“Nos hemos organizado para que nadie mate a ningún gato más en Ibiza»

En marzo saltaron todas las alarmas entre la comunidad animalista española porque desde el Ayuntamiento de Sant Josep de Sa Talaia se financiaron jaulas para que una asociación de cazadores capturase gatos ferales. Las informaciones confusas sobre el origen de esta acción y el posible apoyo de alguna entidad animalista a una subvención tan paradójica y un fundado temor sobre el destino final de los gatos, han obligado a organizarse a la sociedad civil ibicenca.

Animalados ha hablado con Nicoleta Stanut, portavoz de la Plataforma Felina Ética de Ibiza, una asociación que trabaja para defender a los gatos locales y reconducir la situación hacia una gestión eficaz y según los principios científicos que promulgan los especialistas en bienestar felino.

¿Tienen que temer por su vida los gatos en Ibiza?

Sí, hasta que todos los ayuntamientos no hagan y cumplan con una ordenanza en la que se implemente el método CER, es decir, la captura, esterilización y retorno, sin hacer excepciones con los tipos de suelo, sin restricciones según categorías catastrales como rural o urbano. Parece de pronto que los gatos deban ser una anécdota con un control exclusivo del entorno urbano, cuando los gatos hace miles de años que son compañeros fieles del medio rural, que es el mayoritario en esta maravillosa isla. Toda la vida ha habido gatos formando parte de la cotidianidad de los isleños, quizá por eso, no se ha reparado en ellos para hacer campañas oficiales de gestión.

Siempre se ha visto el tema de los gatos como un asunto particular. Ahora se ha planteado como problema y a la hora de abordarlo lo hacen desde una perspectiva errónea. Hay mucha gente que cuida de los gatos de manera informal, pero no damos abasto, necesitamos recursos para esterilizarlos y que no haya nuevas camadas. Para que la gente podamos cuidar de los gatos de los municipios, sean rurales o urbanos, debemos saber que están protegidos por leyes locales que entienden que sólo la captura, esterilización y retorno inmediato es el método eficaz. Además, es lo aceptable humanamente.

¿La situación es homogénea en toda la isla?

No, hay municipios que tienen control de la población felina y otros no. Hace años que en Ibiza Ciudad se expidieron unos carnets y se hace una gestión de las colonias evitando la sobrepoblación. En 2017 se celebraron las Primeras Jornadas de Bienestar Animal en Sant Antoni. En la isla hay personas que tienen conocimientos y referencias sobre lo que es la gestión ética de las poblaciones felinas.

¿Qué es la Plataforma Felina Ética de Ibiza?

Es un colectivo que nace de la gran preocupación y problemática que existe en la isla de Ibiza con los gatos, por la falta de control de la sobrepoblación. Nosotros no negamos que haya que actuar, pero sabemos e insistimos en que el único método ético es la implantación del CER (captura, esterilización y retorno) en todos los municipios de la isla.

Queremos contribuir a que no haya más gatos, que los que hay no pasen hambre, tengan una calidad de vida digna y gozar entre todos de un medio ambiente equilibrado libre de amenazas. Es un momento complicado por la pandemia y no podemos hacer reuniones grandes o deben ser telemáticas, pero estamos contentos de la adhesión casi unánime a nuestra preocupación y a las propuestas que vamos esbozando.

¿Qué tipo de personas conforman la Plataforma Felina Ética de Ibiza?

La plataforma está abierta a todos los ciudadanos sensibles con el bienestar de los animales, desde cuidadoras, animalistas, agricultores, colectivos y profesionales varios. Los ibicencos de toda la vida suelen conservar una relación muy entrañable con los animales.

Un encanto de las Baleares es su relación con la naturaleza. Muchos residentes nacieron en el extranjero y están familiarizados con las prácticas de protección animal, así que no podemos dibujar un perfil único. Lo que sí es importante es aunar esfuerzos y establecer puentes de diálogo. El núcleo de la plataforma lo gestionamos media docena de personas, todos con un compromiso firme con los animales. Yo soy gatera de toda la vida, pero quiero poner en valor el trabajo de Yaiza, Rocío y Pepe, entre otros.

¿Es cierto que biólogos y ecologistas apoyan la gestión ética como estrategia de conservación de la biodiversidad?

Es pronto para dar respuestas categóricas, pero está claro que coincidimos claramente en la necesidad de controlar la población de gatos que está disparada porque no se ha actuado metódicamente ni se han puesto los recursos adecuados.

Los gatos nacidos en libertad con un grado de baja socialización no pueden ser trasladados ni confinados ni dados en adopción, lo que tienen que estar es esterilizados y alimentados con pienso de alto contenido proteico. Cuando la población está estabilizada y decreciendo según el ritmo natural por falta de cachorros, los gatos dejan de ser un problema y se hace evidente por qué los necesitamos a nuestro lado sobre todo en el medio rural.

Uno de los proyectos de la Plataforma Felina Ética de Ibiza es convocar charlas y mesas de diálogo para compartir informaciones contrastadas y derribar falsos mitos sobre el impacto real de los gatos y cómo su concentración o no es lo que marca la diferencia.

¿Cuál es el panorama legal en Baleares?

No hay una ley autonómica que defienda y reconozca al gato feral. La ley vigente el próximo año cumplirá las tres décadas y ya en su momento fue poco ambiciosa. La reforma de 2017 propiciada por las restricciones a la tauromaquia no ha significado un avance significativo para la defensa de otras especies. Llama la atención cómo se plantea la protección en términos de propiedad. Por ello quedan fuera los gatos de la calle, que en realidad sí nacieron en ella y no se han socializado de pequeños para vivir dentro de una casa. Son gatos de todos y son seres sintientes como en breve reconocerá el Código Civil español.

La vieja ley empieza diciendo que en la conciencia ciudadana urge acabar con las torturas, con los daños o sufrimientos que les infligimos, o con los malos tratos de que en ocasiones son objeto muchos de los animales que conviven con nosotros, pero no se traduce aún en la imposición de la gestión ética de las colonias.

¿Qué os ha motivado para coordinaros ahora?

La falta de sensibilidad hacia el gato feral por parte de las administraciones, que ha motivado a que algunos ayuntamientos pacten con colectivos manifiestamente ajenos al bienestar animal y su empeño en considerarlos especie invasora. Hay una confusión deliberada o no sobre qué necesitan los territorios, la fauna, los habitantes y los gatos para convivir de manera armónica. Algunos han sabido canalizar sus intereses y han encontrado apoyos insospechados, pero la sociedad civil local y muchas asociaciones estamos aquí para escuchar y hacernos oír porque los gatos sin dueño importan.

¿Cómo se os puede apoyar?

Estamos muy ilusionadas y también desbordadas, así que se nos puede contactar por redes sociales y trataremos de contestar cualquiera de las personas que lideramos la plataforma tan rápido como podamos.

Estamos en plena época de nacimiento de nuevas camadas y además estamos empapándonos de normativas para la redacción de propuestas legislativas, enmiendas a borradores y difusión del proyecto. Queremos dialogar con las administraciones y necesitamos conseguir recursos y visibilidad para contactar y apoyar a los cientos de personas que en Ibiza no soportan la idea de que los gatos que conocen o a los que cuidan puedan acabar en una trampa mortal. ¡Ah! Y no solo los gatos, porque las jaulas no son selectivas y según su uso pueden hacer mucho daño.

¿Qué pasa con un gato cuando su compañero de vida humano muere?

Los animales de compañía son seres con una fidelidad infranqueable, considerados un miembro más de la familia en la sociedad actual. Por este motivo, cuando una persona humana sufre la pérdida de un amigo peludo con el que ha compartido su vida, pasa por un proceso de duelo y tristeza. ¿Pero qué sucede cuando es el animal el que sufre la muerte de su compañero humano? ¿Qué futuro le espera?

Animalados ha hablado con Katubihotz, una asociación que trabaja para el rescate felino y la gestión de adopciones en Pasaia (Guipúzcoa), para conocer qué vida le espera a un gato cuando sufre la pérdida de su compañero de vida humano.

¿Qué sucede normalmente con los gatos que viven con una sola persona y lamentablemente muere el ser humano?

Depende de cada caso, los más afortunados son adoptados por algún familiar o amigo del fallecido, pero lamentablemente no es lo que suele ocurrir. El destino de esos animales es incierto, puede variar entre buscarle adopción responsable, abandonarlo en un refugio o perrera, en la calle o incluso sacrificarlo.

¿Los familiares de la persona fallecida suelen preocuparse por la vida que le espera al animal? ¿Son ellos quienes los acogen en su propio hogar?

Algunos sí, otros no, hemos visto de todo.

Algunos los adoptan ellos mismos o los llevan a su casa hasta encontrarles un nuevo hogar. Otros, los dejan solos en la casa del fallecido y van a alimentarles hasta que encuentran otro lugar, algo es algo. Algunos se preocupan de con que familia va, otros no. Y también hay gente que pasa olímpicamente de hacerse cargo y lo abandona o sacrifica, sin ningún tipo de miramiento hacia el animal ni respeto hacia su familiar fallecido.

«Cuanto antes vuelva a sentirse parte de una familia, antes volverá a ser feliz».

¿Cómo afecta psicológicamente a un gato la muerte de su compañero de vida humano? ¿Pasan por un proceso de luto?

Sin duda pasan por un proceso de luto, la persona que ha sido su familia durante años ya no está y su vida cambia para siempre de la noche a la mañana.

Que este proceso sea más o menos doloroso, depende de lo que hagan con él. El gato acaba de perderlo todo y necesita saber que sigue siendo importante, sigue siendo querido, que no está solo y que las cosas mejorarán. Necesita amor. Evidentemente cuanto antes vuelva a sentirse parte de una familia, antes volverá a ser feliz.

Pero si el pobre se ve abandonado en la calle o en la jaula de un refugio, triste, asustado y sin entender nada, la situación será realmente dolorosa, pudiendo incluso entrar en depresión. Los gatos son muy sensibles y hemos visto animales que se niegan a comer y beber, que simplemente se dejan morir. Llegados a ese punto y a pesar de intentarlo todo, muchas veces no podemos hacer nada por ellos, ni siquiera alimentándolos de forma forzada con sonda nasogástrica, a veces enfermar del alma es peor que una enfermedad física.

¿Tenéis muchas acogidas en Katubihotz que proceden del fallecimiento del responsable de un gato?

Acogidas no, solamente si no hay otra alternativa. Por el bienestar del animal, preferimos hablar con esos familiares y pedirles que sean ellos los que se queden con el gato mientras nosotros le buscamos adopción.

Pero sí hemos encontrado nuevos hogares a muchos gatos cuyo humano ha fallecido.

«Abandono no solo es dejarlo en la calle, dejarlo en un refugio también es abandonar»

¿Habéis acogido en vuestra asociación a gatos abandonados como consecuencia de la muerte de su responsable humano?

Lamentablemente sí. Aclaremos términos, abandono no solo es dejarlo en la calle, dejarlo en un refugio también es abandonar, todos los que recogemos o a los que buscamos nuevo hogar son abandonados.

Respecto a abandonos en calle, sí, tristemente también hemos tenido casos. Nunca olvidaremos por ejemplo el caso de un gato del que, tras el fallecimiento de su humana, el hijo de ella se deshizo tirándolo por el balcón. Mostrando así el nulo respeto que sentía hacia su madre y el gato al que ella quería. Hoy está felizmente adoptado.

Los gatos también sufren la pérdida de su compañero de vida humano

¿El coronavirus ha acentuado la problemática del desamparo que sufre un animal de compañía por la muerte de su responsable?

Nosotros no hemos notado la diferencia, tan solo hemos recibido una llamada por ese motivo.

¿Qué debe hacer una persona con el gato de un familiar que ha fallecido? ¿Es mejor acogerlo en tu propio hogar o darlo en adopción?

Sin duda alguna, lo mejor es acogerlo en tu hogar. Nosotros creemos que, si la persona fallecida ha sido importante para alguien, también deberían serlo los animales a los que esa persona amaba. Pero si finalmente no queda más remedio que darlo en adopción, por favor, hacer las cosas bien.

Lo mejor es sin duda encargarse de ese animal hasta que una asociación pueda encontrarle un nuevo hogar, sin hacerle pasar por el trauma de verse en una jaula, en un lugar desconocido, rodado de más animales que no conoce y que le dan miedo. Tampoco nos parece mucho pedir.

Y desde luego, por favor, no faltéis a la memoria del fallecido abandonando al animal en la calle o sacrificándolo, es injustificable.

¿El gato está preparado para vivir en un nuevo hogar y con una nueva familia tras sufrir la pérdida de su compañero de vida humano?

Lo bueno de los animales es su gran capacidad de adaptación, ellos viven el ahora. Claro que, dependiendo de su personalidad, les costará un poco más o un poco menos sentirse seguros, pero con amor y paciencia todos lograrán adaptarse a su nueva vida y ser felices con su nueva familia.

“La educación en la empatía animal es también un modo de prevención del bullying”

Cercana a celebrar los siete años en antena con su programa Huellas Cantabria, Russell Simoni comparte con Animalados su pasión por cuidar colonias felinas, dar talleres infantiles de ética sin fronteras de especie y difundir para toda España una forma coherente de amar a los animales.

¿Qué fue primero los animales o la radio?

Fue primero la radio, mi padre era un gran enamorado de este medio y creo que me lo pegó. Y empecé a los 14 años a hacer radio y a los 17 ya a nivel profesional en una cadena de radio grande. En el tema de los animales empecé a raíz de independizarme y de tener a mi primer amigo perro, tenía 19 años y por supuesto, me cambió la vida, me hizo ser mucho más empática y a interesarme por la realidad animal en mi entorno… Me enseñó a mirar y a ver.

¿Cree que se hace buena comunicación en los medios hablando de animales?

Creo que se va mejorando, pero aún se da muy poco tiempo en los medios para poder profundizar en muchos temas que tienen que ver con los animales, por suerte cada vez hay más espacios que se destinan a los animales y más gente que da un poco de su programación a tratar temas de maltrato animal.

¿Cuáles son los principios de Huellas Cantabria, el programa de radio que diriges?

Huellas Cantabria empezó como una asociación, organizando actos reivindicativos, concentraciones y manifestaciones, tuvimos las primeras reuniones con ayuntamientos en Cantabria hablando de Sacrificio Cero, Gestión Felina… Hacíamos mesas informativas sobre tauromaquia, industria peletera, experimentación… etc., y poco a poco me fui dando cuenta de que trasladando esos temas a un espacio de radio podría llegar a más gente que en cada mesa informativa. Durante muchos años presenté el proyecto en algunos medios y me lo rechazaron. Hasta que pude dirigir mi propia radio, empecé con el programa y a día de hoy se emite en dos emisoras diferentes llegando a toda Cantabria mediante la FM y a todo el mundo vía online. Ya son casi 7 años en antena.

¿Si tuviera un presupuesto ilimitado con qué ampliarías tu doble función?

Uy, si tuviera presupuesto ilimitado me encantaría poder hacer grandes campañas que ayudaran a generar debate en la calle, pondría en marcha más eventos uniendo cultura pacífica y derechos animales y por supuesto ayudaría a poner en marcha más refugios dignos para todo tipo de animales. A la par de destinar una buena parte a denunciar, tener acceso a buenos abogados, procuradores y dar un poco de caña desde los juzgados. Y como no, lograr poner en marcha proyectos de Educación en empatía animal y la no violencia.

Russell Simoni en una actividad con ‘Huellas Cantabria’

En realidad, triple función. Cuéntenos su labor en las escuelas…

Sí, creo que llevar el tema del maltrato animal al aula es primordial y por eso empecé a proponer charlas y visitas a los centros educativos y ya cuando comencé con Huellas Cantabria, mediante el programa de radio, me ofrecía para acudir a colegios e institutos y llevar allí temáticas animalistas adaptadas a la edad del público al que íbamos a visitar. Preparo los contenidos junto a amigos docentes y es una maravilla la mucha empatía natural que tenemos de niños. Una pena que al hacernos mayores parece que esta sociedad la insensibiliza. Recibimos muchos mensajes en el programa de radio para visitas a las aulas. Ahora con la pandemia algo se ha frenado, pero cuando todo esto pase los recuperaremos con más fuerza.

Dice que hay un momento en el que de la sensibilidad y la empatía se pasa a otra cosa…

Si, creo que está sociedad nos insensibiliza y normaliza en exceso el uso de animales para nuestro propio beneficio.

¿En qué medida pueden los niños aprender una cosa cuando las prácticas de sus mayores y el día a día implican otras cosas?

Los niños, una mayoría, ellos solos sacan conclusiones muy bonitas ante los temas que llevo a las aulas y que comentamos. El problema es que llega al aula, incluso mediante los propios libros de texto, otra manera de considerar a los animales. Ojalá en la temática educativa hubiera un mayor fomento de la empatía y los derechos animales.

No olvidemos que las conductas de violencia hacia humanos y hacia animales, comparten las mismas vías de aprendizaje, siendo numerosos los especialistas que desde hace años vienen relacionando el maltrato animal en la infancia con otro tipo de agresiones entre humanos. Por eso considero que la educación en la empatía animal es también un modo de prevención del bullying. Educar en la convivencia es muy importante.

¿Crees que hay una confusión entre hacer actividades que incluyen animales con realmente fomentar el respeto real…no solo la gratificación sensorial y el entretenimiento de los niños?

Sí, se dan demasiado las actividades que cosifican a los animales, dando a entender que están ahí para que hagamos con ellos lo que nos plazca sin pensar en los propios intereses de los animales. Demasiadas visitas a granjas, zoológicos en lugar de visitar refugios y otros lugares que sí son una educación que fomente una mejor convivencia y respeto hacia los animales y no en la cosificación.

Lidera la gestión ética de colonias felinas en un área de Cantabria. ¿Cómo está el tema?

Soy coordinadora CER desde hace cuatro años en el municipio en el que resido y estamos haciendo un trabajo que funciona muy bien, mientras en otros lados vemos nacimientos y más nacimientos de gatitos, sobre todo en esta época, en nuestro municipio se notan ya las casi 400 esterilizaciones que llevamos hechas y estamos teniendo una primavera mucho más tranquila en ese aspecto, aunque nos quedan aún muchas zonas a las que acercar la gestión ética felina. Además, esto nos ha permitido documentar ejemplos de gestión y con ellos ayudar a que el CER llegue a otros municipios y demostrar claramente lo bien que funciona.

¿Qué significa ser «perro de caza» en España?

Los perros destinados a la caza son los grandes olvidados para las Administraciones Públicas, sobre ellos se cierne el más cruento maltrato institucional que nos podamos imaginar a todos los niveles.

Existe una permisividad absoluta por parte del sistema hacia las más horribles salvajadas sobre estos animales, por no hablar del paso por alto de multiplicidad de infracciones administrativas, que van desde falta de las mínimas condiciones higiénico sanitarias de bienestar animal, inexistencia de chip en animales, inexistencia de seguros de responsabilidad civil ante animales denominados potencialmente peligrosos, que son utilizados como “perros de agarre”, venta indiscriminada y sin ningún tipo de control, y en el caso de que los animales estén chipados…chip identificativos a nombre de terceras personas e incluso de menores de edad…y para ello tiene que haber profesionales que permitan todo ello…

Ser perro de caza significa para unos estar 24 horas encadenado a un olivo a la intemperie haga frío o calor, llueva o truene, de día o de noche, para otros vivir en zulos insalubres sin ver la luz del día, alimentándolos días alternos para aumentar su agresividad ante una pieza de caza, ya si hablamos del alimento que reciben…en la gran mayoría de los casos son carne cruda proveniente de carnicerías sin ningún tipo de control ni autorización para alimentarlo a base de productos SANDACH (Subproductos de Origen Animal no destinados a Consumo Humano), donde, el que tiene suerte recibe al día un triste caparazón emborrizado de tierra.

Ser perro de caza significa ser un mero instrumento que cuando no sirven para ese fin, utilizan las formas más horrendas para deshacerse de él, desde tirarlos a un pozo, dejarlos morir de inanición, ahorcarlos, matarlos a golpes y tirarlos a un contenedor aún con vida, tirotearlos en plena cacería, algunos, los menos, son llevados a perreras, con lo que ello conlleva o son abandonados, el que tiene suerte es rescatado por una protectora y el que no, que son la gran mayoría, mueren en una cuneta agonizando de dolor, en manos de su verdugo o de inanición en compañía tan solo de la fría cadena que los tiene prisioneros.

Ser perro de caza significa que desde el minuto cero, cuando naces, tu madre, encadenada o encerrada en un minúsculo habitáculo -(he visto a una perra preñada tenerla semanas metida dentro de un remolque a oscuras entre sus propias heces)- da a luz sobre una losa fría, sobre tierra, con el único calor que el que te procura ella recién parida. Ser perro de caza es ser carne de cañón de ventas ilegales entre particulares por internet para crías indiscriminadas, para intercambio por maquinaria agrícolas o aperos de labranza, ser perro de caza conlleva el ser entrenado enganchado a vehículos a motor donde o corres o corres, como es el caso de Castilla La Mancha.

Ser perro de caza significa pertenecer a un mundo amparado institucionalmente donde la sombra de las irregularidades administrativas y delictivas están en un constante acecho. Me he encontrado a lo largo de los años implicados en la defensa de estos animales con infinidad de irregularidades y trato de favor hacia los integrantes del mundo de la caza.

La propia Administración no mira de la misma forma a una perro utilizado para la caza al que no lo está, -de hecho en la actual ley de protección animal de Andalucía las infracciones que se comentan sobre los perros de rehala es competente la Delegación de Agricultura y no la Delegación del Gobierno como ocurre con los demás-, ya da igual si se trata que conformen una rehala dada de alta y cumpliendo la mayoría de los requisitos que administrativamente han de cumplir o simplemente ser un mero asentamiento de podencos, galgos, bretones, PPP, bodegueros…lo más indignante es que no se persiguen las irregularidades que se comenten por parte de los que tienen a estos animales y que los utilizan de forma irregular. Está muy normalizado tener entre 4 y 10 animales, en pleno campo, sin chip sin control sanitario alguno, atados a olivos comienzo desechos de animales, para ser utilizados los fines de semana y luego vuelta al mismo lugar…lo saben los Ayuntamientos, lo conocen las fuerzas y cuerpos de seguridad, lo conocen los vecinos y no pasa nada, NADIE HACE NADA!!!

Lo peor de todo es que en las zonas rurales principalmente están tan acostumbrados a tener esta dantesca imagen a su lado que ya lo ven con absoluta normalidad y sólo por el hecho de no tener problemas con el vecino cazador, que además tiene un arma a su alcance y por el miedo a que le hagan algo a él, a su familia o sus animales, guardan silencio.

Los perros de caza, los olvidados para las Administraciones

En definitiva ser un perro de caza es uno de los peores destinos que puedes tener siendo perro. Ha llegado a ser tan grave la situación de los perros de caza en España que el pasado 11 de Marzo, el Intergrupo del Parlamento Europeo sobre Bienestar y Conservación de los Animales remitió una carta abierta al gobierno de España mostrando su profunda preocupación por el trato que se le da en España a los perros de caza. En la misma hace mención expresa al artículo 13 del Tratado de Lisboa donde se exige que los Estados miembros de la UE adapten sus legislaciones nacionales de manera que cumplan con la consideración a los animales como seres sintientes y la misma sea tenida en cuenta en futuras iniciativas políticas. Reproduzco un extracto de la misma por su gran interés:

“El trato a los galgos y a otros perros de caza en España es un ejemplo particularmente grave. La responsabilidad de legislar y hacer cumplir la ley en cuanto a protección animal recae en las 17 comunidades autónomas, lo que da lugar a un conjunto diverso de normativas de difícil aplicación.

Nos preocupa especialmente, dice el Intergrupo del Parlamento Europeo, el lento avance en la introducción e implementación de leyes de bienestar animal en España con respecto a los galgos y otros perros de caza. Consideramos que el trato a los perros de caza en España está en contradicción con los valores europeos y no encontramos justificación alguna de la diferenciación en la protección que se otorga a los animales de compañía, frente a la que se da a galgos y otros perros de caza, considerados animales de trabajo. Distinción que sin lugar a equívocos está disminuyendo notablemente su nivel de protección, negándoles la condición de seres sintientes reconocidos en el Artículo 13 que, entre otras cosas, exige que se los mantenga en condiciones razonables de habitabilidad y libres de todo sufrimiento innecesario, incluido el abandono y maltrato por parte de sus dueños.

Por tanto, recomendamos que se considere urgentemente la necesidad de una ley unificada de protección animal que abarque todo el territorio español. Se necesitan medidas legales renovadas en las áreas de cría, identificación y registro de perros, junto con la ejecución efectiva de multas ejemplares y penas privativas de libertad en casos extremos de crueldad animal, así como la creación de controles policiales sistemáticos con la provisión de los recursos adecuados.

Además, la legislación española actual permite que el 85,6% del territorio nacional sea terreno de caza, privilegiando al 1,6% de la población que tiene licencia de caza. Durante el confinamiento debido al COVID-19, en 2020 los cazadores quedaron exentos de las restricciones que se aplican al resto de la población y actividades de ocio al aire libre. Su actividad, la caza, tuvo como consecuencia 52 accidentes mortales, mientras que cerca de 600 personas resultaron heridas.

Por lo anterior, solicitamos respetuosamente al gobierno español y a sus organismos competentes, que reconozcan y respeten el derecho de los españoles no cazadores, el 98,4% de la población, de disfrutar de la naturaleza e interactuar con el medio ambiente de manera pacífica, sin las restricciones impuestas por la caza y la desproporcionada asignación en exclusiva de tierras para fines cinegéticos. Asimismo, hacemos un llamamiento al refuerzo, apoyo y al debido reconocimiento a la labor de las agencias de protección del bienestar animal y su personal, Agentes Forestales, quienes se han declarado desprotegidos frente a los cazadores en numerosas ocasiones. Su número insuficiente se traduce en que los cazadores pueden realizar sus actividades en gran medida exentos de cualquier requisito legal destinado a prevenir la crueldad animal.

Y finaliza la Carta sugiriendo una serie de MEDIDAS DE PROTECCIÓN ANIMAL

1. Mayor control de las perreras públicas gestionadas por empresas privadas sin marco legal estatal que las regule.

2. Mayor apoyo, recursos y formación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Autonomías y Ayuntamientos, en su lucha contra el abandono animal.

3. El tratamiento de la caza como una actividad exclusivamente “privada”, exenta de subsidios públicos directos o indirectos a nivel estatal, regional o local. Esto implica dejar de considerar a la caza como actividad de carácter «cultural» o «deportivo», lo que hace que sus federaciones y asociaciones no sean aptas para recibir subvenciones de las autoridades deportivas o culturales gubernamentales.

4. El grupo de perros de caza denominado «rehalas» debe dejar de ser considerado objeto «de interés cultural». Deben aplicarse las leyes actuales sobre cría contemplada en las directrices de cría responsable de la Plataforma de la Unión Europea para el Bienestar Animal, y no discriminar a los perros de caza en cuanto a su grado de protección.

5. Transparencia en todo lo relativo a las subvenciones públicas a organizaciones relacionadas con la actividad cinegética.

6. La implementación de un programa de educación en bienestar animal en las escuelas para promover la empatía hacia los animales en la infancia”.

La desdicha de los perros de caza no termina ahí, los pocos que logran salir de ese infierno y consiguen tener la posibilidad de adopción, les resulta, en especial a Podencos, muy complicado encontrar a una familia y todo ello por el estigma que sufren por la falsa creencia de que son perros de caza y no de casa, ser perros muy nerviosos o hiperactivos. Todos los perros utilizados para esta cruel práctica, tanto genética como morfológicamente son exactamente iguales a cualquier otro y deben, necesariamente gozar, de la misma protección penal y administrativamente hablando como seres sintientes que son.

Confío en poderlo ver algún día.

Fdo. Dulcenombre Aguilera Aguilera
PRESIDENTA DAMAC Juristas
Fundadora del Despacho Jurídico “Por la Defensa de los Sin Voz”
Asesora Jurídica FAPAC Córdoba

«El método CER es el único ético y eficaz para el control de las colonias felinas»

La Fundació Silvestre es una organización que contribuye a que la sociedad vea a los animales como seres vivos sensibles, con sentimientos de alegría y tristeza para que sean tratados con respeto y compasión. Esta fundación está especializada en la gestión de colonias felinas y también se encarga de rescatar a gatos abandonados y promover la adopción para fomentar la tenencia responsable de animales de compañía. Además, trabajan para potenciar la convivencia entre las personas y los animales que viven en la ciudad y dan soporte a las personas que alimentan a los gatos asilvestrados.

Animalados ha hablado con Cristina Dalmau, Presidenta la Fundació Silvestre, que cuenta con más de veinte años de experiencia en materia felina y con quien hemos repasado el origen, el presente y el futuro de esta organización que suma ya catorce años de trabajo e implicación en la lucha por el bienestar animal.

¿Cómo nace la idea de crear la Fundación Silvestre?

Nace curiosamente de un perro. Silvestre era un perro que teníamos en casa cuando mi hija todavía era pequeña. Era un perro muy bueno que inició en cierta manera mi amor por los animales.

Recuerdo que de repente un día vino a casa una gatita que comenzó a comer del pienso de Silvestre y sorprendentemente él se mostró muy cariñoso con ella, dejándola comer de su propia comida. Yo en ese momento no conocía el mundo de los gatos, le puse un comedero a la gatita y comenzó a venir cada día hasta que sin darme cuenta, con el paso de los días, tenía a todos los gatos del pueblo comiendo en mi casa. Así nació mi pasión por estos felinos.

Con el tiempo la gatita murió y yo cogí un disgusto muy grande. Como quería hacer algo por los gatos, me puse en contacto con protectoras especializadas y me dijeron que buscara a alguien que supiera capturar a los gatos callejeros y a un veterinario para esterilizarlos. En dos semanas tenía a todos los gatos de mi pueblo esterilizados.

Al final, entre capturas y esterilizaciones conocí a una persona especializada y creamos en el 2007 la fundación que lleva el nombre de Silvestre en memoria del primer perro que tuve, que fue quien despertó en mí, con su manera de ser, un sentimiento de amor hacia los animales y más concretamente hacia los gatos.

¿Cuántas colonias felinas gestionáis actualmente? ¿Dónde están ubicadas?

Actualmente los voluntarios de la Fundació gestionan cerca de 200 colonias felinas. Trabajamos siguiendo el protocolo del Ayuntamiento de Barcelona y nuestro ámbito de actuación se centra en los Distritos de Sarrià-Sant Gervasi y Les Corts. En estas colonias implantamos el método CER (Captura/Esterilización/Retorno), que es el único método válido y eficaz para estabilizar las poblaciones de colonias y mejorar la calidad de vida de los gatos.

La correcta aplicación del método CER es muy importante, ya que cualquier gatita abandonada a su suerte y no esterilizada, en dos años, de esa gatita pueden llegar a salir treinta gatitos nuevos. Por este motivo, tenemos muy bien controladas las colonias felinas de las zonas en las que trabajamos desde la Fundació Silvestre.

La zona más complicada de nuestro ámbito de actuación es la de Collserola. En esta zona se abandonan muchísimos gatos y otros animales, por tanto, el control de la población feral en este lugar es más complicado.

Keops y Jughed se adoptaron en la Fundació Silvestre en el año 2019

¿Los gatos ferales son tratados con respeto por los ciudadanos de Barcelona?

En general los gatos ferales no están bien vistos. Ahora bien, cuando una colonia felina está bien llevada la gente los respeta mucho más. Existen colonias felinas ubicadas en lugares concretos como zonas ajardinadas, colegios o en algunos edificios donde la gente no quiere que haya ningún gato. En estos lugares no se respeta mucho a los gatos callejeros.

Hay que tener en cuenta que normalmente los gatos que forman parte de una colonia son animales que han nacido en la calle, cuyo origen suele estar en una gata abandonada. Son generaciones nacidas en la calle cuya descendencia pasa a ser gatos completamente ferales, es decir, gatos que no puedes dar en adopción. Lo mejor para ellos es vivir el resto de su vida en las calles.

También hay muchas colonias que son respetadas por los ciudadanos. Por ejemplo, tenemos colonias en las que no entran los humanos, que tienen 15 o 16 años de vida y que están muy bien conservadas. Otras colonias que están más cerca del alcance de la gente, como por ejemplo las que están al lado de un sitio en obras, los gatos tienen una esperanza de vida más baja. En general, el gato feral no vive bien por culpa de la acción humana y la realidad es que las colonias felinas de las ciudades nacen justamente por el abandono de estos animales.

En este sentido, las administraciones tienen un papel muy importante para que las personas respeten a los gatos ferales. Hay que sensibilizar a la sociedad y hacer ver que estos animales llevan 9.000 años con nosotros. Hasta hace poco era legal envenenarlos, pero por suerte parece ser que poco a poco mejoramos y la sociedad respeta más a los gatos callejeros. Aun así todavía queda mucho por hacer.

¿Cuántos gatos hay actualmente en la Fundació Silvestre? ¿Cuántos de estos felinos están en adopción?

Normalmente en la Fundació Silvestre tenemos una media de unos 50 gatos, de los cuales unos 25 son gatos no adoptables que han venido por causas mayores: enfermedades, falta de alimentación, etc. Al final, el refugio es un centro de acogida y no queremos gatos que no se puedan dar en adopción. Más o menos cada año pasan unos 150 gatos por nuestro refugio.

¿Cómo ha afectado el confinamiento a los procesos de adopción?

El número de adopciones disminuyó durante el primer mes de confinamiento. Eran días en los que no llegaban camadas de cachorros y los adultos ya sabemos que cuestan mucho de adoptar. No obstante, los voluntarios de la Fundació vinieron cada día a trabajar y la actividad nunca paró. Hemos seguido capturando y trabajando en el refugio para dar salida y bienestar a los felinos. Dejando de lado las primeras semanas del confinamiento, en general, las adopciones han subido durante el 2020.

En total se han adoptado 98 gatos en el año 2020, siendo el mes de abril el más flojo con 2 adopciones y el mes de junio el más activo en este sentido, con un total de 27 felinos adoptados.

¿Los adoptantes buscan un perfil determinado de gato cuando acuden a la fundación?

Sí, prácticamente todas las personas que quieren adoptar un gato buscan un cachorro pequeño y que sea muy mono. Los adultos cuestan mucho de salir. Esto ha sido siempre así y no cambiará. Cuando adoptas un adulto, ya conoces la personalidad que va a tener el gato, en cambio, un cachorro puedes tener mucha suerte o menos suerte porque se está formando su carácter.

¿Qué hacéis desde la fundación para evitar que un gato adoptado sea devuelto por los adoptantes al refugio?

Por suerte tenemos pocos casos. En la Fundació Silvestre tenemos un proceso de adopción muy riguroso. Filtramos a mucha gente que quiere adoptar un gato y valoramos si la persona es apta o no para la adopción. Nosotros en el contrato nos comprometemos a que nos quedamos de nuevo con el gato si se da el caso que la persona adoptante no lo quiere tener más. Cuando esto sucede, nosotros nos ocupamos de nuevo de buscarle una nueva casa.

El proceso de adopción de la fundación incluye una serie de visitas durante las primeras semanas de la acogida para controlar y garantizar el bienestar del gato en su nuevo hogar. Actualmente, tenemos dos o tres casos de familias que adoptaron un gato y que no sabemos dónde está el animal. Probablemente procederemos a poner una denuncia.

Los gatos acomodados en su llegada al nuevo refugio

Hace unos meses os trasladasteis a un nuevo refugio. ¿Por qué se produjo este cambio de hogar? ¿Cómo se han aclimatado los gatos?

Antes estábamos en un piso con terraza. Era una casa vieja que ya estaba en mal estado y se hundió el techo. Estuvimos un tiempo buscando una nueva ubicación. Un proceso difícil, ya que el Ayuntamiento no nos ayudó mucho a pesar de nuestras peticiones. Finalmente, a través de otras entidades conseguimos un sitio en Collserola. Este nuevo hogar es mucho mejor para los gatos, ya que disponen de zona exterior con jardines. Esto provoca que el espacio tenga mucha ventilación y eso beneficia a la salud de los felinos.

La realidad es que los gatos se han aclimatado muy bien a su nuevo hogar. Están más en contacto con la naturaleza. Incluso algunos gatos que en el anterior refugio se escondían y apenas se mostraban a los demás gatos o a las personas, ahora se atreven a socializar mucho más.

¿Cuáles son vuestros objetivos de futuro?

A raíz de la recogida de firmas para una de nuestras campañas hemos conseguido que nos siga mucha gente y algunas personas nos han pedido ayuda. Es una situación parecida a la de nuestro inicio, cuando yo alimentaba a los gatos de mi casa pero no sabía exactamente qué tenía que hacer para cuidarlos bien y tuve que buscar ayuda a personas especializadas.

Ahora mismo la Fundación Silvestre está formada y preparada para hacer esta función de ayuda. Nosotros no podemos esterilizar a toda España, pero podemos convertirnos en una ayuda importante para las personas o las entidades sobre cómo deben luchar contra las administraciones para llevar a cabo un buen control de las colonias felinas y sobre la correcta aplicación del método CER. Nuestro objetivo actual y de futuro es seguir con la labor que desarrollamos desde nuestra fundación y también transmitir nuestra sabiduría de manera gratuita a todos aquellos que quieran ayudar al bienestar de los gatos.