Cuatro décadas sin caza deportiva en el Cantón de Ginebra

Después de un balance los resultados para la naturaleza, los animales y los humanos son más que positivos: La biodiversidad es exuberante y la mayoría de las poblaciones de animales silvestres se regulan solas. En las orillas del Lago Leman (Ginebra/Suiza) y del río Ródano el número de los animales acuáticos que invernan aumentó de manera espectacular hasta unas 30.000 aves. Las aves y los demás animales silvestres perdieron poco a poco el miedo ante el ser humano, provocado por la caza deportiva. Así los ciudadanos de Ginebra pueden disfrutar la imagen de animales silvestres moviéndose de manera tranquila y totalmente natural a pleno luz de día a pesar de la presencia de personas. Las aves acuáticas no levantan el vuelo al acercarse una persona a las orillas. Paseando por los bosques de Ginebra se pueden contemplar liebres brincando y hasta ciervos pastando. Así los humanos recobran su conocimiento sobre la naturaleza y sus interacciones.

El Cantón de Ginebra con sus 500.000 habitantes sobre 280 km2 está altamente urbanizado pero a pesar de ello tiene un alto valor natural y paisajístico. Más de 30 km2 son bosque de roble y de abedul. También hay bosques de pradera y de haya. Y 110 km2 albergan la agricultura. Traducido a porcentajes: El 45% del Cantón es de uso agrícola, un 25% es urbanizado, un 15% consiste en bosque y campo y otros 15% representan el Lago Leman. El Cantón de Ginebra tiene 42 reservas naturales dentro del bosque, entre ellas, 9 reservas forestales sin intervención silvícola. A principios de los años 70 los animales de la mal llamada “caza mayor” estaban prácticamente exterminados por la excesiva persecución por cazadores deportivos. Solo quedaban unas docenas de ciervos y corzos y los jabalíes llevaban ya décadas desaparecidos de los bosques ginebrinos. Liebres, conejos, faisanes y perdices apenas se veían ya por culpa de la agricultura extensiva y la caza deportiva. Para que los cazadores deportivos pudieran seguir disfrutando de su afición se soltaban liebres, faisanes y perdices importados desde el extranjero y se les soltaba por los campos del Cantón de Ginebra.

El año 1974 entró en la historia del Cantón, porque debido a un referéndum organizado por unos protectores de animales el 19 de mayo de 1974 se llegó a prohibir la caza deportiva con una gran mayoría de 25.776 votos a favor y de 10.748 en contra. Cuando habla el pueblo, las administraciones suizas son consecuentes. A partir de la votación no se entregó ninguna licencia de caza y así tampoco no se disparó sobre ningún animal en la temporada de caza del año 1974. Se creó un Departamento de Fauna Silvestre en la que los representantes de la protección animal y de la naturaleza deciden si se debería llevar a cabo regulaciones, intervenciones o si se llevan a cabo pagos por daños por fauna silvestre. Abatir a un animal es siempre el último recurso.La creación de este Departamento era importante para que el gobierno no pudiera tomar decisiones y así minimizar la prohibición de la caza deportiva bajo la presión del lobby cazador. La prohibición de la caza deportiva en Ginebra era una sensación y suscitó gran atención internacional pero para el mundo de la caza deportiva esta decisión era un «shock“ y lo es hasta el día de hoy. Porque el ejemplo de Ginebra demostró que la naturaleza puede funcionar sin cazadores deportivos hasta en un paisaje muy urbanizado y que tanto ella como los animales silvestres se recuperan. A través de la prohibición de la caza deportiva el área del Lago Leman y del río Ródano adquirió una gran relevancia natural para la protección de aves. Así lo afirma un estudio del Schweizer Vogelschutz SVS-Birdlife. Según éste, el segmento de aguas que antes no tuvo ninguna importancia en el Lago Leman, se convirtió hasta el día de hoy en un biótopo significativo para especies de aves invernantes como el Porrón Europeo, el Ánade Friso, la Cerceta Común, el Porrón Moñudo, el Somormujo Lavanco o el Zampullín Chico. Pero también para la Serrata Grande estas aguas representan un área importante para su cría y para su invernada. Sobre todo las zonas estancadas cerca de Peney y por encima de Verbois tanto como la Rade de Genève que se convirtieron en zonas de descanso para las aves acuáticas.

El biólogo Gottlieb Dankliker es el Inspector jefe de Fauna Silvestre desde 2001 en el Cantón de Ginebra y el responsable para la gestión de fauna silvestre.  En una conferencia el 15 de octubre de 2013 en la Universidad de Basilea expuso en su discurso que una prohibición de la caza deportiva es viable científicamente y Ginebra es el ejemplo práctico que es posible. Relató que poco después de la prohibición de la caza deportiva volvieron los corzos poco a poco. “Tenemos por km2 unos 10 a 15 corzos. Su población es estable desde hace muchos años.” Y siempre aparece la pregunta, si los corzos no impactan en el bosque por comer brotes de árboles. Dandliker explica claramente que el corzo no representa ninguna amenaza para el bosque porque ya no se tienen que refugiar dentro de los bosques ante la caza deportiva. Ahora pastan con toda tranquilidad fuera de ellos en los abundantes pastos. Si hay árboles de mayor importancia, se les protege de manera individual. El Cantón de Ginebra tiene al día de hoy una población de grandes ungulados estable de cerca de 60 ciervos y hasta 300 corzos. Gracias a la prohibición de la caza deportiva, el Cantón de Ginebra se ha convertido en uno de los últimos bastiones para conejos silvestres y perdices en suelo suizo. “Tenemos la última población de perdices en Suiza”, comenta el Inspector jefe Dandliker con orgullo. Antes del referéndum en el año 1974 el lobby cazador afirmó que sin caza la liebre estaría amenazada por extinción por depredadores. Pero pasó justo lo contrario: Mientras el Cantón Ginebra disfruta de una población sana y con muchas ganas de reproducirse de liebres, la más grande de toda Suiza.  

Aparte de la prohibición de la caza deportiva otra razón es la intensificación de la agricultura. Ginebra es un Cantón pionero: El 10% de las áreas agrícolas son ecológicas, con una alta calidad para la biodiversidad. De ello se aprovechan también perdices, rapaces y depredadores como martas y zorros. Hay pequeños depredadores como martas, tejones o zorros, pero no representan ningún problema. Estos depredadores se equilibran de manera natural en un nivel más bajo cuando la caza deportiva cesa sobre ellos. Después de la prohibición de la caza deportiva en el cantón de Ginebra en Suiza, la población de zorros se redujo de 12 familias con 48 cachorros a 6 familias con 23 cachorros. En 2013 se soltó en Ginebra a un joven lince – un huérfano del Cantón vecino Waadt – dado que se temió que iba a caer víctima de los cazadores deportivos. Así mismo los ginebrinos aguardan con ansias la llegada del primer lobo. Ya se pudieron avistar algunos ejemplares en la frontera ginebrina/francesa pero hasta el momento no se constató ninguna presencia lobuna en Ginebra. Los gardes d´environment esperan que los lobos les ayudarán en controlar a los grandes ungulados, sobre todo al jabalí. Ambos animales, lince y lobo, son bienvenidos en Suiza, dado que regulan los grandes ungulados silvestres y así fomentan el rejuvenecimiento de la masa arbórea. Posibles daños por depredación sobre ganado doméstico se indemniza convenientemente. La preocupación de los agricultores de que la prohibición de caza deportiva llevaría a daños elevados en los cultivos se mostró falsa. Las estadísticas de daños por fauna silvestre son comparables con las del Cantón de Schaffhausen – y en Schaffhausen la caza deportiva está permitida. Muchas liebres causan daño en los brotes de los girasoles, Pero los agricultores reciben anualmente una compensación de 30.000 a 60.000 SFR. Los corzos ocasionan sobre todo daño en las plantaciones de árboles frutales y viñas. Aquí los pagos por daño se encuentran entre 20.000 y 80.000 SFR.

En 1974 ya no había ningún jabalí en el Cantón de Ginebra desde hacía décadas. Estaban catalogados como extinguidos en el Cantón. Después de la prohibición de la caza deportiva el jabalí volvió desde Francia a Ginebra. En el paisaje variado del Cantón estos animales se adaptaron estupendamente y se reproducían rápido. Un problema añadido es el hecho que al comenzar la temporada de caza en el Cantón vecino de Waadt y en Francia, los cerdos silvestres se refugian en los bosques de Ginebra donde finalmente se establecen. Los jabalíes franceses huyen de los cazadores deportivos de su país cruzando el río Ródano para ponerse a salvo en Ginebra. Así la población de jabalíes aumenta todos los años de manera artificial y dado su gran fertilidad las poblaciones aumentan desproporcionalmente. Finalmente los daños causados por los jabalíes ya no se podían aceptar políticamente y se decidió una regulación reservada para las poblaciones jabalineras finales del siglo XX.

Pero antes de matar, en Ginebra se apuesta por la prevención de daño: Para evitar daños por jabalíes en la agricultura, se cierran los cultivos con vallas electrificadas. “Es muy sencillo – bastan dos tiras”, explica Dandliker. Este método se ha demostrado muy eficiente. Pero se tardó mucho en convencer a los agricultores. Y en las viñas solo se han de proteger las viñas cerca de zonas de reposo de jabalíes y sobre todo las variedades tempranas. Tan pronto como los bosques ofrecen bellotas, los jabalíes ya no acuden a las viñas.  Las regulaciones de los jabalíes solo las llevan a cabo los guardabosques con todas las medidas “high-tech”. No se encargan estas tareas a ningún cazador amateur. Para estos Guardas del Medio Ambiente la seguridad, ética y protección animal tienen un papel primordial en estas regulaciones. “No nos podemos permitir ni un solo accidente”, dice Dandliker. “Protección animal significa sobre todo evitar herir animales, tal y como ocurre frecuentemente en el cantón vecino Waadt y en Francia.”

Allí se lleva a cabo batidas, los animales se llevan uno o varios disparos y huyen despavoridos. Y no se les encuentra o quizás una semana más tarde o ni siquiera los cazadores deportivos se toman las molestias en buscar a los animales heridos, relata el Inspector jefe de Fauna Silvestre.  “Situaciones de extremo estrés para los animales silvestres como ocurren en las batidas, son algo terrible y no las tenemos en nuestras regulaciones. Para abatir un solo jabalí dedicamos unas 6 horas de trabajo. Buscamos el lugar exacto donde debe ser abatido, en una zona donde esté tranquilo y confiado. El jabalí no se percatará de la presencia del guardabosque que le abate con un rifle de visión nocturna con un solo disparo en la sien“. “Por razones éticas no matamos a hembras con crías. Cuando falta la madre, se mueren los pequeños. Tampoco se abate a las hembras líderes y los grandes verracos. Así esperamos mantener la estabilidad del grupo familiar y su comportamiento.”  “De manera regular tenemos grupos de jabalíes huérfanos, víctimas de la caza en Francia. Mataron a sus madres y andan perdidos y así que se adentran en los pueblos. Jabalíes tan pequeños pueden causar mucho daño en los cultivos. Además está más que reconocido que los jabalíes se reproducen de manera incontrolada cuando falta la hembra líder.” La regulación de los jabalíes el Cantón de Ginebra se lleva a cabo con gran dedicación y apenas cuesta dinero al Cantón. La población de jabalís en Ginebra oscila entre 100 y 400 individuos. “En los últimos 10 años tuvo lugar un cambio en la actitud de los agricultores. A pesar del daño que causan. El jabalí es un animal que pertenece a nuestro paisaje, así de simple. Y así se le ha aceptado entretanto.”

El 90% de la población ginebrina apoya incondicionalmente esta prohibición. Ésta impide a solo unos pocos cientos de los 500.000 ciudadanos de Ginebra de llevar a cabo su pasatiempo en el Cantón propio. Su desventaja es que ahora para poder ir matar animales los cazadores deportivos tienen que desplazarse al Cantón vecino de Waadt. Pero las ventajas son notables para la gran mayoría de los ginebrinos: La prohibición de la caza deportiva posibilitó el regreso de muchos animales y el aumento de una biodiversidad de manera increíble. De esa manera el ciudadano ginebrino agradece poder disfrutar observando la fauna silvestre muy de cerca. Y la prohibición de la caza deportiva aumentó la seguridad para senderistas y todos aquellos que disfrutan de la naturaleza: «En el Cantón vecino Waadt o en Francia es imposible pasear por los bosques en otoño porque los cazadores deportivos persiguen a los jabalíes o a los ciervos pegando tiros a diestro y siniestro. Y así ocurren siempre accidentes de caza”, explica Gottlieb Dandliker. La ciudadanía de Ginebra apoya con gran mayoría la prohibición de la caza deportiva. Una encuesta representativa llevado a cabo en 2006 lo demuestra: El 90 % sigue respaldando la prohibición de la caza deportiva en su Cantón. En 2009 los pro-caza del consejo del Cantón intentaron reestablecer la caza deportiva, pero recibieron calabazas. Con 71 votos contra 5 y con 6 abstenciones los pro-caza se llevaron un gran desplante.

Por lo tanto se lleva a cabo en Ginebra un experimento extraordinario desde hace 43 años en un área relativamente pequeño (280 km2) y en un paisaje condicionado por el ser humano. Así este pequeño Cantón se convierte en un ejemplo a seguir en cuanto a protección y fomento de la biodiversidad.  El Cantón de Ginebra aboga por la protección y el fomento de la biodiversidad con un sinfín de gestiones, medidas y proyectos concretos. Así se clasificaron entre 2010 y 2012 un total de 400 hectáreas como reservas naturales.  Sobre todo el Cantón se extiende una red de distintos espacios vitales como humedales y bosques en los que un gran número de animales y plantas escasos encontraron un refugio.  En el Lago Leman, el río Ródano, los arroyos y estanques pequeños ganaron importancia internacional para la protección de aves.

En el año 2007 se emitió una Ley para la protección de paisajes y biótopos así como para la conservación de la flora, que asegura el cuidado y el mantenimiento de dichas áreas. Para las perdices, el mochuelo común, el azulón de las coronillas, la diente de perro y otras especies amenazadas existen programas especiales de conservación.  11 guardabosques profesionales (Gardes de l´environment) se encargan de la vigilancia de las reservas naturales tanto como de la flora y fauna. Estos protectores de la naturaleza desempeñan una gran variedad de tareas como el control de las reservas naturales, de la prevención de daños por fauna silvestre y la supervisión de la pesca.  El contacto directo con la población se traduce en formación del ciudadano en el ámbito del medio ambiente. Según cuenta el Inspector de Fauna Silvestre Gottlieb Dandliker el trabajo de los 11 guardabosques profesionales cuestan al contribuyente al año menos de una taza de café. 1.200.000 SFR se reparten sobre 500.000 habitantes – incluida la prevención de daño de la fauna silvestre en la agricultura (250.000 SFR) y pagos por daño de fauna silvestre a los agricultores (350.000 SFR).Lo que hacemos lo hacemos principalmente para la agricultura”, dice Dandliker. Y recalca que la prohibición de la caza deportiva le sale al Cantón mucho más económico que la caza. “Organizar cacerías costaría mucho más dinero que una regulación de jabalí llevado a cabo por nosotros.”  Y para un departamento de caza se necesitaría como mínimo a dos puestos de trabajo a tiempo completo mientras para nuestra regulación se necesita solo uno.

Con 500.000 habitantes y 30.000 perros el Cantón de Ginebra está densamente poblado. Son condiciones suburbanas. Y así no solo las reservas naturales tienen un papel importante sino también el fomento de la naturaleza urbana y la pedagogía de naturaleza y el medio ambiente. El programa «Natur in der Stadt“ (Naturaleza en la ciudad) entrelaza las áreas verdes de la ciudad con el entorno campestre y fomenta la construcción de biótopos aislados en lugares como jardines, pequeñas charcas y estanques, en arroyos e incluso en tejados ajardinados. Hasta las antiguas fábricas se convierte en biótopos.  En los jardines públicos rige la «Garten-Charta“ (la carta de jardines) para una gestión ecológica y el fomento de la biodiversidad a la que se han unido aquella gente particular que tienen jardines y huertos así como varias ONG´s. Dado que el Cantón de Ginebra linda 103 km con Francia, la colaboración entre ambos países es de gran importancia para la conservación de los ejes de unión entre los espacios vitales en común como el Jura, una cordillera en los Alpes, donde comparten lagos y zonas húmedas. Debido a la fragmentación del paisaje por la construcción de viviendas y autopistas alrededor de la ciudad de Ginebra los animales silvestres tienen menos posibilidades de movimientos, algo que es vital sobre todo para los ciervos. Por esta razón la creación de corredores para la fauna silvestre tiene un papel importante en la colaboración con Francia. Material educativo para la información de los ciudadanos de Ginebra con el fin de profundizar el conocimiento sobre la fauna y flora de su Cantón y la necesidad de crear corredores biológicos para la fauna silvestre. Una naturaleza sin caza deportiva es posible. En el corazón de Europa no hay mejor ejemplo a seguir que el del Cantón de Ginebra.

 

Caroline Waggershauser

Activista contra la caza deportiva

La procesionaria del pino, un gran peligro para los perros

Con la llegada de las temperaturas primaverales, la procesionaria del pino ya ha hecho acto de presencia en bosques y parques donde hay este árbol con el consiguiente peligro que supone para nuestros perros. En verano la mariposa pone los huevos sobre los pinos y en un mes salen las larvas que inician la construcción de los nidos que son visibles en la parte alta de los árboles hasta el invierno. Cuando el frío empieza a desaparecer y el calor se impone, estas orugas empiezan a salir de los nidos que han hecho en invierno en los pinos y bajan por los troncos en forma de procesión guiadas por una hembra que va tejiendo un hilo conductor. Su objetivo es encontrar un lugar para enterrarse y transformarse en mariposa entre los meses de julio y agosto. Unas mariposas que copulan muy rápidamente porque sólo tienen un día de vida a la hora de empezar de nuevo el ciclo.

Los peligros que implican para nuestros perros esta oruga que transita en hileras a principios de la primavera y que forman parte de nuestro entorno natural son muy grandes. Las hileras que dibujan en el suelo son un polo de atracción para los perros, que no pueden evitar acercarse ante su movimiento. El problema es que la procesionaria del pino tiene un pelos urticantes que cuando se clavan en la piel de los perros les producen una reacción alérgica que les puede llegar a matar. En este sentido, los veterinarios recomiendan no sacar a pasear a los perros durante la primavera en lugares donde haya pinos porque es imposible controlarlos si van sueltos. Los pelos de las orugas son muy irritantes y pueden producir graves lesiones en la mucosa de la boca y en la lengua si nuestro perro las ingiere accidentalmente o lame. No es de extrañar, pues, que la plataforma Espai Gos BCN reclame que no se planten pinos en los nuevos espacios que se están habilitando en la ciudad.

¿Cómo podemos detectar que nuestro perro sufre una reacción alérgica? ¿Cuáles son los síntomas? Si ve que su perro está muy nervioso, que intenta tragar pero no puede, que se toca la boca con las patas, babea o sus ojos y párpados están hinchados tiene muchos números de haber entrado en contacto con esta oruga. Si se la ha comido también puede que vomite. El problema más grave es que nuestro perro tenga afectadas las vías respiratorias porque esto podría causarle una asfixia y de rebote la muerte. Por este motivo, si tenemos la mínima sospecha de que nuestro perro ha tocado la procesionaria del pino acuda sin dilaciones a su veterinario para iniciar un tratamiento de choque si las pruebas lo corroboran. En algunos casos, los perros necesitan ser ingresados ​​porque no pueden alimentarse por sí mismos y podrían sufrir problemas de desnutrición o deshidratación. Si no puede ir inmediatamente, limpie la zona afectada, con agua caliente y a presión, sin frotar porque los pelos de las orugas tienden a clavarse más y podría agravar la infestación. Bañar al perro con agua caliente permitirá destruir la toxina.

Fermí Varón, propietario de la tienda Animalmente de Sant Cebrià de Vallalta, una localidad de la comarca del Maresme donde hay muchos pinos, alerta de que «hay que estar atentos si el perro se rasca la boca como si se quisiera sacar algo y comienza a salivar porque esto nos indica que ha tocado la procesionaria» mientras subraya la necesidad de ir «urgentemente al veterinario ya que pueden perder un trozo de lengua e incluso morir fruto de la inflamación del estómago y el esófago que le impide respirar «. «Una solución de urgencia», anota Varón, «es tener en el botiquín un medicamento que se llama Urbason, un antihistamínico que suele utilizarse para tratar reacciones  alérgicas fuertes». El veterinario David Pumarola señala que el caso más grave se produce cuando el perro «inhala o ingiere el polvillo tóxico que desprende la oruga, si es poca la cantidad que ingiere se produce una úlcera en la lengua que se puede reparar, pero si la inhalación afecta las vías respiratorias puede ser mortal «. Aún así, el responsable de la Clínica Veterinaria Animalia de Barcelona deja claro que «la inhalación debe ser muy exagerada para que le cause la muerte, pasa poco, si vemos que respira con dificultad, que produce un silbido cuando respira, hay que llevarlo al veterinario para que le administre cortisona y si no responde se tiene que hacer una traqueotomía «. Prevenir una futura inflamación para curarse en salud es el principal consejo que da el especialista, que insta a situar el perro «en una zona donde corra el aire y mantener la calma para que el perro se relaje y respire mejor».

Artículo de Xavi Tedó

Muere Tom Regan, defensor de los derechos de los animales

 

El pasado 17 de febrero falleció Tom Regan a la edad de 78 años, haciendo de ese día un día triste para el movimiento abolicionista por la defensa de los animales.

Regan fue un filósofo estadounidense y profesor emérito de universidad especializado en la teoría de los derechos de los animales, conocido por ser autor de los libros The Case For Animal Rights (1983) y Empty Cages (2004).

Una de sus grandes aportaciones a la defensa de los derechos de los animales fue el concepto sujeto-de-una-vida”, con el que explicaba por qué los seres humanos tienen derechos morales y, en cambio, “los palos y las piedras no”. En The Case For Animal Rights (1983), describe que somos “sujetos-de-una-vida” porque no sólo estamos en el mundo, sino que somos conscientes del mundo y, además, conscientes de lo que nos ocurre. Más aún, lo que nos ocurre sea a nuestro cuerpo, a nuestra libertad o a nuestra vida mismanos importa porque marca la diferencia en la calidad y duración de nuestra vida tal como la experimentamos, independientemente de que importe o no a alguien.” Según explicaba, cualquier ser, sin importar su especie, que pueda ser considerado “sujeto-de-una-vida” tiene un “valor inherente” y no un “valor instrumental. Es decir, se trata de un ser valioso y poseedor de los derechos morales de protección de su vida, su libertad y su cuerpo; un ser que no debe ser utilizado como medio para un fin, pues es un fin en sí mismo.

Regan sostenía que la violación de estos derechos morales en los demás animales, siendo estos “sujetos-de-una-vida”, era una forma de discriminación arbitraria y que discriminar de ese modo era tanto irracional como inmoral. De esta manera, se oponía absolutamente a la explotación animal, rechazando su regulación y defendiendo la abolición como única respuesta moral. Algunos de sus críticos afirmaron que su posición era extremista, a lo que él respondió con uno de sus discursos más conocidos en el que afirmaba que “cuando la injusticia es absoluta, uno debe oponerse a ella de manera absoluta”.

(Video “Soy un extremista” )

Según Regan, la filosofía de los Derechos Animales es, sobre todo, una filosofía racional, científica y justa, que exige que la lógica sea respetada. Argumentaba que, de la misma manera que las mujeres no existen para los hombres, ni las personas negras existen para las blancas, ni las pobres para las ricas, no existe ninguna justificación moral para no extender el principio de igualdad y respeto a los demás animales ni para decir que ellos existen para los seres humanos. 

Estas y otras aportaciones hicieron de Tom Regan una de las personas más reconocidas en el movimiento animalista, siendo admirado por su gran compromiso y dedicación como activista.

A pesar de su fallecimiento, sus ideas continuarán en el movimiento por la defensa de los animales sirviendo de inspiración para todos aquellos que defendemos, no la regulación, sino la abolición de la explotación animal.

Cristina Cubells

Psicóloga y Máster en Derecho Animal y Sociedad (UAB)

El Ayuntamiento de Barcelona estudia que la playa para perros sea itinerante

El Ayuntamiento de Barcelona medita ampliar la playa para perros habilitada el verano pasado en la zona de Llevant de cara al 2018. Pero ésta no es la única opción que el gobierno municipal tiene encima de la mesa. También se está barajando la posibilidad que la playa destinada para canes sea itinerante para acallar las críticas de las Asociación de Vecinos del Front Marítim y del Moviment Diagonal Mar, que se han opuesto al proyecto desde un principio. Con esta medida, el Ayuntamiento evitaría el agravio comparativo porque la zona de baño para perros no quedaria concentrada en el mismo lugar e iría rotando al resto de playas de la capital catalana. La decisión, sin embargo, no se tomará hasta el año que viene puesto que se quiere analizar antes como funciona la iniciativa este verano.  

Rosa Saguès, miembro de Udols, que ha estado presente en las diferentes reuniones para abordar este tema,  admite que la itinerancia “es una de les opciones que el Ayuntamiento està estudiando, pero prefieren esperar un año más para ver como va este año”. La representante de esta asociación que trabaja `para el bienestar del perro urbano no cree que los vecinos contrarios a la playa de Llevant incrementen las protestas como medida de presión. “No me atrevería a decir que se vayan a mobilizar más, pero su actitud es recalcitrante porque no quieren perros en la playa e intentaran sacarlos, contentos no están, ya recogieron firmas para evitar la apertura”.  Àngela Coll, portavoz de la Plataforma Espai Gos, presente también en las reuniones, minimiza el rechazo social: “Son los vecinos que viven en el bloque de delante de la playa y su oposición siempre se basa en la suciedad cuando las otras playas también lo están y no piden controles, es una excusa más que una realidad”.

Coll atribuye la propuesta de rotar la zona de baño para que no haya “una oposición frontal permanente en un determinado emplazamientro” mientras remarca que “nos da igual que sea itinerante, si sirve para que los opositores estén menos molestos, pues que se mueva”. El objetivo final para los animalistas es disponer en su totalidad una de las diez playas de la ciudad.  “Lo que nos molesta es el poco espacio del que gozamos, ya dijimos que no queríamos un pipican, que los vallados no son la major opción, nuestra demanda es que se habilite una playa entera para repartir mejor el espacio porque si un 20% de barceloneses tiene perro no es justo que solo cedan un 0,2% de la costa”. 

Las muestras de arena y agua recogidas en la playa de Llevant han recibido el visto bueno de la Agència de la Salut Pública de Barcelona y los usuarios de la playa la han puntuado con un 7,7 de media.  Unos resultados que avalan la apuesta del Ayuntamiento para mantener este verano la zona habilitada para perros, a la que acudieron  13.241 ejemplares el curso pasado. La àrea delimitada se abrirá del 1 de junio al 25 de septiembre y no a finales de julio como el año anterior para ampliar a todo el verano el permiso. No será el único cambio porque las aportaciones de usuarios, vecinos y técnicos han permitido introducir mejoras al espacio.  

Revisar el mobiliario urbano para adaptarlo a los perros, que haya informadores también en la zona de accesos, incorporar nuevos elementos de información sobre la calidad del agua y de la arena e incrementar la limpieza de los accessos seran otras de las novedades que se incorporarán este año. También se instalará una pasarela de madera hasta la playa con unas boyas para facilitar la entrada en el agua y habrá informadores ambientales y un veterinario durante toda la semana que llevarán a cabo el control de accessos porque solo se puede acceder a los perros con microchip. El aforo se mantiene limitado a cien perros en 1.250 metros cuadrados por razones de seguridad, una cifra baja que denota según Saguès la necesidad de ampliarla porque “hay colas con gente esperando pese al calor”.   El Ayuntamiento también tiene que responder las alegaciones que ha presentado Espai Gos: “Hemos pedido que se tapen las papeleras, que haya dos puertas de acceso para que los perros no coincidan de cara y más metros de agua porque la zona de baño es muy reducida”.

Artículo de Xavi Tedó

Madrid doma el maltrato animal

El Ayuntamiento de Madrid aprobaba el 31 de enero la prohibición que los circos exhiban  animales en la ciudad. La propuesta fue presentada por el Gobierno de Manuela Carmena conjuntamente con el PSOE y permitirá elaborar  una nueva ordenanza municipal que contemple el veto en este tipo de espectáculos tanto en terrenos de titularidad pública como privada. Ciudadanos también secundó una moción, que sólo contó con la oposición del PP, que defiende que los animales tienen derecho «a nos ser víctimas de maltrato y a no ser sometidos a esfuerzos o actos crueles que les ocasionen sufrimiento, ansiedad o estrés». En el texto, Ahora Madrid y su socio de investidura sostienen que «en los circos los animales suelen vivir en condiciones de cautividad, alojados en jaulas y contenedores donde apenas se pueden mover y transportados a largas distancias en remolques de camiones que no satisfacen sus necesidades físicas más básicas» y que «son sometidos a procesos de aprendizaje en los que se les obliga, a veces con violencia, a realizar comportamientos que son completamente antinaturales para su especie».

Ese mismo día representantes del gremio, que engloba dos mil personas en toda España, se concentraban ante el Palacio de Cibeles para mostrar su rechazo a la medida. Vicente Barrio, presidente de la asociación Circos Reunidos, exponía de manera muy clara los cambios que ha experimentado la capital española en materia animalista: «Este problema viene de mayo de 2015, desde la llegada de Podemos y todas sus franquicias». Y es que el Gobierno de Manuela Carmena está demostrando con hechos su firme voluntad de convertir Madrid en una ciudad amiga de los animales. Un compromiso que se traducirá en un nuevo texto legal que sustituirá a la ordenanza de 2001, “muy antigua y alejada de los criterios sobre tenencia y adopción de animales de las ciudades modernas” como remarca la concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés. La ordenanza se está elaborando con asociaciones, protectoras, técnicos y expertos para “garantizar el bienestar y la protección de los animales y fomentar su adopción”.

Por el camino, Ahora Madrid no se ha andado por rodeos y solo desembarcar en el ayuntamiento anunció que eliminaba las subvenciones y ayudas públicas a los espectáculos taurinos. No ha prohibido las corridas de toros, tema tabú, pero si ha suprimido la subvención de más de 60.000 euros a la Escuela de de Tauromaquia Marcial Lalanda, básica para su supervivencia. La concejala de Cultura y Deportes, Celia Mayer, justificó la decisión porque el presupuesto era «desproporcionado» en relación con el número de alumnos (38), pero básicamente porque su actividad choca contra “los principios de defensa y respeto a los animales” de Ahora Madrid, una plataforma ciudadana con formaciones claramente contrarias al maltrato animal. Tampoco le tembló el pulso al ejecutivo madrileño a la hora de sacar los animales de la cabalgata de los Reyes Magos y ni las famosas ocas de Miguelín que abrían el desfile desde hacía casi veinte años han sido indultadas. 

Paralelamente, el Ayuntamiento abrió en noviembre un centro de adopción de animales de compañía en El Retiro. Esta instalación, gestionada en colaboración con asociaciones protectoras de animales, está ubicada en la famosa Casita del Pescador del parque. Un punto de información para la adopción de animales que se encuentran en el Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Madrid (CPA), donde hay unos 350 animales abandonados entre perros y gatos. Asimismo, en la Casita del Pescador se pueden realizar gestiones para recuperar animales perdidos; se dan pautas de tenencia responsable para garantizar su bienestar y protección; hay acceso al Registro de Identificación de Animales de Compañía (RIAC) para que los propietarios puedan comprobar y actualizar los datos del microchip que permiten su localización; se promocionan actividades escolares y visitas que organiza el CPA y se promueven los servicios de voluntariado. La ley de protección de animales de compañía impulsada por la presidenta regional, Cristina Cifuentes (PP), que acaba de entrar en vigor, establece la prohibición de sacrificar animales abandonados e impone multas de hasta 30.000 euros por esta práctica. En el marco de las competencias municipales, el consistorio creará una Oficina de Protección Animal que reordene y haga el seguimiento de las propuestas y garantice los principios y actuaciones contra el maltrato de animales, «así como el respecto, defensa y protección de los mismos».

Madrid también ha incluido protocolos de control ético de colonias felinas a través del método CES (Captura-Esterilización-Suelta). El pasado mes de abril facilitaba un carnet de colaborador de colonias felinas para aquellos vecinos dispuestos a ocuparse de que los animales callejeros estuviesen en perfectas condiciones de salud. El programa ya cuenta con un centenar y medio de voluntarios, aunque son más las que esperan el beneplácito de Madrid Salud para poder cuidar de manera oficial de los gatos. En consonancia con la Ley de Sacrificio 0 del Gobierno regional, se pretende reducir o eliminar los problemas que la presencia de gatos callejeros originan en los barrios, estabilizar el tamaño de las colonias y reducir el número que acaba en centros de acogida.

La apuesta del gobierno municipal también pasa por integrar los animales de compañía en el contexto social urbano y en los diferentes espacios públicos. Prueba de ello es que el Ayuntamiento instalará a lo largo de este año treinta bebederos de perros en zonas verdes de la ciudad en un plan para acabar con la “ley seca” que comportará también la puesta en marcha de 180 fuentes de agua potable nuevas. La Comunidad de Madrid también ha movido ficha y desde el mes de julio permite que los perros que estén identificados con microchip puedan viajar en metro excepto en las horas puntas. Puede acceder un solo perro por viajero; todos los perros deben llevar bozal y estar sujetos con una correa de una longitud que no supere los 50 centímetros y tienen que ir en el último coche de cada tren. José Capacés, coordinador de la Comisión Ética de AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales) subraya el éxito de la iniciativa: “Muchos clientes vienen a la consulta en metro, lo usa bastante gente, ha sido un acierto”.

El prestigioso veterinario destaca que la llegada de Carmena al consistorio de la capital ha supuesto un gran avance en lo que se refiere a los derechos de los animales: “Aún queda camino por recorrer, pero ha habido un cambio, el respeto hacia los animales ha aumentado”. La creación del centro de adopción en El Retiro o la prohibición que desfilen animales en la cabalgata son “pasos importantes que demuestran el nuevo talante del gobierno local en materia animalista”. Capacés añade también que los profesionales del Centro de Protección Animal gozan ahora de más autonomía: “Antes estaban atados de pies y manos, con el PP tenían menos margen de maniobra, el sacrificio era muy frecuente y en los dos últimos años se ha favorecido la adopción”.

Si el gobierno regional ha aprobado la Ley de Sacrificio Zero o que los perros puedan ir en metro, en otros aspectos su postura difiere mucho de los postulados del ejecutivo municipal. Los toros son el ejemplo más claro como sostiene Capacés: “La Comunidad de Madrid sigue subvencionando la Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda”. La animalista Belén Arenas, colaboradora de diferentes protectoras, lamenta que en este caso “las medidas que aprueba el Ayuntamiento sirven de bien poco”. Pese a ello, Arenas anota que “la situación ha mejorado porque se han duplicado los efectivos de la «Patrulla Verde«, la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal de Madrid pasando de cincuenta a cien agentes”. 

Artículo escrito por Xavi Tedó