamiento de los criterios del programa de reproducción entre otras disposiciones trascendentales que pueden dar buenos frutos una vez implementadas. Desafortunadamente el ayuntamiento no está cumpliendo, en su totalidad, con la normativa legal que garantizaría una conversión del zoo en un auténtico centro de conservación de la Biodiversidad y de rescate de especies CITES. Es importante señalar el acierto de declarar a Barcelona ciudad libre de cetáceos en cautividad, tras muchos años de reivindicación por parte de diversas asociaciones animalistas y ecologistas, entre ellas DEPANA que luchó incansablemente a través de su campaña Dofins, però no pallassos.

¿De qué otras especies y grupos de individuos distintos a los perros y los gatos deberíamos ocuparnos más y mejor?

Hay que prohibir definitivamente la venta de cualquier especie de animal, así como su uso en cualquier tipo de espectáculo. También hay que prohibir la posesión de animales silvestres. Aquí incluiríamos al hurón, puesto que, por su biología, no debería tener la misma consideración legal que los gatos y los perros. Creemos que se debería proteger a la fauna urbana de los efectos de la pirotecnia. DEPANA trabaja conjuntamente con otras entidades en una campaña para prohibirla o en su defecto, restringir su uso.  En Barcelona no disponemos de un centro de rescate oficial especializado en especies protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres CITES, ni para especies exóticas en general. Tampoco se acoge a fauna urbana como palomas, gaviotas argentadas…etc. Si bien es cierto que el ayuntamiento tiene contratado un servicio que cuenta con un centro de acogida, probablemente los recursos económicos destinados para esto no sean suficientes.  

¿Qué deben cambiar las entidades y los activistas por los derechos de los animales para protegerlos mejor?

Debemos aprender a trabajar cohesionados, especialmente cuando se producen situaciones graves, independientemente de si nos producen más o menos simpatía el resto de las asociaciones y/o activistas.  Debemos ser más coherentes con nuestros principios éticos hacia los animales y la naturaleza, en cuánto a nuestras actitudes. Debemos abandonar los discursos autocomplacientes para pasar a ser más autocríticos. Esto es indispensable para no caer en la inercia de “se hace lo que se puede”. Y por supuesto, debemos aprender a convencer a los NO convencidos de que los animales tienen derechos (acabemos con la satisfacción que sentimos cuando llenamos un auditorio con activistas como nosotros mismos). Para ello, es imprescindible abandonar el discurso radical y practicar la empatía, la asertividad y la serenidad.

¿Qué piensa de aquellos que creen que no es compatible ser ecologista y animalista?

Les diría que para ser un auténtico ecologista es intrínseco ser animalista y viceversa. De otro modo, la naturaleza vista como un ente desprovisto de seres con capacidad de sentir y lo que ello conlleva, se convierte en una visión absolutamente antropocéntrica y sesgada, muy alejada de la realidad. A su vez, resultaría paradójico defender a los animales como individuos que tienen derechos sin contemplar la protección de sus hábitats y ecosistemas. Una dualidad, a veces compleja, pero perfectamente compatible. 

La preservación del medio ambiente implica a veces discriminar unos individuos considerados extraños y a veces incluso invasores. Sin embargo, según el animalismo todos los individuos tienen un valor al que le corresponden unos derechos. ¿Usted cree que la gente en general comprende la existencia de cierto conflicto?

Creo que sí, cada vez más. Y no solo la sociedad en general, sino que también la comunidad científica, desde diferentes disciplinas -incluida la biología, la psicología, la sociología, el trabajo social, la economía, las ciencias políticas, el derecho y la filosofía- ha acuñado en los últimos años el término de “conservación compasiva”, que se basa en la posición ética de que las acciones tomadas para proteger la biodiversidad deben estar guiadas por la compasión por todos los seres sintientes. Los cuatro principios rectores de la conservación compasiva son: no hacer daño, las personas importan, valorar toda la vida silvestre y la coexistencia pacífica.

Más que hablar de conflicto, preferiría hablar de “equifinalidad” entre animalismo y ecologismo, concepto que menciona en su libro “Ética del rewilding” el graduado en Filosofía y Doctor en Ciencias Ambientales Cristian Moyano y que significa llegar al mismo sitio partiendo desde dos caminos distintos.

De todas maneras, usted ejemplifica un punto de conciliación muy sano.

Le agradezco mucho su comentario. Afortunadamente, hay innumerables ejemplos de personas, que sí han sido relevantes, como la escritora francesa Marguerite Yourcenar o el grandísimo Leonardo Da Vinci, que eran ecologistas y animalistas.

 

Emma Infante

Un idilio animal

Una exposición fotográfica en l’Hospitalet muestra una mirada especial hacia los animales

Hasta el 3 de Febrero la fotógrafa italiana Cecilia Melelli expone en l’Hospitalet de Llobregat una selección de sus obras. Los retratados son animales y, a través de esta relación, ella parece enorgullecerse de su animalidad. La colección se presenta en su lengua materna «Con gli occhi di un animale» así, literalmente. Las fotografías no necesitan traducción, conectan de un modo directo, sin barreras. El Centro Cultural Sant Josep nos invita a reconectarnos con los animales desde una mirada doblemente bella. La composición, los colores, la simetría o la originalidad de las formas aparecen, a través de Cecilia, con una especial sensibilidad. En la muestra no se pretende competir en virtuosismo técnico, importa mucho más lo que trasciende que la calidad de impresión o la definición de los píxeles.

Los individuos fotografiados no pertenecen a las especies clásicas, ni se ciñen a una única categoría. Insectos, aves, mamíferos; todos encuentran un lugar de respeto sin jerarquías. Lejos de esas estampas épicas, exóticas, preparadas o a veces incluso violentas, Cecilia se relacionan con sus protagonistas con afecto y simpatía. Ella dice que los ingredientes fundamentales de sus instantáneas son la paciencia y el amor y así reflejar la personal forma que tiene de observar a los animales.

Conocer de boca de la autora la relación que ha establecido con un ciervo, con una mantis o con los cisnes de Vila Borghese, en su Roma natal, nos da contexto para comprender por qué la sencillez de sus fotos nos emociona. Es una buena cosa escaparse a esta exposición gratuita en soledad, en buena compañía, niños incluidos.

Abren las tardes y el sábado por la mañana. Nos encantará que nos escribais explicando cúal es vuestra foto preferida.

Una abeja que arrastra polen y se alimenta, un gusano que será una mariposa. Un lobo, un rebeco o un pequeño insecto sobre una manzana. Petirrojos, grullas, mariquitas. Animales con los que se convive en casa, animales a los que se visita sigilosamente en el bosque o se descubren en un paseo campestre. Cecilia dice que simplemente ama a los animales. Viendo sus fotografías sentimos cómo ellos la aman a ella: un idilio que nos inspira.

Emma Infante

“Los gatos nunca son el problema, el problema es cómo se gestionan sus vidas”

Córdoba ha pasado de hacer una mala o nula gestión de la población felina a ser un ejemplo nacional. Un total de 3.000 gatos comunitarios esterilizados en dos años y una exitosa colaboración entre la administración, el colegio veterinario y la ciudadanía los avalan. Lo hablamos y analizamos con Mercedes Vara, miembro de FAPAC la Federación de Protectoras de Córdoba, que impulsó el cambio reconocido con un premio nacional entregado en Madrid y unos datos comprobados envidiables.

Esterilizar 3.000 gatos de la calle en menos de dos años. ¿Qué significa eso para que lo entiendan nuestros lectores?

Estamos en puertas de conseguir esa cifra y supone muchas cosas, pero principalmente haber evitado el sufrimiento de muchos gatos en las calles con el simple hecho de esterilizarlos. También hemos mejorado la convivencia y la sensibilidad positiva hacia estos seres tantas veces incomprendidos. Aplicando el método CER -captura, esterilización y retorno de los gatos a sus colonias de origen- se consigue disminuir de forma ética la población de los gatos que viven en las calles y mejorar la vida de todos en la ciudad.

Calculamos que tenemos esterilizados a ocho de cada diez hatos comunitarios cordobeses y trabajamos duro para alcanzar el 100%. No nos constan datos similares y mucho menos en tan poco tiempo. Creemos que es importante distinguir el CER de campañas de esterilización.

«Es importante distinguir el CER de campañas de esterilización»

¿Por qué dicen que el CER no es una campaña de esterilización?

EL CER es un método que exige realizarse de manera rigurosa. Una campaña significa invertir un fondo limitado para esterilizar gatos de una localidad. En una campaña, los gatos elegidos y su número suelen responder a criterios poco científicos y no suficientemente útiles. No se vale esterilizar puntualmente a los gatos de los que se quejan los vecinos o los que prefieren las asociaciones. El CER funciona, lo que no funciona para el control poblacional son las campañas.

Para hacer CER se abre un plano del municipio, se consensua su área limitada de inicio, se esteriliza como mínimo un 80% de la primera colonia o su totalidad y, a continuación, se sigue con las colindantes sistemáticamente. El registro y la identificación deben ser estrictos, sin excepciones.

Mercedes Vara (la segunda desde la izquierda) durante las V Jorandas Felinas Andaluzas

¿Las campañas significan menos dinero que el CER?

No necesariamente. Diría que, al contrario. Los programas deben ser ambiciosos y no pararse por falta de fondos. Es más barato esterilizar hoy que mañana, y no por la inflación, sino por la velocidad de reproducción de la especie y su dependencia del clima. Con el aumento de la temperatura media, las gatas se embarazan durante todo el año y con menor edad. Si esterilizas hoy no tendrás que gastar el doble o el triple en esterilizar a la gata y su prole el año que viene.

Si haces bien las cosas, la inversión irá disminuyendo en lugar de exigir más fondos de un modo continuado en el tiempo. Con un buen CER las exigencias económicas para la gestión de gatos decrecen con el tiempo.

Además de esterilizarlos, ¿qué más se les hace a los gatos de la calle?

Todos los gatos que pasan por el CER están censados y poseen una ficha identificativa con todos sus datos. Cuando son capturados para esterilizarlos, se les hace un reconocimiento general de salud, se desparasitan con pipeta con cobertura para parásitos internos, externos y ácaros, se les pone vacuna trivalente y de rabia, se les identifica con microchip a nombre del Ayuntamiento de Córdoba como responsable de los mimos y se les marca en la oreja como gato CER para evitar ser reintervenido.

¿Todo esto en qué se traduce para la ciudad de Córdoba?

Ahora se aplica el método CER frente a no hacer nada; como se hacía en la mayoría de los casos, o la captura y sacrificio a golpe de quejas ciudadanas. Al no haber camadas nuevas y al ser adecuadamente alimentados, los adultos preexistentes se han hecho casi invisibles.

Cuanto menos gatos se ven, quiere decir que hay menos abandono y más conciencia de lo importante que es ser responsable. Sin cachorros disponibles, los gatos caseros abandonados tienen más posibilidades de encontrar una nueva familia. No hay adoptantes suficientes y los envíos de animales a otras comunidades no es una opción óptima ni segura.

«No hay adoptantes suficientes y los envíos a otras comunidades no es una opción segura»

Entendemos que hay un esfuerzo de coordinación muy grande y también de diálogo entre el Colegio de Veterinarios, el organismo local encargado (SADECO), ustedes…

Esto no ha sido ni fácil ni rápido. Con la administración ha supuesto abrir y cuidar mucho el diálogo y proporcionar mucha información especializada que habíamos adquirido de expertos. La escucha activa y la actitud constructiva para llegar a acuerdos que beneficien a todos ha sido fundamental y también desafiante. Teníamos muy claras las líneas rojas perfiladas junto a la entidad FdCats, a partir de ahí, hacerlo bien por la ciudad y por los gatos era nuestro único objetivo.

Conseguir caminar como una única fuerza en auxilio de los gatos en Córdoba fue el primer reto. Podemos decir que se han unido varias entidades de protección, las gestoras de las colonias y un grupo maravilloso de capturadoras que ya actuaban en las colonias cuando se les solicitaba.

¿Tienen un convenio o una subvención?

Para hacer las cosas bien no se podía depender de los plazos y la naturaleza de las subvenciones. Se han establecido varios convenios de colaboración. El primero fue entre el Ayuntamiento de Córdoba a través de SADECO y la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba, con un presupuesto asociado de 120.000 euros anuales que reciben directamente los profesionales. Este se ha ido engrosando cada año desde que comenzamos para asegurar una acción intensiva e ininterrumpida de esterilizaciones. Algunos pensarán que es un gran presupuesto, pero matar es mucho más caro que gestionar de forma ética.

Sacrificar no es gratis, ni solventa el descontrol poblacional. Por mecanismos naturales estudiados científicamente se sabe que allá donde se produce un exterminio el medio procura una reposición incrementada con nuevos individuos. El sacrificio supone un gasto inacabable y cruel. La gente cada día está más concienciada y pide que estas poblaciones se gestionen sin crueldad. Otro colectivo beneficiado es el veterinario, el Ayuntamiento firmó un convenio con el Colegio Oficial de Córdoba para poder llevar a cabo las intervenciones veterinarias.

¿Qué opinan las personas que alimentaban a los gatos de manera “clandestina”?

Uno de los principales objetivos ha sido la formación. Se ha sacado a mucha gente de la clandestinidad; personas a las que se les ha informado y formado para que conozcan todos los métodos de gestión de las colonias felinas y sepan distinguir cual es el más eficaz y ético. Se han convertido en personas autorizadas conociendo sus derechos y obligaciones, para poder seguir atendiendo las colonias, pero desde el conocimiento de las buenas prácticas de gestión en las colonias felinas.

Colonia felina de Córdoba

¿Antes los gatos eran un problema?

Los gatos nunca son el problema; el problema es cómo se gestionan sus vidas. Ahora tienen mucho mejor aspecto, los barrios se han vuelto silenciosos por la falta de peleas y conflictos vinculados a los ciclos reproductivos. Muchas de las quejas contra los gatos se han reconvertido en peticiones de CER.

¿Qué les dice ahora la gente con la que hablan?

Las personas que cuidan de los gatos de las colonias están encantadas; no hay camadas en las colonias gestionadas, no tienen que destinar presupuesto propio en las pocas esterilizaciones que cada cual llevaba a cabo en un intento de frenar la reproducción de los gatos que cuidaban y así dejar de ver gatitos necesitados, enfermos, muertos o atropellados. Tampoco tienen que atender los gatos que por situación de urgencia lo necesitan porque ahora son esterilizados y atendidos desde el CER.

¿Y el alcalde? Porque las actuaciones veterinarias son satisfechas desde el Ayuntamiento, al fin y al cabo, son los gatos de la ciudad, de todos, pero no de particulares.

El alcalde fue honesto reconociendo en las últimas Jornadas Felinas Andaluzas que la presión cívica de las asociaciones había impulsado cambios en la buena dirección. Eso ha pasado en Córdoba y me consta que también ha pasado en muchos otros municipios con ediles de todos los colores políticos. Los gatos no son de las voluntarias que los cuidan, son gatos de la comunidad. El Ayuntamiento es el responsable de los animales de la calle y al optar por el CER, en lugar del sacrificio como forma de control de estos animales, se encarga de satisfacer las actuaciones de salud y de gestión entre otras tareas, pagando a los profesionales de la veterinaria.

¿Capturar gatos y soltarlos en cualquier parte es ético?

Ni es ético ni es responsable. Los gatos se sienten muy ligados al territorio donde han nacido y a los congéneres que son su colonia. Si los mueves harán lo que puedan por retornar, muchos son atropellados en el trayecto o son atacados por desconocidos.

«Capturar y soltar gatos en cualquier parte no es ético ni responsable»

Hay mucha polémica con los gatos como amenaza a la biodiversidad ¿Qué les diría a los que quieren encerrar o matar los gatos para proteger otras especies?

Que escuchen. Que queremos lo mismo que ellos. No queremos gatos en las calles. La esterilización es la medida más efectiva para controlar la población de gatos callejeros y evitar la sobrepoblación. Si capturar y sacrificar o capturar y encerrar hubieran sido efectivos, hoy en día no tendríamos gatos en las calles. Algunos piden encerrar o matar porque no quieren reconocer que un gato de colonia es de la misma especie que uno que vive en casa y no han llegado a entender que el CER funciona.

Nos encanta la biodiversidad; pero no se debe dar crédito a voces que siembran la confusión. Con el método CER; método científico y humanitario de gestión de las poblaciones felinas ganaremos en ética, buena gestión y respeto.

¿Los gatos de la calle pueden vivir encerrados en jaulas grandes?

Es un tipo de maltrato, es cruel y caro. Esto es un sinsentido y nada efectivo. En primer lugar, porque esos recintos tienen un coste de construcción y de mantenimiento muy elevado, no tienen unas dimensiones infinitas para poder albergar a todos los gatos que la demanda de sacar gatos de la ciudad requiere; porque irán apareciendo gatos nuevos en las zonas donde se han sacado por el efecto vacío y estarán con ese método de control eternamente sin dar solución a los objetivos de disminución de la población felina en las calles. Si los confinas su salud se resiente gravemente tanto la física como la psicológica. Nadie que además de amar a los gatos tenga suficiente formación pedirá encerrar gatos comunitarios en jaulas por grandes que sean.

“El frío y la nieve pueden impedir que las aves accedan a su alimento”

Las aves son unos animales que sufren especialmente las consecuencias de las temperaturas gélidas al encontrarse con numerosos obstáculos para poder conseguir el alimento. Para conocer mejor cómo es la lucha y la supervivencia de estos animales durante el invierno, Animalados ha hablado con Luis Martínez, biólogo y Técnico de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife.

SEO/Birdlife, la Sociedad Española de Ornitología, es la ONG ambiental decana en España. Fundada en 1954, tiene una misión clara desde su creación: con las aves como bandera, quieren conservar la biodiversidad con la participación e implicación de la sociedad.

¿Cómo afecta el invierno a las aves? ¿Son unos animales preparados para las bajas temperaturas, la lluvia y la nieve?

Las aves, como animales de sangre caliente, están preparadas para mantener su actividad a pesar de las bajas temperaturas. Además, las plumas que cubren su cuerpo son excelentes aislantes térmicos, como bien lo sabemos las personas cuando nos protegemos del frío con un abrigo o un edredón de plumas.

Sin embargo, tanto el frío como la nieve pueden tener un efecto indirecto pero muy perjudicial sobre ellas, al impedir que puedan acceder a su alimento. Por un lado, el frío hace desaparecer los insectos, por este motivo, la mayoría de las aves insectívoras de nuestro territorio son migradoras y ahora están en África. Por otro lado, la nieve que cubre el suelo esconde las semillas que necesitan estos animales para alimentarse.

¿Cómo se defienden las aves de las bajas temperaturas? ¿Qué estrategias usan para encontrar y conservar el calor?

Las aves mantienen una temperatura corporal en torno a unos 40 grados centígrados y, como cualquier otro animal de sangre caliente, mantienen constante esa temperatura a base de ‘quemar’ sus reservar energéticas. Nuestro cuerpo funciona como una casa calentada por una caldera.

Aunque las plumas proporcionan una alta ‘eficiencia energética’, a las aves les ocurre lo mismo que a una casa, cuanto más baja sea la temperatura exterior, más tiene que trabajar la ‘caldera’ para mantener la temperatura interior. Esto conlleva aumentar el consumo energético, lo que a su vez incrementa la necesidad de encontrar alimento para acumular las reservas suficientes para sobrevivir durante las largas y frías noches invernales.

¿Cuáles son las especies de aves que más sufren los efectos del invierno y el frío?

Las aves más sensibles a los efectos del invierno son las aves migradoras, ya que son aquellas que se van a quedar sin su alimento a causa del frío o de la nieve. Cuando se dan condiciones climatológicas extremadamente adversas, como son fuertes nevadas o temperaturas anormalmente bajas, son en general las aves más pequeñas las que pueden pagar un precio más alto.

Las aves con un tamaño más pequeño tienen unos cuerpos que pueden no llegar a los diez gramos de peso, tienen escasa inercia térmica y acumulan muy pocas reservas energéticas, por tanto, si agotan estas reservas por no haber encontrado suficiente alimentos por el día, pueden morir de hipotermia durante la noche.

¿Qué clase de aves sufren más las consecuencias climatológicas del invierno? ¿Las aves urbanas o las aves rurales?

Las ciudades sufren el denominado efecto ‘isla de calor’, lo que supone que en un centro urbano hay una temperatura mayor que en los alrededores. Por tanto, las aves se ven beneficiadas en invierno en el medio urbano. Sin embargo, una ciudad puede plantear problemas para encontrar alimento de suficiente calidad para la mayoría de las especies, por lo que el beneficio real puede ser inexistente para una gran cantidad de aves.

En los medios rurales, la existencia de lugares de ceba de ganado o gallinas, suele actuar como foco de alimentación para las aves que puedan aprovechar este topo de suministro constante, con lo que pueden soportar mejor las condiciones más extremas.

¿Qué podemos hacer las personas para ayudar a las aves en situaciones extremas como sucedió con la borrasca ‘Filomena’?

En medios urbanos, la mejor manera de ayudar a nivel particular es colocar comederos para aves, eso sí, con comida de ‘calidad’, mezclas de semillas para aves silvestres. Es conveniente informarse bien tanto de cómo y dónde colocar el comedero, el tipo a elegir, la comida ideal, etc. Y no olvidar su mantenimiento e higiene adecuado.

No obstante, es más importante aún promover unas ciudades con zonas verdes, ricas en biodiversidad y complejas estructuralmente, así como aprovechar cada metro cuadrado para la vegetación. Por ejemplo, los alcorques de las calles, las medianas, etc. Solo de esta forma conservaremos y favorecemos unas ciudades ricas en naturaleza y saludables, tanto para las aves como para la ciudadanía.

“Cualquier persona puede ayudar y hacer un voluntariado en una protectora de animales”

“Es sábado por la mañana, cojo la bicicleta y me dirijo a las afueras de Xàtiva. Chechu, Star y Gordon me esperan impacientes, hoy es el día de paseo. Llevo ya dos años siendo voluntario en el refugio de animales del pueblo donde vivo. Mi trabajo es ayudar en lo que se me necesite y cuidar de estos perretes el tiempo que estén con nosotros mientras buscamos una nueva familia donde disfrutar de una segunda oportunidad. Soy José Fonollosa y esto es Diario de un Refugio”.

Así comienza Diario de un Refugio, la última obra de José Fonollosa, dibujante y profesional del cómic nacido en Vinaròs (Castellón) en el año 1975. Fonollosa ha atendido amablemente a Animalados para explicarnos con más detalles por qué son tan importantes los animales tanto en su vida personal como en muchas de sus obras.

¿Qué quieres transmitir a tus lectores con tu última obra, Diario de un Refugio? ¿Con qué se encontrarán las personas que quieran leer este cómic?

Diario de un Refugio realmente nace como consecuencia de la pandemia y del confinamiento. Cuando se abrieron las restricciones y pudimos volver a la calle, mentalmente, un paso importante para mí fue el regreso como voluntario a la protectora SPAX de Xàtiva, donde colaboro desde el año 2018. Este resurgir tan importante me abrió de nuevo la inspiración y decidí crear este cómic.

En Diario de un Refugio explico a través de viñetas las experiencias y los aprendizajes del día a día en la protectora. Con un toque de humor intento explicar cómo se trabaja en un refugio y cómo se ayuda a los animales abandonados a buscar un nuevo hogar. En definitiva, explico experiencias reales vividas y procuro explicarlas con humor y mucho amor.

Tan solo un año antes de salir a la luz Diario de un Refugio, publicaste Refugio. ¿Qué diferencias hay entre un cómic y el otro?

Refugio es un cómic que dibujé tan solo un año después de mi comienzo como voluntario en la protectora SPAX. Cuando ya consideré, en cierta manera, que estaba asentado en el refugio y ya sabía un poco cómo funcionaban las cosas y cuál era el espíritu de la protectora, decidí dibujar sobre todo ello. Además, me pareció un tema interesante, ya que no recordaba que se hubiera dibujado hasta el momento nada sobre la vida de los animales en las protectoras.

Hasta que no inicié mi experiencia en la protectora, no tenía ni idea de qué era este lugar realmente. Tan solo sabía que existían. Imaginaba que dentro de estos espacios había animales y que tenían unas necesidades, nada más.

Refugio, por un lado, pretende plasmar lo que fueron mis primeras vivencias en la protectora SPAX durante el primer año y, por otro lado, y mucho más importante, explicar todo lo que hay dentro de ellas. Ya no solo lo que se hace físicamente, es decir, adopciones, acogidas, alimentación… sino también explicar todo lo que hay detrás y la filosofía de las protectoras de animales.

Página de Refugio, uno de los cómics de José Fonollosa

A nivel personal, ¿cómo ha cambiado tu vida desde que decidiste iniciar la experiencia de voluntario en una protectora de animales? ¿Cómo surgió esta idea?

En uno de los cómics explico, de una manera sencilla, que la idea de aventurarme en el voluntariado de una protectora de animales me surgió en una crisis de los cuarenta de manual (risas). Era un algo que tenía ahí en la cabeza y que seguro que nos pasa a muchas personas que nos gustan los animales cuando vemos alguna publicación en el Facebook o alguna fotografía en redes sociales de algún animal de un refugio. Finalmente, decidí que podía hacer alguna cosa más por ellos, pregunté a la protectora SPAX de Xàtiva y comencé la experiencia como voluntario.

Los primeros días fueron raros. De hecho, el primer día, de camino hacia el refugio, me decía a mi mismo: “yo no sé si voy a valer para esto”, ya que tampoco tenía muy claro lo que me iba a encontrar. Pues de esto han pasado ya cuatro años, por lo que mal no me ha ido.

Sin duda valoro el voluntariado como una experiencia positiva, aunque también hay momentos duros. Hay momentos, días y situaciones difíciles de las que te acuerdas y dices “pues vaya”, pero hay que seguir y mirar hacia delante.

¿Crees que las personas que leen Diario de un Refugio o Refugio pueden animarse a iniciar un voluntariado en una protectora de animales? ¿Era este uno de los objetivos de estas dos obras?

Yo pienso que sí. Sobre todo, a través de los cómics, he tratado de quitarle dramatismo al hecho de intentar acercarte a ayudar. Yo creo que leyendo Refugio y Diario de un Refugio te das cuenta de que no necesitas ser especial para ayudar en una protectora de animales. Cualquiera, hasta yo, puede hacerlo (risas).

Aun así, hay que poner en valor que las personas que se echan a la espalda la organización y el funcionamiento de una protectora son personas que sacan tiempo, dinero y esfuerzo de donde no les queda. La mayoría tienen su trabajo y además se encargan de los refugios. Son asociaciones benéficas, por lo que ni mucho menos sacan nada de dinero por esta labor, más bien al contrario. Por tanto, es importante poner en valor a todas estas personas, ya que no todo el mundo es capaz de llegar hasta estos puntos de compromiso. Yo conozco compañeras que llegan a unos puntos en los que yo me hundiría, con una cantidad de casos por semana con los que yo no podría.

Según el último informe “Él Nunca lo Haría” de la Fundación Affinity, durante el 2021, las protectoras españolas recogieron aproximadamente 285.000 perros y gatos. ¿Qué opinas sobre este dato?

Me parece muy triste. La propia Fundación Affinity pone los puntos a seguir para que esto no pase. El abandono cero es imposible, pero que se rebaje muchísimo el número de abandonos creo que es importante y posible. Es importante lanzar mensajes de sensibilización y tenencia responsable. Yo creo que la propia sociedad poco a poco va dando pasitos para mejorar esta situación, aunque también es cierto que, actualmente, semana tras semana, la protectora en la que colaboro se encuentra con perros en la puerta abandonados y en situaciones complicadas.

Muchas personas que inician el voluntariado se ponen muy tristes cuando ven que han abandonado a un animal en la puerta de la protectora. Con el paso del tiempo puedes llegar a pensar que lo mejor que le ha podido pasar al animal ha sido aterrizar en el refugio, porque la otra opción puede ser mucho más terrible: malviviendo por la calle, buscándose la vida y el alimento como pueden, etc.

José Fonollosa junto a su gato Toñín

Nos han dicho que te estrenado como casa de acogida para animales… ¿Cómo ha sido la experiencia?

He funcionado como casa de acogida en casos puntuales. Cuando alguna compañera me avisa es porque no existe ninguna otra opción para ese animal. Yo tengo un gato en casa que es muy nervioso y eso complica la convivencia con el resto de los animales. Sin embargo, si que he hecho de casa de acogida con una camada de gatos o con algún que otro perro, eso sí, durante horas contadas o tan solo una noche. En la protectora saben que pueden contar conmigo para muchas cosas, pero para esto solo en casos de urgencia.

Además de Diario de un Refugio y Refugio, ¿qué otras obras tienes en las que los protagonistas sean animales? ¿Qué encontraran los lectores en estas otras obras?

Mi historia con los tebeos de animales viene ya de largo. En 2010, tras acabar un proyecto de cómic histórico de casi dos años, acabé agotado y decidí que mi siguiente obra tenía que ser algo más ligero, de humor y dinámico. En ese momento, me giré y vi a mis dos gatas por casa mirándome y haciendo sus cosas, y esta situación me inspiró para hacer “Miau”, un cómic con tiras humorísticas sobre la vida de dos gatos en casa con humano. Esta idea desencadenó finalmente en un total de tres cómics donde realmente lo que plasmaba era lo que me pasaba a mi con ellos en el día a día.

Posteriormente, una amiga se encontró a un cachorro de gato que acabó en mi casa y de ahí salió otro cómic que se llama Toñín. En esta obra represente el día a día con ese gatito desde que llegó siendo un cachorro hasta que llegó a la edad adulta. Y este Toñín es el que tengo actualmente y que se escucha todo el rato durante la entrevista (risas).

Los primeros tres cómics eran con un objetivo más humorístico, pero con el de Toñín sí que busqué también una finalidad didáctica explicando cómo es la adaptación de un gato a un hogar. No es lo mismo introducir a un gato como toca, que introducirlo dentro de una casa y dejarlo ahí dentro y que se apañe él solo. A través de un veterinario explicaba aspectos como proporcionar al animal un espacio seguro, cómo acondicionar la casa, etc.

Desde entonces, he ido alternando cómics de cualquier tipo de tema con algún cómic sobre animales, hasta finalmente llegar a las obras relacionadas con el voluntariado en la protectora SPAX de Xàtiva.

¿Consideras que tus cómics sobre animales pueden servir como herramienta didáctica para las escuelas?

Sí, de hecho, me consta que en algunos colegios utilizan algunas de mis obras con fines didácticos. Yo cuando hice estos tebeos estaba dentro de mi mundo y no estaba pensando en que fueran usados en las escuelas, pero cuando me enteré de que esto estaba siendo así, sentí como una responsabilidad que ni mucho menos esperaba.

Realmente, mis cómics no están hechos ni pensados para fines didácticos. En ellos, simplemente he ido plasmando mi experiencia con los animales. Sin embargo, me enorgullece mucho saber que algunas de las historias que he dibujado se usan para que los niños sean conscientes de muchas realidades sobre los animales.

¿Cómo es para un profesional del tebeo dar voz a un animal (diálogos, pensamientos…)?

Es un tema al que le di muchas vueltas cuando decidí aventurarme en el mundo animal con mis cómics. Historias de humor sobre animales de compañía siempre ha habido, pero tenía que decidir qué estilo quería adaptar para mis viñetas. Había visto muchos ejemplos de Garfield o de una serie no tan conocida llamada Mutts sobre un perro y un gato que son vecinos.

Finalmente, cuando me lancé a dibujar “Miau”, decidí coger el camino del medio y pensé, si los animales no hablan, mis gatos no van a hablar. De tal manera que decidí que todo fuera más gestual y que si alguien tenía que decir algo, que fueran los humanos.

¿Dónde y cómo podemos hacernos con algunas de tus obras?

Pueden pedirlas en cualquier librería o tienda de cómics. Luego, en el caso de Refugio y Diario de un Refugio, que son las más actuales, pueden comprarse a través de la web de Grafito Editorial.

Grafito tuvo una idea maravillosa al ver que yo estaba tan concienciado con el tema del voluntariado y la protectora. Decidieron que, con la compra de cualquiera de estos dos cómics, se puede adquirir también una lámina que dibujé en su momento. El importe íntegro de estas láminas va directo como donativo a la protectora SPAX de Xàtiva.

Portada de Diario de un Refugio junto a una lámina de José Fonollosa

Para acabar… ¿Tienes en mente algún cómic futuro en el que los animales vuelvan a ser los protagonistas?

Actualmente no. Bueno (risas), estoy con un cómic de piratas que la protagonista es una gata, pero en este caso lo importante y el tema central son las aventuras de los piratas. Realmente, siempre invento alguna excusa para introducir algún animalito en mis historias.